





Study with the several resources on Docsity
Earn points by helping other students or get them with a premium plan
Prepare for your exams
Study with the several resources on Docsity
Earn points to download
Earn points by helping other students or get them with a premium plan
Community
Ask the community for help and clear up your study doubts
Discover the best universities in your country according to Docsity users
Free resources
Download our free guides on studying techniques, anxiety management strategies, and thesis advice from Docsity tutors
Este documento explora el desarrollo histórico del estudio de las habilidades sociales, desde la inteligencia social hasta el enfoque del procesamiento de la información. Se define el concepto de eficacia en las interacciones sociales y se analizan las aplicaciones de las habilidades sociales en diversos ámbitos, como la educación, la comunidad y la clínica. Se examinan ejemplos de conductas socialmente hábiles, como expresar quejas, pedir favores, solicitar cambios de conducta, interacciones con estatus diferentes, interacciones de grupo y afrontar la resolución de conflictos. Finalmente, se describe el entrenamiento en habilidades sociales, incluyendo técnicas como el modelado, el ensayo conductual, la retroalimentación, el refuerzo y la estrategia de generalización.
Typology: Thesis
1 / 9
This page cannot be seen from the preview
Don't miss anything!
Por Alberto Guerrero Armas.
Los antecedentes históricos del estudio de las habilidades sociales se sitúan en dos momentos del siglo XX:
Aparece así el término “habilidad social”.
2.1. Concepto de “Habilidad Social”
La definición del término ha tenido diferentes enfoques y explicaciones técnicas. Se ha llamado conducta asertiva, competencia social, conducta segura, etc. Hoy, el término más comúnmente aceptado es el de Habilidades Sociales.
Se pueden definir como “aquellos comportamientos eficaces en situaciones de interacción social”. El concepto de eficacia comprendería lo siguiente:
2.2. Componentes
La competencia social, pues, forma parte de la conducta adaptativa del sujeto. Esta última incluye destrezas de funcionamiento independiente, desarrollo físico, desarrollo del lenguaje, así como competencias académicas funcionales.
Si nos centramos en el contexto educativo, las destrezas sociales incluyen:
2.3. Aplicaciones
Sus aplicaciones se extienden a todo tipo de situaciones y colectivos:
2.4. Las Habilidades Sociales y la asertividad
En la práctica, es lo mismo tener una conducta socialmente hábil que asertiva. Asertividad es decir lo que sinceramente se piensa, lo que a uno le parece justo pero sin faltar a los derechos de los demás. Está muy relacionada con la sinceridad, con la valentía y con el respeto.
Contra la asertividad podemos pecar de más o de menos. Por el lado del exceso está la agresividad, y por el lado del defecto está la inhibición. Sin embargo, el concepto de asertividad no es invariable sino que es relativo, dependiendo del contexto cultural donde se de la conducta.
Hay una serie de conductas, denominadas pensamientos necesarios para poder resolver problemas interpersonales, y que se aprenden, es decir, no son innatos al ser humano, y su aprendizaje y asimilación, nos conduce a una mayor asertividad. Estas conductas son:
quejas verbalmente y de forma organizada son más objetivos cuando reciben quejas de los demás.
Cuando analizamos el contenido de una queja que alguien nos hace, nos damos cuenta de las cosas que hacemos y que afectan a los demás de forma negativa. Con frecuencia, una respuesta apropiada a una queja mejorará la naturaleza de la interacción inmediata y nos dará información del modo en que debemos comportarnos en interacciones futuras.
No siempre resulta fácil decir no. Algunas veces una persona puede que no se sienta capaz de negarse a un amigo o a un familiar.
La capacidad para negarse a las demandas de otro de forma no punitiva y diplomática requiere mucha habilidad. La persona que constantemente cede ante las peticiones de los demás, independientemente de que sean o no apropiadas, algunas veces es considerada como un ratón o como una persona fácil de vencer. Cuando una persona dice no en el momento apropiado, expresa cómo se siente en relación a una petición o invitación.
Los investigadores han hallado que los individuos que carecen de la capacidad de negarse a peticiones se sienten con frecuencia defraudados, frustrados y resentidos.
Con cierta frecuencia nos encontramos ante situaciones en las que pedimos favores a los demás. Tanto si le preguntamos a un extraño una dirección como si pedimos una información a la telefonista, estamos, de hecho, pidiendo un favor.
En muchos casos, el simple sentido común nos hace conscientes de que incluso un cambio muy pequeño en el modo en que formulamos una petición puede tener un efecto importantísimo en la forma en que éste es percibido. Así, con un mínimo de sentido común, podemos incrementar las posibilidades de que los demás respondan de forma positiva a nuestras peticiones.
Aumentando estas habilidades a través del aprendizaje y comprendiendo las estrategias de la interacción humana, podemos llegar a ser bastante expertos en el arte de formular peticiones. Está de más decir que las gratificaciones que pueden obtenerse con la adquisición de tal habilidad pueden ser incontables.
Uno de los errores más comunes que cometemos en nuestras interacciones diarias con los demás es no preguntar por qué.
Cuando preguntamos por qué, lo que esencialmente estamos haciendo es pedir información adicional sobre una situación, un enunciado o una interacción. Esta información puede ayudar a aclarar ambigüedades, equivocaciones y malentendidos que podrían dar lugar a situaciones desagradables o vergonzosas. Al preguntar por
qué , obtenemos una información nueva que puede influir en nuestras decisiones y en el curso de la acción que elijamos.
Tanto en los niños como en los adultos, preguntar por qué sirve de medio para obtener información adicional sobre un asunto. Sin embargo, en los jóvenes, la importancia de desarrollar la capacidad de preguntar por qué de forma apropiada tiene incluso más trascendencia. La pregunta no sólo mejora la toma de decisiones, sino que, en general, también sirve como valioso instrumento para aprender.
Las respuestas a las preguntas por qué llenan los vacíos de información. El hecho de pensar en las causas y en los efectos ayuda a desarrollar las habilidades de razonamiento y juega un papel en el desarrollo de la capacidad de toma de decisiones y otras capacidades cognitivas.
Algunas veces es importante dejar que los demás sepan que su comportamiento nos molesta o trastorna. Esto no siempre es fácil de hacer puesto que, a veces, la gente se siente amenazada y reacciona de forma defensiva. Sin embargo, otras veces el individuo no es consciente de que hace algo que es molesto. En esta situación, un comentario o una petición hecha diplomáticamente puede ser una información bien recibida. En la mayor parte de los casos, el acto de solicitar un cambio en la conducta de otra persona puede ser mutuamente beneficioso. La persona que hace la petición puede ser capaz de cambiar una situación incómoda, y la persona a quien se le solicita el cambio recibe una información necesaria.
Los estudios sobre el contenido de la interacción diádica han establecido que cuando la gente se comunica entre sí, constantemente registra las reacciones del otro y adapta su propio comportamiento en consonancia.
Una petición de cambio de conducta realizada con habilidad puede servir de medio más inmediato de facilitación de este procedimiento. Es importante subrayar que las tentativas hechas de manera impulsiva y sin tacto pueden dar como resultado que la otra persona se sienta intimidada, enfadada o que esté a la defensiva.
Cuando oímos a la gente hablar sobre la asertividad, con frecuencia se refieren a la defensa de los propios derechos. Si bien la asertividad implica una gama más amplia de comportamientos y situaciones, parece que el hecho de defender los propios derechos pone claramente a prueba la capacidad de ser asertivo.
Específicamente, defender los propios derechos se refiere al acto de afirmación de uno mismo en situaciones en las que han sido infringidos o violados por otros, bien a propósito o accidentalmente.
Aprender a defender los propios derechos es, en realidad, un proceso con tres etapas:
manifestaciones del que habla y evitar monopolizarlas. Al mismo tiempo, los participantes deben asegurarse de que forman parte de la interacción. Además, cada participante debe responsabilizarse de que sus contribuciones sean pertinentes con el interés del grupo.
Las interacciones de grupo también tienden a incrementar la susceptibilidad e inseguridad de un individuo en la participación social. La persona que generalmente evita comprometerse en interacciones sociales diádicas con frecuencia, es aún más reticente en un grupo. De hecho, no es extraño que una persona sea capaz de participar en díadas sociales y que experimente ansiedad e inseguridad en interacciones de grupo.
Son tres los aspectos principales que se deberían tener en cuenta en las interacciones de grupo:
Es muy importante que escuchéis lo que cuentan los demás_._ Esto no sólo os permitirá saber lo que sucede, sino que también hará que ellos sepan que os interesa lo que cuentan;
Deberéis ser asertivos, hablar con voz firme cuando queráis contar algo_._ Si no lo hacéis, los demás no sabrán lo que pensáis y vosotros no seréis capaces de contarles las cosas que creáis que son importantes.
Por otra parte, debéis tener cuidado de no hablar demasiado e impedir que así los demás tengan la oportunidad de hablar. Cuando suceda esto, la gente perderá interés por lo que contéis. También es importante que os aseguréis de que lo que estáis diciendo está relacionado con lo que el grupo está discutiendo o haciendo.
En la interacción humana se considera que la capacidad para resolver conflictos es una habilidad madura y conveniente que puede ser de gran provecho para el individuo. Puesto que el conflicto es una parte integrante de la interacción social, la capacidad para afrontarlo eficazmente contribuye a un medio ambiente social más sano, más productivo.
En muchas sociedades, a los individuos que son capaces de resolver conflictos se les considera sumamente humanitarios y protectores de la conciencia social. Por ello, la habilidad implicada en la resolución de conflictos no sólo, se centra en un proceso particular de resolución y cambio, sino que también abarca consideraciones sobre las actitudes.
También es importante señalar que las discusiones y los desacuerdos son frecuentemente la consecuencia de una necesidad de confirmación social de nuestras creencias y actitudes. Cuando nuestras opiniones no son compartidas, sentimos una disonancia que necesita resolverse.
Un aspecto importante de la madurez social es la comprensión y la capacidad de aceptar el hecho de que siempre existirá cierto grado de ambigüedad o
incongruencia. En otras palabras, la gente necesita aprender, darse cuenta y sentirse bien ante la idea de que no todos los problemas tienen solución.
El entrenamiento en habilidades sociales está integrado por un conjunto de técnicas cuya aplicación está orientada a la adquisición de aquellas habilidades que permiten a los sujetos lograr interacciones sociales satisfactorias en su contexto cotidiano.
Las técnicas más utilizadas en los entrenamientos son las siguientes:
En definitiva, lo que en este artículo hemos tratado de plantear es una serie de mecanismos que nos ayuden a enfrentar a nuestros alumnos/as con las habilidades sociales.
Como hemos visto, estos comportamientos pueden ser aprendidos y le serán de utilidad tanto en sus relaciones interpersonales en el aula y en el aprovechamiento de su periodo escolar, como también en la vida real.