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Articulaciones de la cabeza y cuello, Apuntes de Anatomía

Resumen teórico acerca de las articulaciones de la cabeza y el cuello (incluye refuerzo visual a través de ilustraciones)

Tipo: Apuntes

2019/2020

Subido el 11/11/2020

KoMarAmodio
KoMarAmodio 🇻🇪

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Republica Bolivariana de Venezuela
Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos
Maturín, estado, Monagas
Articulaciones de la
cabeza y cuello
Profesora: Estudiante:
Antonia Ginea Christian Amodio
C.I: 28429302
Sección 3
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Republica Bolivariana de Venezuela

Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos

Maturín, estado, Monagas

Articulaciones de la

cabeza y cuello

Profesora: Estudiante:

Antonia Ginea Christian Amodio

C.I: 28429302

Sección 3

Maturín, 2 de noviembre del 2020

Describiremos sucesivamente: a) las articulaciones de la cabeza; b) las articulaciones que unen entre sí las vértebras cervicales, y c) las articulaciones de la cabeza con la columna vertebral. Las articulaciones de la cabeza pueden dividirse en dos grupos: a) las articulaciones de los huesos del cráneo y de la cara entre sí, y b) la articulación de la mandíbula con el cráneo o articulación temporomandibular. Los huesos del cráneo y de la cara se unen entre sí mediante articulaciones cartilaginosas si se han desarrollado por osificación endocondral (huesos de la base del cráneo) o mediante articulaciones fibrosas si proceden de un esbozo conjuntivo (huesos de la calvaria y huesos de la cara). Los principales tipos de articulaciones fibrosas y cartilaginosas ya han sido señalados. Describir las variedades a que pertenecen las diferentes articulaciones de los huesos del cráneo y de la cara sería una repetición inútil de la descripción ya efectuada de las superficies articulares de cada uno de estos huesos.

Articulación temporomandibular

La articulación temporomandibular es una doble articulación condílea.  Superficiales artificiales: Las superficies articulares son, por una parte, la fosa mandibular y el tubérculo articular de cada uno de los huesos temporales y, por otra parte, las apófisis condilares de la mandíbula.  Tubérculo articular y fosa mandibular. El tubérculo articular o raíz transversa de la apófisis cigomática del hueso temporal es una eminencia casi transversal, un poco oblicua medial y posteriormente. Es convexo de anterior a posterior y ligeramente cóncavo de lateral a medial. Su extremo lateral corresponde al tubérculo cigomático anterior. El tubérculo articular se continúa anteriormente con la superficie plana, y subtemporal y posteriormente con la fosa mandibular. La fosa mandibular es posterior al tubérculo articular, anterior al conducto auditivo externo, medial a la raíz longitudinal del arco cigomático y lateral a la espina del hueso esfenoides. Es ancha, profunda y oblonga. Su eje mayor sigue la misma dirección que el tubérculo articular. Está dividida por la fisura petrotimpánica en dos partes: una anterior, articular, en continuidad con la vertiente posterior del tubérculo articular; otra posterior, no articular, que se confunde con la pared anterior del conducto auditivo externo. El tubérculo articular y la parte de la fosa mandibular situada anteriormente a la fisura petrotimpánica constituyen la superficie articular del hueso temporal.  Apófisis condilares. Las apófisis condilares son dos eminencias oblongas, alargadas de lateral a medial y un poco de anterior a posterior. Están inclinadas en sentido medial y sobresalen marcadamente de la cara medial de la rama de la mandíbula. Cada una de las apófisis condilares presenta una cara superior en lomo de burro, la cabeza de la mandíbula o cóndilo de la mandíbula, cuyas vertientes anterior y posterior están separadas entre sí por una cresta roma paralela al eje mayor de la apófisis condilar. La vertiente anterior es convexa. La vertiente posterior es aplanada y desciende casi

posteriormente, donde la línea de inserción desciende 0,5 cm inferior al revestimiento fibrocartilaginoso. La cara medial de la cápsula articular se adhiere al contorno del disco. En consecuencia, la cavidad articular se divide en dos partes: una temporodiscal y otra discomandibular. La cápsula articular se compone de dos tipos de fibras: fibras largas superficiales, que se extienden directamente del hueso temporal a la mandíbula, y fibras cortas, que van desde ambos huesos a la periferia del disco. Articulación temporomandibular (cara lateral)

Las fibras cortas forman, en la parte posterior de la cápsula articular, un haz fibroelástico grueso y corto que se extiende entre la fisura petrotimpánica y el borde posterior del disco y que se denomina freno discal posterior. Además, las fibras cortas forman, según Farabeuf, otros tres frenos: un freno posterior discomandibular y dos frenos anteriores, uno temporodiscal y otro discomandibular. Estos tres frenos discales tienen poca importancia Algunos haces del músculo pterigoideo lateral se insertan en la cara anterior de la cápsula y, por medio de ésta, en el disco articular. a) LIGAMENTO LATERAL. El ligamento lateral es externo, grueso y triangular; refuerza la parte lateral de la cápsula articular y cubre la cara lateral de la articulación. Se inserta superiormente, por su base, en el tubérculo cigomático anterior y en la parte vecina del borde lateral de la fosa mandibular. De esta inserción, las fibras se dirigen convergiendo entre sí en sentido inferior y posterior; las fibras anteriores son más oblicuas y largas que las posteriores. Terminan en la parte lateral y posterior del cuello de la mandíbula. b) LIGAMENTO MEDIAL. El ligamento medial refuerza la parte medial de la cápsula articular, pero es delgado y menos resistente que el ligamento lateral. Se inserta superiormente en el extremo medial de la fisura petrotimpánica, en la fisura petroescamosa que le sigue y en la espina del hueso esfenoides, e inferiormente en la cara medial del cuello de la mandíbula. c) LIGAMENTOS ACCESORIOS. Generalmente se denominan ligamentos accesorios de la articulación temporomandibular los ligamentos esfenomandibular y estilomandibular y el rafe pterigomandibular. No son verdaderos ligamentos, sino simples cintas fibrosas que carecen de función en el mecanismo de la articulación. El ligamento esfenomandibular es una parte engrosada de la fascia interpterigoidea y será descrito junto con ésta. El ligamento estilomandibular es una cinta fibrosa que se inserta superiormente en el borde lateral de la apófisis estiloides, cerca del vértice de ésta, e inferiormente en el ángulo de la mandíbula y en el borde posterior de este hueso superiormente al ángulo. Hemos demostrado, con E. Olivier, que este ligamento se forma como consecuencia de la regresión fibrosa del haz mandibular del músculo estilogloso y representa el arco fibroso que unía primitivamente los haces estiloideo y mandibular de este músculo. El rafe pterigomandibular debe considerarse como una intersección tendinosa entre los músculos buccinador y constrictor superior de la faringe. Se inserta medialmente en el vértice y el borde inferior del gancho de la lámina medial de la apófisis pterigoides. Desde este punto, el ligamento va ensanchándose lateral, inferior y anteriormente, y termina en el lado medial del borde alveolar de la mandíbula, posteriormente al último molar.

Movimientos de descenso y elevación: Estos movimientos son el resultado de la combinación de dos movimientos: a) un movimiento de traslación de la cabeza de la mandíbula de posterior a anterior y de anterior a posterior, que se produce en la articulación temporomeniscal, y b) un movimiento de rotación de la cabeza de la mandíbula, que se lleva a cabo en la articulación discomandibular. a) Movimientos en la articulación temporomeniscal. En el movimiento de descenso de la mandíbula, la cabeza de este hueso se desplaza anteriormente y arrastra consigo al disco fijado a la apófisis condilar por sus dos extremos. Así, el disco, que en posición de reposo se relaciona superiormente con la vertiente posterior del tubérculo articular y la fosa mandibular, viene a situarse, dirigiéndose anteriormente y descendiendo, inferiormente al tubérculo articular. Durante este proceso sus relaciones con la cabeza de la mandíbula se modifican. En reposo, el disco cubre la parte anterior de la cabeza de la mandíbula mientras que, cuando la mandíbula se abate, cubre su parte culminante. El movimiento de proyección anterior del disco es detenido por la tensión del freno discal posterior. El movimiento de elevación se realiza en sentido inverso. Suele admitirse, siguiendo a Sappey, que, en el movimiento de elevación, el freno discal contribuye, debido a su elasticidad, a reponer el disco posteriormente. b) Movimiento en la articulación discomandibular. Al mismo tiempo que se produce el desplazamiento anterior del disco articular, las cabezas de la mandíbula giran sobre un eje transversal que pasa por el centro de curvatura de las dos cabezas. Este movimiento de rotación provoca la abertura de la boca. Está limitado por la tensión del ligamento lateral.  Movimiento de propulsión y retropulsión. El movimiento de propulsión desplaza la mandíbula anteriormente; la retropulsión es el movimiento inverso. Estos movimientos se producen sobre todo en la articulación temporodiscal. Ya hemos indicado el mecanismo de este movimiento, que está normalmente asociado a la rotación de las cabezas de la mandíbula en el movimiento de descenso o elevación de ésta.  Movimientos de lateralidad y diducción. Estos movimientos desplazan el mentón a derecha o izquierda. Cuando el mentón se dirige hacia un lado, la cabeza de la mandíbula del mismo lado pivota sobre sí misma, en tanto que la cabeza de la mandíbula del lado opuesto avanza y se coloca bajo el tubérculo articular.

Articulación de las vértebras cervicales

Estudiaremos sucesivamente: a) las articulaciones entre las cinco últimas vértebras cervicales; b) las articulaciones que unen el atlas y el axis, y c) las articulaciones que unen el hueso occipital a las dos primeras vértebras cervicales.  Articulaciones de las cinco últimas vértebras cervicales entre sí: Las vértebras cervicales tercera, cuarta, quinta, sexta y séptima están unidas entre sí de la misma manera que las otras vértebras del tronco.

Sólo existen diferencias en las articulaciones de los cuerpos vertebrales y en el ligamento supraespinoso. a) UNIÓN DE LOS CUERPOS VERTEBRALES. Los cuerpos vertebrales cervicales están unidos: a) por un disco intervertebral análogo a los de otras regiones de la columna vertebral, y b) por las articulaciones uncovertebrales. Las articulaciones uncovertebrales (Trolard) son de tipo plano. Las superficies articulares son dos para cada una de las articulaciones: la cara superior del gancho del cuerpo vertebral inferior y la cara lateral inferior biselada de la vértebra correspondiente. Esta articulación posee una cápsula articular, reforzada anteriormente por un fascículo ligamentoso y revestida en su cara interna por una membrana sinovial. b) LIGAMENTO NUCAL O SUPRAESPINOSO. En el cuello, el ligamento supraespinoso adquiere un gran desarrollo. Presenta la forma de una lámina fibrosa triangular, media y sagital, que separa los músculos de uno y otro lado. Su borde superior o base se inserta en la protuberancia occipital externa y en la cresta occipital externa; su borde anterior se fija a las apófisis espinosas de las vértebras cervicales; su borde posterior se extiende desde la protuberancia occipital externa hasta la apófisis espinosa de la séptima vértebra cervical, confundiéndose en la línea media con la fascia nucal. Esta membrana se denomina ligamento nucal.

Articulaciones de la con la columna vertebral

En este apartado se incluyen las articulaciones del atlas con el axis, las del hueso occipital con el atlas, y los medios de unión entre el hueso occipital y el axis. Articulacion atlantoaxial o atlantoaxoidea: El atlas y el axis están unidos: a) por una articulación atlantoaxial media; b) por dos articulaciones atlantoaxiales laterales, y c) por los ligamentos atlantoaxiales.  Articulación atlantoaxial media o atlantoaxoidea media. El diente del axis está contenido en un anillo osteofibroso formado anteriormente por el arco anterior del atlas y posteriormente por una lámina fibrosa, el ligamento transverso del atlas. El anillo del atlas y el diente del axis se unen mediante dos articulaciones trocoides: la anterior une el arco anterior del atlas al diente del axis; la posterior une el ligamento transverso del atlas al diente del axis. a) SUPERFICIES ARTICULARES. El arco anterior del atlas y la cara anterior del diente del axis se oponen mediante dos caras articulares elípticas recubiertas de cartílago. La cara articular del atlas es cóncava. La del diente delaxis es convexa. b) SUPERFICIES ARTICULARES DE LA ARTICULACIÓN DEL LIGAMENTO TRANSVERSO DEL ATLAS CON EL DIENTE DEL AXIS. La cara posterior del diente del axis presenta una caraarticular elíptica, de eje mayor vertical, cóncava de superior a inferior, convexa transversalmente y revestida de cartílago. El ligamento transverso del atlas es una lámina fibrosa, aplanada de anterior a posterior, gruesa y densa, que se extiende entre los tubérculos de las masas laterales del atlas, describiendo una curva de concavidad anterior. Su cara anterior, revestida de cartílago, se corresponde con la cara posterior del diente del axis. De la parte media de los bordes superior e inferior del ligamento transverso del atlas parten dos fascículos longitudinales. El fascículo superior, también denominado ligamento occipitotransverso, es ascendente y se fija superiormente en el clivus del hueso occipital, muy cerca del agujero magno; el fascículo inferior, también denominado ligamento transversoaxial, es descendente y termina en la cara posterior del cuerpo del axis. El aparato ligamentoso en forma de cruz constituido por el ligamento transverso y los fascículos longitudinales superior e inferior se denomina ligamento cruciforme del atlas.

Articulaciones atlantoaxiales laterales o atlantoaxoideas laterales. El atlas y el axis se unen a ambos lados mediante dos articulaciones atlantoaxiales, del tipo de las articulaciones planas.  Superficies articulares: Son, por un lado, las caras articulares inferiores de las masas laterales del atlas y, por otro, las caras articulares superiores del axis. En el hueso seco, las caras articulares del atlas están orientadas inferior y medialmente; son convexas de anterior a posterior y planas o cóncavas transversalmente. Las caras articulares del axis se orientan superior y lateralmente; son convexas de anterior a posterior y planas transversalmente. En el hueso en estado fresco, estas superficies articulares están revestidas por una capa de cartílago más grueso en el centro que en la periferia. Son convexas en todos los sentidos; sin embargo, la convexidad anteroposterior es siempre más acentuada que la transversal. Las superficies articulares, al ser ambas convexas, no son concordantes. No obstante, no existe menisco o fibrocartílago interarticular. Sólo delgadas franjas sinoviales llenan el espacio comprendido entre las superficies articulares. Más adelante explicaremos las consecuencias de esta disposición en la mecánica de estas articulaciones.  Medios de unión: La cápsula articular es muy laxa y permite movimientos articulares muy amplios. Su inserción se localiza a cierta distancia de las superficies articulares; esta distancia es mayor lateral que medialmente. La cápsula articular está reforzada medialmente por un fascículo fibroso atlantoaxial conocido como ligamento lateral inferior (de Arnold).  Membrana sinovial. Muy laxa, sobre todo lateralmente, algunas veces comunica medialmente con la de la articulación entre el ligamento transverso del atlas y el diente del axis.  Ligamentos atlantoaxiales. Son dos, uno anterior y otro posterior. El ligamento atlantoaxial anterior es una lámina fibrosa vertical, gruesa en su parte media y delgada en sus partes laterales. Se extiende del borde inferior del arco anterior del atlas a la cara anterior del cuerpo del axis. Este ligamento se confunde a los lados con la parte anterior de las cápsulas articulares atlantoaxiales laterales. El ligamento atlantoaxial posterior es una membrana delgada y laxa, que une el borde inferior del arco posterior del atlas al borde superior de las láminas y de la base de la apófisis espinosa del axis. Está atravesado a los lados por el segundo nervio cervical o por sus dos ramos terminales. Unión del hueso occipital y el atlas: El hueso occipital y el atlas están unidos: a) por las articulaciones atlantooccipitales, y b) por las membranas atlantooccipitales.  Articulaciones atlantooccipitales: Estas son articulaciones condíleas  Superficies articulares: Por parte del hueso occipital, las superficies articulares son dos cóndilos orientados inferior y lateralmente. Los cóndilos son elípticos, alargados de posterior a anterior y de lateral a medial. Por parte del atlas, las superficies articulares o caras articulares superiores son cóncavas, elípticas y alargadas de posterior a anterior y de lateral a medial, paralelamente al eje

mayor del condilo del hueso occipital. Se orientan superior y lateralmente. Las caras articulares superiores del atlas y los cóndilos del hueso occipital presentan frecuentemente un estrechamiento hacia su parte media. Algunas veces cada una de estas superficies está dividida por una escotadura transversal en dos caras articulares distintas. Las superficies articulares están revestidas por una delgada capa de cartílago.  Medios de unión: El contacto entre las superficies articulares tiene lugar gracias a una cápsula laxa insertada alrededor del revestimiento cartilaginoso en el cóndilo del hueso occipital y a cierta distancia de dicho revestimiento en la cara articular superior del atlas. La cápsula es delgada medial y anteriormente, y está reforzada lateral y posteriormente por fascículos verticales y oblicuos, que constituyen el ligamento atlantooccipital lateral.  Membrana sinovial: Es muy laxa, al igual que la cápsula.  Membranas atlantooccipitales. Estas membranas son dos y unen el hueso occipital con los arcos anterior y posterior del atlas. La membrana atlantooccipital anterior está formada por dos láminas fibrosas, situadas una anteriormente a la otra, que descienden desde el borde anterior del agujero magno hasta el borde superior del arco anterior del atlas. La lámina fibrosa profunda es delgada y se confunde lateralmente con la cápsula articular de la articulación atlantooccipital. La lámina superficial es más gruesa. Está reforzada, en su parte media, por un fascículo anterior, vertical y saliente, que se extiende desde el hueso occipital hasta el Articulaciones del hueso occipital con el atlas y con el axis (visión anterior).

El hueso occipital está unido al axis por ligamentos muy potentes: la membrana tectoria, los ligamentos alares y el ligamento del vértice del diente. a) MEMBRANA TECTORIA. Es ancha y resistente. Desde el cuerpo del axis, donde se insertan, sus fibras ascienden posteriormente al ligamento cruciforme y se dividen en tres fascículos más o menos diferenciados, uno medio y dos laterales. El fascículo principal o medio asciende verticalmente y termina en el clivus del hueso occipital algunos milímetros anterior al agujero magno. Los fascículos accesorios o laterales, oblicuos superior y lateralmente, se fijan en el hueso occipital entre el borde del agujero magno y el orificio medial del conducto del hipogloso. Estos fascículos se confunden inferiormente con los ligamentos de las articulaciones atlantoaxiales, a los cuales recubren. b) LIGAMENTOS OCCIPITOODONTOIDEOS. Los ligamentos occipitoodontoideos se extienden desde el hueso occipital hasta el diente del axis y tienen la función de mantener este diente en el anillo del atlas. Son tres: uno medio y dos laterales. Están situados entre la membrana atlantooccipital anterior, que es anterior a ellos, y el ligamento cruciforme, que es posterior. El ligamento del vértice del diente es generalmente delgado y se extiende desde la parte media del borde anterior del agujero magno hasta el vértice del diente del axis. Los ligamentos alares son gruesos y muy resistentes; se dirigen un poco horizontalmente desde la cara medial de los cóndilos occipitales hasta las partes laterales del extremo superior del diente del axis. Membrana tectoria.

La unión del hueso occipital con el atlas y con el axis también está reforzada por los ligamentos longitudinales anterior y posterior, que descienden respectivamente en sentido anterior y posterior a los cuerpos vertebrales, desde la porción basilar del hueso occipital hasta el sacro. El examen de un corte sagital de las articulaciones atlantoaxiales laterales y atlantooccipitales muestra que, independientemente de las articulaciones propiamente dichas, existen, además, uniendo el hueso occipital, el atlas y el axis, seis planos ligamentosos superpuestos desde la cara anterior de la columna vertebral hasta el conducto vertebral. El primer plano está formado por el ligamento longitudinal anterior; el segundo, por la membrana atlantooccipital anterior y el ligamento atlantoaxial anterior; el tercero, por los ligamentos alares; el cuarto, por el ligamento cruciforme; el quinto, por la membrana tectoria, y el sexto, por el ligamento longitudinal posterior.  Mecánica de las articulaciones de la cabeza con la columna vertebral EQUILIBRIO DE LA CABEZA SOBRE LA COLUMNA VERTEBRAL. Cuando la vertical del centro de gravedad de la cabeza pasa por el eje transversal de los cóndilos del hueso occipital, la cabeza se halla en equilibrio inestable, ya que el centro de gravedad se sitúa superiormente a dicho eje; la cabeza entonces se halla en un equilibrio «casi como el de un huevo sobre su punta» (Roud). El mantenimiento de este equilibrio requiere la intervención de los músculos antagonistas de los movimientos de inclinación que la cabeza tiende a ejecutar. Corte sagital de las articulaciones de la cabeza con la columna vertebral. (Según Poirier.)

La amplitud máxima del movimiento de inclinación lateral de un solo lado, localizado en las articulaciones atlantooocipitales, es de 20°. Está limitada por la tensión de las membranas atlantooccipitales, la membrana tectoria y el ligamento alar del lado opuesto. Cuando el movimiento de inclinación es más acentuado, es ejecutado por toda la columna cervical. Los movimientos de inclinación lateral y los movimientos de flexión y de extensión pueden producirse también en las articulaciones atlantoaxiales laterales; no obstante, estos movimientos son de extensión muy limitada. Movimientos de rotación. Estos movimientos se localizan en las articulaciones atlantoaxiales media y laterales. En los movimientos de rotación, el atlas, que arrastra consigo la cabeza, gira sobre el axis alrededor de un eje vertical que pasa por el diente del axis. Las masas laterales del atlas se deslizan en sentido inverso sobre las caras articulares superiores del axis. Ahora bien, en este movimiento, el atlas no se mantiene en un mismo plano horizontal. Las superficies opuestas en las articulaciones atlantoaxiales laterales son ambas convexas y, cuando la cara se halla orientada anteriormente, estas superficies entran en contacto por su parte más saliente. Cuando se realizan los movimientos de rotación, una de las masas laterales se dirige anteriormente, se desliza sobre la vertiente anterior de la superficie axial convexa y, en consecuencia, desciende un poco; la otra masa lateral es desplazada posteriormente, se desliza sobre la vertiente posterior de la convexidad axial y se abate del mismo modo. El abatimiento máximo que puede experimentar el atlas se mide por la distancia vertical que separa el punto más saliente del punto más deprimido de la superficie axial; es aproximadamente de 2 mm. El movimiento del atlas sobre el axis es «un movimiento de tornillo, que consiste en una progresión ascendente o descendente» (Roud). La mayor amplitud del movimiento de rotación de un lado, ejecutado por las articulaciones del atlas con el axis, no excede los 30°. Sin embargo, el movimiento de rotación de la cabeza puede alcanzar aproximadamente 80° a la derecha y a la izquierda. En este caso, la mayor parte de la columna vertebral participa en el movimiento.