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Esta tesis de maestría explora la relación entre las conductas de riesgo y la intimidación entre pares (bullying) en estudiantes de secundaria en lima, perú. El estudio analiza factores de riesgo como el ambiente familiar, el consumo de alcohol y drogas, y la inseguridad en el entorno, y su impacto en la conducta de intimidación. Se utiliza una encuesta validada para recopilar datos de estudiantes de dos colegios, uno nacional y otro privado, y se analizan las relaciones entre las variables de riesgo e intimidación. Los resultados sugieren una relación directa entre los factores de riesgo y la intimidación entre pares, destacando la importancia de la prevención y la intervención temprana en la escuela.
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Rosa Puente Baella RESUMEN El objetivo de la presente investigación es analizar, describir y establecer relaciones entre las áreas de riesgo de estudiantes de secundaria y la conducta de intimidación entre pares. La muestra estuvo conformada por 257 estudiantes de 1ro, 3ro y 5to de secundaria regular, de dos colegios de Lima Metropolitana, uno nacional y el otro privado. Se aplicó la encuesta de conductas de riesgo e intimidación entre pares en adolescentes, elaborada para el presente estudio, estableciéndose la validez de contenido a través del criterio de jueces, con un coeficiente de Aiken de 0.889 para cada uno de los ítems. Se obtuvo una confiabilidad mediante el Alpha de Crombach de 0.808 en riesgo y 0.720 en intimidación. Los resultados principales comprueban la hipótesis de la existencia de una correlación directa y positiva entre los factores de riesgo, en las áreas: personal social, familiar, consumo de alcohol y drogas, y ambiente inseguro; y la conducta de intimidación entre pares (Correlación de Spearman=0.402). Se encontró que el puntaje total de intimidación está relacionado con el grado que cursan los estudiantes, de manera inversa (p=0.07), a mayor grado menor intimidación. Así mismo se
Comparisons were made between the place the student hole: witness, victims and aggressors inn intimidation among coetaneous, according to the gender, finding that the women´s scores were higher than men as witness. In contrast the men´s scores were higher than women as aggressors. (p=0.001) Key words: Risk behavior, intimidation among coetaneous (bullying), high school.
La intimidación entre pares (bullying), es una de las expresiones de violencia más frecuente, que se presenta en todas las instituciones educativas; es la punta del iceberg de situaciones de abuso de poder, que se perpetúan silenciosamente, terminando muchas veces en el suicidio u homicidio. Para los adolescentes el grupo de pares ejerce una influencia vital en el desarrollo de su identidad, los padres son criticados, descalificados y pasan a un segundo plano. Es en estos grupos de pares, donde van aprendiendo a socializarse, a establecer lazos de amistad y también a diferenciarse de los otros. Se espera que el grupo de amigos les proporcione un lugar en donde se sientan seguros, aprendan a establecer relaciones sociales, conductas solidarias, de cooperación e interés común. Todo lo contrario sucede cuando se presenta la intimidación, el abuso, la violencia entre pares llamada bullying. En el Perú se ha promulgado la ley de convivencia no violenta en las instituciones educativas, ley 29729, llamada también ley antibullying. Siendo la escuela, después de la familia el medio de aprendizaje y socialización más importante para los niños y adolescentes, quienes se encuentran en proceso de formación y desarrollo; el interés e investigación en este tema es cada vez mayor.
Desde la educación, el derecho, la salud pública, la psicología clínica y social, la filosofía, entre otros, se hace referencia a la multicausalidad de los factores involucrados. El último informe de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (2013), enfatiza la importancia de los factores de riesgo involucrados en el aumento de la conducta de intimidación entre pares, entre ellos señalan: el factor familiar, el aprendizaje de conductas violentas en el hogar, el consumo de alcohol en la familia y el inicio temprano de consumo de alcohol. La presente investigación busca integrar la visión del aprendizaje social, el psicoanálisis y el modelo interaccionista, para entender la relación entre las conductas de riego de estudiantes de secundaria y la intimidación entre pares. Así mismo compara la posición que ocupan en la intimidación en relación al género, tipo de colegio y grado escolar. Se revisa los antecedentes relacionados con los factores de riesgo e intimidación, en los últimos quince años. El tipo de investigación es correlacional, y el diseño empleado es no experimental, transeccional, en una muestra de 257 estudiantes. El instrumento utilizado es la Encuesta sobre conducta de riesgo e intimidación entre pares en estudiantes de secundaria, elaborada y validada para la presente investigación. Los datos han sido procesados con el paquete estadístico para las Ciencias Sociales, SPSS 17.
En los últimos años vemos con mayor frecuencia la incursión de niños, niñas y adolescentes en acciones violentas entre sus compañeros de escuela, el empleo de la fuerza física y psicológica (intimidación, insultos, exclusión), con la finalidad de causar daño y divertirse a costa del maltrato del otro. Ello ha dado lugar a numerosas investigaciones tanto a nivel internacional como en nuestro medio (García, 2011. Quintana, 2010. Ortega, 2010. López, Morales, Ayala, 2009. Cerezo, 2008. Landázuri, 2007), entre otras. Este aumento de conductas de maltrato e intimidación, llamado bullying, anglicanismo, introducido por Olweus (1998), en muchos casos se ve influenciado por diferentes factores de riesgo, como la falta de atención de los padres, las pocas habilidades sociales de los adolescentes, el consumo temprano de alcohol y drogas, entre otros. La intimidación generalmente ocurre lejos de la mirada de los profesores y de los padres de familia, los chicos muchas veces no cuentan lo que les está pasando a sus padres, y menos a sus profesores, por miedo a que la situación empeore, porque minimizan la situación o porque creen que la van a poder manejar solos (Ortega, Mora Merchán (2008), Oliveros y colb. (2008). Por el lado de los padres, éstos se encuentran fuera de la casa, trabajando y con poco tiempo para dedicarlo a sus hijos. Según Rodriguez, citado por
Amemiya, Oliveros, Barrientos. (2009), la tercera parte de los padres no presta atención a las quejas de sus hijos, y el 30% de los maestros no hacen nada al respecto. La existencia de grupos violentos, como pandillas escolares es otro de los factores de riesgo que se encontraron asociado al bullying severo. Estudios realizados por el Instituto Nacional de Salud Mental señalan que la mayoría de los adolescentes que intervienen en pandillas, viene de hogares desintegrados, cuyos padres están ausentes y tienden a abandonar sus estudios, estableciendo vínculos con gente adulta de mal vivir; el 75% de estos jóvenes vive en situaciones de pobreza ( Mendoza. y colb, 2000). En nuestro país, los padres de los niñ@s y adolescentes de hoy, han vivido los estragos del terrorismo, una forma de violencia política que ha dejado sus huellas hasta la actualidad. Según el informe de la Comisión de la verdad y la reconciliación (2003), el conflicto armado produjo casi 70,000 víctimas mortales. Las filas de Sendero, en gran parte, continúan siendo constituidas por menores de 18 años. La violencia terrorista ha ejercido una seducción en niños y jóvenes, y los niños que se asimilan a un grupo subversivo, lo hacen atraídos por algún beneficio, como: un salario, vengar el asesinato de un familiar, la necesidad de pertenencia y la admiración a algunos ideales que estos grupos dicen tener. Carvallo (2003) agrega que se produce la seducción de los atributos del poder: armas, botas, voz de mando; que gana a la mayoría de jóvenes.
supuesto clima de respeto y de promoción de su desarrollo integral, como es la escuela (Oliveros, Barrientos 2007. Amemiya, 2009) Se hace necesario profundizar la investigación de los factores que contribuyen a que se incremente esta conducta y la forma en que se relacionan significativamente con la conducta de intimidación entre pares. La importancia del grupo de pares, y la ausencia de la presencia familiar, son factores de riesgo de vital importancia en la etapa adolescente, así como el consumo de drogas y la relación con personas de mal vivir (Mendoza, 2000), La ausencia de grupos de afirmación personal, incrementa la búsqueda de pertenencia y reconocimiento entre los adolescentes, mediante su inclusión en grupos que muchas veces son liderados por gente mayor (Puente, 2007). Conocer la forma en que actúan los factores de riesgo en relación a las conductas de intimidación entre pares, va a permitir intervenir mediante medidas correctivas y de educación para la salud, que involucren a toda la comunidad educativa y a la sociedad en general, incluidos los medios de comunicación.
1.3 OBJETIVOS Objetivo General.-
En el estudio realizado por la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (2013), sobre el consumo de alcohol y drogas en estudiantes de secundaria, se concluye que existe una asociación positiva entre el nivel de exposición al bullying y el uso de drogas: a mayor exposición al bullying, mayor consumo de drogas legales, ilegales y médicas. Se encontró que el 38.7% de los estudiantes, presenta un nivel medio (27.6%) y alto (11%) de victimización por bullying, siendo los varones y los de colegios nacionales los que registraron una mayor victimización; y solo el 15.6% de los colegios estudiados, contaban con psicólogos. Pérez (2011) estudió la percepción de gravedad de los profesores respecto a los diferentes tipos de bullying (físico, verbal y relacional) y concluye que ante el bullying relacional el nivel de empatía y la intervención de los profesores es menor. Lecannelier y colb (2011) encontró que el 63.6% de los escolares, se había unido a un grupo o a otro compañero para molestar a alguien en forma continua desde que comenzó el año escolar. Y uno de cada tres escolares habló con su familia o profesor sobre la situación que sufría. Respecto a la actitud de los compañeros de clase cuando los estudiantes reportaban molestar a otro compañero, el 52.5% no hacía nada. Díaz Aguado (2006), citado por Muro (2010), señala la importancia de la adolescencia temprana en los fenómenos de bullying, ya que es entre los 11 y los 15 años, cuando los índices de
violencia en la escuela aumentan, agrega que en esta etapa del desarrollo es frecuente el uso de la violencia como forma de disminuir las dudas acerca de la definición de su propia identidad y la necesidad de canalizar su agresividad contenida, en gran parte debido a la discrepancia entre sus necesidades de desarrollo como adolescentes y las condiciones impuestas en casa y en la escuela. Muro (2010), encontró que son las mujeres las que presentan niveles más elevados de cólera como rasgo de personalidad, más cólera contenida, y un mejor control de la cólera manifiesta. Así mismo, a mayor edad disminuye la cólera estado, y a menor edad aumenta la cólera manifiesta. Aquellos alumnos que indicaron sostener malas relaciones en su casa puntuaron más alto en cólera rasgo. Respecto a los espectadores, quienes influyen de manera importante en el mantenimiento del bullying, Salmivalli y colb (1996) en Ortega (2010), investigaron los diferentes roles que los niños pueden adoptar en el bullying, estos roles fueron: víctima, agresor, ayudante del agresor, reforzador del agresor, espectador pasivo y defensor de la víctima; y concluyeron que muchos niños en vez de apoyar a la víctima, actuaban de manera que favorecía el bullying. Al respecto Juvonen y Galván (2008) citado por Salmivalli y Peets, en Ortega (2010), señalan por lo menos dos motivos por lo que los niños evitan tomar partido a favor de la víctima, el primero es que desean mejorar su propio estatus social pareciéndose más a la persona que tiene poder, el agresor, y distanciándose de la víctima de bajo estatus;
los alumnos, afecta al 46.4% de los varones y al 29.4% de chicas. Destaca que los niveles de incidencia revelan que la mayoría de agresores son varones, mientras que las chicas representan los dos tercios del total de las víctimas. La percepción de la frecuencia de las agresiones, para los varones es casi diaria, mientras que las chicas consideran que se da una o dos veces por semana. Y concluye que casi ningún alumno considera que estas acciones sean graves o afecten su seguridad en el centro escolar, lo cual aumenta el riesgo de sufrirlo. Oliveros y colb. (2008), en colegios estatales del Perú encontró que la tercera parte de los padres no presta atención a las quejas de los hijos, y que el 30% de maestros no hicieron nada al respecto. La ley del silencio al igual que en otros tipos de maltrato perpetúa la violencia en la escuela. Ortega y Mora Merchán. (2008), plantean desde una teoría cognitivo-relacional, considerar las características individuales de los sujetos y la red de iguales como unidades de análisis. Presentan un estudio de naturaleza sociométrica, donde se consideran los vínculos que se establecen entre los involucrados en el bullying, así como las percepciones y atribuciones que de esos vínculos tienen los alumnos. Los resultados apoyan la importancia de estos factores en el mantenimiento del llamado esquema “dominio-sumisión”, al que atribuye el núcleo central de la dinámica de intimidación.
Avilés y Monjas (2005), señalan que la exclusión social y la ridiculización, son las formas de bullying propias del final de la etapa educativa, a diferencia de los primeros años en que la intimidación física es la más frecuente. Encontraron también que tanto hombres como mujeres prefieren a sus compañeros para contar lo que padecen, antes que a la familia o al profesorado. Fuller (2002), alude a los mandatos sociales en relación al género, para la identidad masculina se estructuran en relación a la fortaleza y la dominación, mientras que para la femenina a la sumisión.
Mendoza y colb. (2000) señalan como uno de los factores de riesgo en salud mental en las familias con niños y adolescentes, el hacinamiento en la vivienda, que no permite el logro de un espacio personal para el niño, quien duerme con los padres y muchas veces en la misma cama. Otro de ellos, es la alta proporción de niños que trabajan y que no culminan sus estudios. Agrega que en muchos lugares de reunión de los jóvenes y adolescentes (discotecas, billares y fiestas chicha) prolifera el consumo excesivo de alcohol, drogas y las peleas entre grupos; y es común que los padres no se entren de lo que hacen sus hijos. El abuso de alcohol, la experiencia sexual precoz, el distrés y la desesperanza (deseos de morir), y la presencia de un amigo consumidor son otros de los factores de riesgo encontrados. Agregan que el rechazo y la discriminación que los hijos tienen hacia sus propios padres, la falta de reconocimiento hacia lo