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Análisis del estado nacional de Jellinek. Resumen
Tipo: Apuntes
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UNIVERSIDAD LATINA DE AMÉRICA MAURICIO ALARCON PICHARDO
El artículo inicia haciendo una diferenciación de términos entre “identidad nacional” y “carácter nacional”, haciendo hincapié en que no son ni serán lo mismo. A lo largo del tiempo se ha pensado que la esencia de una nación está profundamente arraigada por preceptos característicos del pasado y hasta biológicos. Sin embargo, estos pensamientos se encuentran en un completo desatino por la falta de profundización en el tema. Es por esto que es indispensable resaltar conceptos que surgen de uno mismo pero tienen significados opuestos: identidad nacional objetiva e identidad nacional subjetiva. La construcción de una identidad nacional es producto de las instituciones con y entre los sujetos sociales que constituyen un país. Dicho proceso implica la autodefinición, mediante el reconocimiento colectivo y la autoconsciencia de factores o vínculos que determinan en el sujeto su condición dentro de la sociedad. Se podría entender la primera como un proceso explicativo de los hechos; por otra parte encontramos a la subjetiva como una serie de creencias que las personas mantienen a lo largo de la historia. Lo prudente sería que cualquier nación (en este caso México) se rigiera por un ordenamiento explicativo de hechos que nos diera a conocer el qué, el por qué, el cómo y el para qué, pero la cultura mexicana refleja falta de interés por responder a tales interrogantes. Tal grave es el caso que aunque muchas veces se presenten términos contenciosos y/o polémicos, podemos llegar hasta a hacernos de la “vista gorda” y dejarnos regir por mero compromiso. Vemos, por ejemplo, oposiciones de naciones rivales en conflicto atacando los ideales de una sociedad que tiene el cambio frente a sus ojos y decide no aceptarlo, pero más que tiene, que lo necesita. Esta dualidad conceptual (objetivo igual a desatino; subjetivo igual a importante), corresponde a una cantidad enorme de factores históricos que nos ayudarán a comprender la situación predilecta de una nación ciega a lo nuevo. Se hace presente un triángulo de fenómenos que influyen en la creación de la identidad nacional de algún lugar: la identidad nacional y sus rivales; su relación con el lenguaje y con la religión, y; su conexión con el tiempo y el lugar. Pero antes de entrar completamente, se tiene que remarcar que algunos fenómenos toman el papel de marcadores (descriptivos) y moldes (explicativos). En el primer punto, entendemos que al momento de rechazar una noción que creemos que determina una cualidad hereditaria en el carácter nacional, nos vamos a dar cuenta que es algo que fluye, se construye y se alcanza. Pero para decir que es una “identidad”, primero se tiene que alcanzar cierta significación dentro de la nación y analizamos si una minoría puede constituir una identidad. Esto complica hablar de una identidad común dentro de todo México, existen numerosas unidades por debajo de lo nacional que complejizan este hecho. En el segundo punto, hablamos de una comparación no internamente de sus componentes, sino externamente con otras naciones. Es cierto que México es una
composición de una variada cantidad de elementos que conforman la cultura; sin embargo, si llegamos a compararlo con otras naciones, la identidad mexicana resaltará en un primer plano. Este sentimiento de pertenencia va ligado a la personalidad de cada persona y al reconocimiento que se le da al individuo al momento de visitar lugares extranjeros. En esta parte retomamos los moldes y marcadores que supuestamente irán forjando la identidad de un individuo, hablamos de la religión y el lenguaje. Pero tenemos que analizar bien este punto, es verdad que el lenguaje es significativo en la cultura de las naciones, sin embargo México no es el único país en el mundo hablando español, encontramos a España y a la mayoría de los países iberoamericanos, sin contar a aquellos que comienzan a hacer uso adecuado del idioma; lo mismo pasa con el inglés, viéndose señalado como el lenguaje universal en nuestros días. La religión tampoco es de gran ayuda. La religión católica se puede ver como parte de la identidad nacional mexicana. La mayoría de los mexicanos fueron o son católicos al igual que numerosas naciones a lo largo de Latinoamérica y en el mundo. Como tercer punto se hace un énfasis riguroso en que para que un “marcador” pueda ser considerado como claramente de una nación, tiene que estar determinado en su lugar en el espacio y en el tiempo. Como ejemplo de esto tenemos a la Virgen de Guadalupe, símbolo religioso universal cuyo origen es 100% mexicano, su culto se encuentra ligado a sitios, recuerdos, imágenes y alianzas en México y corresponde de manera legítima a la identidad mexicana. De esta manera, la afirmación de características particulares le permitirá establecer una identidad que funcione como emblema de un grupo. El reconocimiento de comunes supone que existe a la par una “otredad”, pues no se puede afirmar una identidad si no se reconoce al otro como “idéntico” o “diferente”. Puede decirse entonces que la identidad nacional es un proceso de construcción social donde el reconocimiento del sujeto se consigue con la aceptación de un grupo con el que se comparten vínculos, reconociendo paralelamente al “otro” que también nos define. Consecuentemente, toda identidad requiere la aprobación que da procesos intersubjetivos, esto permite que exista socialmente y se manifieste. Para poder hacer un análisis sustancioso de los elementos tenemos en primer lugar al espacio. México es caracterizado por su complejo esquema de microrregiones ecológicas y culturales. Las montañas del país, al igual que todas sus comunidades, son factores objetivos de la vida, rasgos persistentes a lo largo del tiempo. En segundo lugar y fuera de lo geográfico tenemos la geopolítica, que se desprende del lugar que México ocupa en el moderno sistema estatal. A lo largo de la historia de nuestro país han surgido diferentes acontecimientos que poco a poco van formando lo que hoy en día somos. Además, un punto que tenemos que tomar mucho en cuenta es que la cercanía de Estados Unidos ha condicionado claramente al nacionalismo mexicano. Apartándonos de los ejes característicos de una nacionalidad firme y próspera, es indispensable enfocarnos totalmente a la historia de México como una demarcación coyuntural en la identidad nacional. La historia de México se ha visto afectada por significantes acontecimientos políticos, sociales, económicos y culturales. A lo largo del tiempo se ha luchado por constituir una unidad sólida de mexicanos que tengan un disfrute igualitario de los beneficios que por derecho nos corresponden, han existido
Knight, Alan. 2018. “La identidad Nacional Mexicana”. Nexos.Com.Mx. https://www.nexos.com.mx/?p=