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Recorrido histórico argentino, desde la década infame, el peronismo, el llamado "estado tutelado", el estado burocrático autoritario y la vuelta del peronismo.
Tipo: Apuntes
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El período de la “Década Infame” puso fin a los gobiernos radicales iniciados en 1916, en un intento de restauración conservadora y oligárquica. Primeramente, y con Uriburu al poder, se llevaron a cabo las primeras medidas dictatoriales que dieron pie a las intervenciones provinciales, la disolución del Congreso Nacional (reemplazada por la figura del Decreto-Ley), la alianza política entre diferentes sectores, como el partido conservador, el radicalismo antipersonalista y el partido socialista independiente; que denominaron “La Concordancia” y fue la que dominó la vida política argentina a través del fraude electoral, ya que con ello garantiza que el poder no cayera en manos de la “chusma radical”. La Concordancia se dió paso en las elecciones de 1932, con un triunfo que se alcanzó gracias a ésta práctica fraudulenta (fraude patriótico), dando paso al gobierno de Justo. En cuanto a la economía, la cual estaba severamente afectada por la Gran Depresión, causada por el Crack de Wall Street, la producción disminuye y el comercio internacional se redujo, los precios de los productos cayeron (por la escasez de compradores a la ventas de materias primas) y comenzaba a dificultar el pago a la deuda externa y las compras realizadas en el exterior por la reducción de ingresos del Estado, que provenían mayormente del comercio internacional. Ante esto, el gobierno debía proteger los sectores económicos del país, por lo que se inauguró el período de intervención estatal en la economía. Ésta intervención estatal se guió por diferentes puntos que accionaba hacia la reforma impositiva (a través de la creación de la dirección general del impuesto a los réditos, en 1931; y la recaudación y distribución de los impuestos internos que quedaron a cargo del gobierno general, a cambio de la coparticipación de las provincias), la
reorganización financiera (con la creación del Banco Central) y la creación de juntas reguladoras de la producción. Gran Bretaña, quien era el principal comprador de cereales y carnes argentinos, redujo sus importaciones y, en 1932, estableció acuerdos preferenciales con sus colonias (Confederación de Ottawa) para las compras de materias primas y alimentos, excluyendo así a Argentina. Esta decisión afectaba a los poderosos ganaderos locales, por lo que, el gobierno acordó con Gran Bretaña y firmó el pacto Roca-Runciman en 1933, que aseguraba a la Argentina una cuota de exportación de carne, pero el 85% de las exportaciones de carnes argentinas debían realizarse a través de frigoríficos británicos y estadounidenses; y además, las divisas debían ser volcadas en el pago de la deuda y la importación de producción inglesa. Asimismo, la actividad industrial que se había venido desarrollando, comenzó a evolucionar y se centró en cuyos productos pasaron a ocupar el lugar que dejaban los productos extranjeros, debido a la reducción o eliminación de las importaciones. En esta primera etapa se privilegió el desarrollo de la industria liviana (alimentos, textiles y metalurgia para maquinaria agrícola básica y algunos artefactos del hogar). Los elementos centrales de las soluciones del estado eran proteccionismo, diversificación, fomento de industrias, nuevos centros de producción y mejoramiento de condiciones de trabajo de mano de obra. Este proceso de industrialización generó la aparición -cada vez más notoria- de pequeños y medianos empresarios de origen nacional y absorbió la mano de obra reclutada entre los inmigrantes que provenían de las regiones del interior del país, que migran en busca de un modelo de subsistencia. Al mismo tiempo, este gran movimiento de migración e inmigración hacia la periferia generó una gran suburbanización, a la cual la población de menores ingresos se habían desplegado en barrios en tierras cedidas por loteos económicos y una progresiva expansión de villas de emergencia; y la densificación del centro
para la protección de los trabajadores y la mejora de condiciones laborales, el Estado comenzó a centrarse e involucrarse más en la cuestión social, en conjunto a la Iglesia, quien era el benefactor número uno en servicio social; al mismo tiempo que se construía la idea de un reforzamiento en la familia y un cambio en el estilo de vida popular, que incluía la recreación y el tiempo libre. En éste mismo año, se creó el G.O.U (Grupo de Oficiales Unidos) un grupo de oficiales del cuadro medio del ejército con la misión de frenar las aspiraciones presidencial de quien se veía a ser el sucesor de Ramón Castillo (en ese tiempo actual presidente), Patrón Costas; con el objetivo de evitar el seguimiento de gobiernos conservadores, mantener la neutralidad en Argentina ante el paso de la Segunda Guerra Mundial, evitar el surgimiento del comunismo y la inclinación del movimiento obrero hacia la izquierda política.
a. El surgimiento del Peronismo El 4 de junio de 1943 se produjo un golpe de Estado que derrocó al gobierno del Ramón Castillo, asumiendo las fuerzas armadas con Arturo Rawson al frente, quien traicionó la iniciativa del GOU (al pretender negociar la conformación de su gabinete con la oligarquía), siendo a su vez destituido por el general Pedro Pablo Ramírez. En este tiempo, Perón comenzó a hacerse frente en la Secretaría de Trabajo, como Ministro de Guerra y vicepresidente en un conjunto con Farrell, con la creación del Consejo Nacional de Posguerra (elaboración de programa económico de posguerra para sostener industrialización y preservar empleo, con rol activo del estado), la relación directa que había entablado con los trabajadores y la sanción de un nuevo cuerpo de leyes que favorecen a los trabajadores, como el aguinaldo y las vacaciones pagas.
Para ese entonces, Perón ejercía tres cargos políticos, así logró construir un gran poder político, por lo que la Junta Militar le exigió su renuncia y él la desobedeció al dar un discurso. Por eso, fue detenido y procesado. El 11 de octubre, Perón y Eva Duarte, su mujer, se escondieron en una isla del Delta ante la inminencia de su detención, pero fueron apresados dos días más tarde, el 13 de octubre. El coronel fue llevado a la isla Martín García. Al conocerse la noticia de su captura, varios gremios decidieron movilizar a sus trabajadores hacia la Ciudad de Buenos Aires, y ante el masivo reclamo de la gente los militares terminaron optando por liberar a Perón, quien luego de eso dio un discurso desde el balcón de la Casa Rosada. En 1946, Perón comienza con su campaña política y se postula para la presidencia nacional, en conjunto con Horacio Quijano como vicepresidente, y gana con una mayoría de votos y con un fuerte apoyo sostenido en la iglesia, las fuerzas armadas, la CGT, la clase trabajadora y el partido peronista. ★ Aspectos políticos: el Estado de Bienestar Entre las acciones más destacadas se encuentra la conformación de un extenso Estado de Bienestar, en la que se proveyeron servicios de promoción de derechos sociales y se constituyó como árbitro entre el capital y el trabajo. El peronismo concretó sus objetivos bajo las banderas de la independencia económica, la soberanía política y la justicia social. ★ Aspectos económicos: el ISI, primer plan quinquenal y la crisis posguerra El gobierno peronista tuvo una clara conciencia del rol de la industria en la economía nacional y de la necesidad de tomar medidas que apoyaran su fortalecimiento, mediante la protección de la industria nacional (con barreras arancelarias), políticas redistributivas de ingresos (que permitió la ampliación del mercado interno), incentivos a la industria nacional (con la creación del Banco
freno de la devaluación monetaria, la reducción de la inflación y la recuperación del comercio exterior. Seguidamente a ésto (y ya parados dentro del segundo gobierno de Perón), a fines de 1952, se llevó a cabo el segundo plan quinquenal. Para continuar con el proceso de industrialización nacional, éste segundo plan se centró en fomentar las inversiones de capitales extranjeros en el comercio argentino, ésto fue motivo de polémicas y atrajo las críticas de los opositores, entre ellos Frondizi. ★ Aspectos sociales: políticas educativas, sociales y la acción social Lo que más se destacó fueron las políticas educativas, sanitarias, las luchas para la igualdad de género en conjunto con la reforma constitucional de 1949 y el crecimiento poblacional y demográfico a partir de la inmigraciones y las migraciones internas. Las políticas educativas se basaron en propiciar el acceso a la educación a sectores de clase media y secundaria, acceso a la educación secundaria gratuita (con un significativo aumento en inscriptos, tanto en secundario como en el primario), especialmente en la enseñanza comercial y técnica. Por otro lado, Perón impulsó medidas que tendieran a acercar a los sectores populares a la universidad pública, las principales medidas de su gobierno fueron el ingreso irrestricto, la gratuidad y las becas, a fin de abrir la Universidad al pueblo. En 1946, Ramón Carrillo fue designado como secretario de salud y desde ese puesto llevó a cabo varios programas sanitarios que velaban por un sistema de salud preventivo, asistencial y universal. Estos programas iban desde la creación de centros hospitalarios, policlínicos y hospitales gratuitos hasta la implementación de medidas sanitarias a nivel nacional. También se llevaron a cabo varias campañas masivas de vacunación en contra de la fiebre amarilla, enfermedades venéreas, etc. Y con la creación de EMESTA (la primera fábrica nacional de medicamentos), y el apoyo de los laboratorios nacionales por medios de incentivos económicos, se vio el
alcance de los medicamentos a toda la población. Al mismo tiempo, se afianzó la creación e implementación de obras sociales de los sindicatos, en especial para los que tuvieran más afiliados, como los ferroviarios o los bancarios. En 1954 (ya en su segundo gobierno), Perón logró la sanción de la ley n.º 14.394, cuyo artículo 31 incluía el divorcio, y esto provocó el enfrentamiento con la Iglesia Católica que había apoyado activamente al peronismo hasta ese año. También, por el fin de 1954, se autorizó, por un decreto, la apertura de prostíbulos, que estaban prohibidos desde décadas atrás. Se eliminaron los términos de hijos "legítimos" e "ilegítimos", se suprimió la enseñanza de religión obligatoria, se quitaron subsidios a colegios católicos, se redujeron los feriados, entre ellos, numerosos feriados religiosos, con el objetivo de aumentar la productividad y se aprobó una reforma de la Constitución para la Separación Iglesia-Estado. Todo ésto, había creado un clima tenso entre el gobierno peronista y la Iglesia Católica, quien en ese momento, se había vuelto parte de la oposición hacia el peronismo. ★ La figura de Evita La figura de Eva Duarte de Perón, fue muy importante en el período del peronismo, tanto por la Fundación Eva Perón, como para el movimiento femenino y la acción social que se ejercía. Ella era la principal portavoz y puente de comunicación entre los trabajadores, la población y el presidente; interpretando los conflictos y estando en contacto permanente con la CGT. Su papel de interpretadora, se vio activamente, mucho más luego de la creación de la Fundación Eva Perón, creada en 1948. La fundación ayudó con las políticas sanitarias y educativas en una gran parte, ya que tenía como objetivo primordial llevar a cabo las obras necesarias que permitieran consolidar una vida digna para los sectores populares. Así se apuntó a fomentar el trabajo y el estudio mediante el préstamo de dinero, herramientas de trabajo o becas; y la protección de familias en condiciones de indigencia mediante la
ya que Perón no tenía a su portavoz e interpretadora de conflictos y problemáticas, por lo que el vínculo con los trabajadores comenzó a debilitarse cada vez más, ya que el ajustado horario del presidente y la falta de tiempo comenzó a verse plasmado cuando dejó de visitar la CGT y dejó de comunicarse con éste sector. ★ El comienzo del descenso: el derrocamiento de Perón. Luego de la crisis de 1952 y la muerte de Eva, Perón quedó visiblemente marcado por la oposición, al mismo tiempo, el frente comenzaba a mostrar sus diferencias. El empresariado y la Iglesia Católica se manifestaban disgustados, tanto por el gusto que el peronismo le daba a los trabajadores, como por mantener ideas cruzadas con el presidente. La Iglesia Católica, se había distanciado notablemente y había creado el Partido Demócrata Cristiano, lo que crea frustración en Perón, pero las diferencias que éstos mantenían, los llevó a formar parte del comité político antiperonista. Las grietas en las columnas que sustentaban el gobierno, comenzaban a ser cada vez más visibles, al mismo tiempo, los partidos políticos de izquierda y derecha comenzaban a moverse y la Iglesia comenzaba a manifestarse, intentando crear revuelo entre la población. Pero nada de eso se comparó al bombardeo de la Casa de Gobierno y la Plaza de Mayo, el 16 de junio de 1955, por fuerzas aeronavales, con el propósito de matar a Perón. Y aún si su cometido no fue cumplido, se llevaron consigo 300 muertos y más de 600 heridos civiles. Ante el atentado, Perón llama a una política de conciliación con los adversarios, y ante las constantes denuncias hacia el gobierno por parte de la oposición, Perón presenta su renuncia. Pero en agosto, la CGT hace una gran manifestación en apoyo a Perón para no aceptar su renuncia, en la que el gral. Perón se alza violentamente hacia la oposición con un discurso amenazante en el que se compromete a seguir adelante con su política popular, pero con la visible grieta de todos los pilares, en donde solo la clase trabajadora permanencia sosteniendo el gobierno, y las diferencias políticas que se manifestaban en todo el entorno, se crea el escenario del golpe militar de
1955 que derrocó al gobierno peronista y da retorno a un gobierno oligárquico, antipopular.
Esta etapa estuvo signada por la sucesión de gobiernos débiles, tanto militares (autoritarios) como civiles (semi democráticos) a. La Revolución Libertadora (1955-1958) En septiembre se produjo el golpe denominado “Revolución Libertadora”, movimiento liderado por Lonardi que derrocó al gobierno de Juan Domingo Perón, el cual duró muy poco, por un contragolpe (en noviembre) en donde asume Aramburu al estar en desacuerdo con el ideal “integracionista” de Lonardi, en la que los peronistas podrían formar parte del proyecto país. Aramburu se mantuvo fuertemente en contra del movimiento peronista, e incluso inició una resistencia hacia esta, con el objetivo de “desperonizar” a partir de un modelo político de proscripción, censura y prohibición de insignias y lemas peronistas, persecución y prevención del comunismo, persecución y encarcelamiento de la resistencia o simpatizantes de Perón, como dirigentes justicialistas o dirigentes obreros. Intervención institucionales, como la CGT y todos los sindicatos, se dio una suspensión del control del Estado sobre el comercio y las finanzas, además de la disolución del IAPI. La situación económica de Argentina se encontraba en un contexto de crisis, la exagerada deuda externa que se atribuía y la inflación prescinden la demanda del dinero. Las medidas tomadas por el gobierno de la Revolución Libertadora apuntaron en concreto a estimular la producción agropecuaria, con el objetivo de equilibrar las cuentas externas (esto se veía reflejado en el plan Prebisch de 1955). Se impulsó la producción agropecuaria y se acordó con los dirigentes de la Sociedad Rural Argentina la devaluación y la supresión de controles estatales en
Igualmente, Frondizi concibió una audaz estrategia para obtener el apoyo de los votos peronistas, realizando negociaciones secretamente con Perón para obtener apoyo público en las elecciones a cambio de terminar con la proscripción apenas llegara a la presidencia. El acuerdo se llevó adelante, Perón ordenó a sus seguidores votar a la UCRI y así en 1958, Frondizi se convirtió en presidente de la nación. b. Gobierno de Frondizi (1958-1962) El modelo económico desarrollista fue la clave durante éste período, se enfatizó en el desarrollo de la industria intermedia y pesada como indispensable para el país y la explotación de los recursos naturales, en especial el petróleo; con el aporte de capitales y tecnología extranjeros. Ésto, en un primer momento, trajo consigo un aumento de inversiones extranjeras y un aumento de producción de acero, petróleo y automóviles, sin embargo, a medida que avanzaba el proyecto de expansión industrial, se dieron a revelar varios puntos de fuga que desplegaban problemas imposibles de resolver a corto plazo, por ejemplo la alta desocupación y la pésima condición de vida de la población por la caída de los salarios reales, también se tenía la creencia que el proyecto de desarrollo debía de soportar durante un tiempo más o menos prolongado un relevante déficit comercial y que luego de ese período los salarios exportables de las industrias comenzarían a crecer. Ésto comenzó a afectar a largo plazo, con una creciente inflación y con dificultades en la balanza de pagos. Las dificultades económicas impulsaron el relanzamiento del proceso de racionalización administrativa, que condujo a un nuevo enfrentamiento con el sector sindical, las huelgas se multiplicaron y los dirigentes peronistas pusieron fin a la tregua acordada al gobierno para que cumpliera con sus compromisos. Ante ésto, el gobierno respondió con el plan CONINTES (Conmoción Interna del Estado), con la
que procedieron a militarizar ciertas zonas y a intervenir los gremios obreros para, en un cierto sentido, reprimir el levantamiento generado por la conflictividad social. El gobierno de Frondizi se comprometió a amnistiar a los dirigentes peronistas, a restablecer el orden sindical previo al gobierno militar y a permitir que los peronistas participaran de futuras elecciones, cosa que se llevó a cabo en 1962, en donde ganaron los peronistas, pero por decreto del gobierno y por presiones militares, se anulan las elecciones en la provincia de Buenos Aires. El 28 de marzo del mismo año, Frondizi es apartado de su cargo, ante la ley de acefalía, ya que se evidenciaba la ausencia del vicepresidente, que había renunciado; y la presidencia recae sobre José María Guido, presidente provisional del Senado. c. Gobierno de Guido (1962-1963) Este gobierno fue caracterizado por las constantes presiones militares y por los conflictos internos de las FFAA. Con el derrocamiento de Frondizi, todos los lineamientos del desarrollismo también comenzaron a abandonarse y se volvieron a las prácticas económicas liberales que se habían implantado con Aramburu. El regreso de Pinedo en la economía y las tensiones en el frente externo se hicieron presentes cuando comenzó a aparecer, nuevamente, el déficit comercial y la disminución del ingreso de capital. La devaluación de la moneda fue solo un comienzo, seguido por un aumento del precio de los productos comerciales en el exterior y el encarecimiento de los productos importados. La crisis económica se alzó en todo su esplendor, acompañada de la crisis interna entre los conflictos de las fuerzas armadas. En éste punto, el ejército se dividió en dos fracciones: los azules y los colorados, en una disputa sobre el rol del peronismo, ya que los azules “legalistas” veían al peronismo como una fuerza
A mediados de 1964 la central obrera hacía un balance negativo de las respuestas del Poder Ejecutivo a las demandas efectuadas, no habiendo respuesta respecto de otros reclamos como la eliminación de las leyes represivas. La CGT lanzó un plan de lucha en 1964, el cual fue respondido por la administración radical. Denunció el carácter subversivo del Plan de Lucha, procesó a los integrantes del Comité Central Confederal de la CGT y promovió la creación de otra central obrera. En enero de 1966, el gobierno radical instrumentó otra medida orientada al control de la actividad de los sindicatos, orientada a la prohibición a las asociaciones gremiales la realización de las actividades políticas partidarias, lo que apuntaba a erradicar esa función asumida por los sindicatos a raíz de la proscripción política del peronismo. En septiembre de 1964, se conoció la decisión de Peron de regresar a la Argentina. A principios de diciembre Perón emprendió el operativo de retorno, acompañado de una comisión integrada por sindicalistas y políticos partidarios. En su viaje, fue retenido en Río de Janeiro y obligado a regresar a España, según comentaron autoridades de Brasil, por un pedido del gobierno Argentino. A fines de 1965, el comandante en jefe del ejército, Onganía, se alejó del cargo, disconforme con las actitudes de Illia, dejando al gobierno huérfano de apoyo militar. Con la inoperancia del gobierno y la falta de la mayoría en las cámaras para tomar medidas, sin el apoyo del ejército, y frente a la existencia de grupos sindicales llevó a que estos grupos se aliaron para dinamizar la Nación y hacer posible el crecimiento económico. En junio, la escuadrilla militar le pide la renuncia a Illia, quien la rechaza alegando que había sido elegido por el pueblo. Pero finalmente debe retirarse y así las armadas, derrocan al presidente, comandadas por Julio Alzogaray. El golpe tuvo el apoyo de la burguesía agropecuaria y además de la burguesía industrial más concentrada y transnacional que esperaba la subordinación política de sectores populares para normalizar la economía y profundizar la industrialización.
a. Gobierno de Onganía (1966-1970) Los militares comprometidos con la Revolución Argentina decidieron gobernar prescindiendo de las fuerzas sociales y políticas: con una supresión del parlamento y los partidos políticos, intervención, ocupación, represiones y censuras en las universidades. Los regímenes burocráticos desarrollistas tenían como objetivo propiciar el desarrollo acelerado y asociado con el capital extranjero, evitando generar el debate político. El gobierno de Onganía se caracterizó por un inicial período de estabilidad y crecimiento económico acompañado por una baja inflación, que fue alcanzado gracias al plan económico impulsado por Krieger Vasena. Este plan se valía de una gran cantidad de medidas económicas destinadas a liberar los mercados y facilitar el camino para la llegada de inversiones extranjeras, con el objetivo de bajar la inflación y combatir el déficit fiscal. En éste período fueron suprimidos los derechos gremiales y reprimidas las huelgas y actividades obreras. y las presiones sociales. A lo que la respuesta de la CGT fue vista como un proceso fraccionario, que en 1968, llevó a su división por la visión de diferentes maneras de sobrellevar el gobierno de Onganía. Por un lado se encontraban los “Azopardos” que volteaban hacia la colaboración y negociación con los partidarios de la dictadura; por otro lado estaba la CGT “de los Argentinos” que impulsaban luchas obreras y se impulsaban hacia un lado más combativo. En mayo de 1969, ocurrió en la ciudad de Córdoba un episodio conocido como el “Cordobazo”, por trabajadores del ámbito automotriz que venían acumulando motivos de descontento por el salario y las condiciones laborales; que produjo un gran enfrentamiento armado entre militantes peronistas, marxistas y parte de la UCR y la caída de una profunda crisis política que cobró la salida del ministro Krieger Vasena.
Éste corto período de gobierno fue visto con gran antipatía y rechazo de parte de la población, el clima político se encontraba bastante agitado y exaltado y el descontento popular parecía crecer cada día más. Pese a ello su gestión se caracterizó por una gran inversión en importantes obras de infraestructura nacional (rutas, puentes, represas, etc.). En un clima de creciente inestabilidad política se cometieron actos de terrorismo de Estado, como la masacre de Trelew, se profundizó el accionar de organizaciones armadas clandestinas tales como el Ejército Revolucionario del Pueblo, los Montoneros, las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y ante la creciente presión tanto de los simpatizantes peronistas como del propio Perón desde su exilio en Madrid. Lanusse preparó el terreno para la vuelta de un gobierno civil, e intentó formar un "peronismo sin Perón" en su proyecto político, al cual denominó el Gran Acuerdo Nacional (GAN) y en 1972 llamó a elecciones presidenciales. Dentro de éste período, se levanta la proscripción del peronismo como partido político, pero Perón no puede presentarse como candidato (ley de residencia de 5 años en el país). Aún así, se presentó la fórmula presidencial Cámpora-Solano Lima en representación al peronismo, que termina ganando las elecciones y termina dando un final a éste período, abriendo las puertas a la vuelta de Perón.
El gobierno de Cámpora solamente duró 49 días. Su breve gobierno se caracterizó por la búsqueda de acuerdos políticos y sociales, el pacto social entre el gobierno, los sindicatos y los empresarios, fue una de sus medidas más destacadas. Dentro de éste período los montoneros depusieron sus armas y se abolió toda censura instaurada por la dictadura. El conflicto más grave sucedido durante el gobierno de Cámpora fue la Masacre de Ezeiza del 20 de junio de 1973, en el ala derecha y el ala izquierda de peronismo en Ezeiza se enfrentaron cuando Perón retornaba definitivamente a la Argentina.
En julio de ese mismo año, Cámpora presenta su renuncia junto a Solano Lima y durante el período entre la renuncia de Cámpora y el regreso de Perón a la presidencia, Raúl Lastiri asume la presidencia. En agosto de 1973, se abre a elecciones presidenciales, en donde Perón se postula con la fórmula Perón-Perón, en conjunto a su esposa Estela Martínez de Perón como vicepresidenta, ganando con una amplia mayoría de votos y logrando que Perón vuelva a retomar el poder con una tercera presidencia.