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ASERTIVIDAD, EXPRESIÓN DE UNA SANA AUTOESTIMA, Monografías, Ensayos de Desarrollo Humano

El lector, seguramente ha revisado múltiples escritos sobre la asertividad, y seuramente o se ha deprimido o entusiasmado demasiado; aquí se aborda muy cerca de la autoestima e intimamente ligada al respeto; lo que genera una perspectiva más realista.

Tipo: Monografías, Ensayos

2019/2020

Subido el 29/05/2020

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LA ASERTIVIDAD,
EXPRESION DE UNA
SANA AUTOESTIMA
Olga Castanyer Mayer-Spiess
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Crecimiento personal
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LA ASERTIVIDAD,

EXPRESION DE UNA

SANA AUTOESTIMA

Olga Castanyer Mayer-Spiess

3 ª edición

Crecimiento personal

ÍNDICE

  • Introducción
    1. Las incógnitas de una psicóloga
    1. ¿Soy asertivo?
  • 2.1.Características de la no-asertividad, de la agresividad y de la asertividad
  • 2.1.1.La persona no-asertiva
  • 2.1.2.La persona agresiva
  • 2.1.3.Formas típicas de respuesta no asertiva
    1. 1 .4.La persona asertiva
  • 2.2.Cómo nos delatamos: componentes no verbales de la comunicación asertiva
  • 3 Por qué no soy asertivo? Principales causas de la falta de asertividad.
  • 4 .Trabajando con la asertividad: Identificación de las conductas erróneas.
  • 4.1.Formulación correcta del problema
  • 4.2. Observación precisa
  • 4.3. Cómo auto-observarme correctamente
    1. Mejorando mi asertividad: Técnicas para ser más asertivo.
  • 5.1. Técnicas de reestructuración cognitiva
  • 5.1.1. Aplicación de la reestructuración cognitiva a problemas de asertividad
  • 5.2. Entrenamiento en habilidades sociales
  • 5.2.1. Tipos de respuesta asertiva
  • 5.2.2. Técnicas de asertividad para discusiones
  • 5.3. Técnicas de reducción de ansiedad
  • 5.3.1. La relajación
  • 5.3.2. La respiración
  • 6.Aplicación de lo aprendido a situaciones concretas
  • 6 .1.Asertividad en la pareja
  • 6.2.Responder correctamente a las críticas
  • 6.3.Realizar peticiones
  • 6.4.Expresar sentimientos
    1. Educar para la asertividad
  • 7.1.Principios básicos del aprendizaje de la asertividad
  • 7.1.1.¿De qué depende el aprendizaje de la asertividad?
  • 7.2.Educar para la asertividad
  • 7.2.1.Actitudes generales a tener con nuestros niños
  • 7.2.2.El niño no es asertivo, ¿qué hacer?

**Para facilitar la localización de estos ejercicios, los señalaremos siempre con el carácter: *** Alguien, todavía, puede pensar: "¿pero a quién va dirigido exactamente este libro? ¿A psicólogos, a expertos en el tema, o a personas "de la calle" que quieran saber más? La respuesta es muy clara: a todos. No es, desde luego, un libro "profesional" escrito para iniciados en la materia; es, o pretende ser, algo escrito desde una experiencia clínica para todo aquél que quiera saber más sobre relaciones humanas, aprender para su propia experiencia o acercarse a alguna dificultad que tenga en esta materia. Citando al gran Rabindranath Tagore, ¿quién no ha tenido alguna vez sentimientos parecidos y ha deseado poder actuar de otra forma?: "Quería decirte las palabras más hondas que te tengo que decir, pero no me atrevo, no vayas tú a reírte. Por eso me río de mí mismo y desahogo en bromas mi secreto. Sí, me estoy burlando de mi dolor, para que no te burles tú. Quería decirte las palabras más verdaderas que tengo que decirte, pero no me atrevo, no vayas a no creerme. Por eso las disfrazo de mentira y te digo lo contrario de lo que te quisiera decir. Sí, hago absurdo mi dolor, no vaya a hacerlo tú. Quisiera decirte las palabras más ricas que guardo para ti, pero no me atrevo, porque no vas a pagarme con las mejores tuyas. Por eso te nombro duramente y hago alarde despiadado de osadía. Sí, te maltrato, de miedo a que no comprendas mi dolor (...)". Lancémonos, pues, a mejorar la calidad de nuestras relaciones.

1. LAS INCÓGNITAS DE UNA PSICÓLOGA A veces, en medio de mi práctica cotidiana como psicóloga clínica, tengo necesidad de hacer un parón. Me reclino ante mi mesa, repleta de papeles, historias clínicas, libros de consulta, y miro a mi alrededor por el despacho que desde hace años acoge y escucha a las personas que acuden a explicar su problema. ¿Qué no habrán escuchado estas paredes, qué peso no habrá soportado el viejo sofá negro, que tan pronto sirve de asiento, como de colchón para relajarse, como de banco de una estación en un improvisado role-playing?^1 Una consulta psicológica es como la otra cara de la vida: allá fuera nos sonríen brillantes hombres de negocios, triunfadores profesionales, dicharacheras amas de casa (^1) Role-playing: técnica terapéutica utilizada sobre todo en terapia cognitivo-conductual, que consiste en escenificar, siguiendo unas pautas, las situaciones que causan problema a la persona.

y divertidos estudiantes a los que nunca nada les parece preocupar. Aquí dentro, salen a la luz los niños tímidos, los adolescentes excluidos de su grupo, los hijos que se sentían rechazados, no queridos, solos... A lo largo de estos años de consulta, me han ido surgiendo una serie de cuestiones, difíciles de contestar, pero que, pienso, son de vital importancia para comprender la naturaleza humana, como puede ser la tremenda importancia que tienen en la vida los padres (¿Cómo es posible que un hombre hecho y derecho de cuarenta años tiemble de terror ante su padre, anciano e inválido? Qué ha pasado para que una chica guapa, inteligente y culta vea su vida oscurecida por la culpabilidad que siente respecto a su madre?) o la religión y la moral, hasta el punto de destruir internamente a una persona a fuerza de hacerla sentirse culpable y malvada. Otra de estas cuestiones, a la que últimamente doy más vueltas, se refiere al concepto de "respeto": ¿qué hace realmente que se respete a una persona? ¿Por qué hay personas ante las que se tiene un natural respeto, de las que no se burla nadie, a las que nadie levanta la voz, y personas que suscitan en los demás la burla, el desprecio; hombres y mujeres a las que se pisa y humilla? Cuando vienen a consulta personas que se consideran tímidas, faltas de habilidades sociales, torpes o solitarias, chocamos una y otra vez con este tema: no se sienten respetadas, parece que los demás les pasan por alto, les rechazan o les excluyen. ¿Por qué? ¿Son todos ellos personas feas, bajitas, débiles, patosas? ¿Tienen algún defecto físico que pueda hacer que alguien les considere "inferiores"? No, en absoluto. Es más, hay muchas personas feas, bajitas, débiles, con defectos físicos, que sí son respetadas. Y personas guapas, fuertes y altas que son sistemáticamente ignoradas por los demás. ¿Será la capacidad de defenderse, de contestar a los demás la que marca la diferencia? También aquí nos encontramos que no necesariamente. Hay personas que, efectivamente, se defienden, piden que se les deje en paz, o tratan de no contestar o de hacer oídos sordos ante faltas de respeto e imprecaciones... pero hay algo en su forma de decirlo que hace que no se les tome en serio, que su palabra quede invalidada o ignorada por los demás. Suelen ser personas inseguras, desde luego. ¿Será pues, la inseguridad el factor determinante? Pudiera parecer que sí pero, si lo pensamos bien, veremos que tampoco es eso solamente. El mundo está lleno de personas inseguras, y yo diría que, si pudiéramos hacer una encuesta, el 90% de la gente se considera insegura en algún campo interpersonal de su vida. Unos temen no saber qué decir, otros no soportan las

Hay personas que lo ven como un problema general, que afecta a muchas facetas de su vida (personas con fobia social o pánico ante las interacciones), otros lo notan sólo en momentos puntuales. De la angustia que ello produzca depende tal vez el que una persona acuda a una consulta psicológica o no, pero todos nos podríamos considerar "pacientes potenciales" porque siempre hay un área de nuestra vida con la que no podemos enfrentarnos. Ya sea, pues, como problema general (personas que siempre se sienten rechazadas o inferiores) o puntual, el caso es que sigue estando ahí el misterio del respeto y la falta del mismo. Y si, como hemos visto, no es ni el aspecto físico exclusivamente, ni la capacidad de protestar, ni la seguridad la que hace que a uno se le respete y a otro no ¿Qué es entonces esa cosa extraña, cómo se le puede llamar a ese "algo" que hace que unos se sientan bien con los demás y otros mal, que a unos se les respete más y a otros menos? Tras mucho reflexionar, pienso que la respuesta no es única, aunque sí se puede resumir en un término. No es única, porque para hacerse respetar hacen falta varios de los elementos descritos anteriormente: hace falta sentirse seguro de sí mismo, y, a la vez, ser capaz de autoafirmarse, de responder correctamente a los demás, de no ser "torpe" socialmente. Y todo esto se resume en una palabra, se trata de la ASERTIVIDAD. En resumen, diríamos que: El que una interacción nos resulte satisfactoria depende de que nos sintamos valorados y respetados, y esto, a su vez, no depende tanto del otro, sino de que poseamos una serie de habilidades para responder correctamente y una serie de convicciones o esquemas mentales que nos hagan sentirnos bien con nosotros mismos. *** Si alguien duda de este planteamiento, que se imagine la siguiente situación: dos personas se encuentran en una fiesta. Una le dice a la otra: "Vaya, contigo quería hablar. ¿A qué viene eso de ir diciendo por ahí que soy un vago y un malqueda?"** Tanto si es cierto como si no, la situación es, cuando menos, algo intimidante. ¿Depende del que ha hecho la interpelación el que la situación sea penosa para el otro? No, porque una persona segura de sí misma y de sus habilidades, responderá de forma airosa ("Pues no, te has equivocado" o "Sí, pero me gustaría explicártelo"), y no le dará mayor importancia al episodio, mientras que la persona más insegura en ambos aspectos responderá consiguientemente ("Nnnoo..no... de verdad, yo noo." o "Pu..pues, bueno...no sé, quizás dije algo, pero...") y, lo que es peor, se sentirá mal para el resto de la noche.

Las personas que tienen la suerte de poseer estas habilidades son las llamadas personas asertivas. Las personas que presentan algún problema en su forma de relacionarse, tienen una falta de asertividad. Esto último se puede entender de dos formas: poco asertivas son las personas consideradas tímidas, prestas a sentirse pisadas y no respetadas, pero también lo son los que se sitúan en el polo opuesto: la persona agresiva, que pisa a los demás y no tiene en cuenta las necesidades del otro. Ambos tienen problemas de relación y ambos son considerados, pues, faltos de asertividad, aunque el tratamiento tenga que ser forzosamente diferente en cada caso. Llegados a este punto y antes de introducirnos de lleno en el tema de la asertividad, tenemos que hacer una advertencia: Tal vez algunos de vosotros hayáis oído hablar de este tema, incluso puede que hayáis leído libros al respecto. Quizás os hayan parecido excesivamente "americanos", es decir, abocados a convertir al lector en triunfador de la vida, en un brillante yuppie que sale airoso de todas las situaciones que se le presentan. Aquí pretendemos dar un concepto algo diferente al tema de la asertividad, más humilde, pero quizás también más realista: pretendemos que la asertividad sea un camino hacia la autoestima, hacia la capacidad de relacionarse con los demás de igual a igual, no estando ni por encima ni por debajo. Sólo quien posee una alta autoestima, quien se aprecia y valora a sí mismo, podrá relacionarse con los demás en el mismo plano, reconociendo a los que son mejores en alguna habilidad, pero no sintiéndose inferior ni superior a otros. Dicho al revés, la persona no asertiva, tanto si es retraída como si es agresiva, no puede tener una autoestima muy alta, por cuanto siente la necesidad imperiosa de ser valorada por los demás.

2. ¿SOY ASERTIVO? Teóricamente, ¿qué es la asertividad? Definiciones de asertividad hay muchas. Una de las más clásicas es ésta: La asertividad es la capacidad de autoafirmar los propios derechos, sin dejarse manipular y sin manipular a los demás. Esta frase suena muy bien y seguramente más adelante, cuando sepamos más sobre el tema, nos significará mucho. Pero ahora mismo, quizás no es muy ilustrativa para la persona que quiera introducirse en este tema. Para comprender mejor en qué consiste esto de la asertividad, permitidme poner unos ejemplos de personas con problemas de asertividad que acudieron a consulta. Aquí, quisiera resaltar que los problemas de asertividad o de habilidades sociales no siempre son el motivo de consulta de la persona que acude a una terapia. A no ser que la

brusquedad a preguntas banales, por creer haber adivinado segundas intenciones en ello. No dejaba explicarse a la gente y enseguida les etiquetaba públicamente. En el trabajo, cada vez que veía corrillos de gente u oía hablar a más de dos personas entre sí, profería frases del estilo :"si queréis hablar de mí, hacedlo en alto". Al conocer a alguien nuevo, dejaba muy claro quién era ella y qué conductas le gustaban y cuáles le molestaban, "para que no haya malentendidos".

  1. Elena Elena también tenía 36 años cuando acudió a consulta y trabajaba asimismo como secretaria, pero su problemática era bien diferente. Era soltera y vivía con su madre y sus dos hermanos, todos adultos con edades comprendidas entre los 23 y los 36 años. Análisis 1: El motivo de consulta fue muy difícil de saber; en principio, se quejaba de tener problemas familiares porque "siempre estamos de bronca", ejerciendo ella de conciliadora. Su impresión era que, si no mediaba ella, aquello se podía convertir en un infierno. Su madre, decía, era depresiva y también era Elena la que la cuidaba y protegía de tensiones. Aun con eso, fue muy difícil extraer más información y llegamos a tardar casi un año en profundizar más. Análisis 2: Muy lentamente y con gran dificultad, fue saliendo que su principal problema era la relación con su madre, que los manipulaba y dominaba a todos, provocando las tensiones y broncas que había en la casa. De hecho, se pudo comprobar que ésta tenía a los tres hijos completamente "atados" a ella, llegando a no permitirles salir los fines de semana, tener amigos y mucho menos, una pareja. De ahí se derivaba que los tres tenían grandes dificultades de relación con los demás. Concretamente Elena, no salía nunca, no tenía amigos, y, por lo tanto, carecía por completo de habilidades sociales. Análisis 3: Al final se delimitaron dos problemas principales:
  1. La falta de asertividad: jamás llevaba a cabo deseos propios, nunca se negaba a nada, ni en el trabajo ni en casa, no sabía enfrentarse ni enfadarse, mostraba un excesivo auto-control, con tal de no demostrar nunca disgusto.
  2. Una gran culpabilidad, inculcada por su madre (si no cumplía con sus órdenes era "mala") que la hacía justificar siempre a los demás y nunca a sí misma. (En este caso, se trató primero el tema más "interno", el de la culpabilidad y luego el externo, las técnicas de asertividad y habilidades sociales). Juana y Elena nos van a acompañar a lo largo de este libro. Iremos viendo registros y escritos suyos, analizando su problemática y observando cómo se fueron resolviendo sus respectivos problemas. 2.1. CARACTERÍSTICAS DE LA NO-ASERTIVIDAD, DE LA AGRESIVIDAD Y DE LA ASERTIVIDAD Veamos ahora, en abstracto, cuáles son las principales características de la "personalidad" de las personas no-asertivas, agresivas y, finalmente, asertivas. Por supuesto, nadie es puramente agresivo, ni no-asertivo, ni siquiera asertivo. Las personas tenemos tendencias hacia alguna de estas conductas, más o menos acentuadas, pero no existen los "tipos puros". Por lo mismo, podemos exhibir algunas de las conductas descritas en ciertas situaciones que nos causan dificultades, mientras que en otras podemos reaccionar de forma completamente diferente. Depende de la problemática de cada uno y de la importancia que tenga ésta para la persona. A lo largo del libro, observaréis que utilizamos repetidas veces la palabra "conducta". Cuando hablamos de "conducta" no nos referimos solamente a "comportamiento externo". Como psicólogos cognitivo-conductuales, denominamos "conducta" a todo el conjunto de comportamientos, emociones, pensamientos, etc. que posee una persona en las situaciones a las que se enfrenta. Así, para delimitar las características que presenta cada estilo de conducta, (no- asertivo, agresivo y asertivo) describiremos cómo funcionan en cada caso los tres patrones de conducta:
  • Comportamiento externo
  • Patrones de pensamiento

Este tipo de conductas tiene unas lógicas repercusiones en las personas que les rodean, el ambiente en el que se suelen mover, etc. Estas son las principales consecuencias que, a la larga, tiene la conducta no-asertiva en la persona que la realiza:

  • Pérdida de autoestima / pérdida del aprecio de las demás personas (a veces) / falta de respeto de los demás. La persona no-asertiva hace sentirse a los demás culpables o superiores: depende de cómo sea el otro, tendrá la constante sensación de estar en deuda con la persona no- asertiva ("es que es tan buena..."), o se sentirá superior a ella y con capacidad de "aprovecharse" de su "bondad". Las personas no-asertivas presentan a veces problemas somáticos (es una forma de manifestar las grandes tensiones que sufren por no exteriorizar su opinión ni sus preferencias). Otras veces, estas personas tienen repentinos estallidos desmesurados de agresividad. Estos estallidos suelen ser bastante incontrolados, ya que son fruto de una acumulación de tensiones y hostilidad y no son manifestados con habilidad social. 2.1.2. LA PERSONA AGRESIVA Defiende en exceso los derechos e intereses personales, sin tener en cuenta los de los demás: a veces, no los tiene realmente en cuenta, otras, carece de habilidades para afrontar ciertas situaciones. Comportamiento externo:
  • volumen de voz elevado / a veces: habla poco fluida por ser demasiado precipitada / habla tajante / interrupciones / utilización de insultos y amenazas
  • contacto ocular retador / cara tensa / manos tensas / postura que invade el espacio del otro / tendencia al contraataque Patrones de pensamiento:
  • "Ahora sólo yo importo. Lo que tú pienses o sientas no me interesa"
  • piensan que si no se comportan de esta forma, son excesivamente vulnerables
  • lo sitúan todo en términos de ganar-perder
  • pueden darse las creencias : "hay gente mala y vil que merece ser castigada" y/o "es horrible que las cosas no salgan como a mí me gustaría que saliesen".

Emociones / sentimientos:

  • ansiedad creciente
  • soledad / sensación de incomprensión / culpa / frustración
  • baja autoestima (si no, no se defenderían tanto)
  • sensación de falta de control
  • enfado cada vez más constante y que se extiende a cada vez más personas y situaciones
  • honestidad emocional: expresan lo que sienten y "no engañan a nadie". Como en el caso de las personas no asertivas, los agresivos sufren una serie de consecuencias de su forma de comportarse:
  • generalmente, rechazo o huída por parte de los demás
  • conducta de "círculo vicioso" por forzar a los demás a ser cada vez más hostiles y así aumentar ellos cada vez más su agresividad. No todas las personas agresivas lo son realmente en su interior: la conducta agresiva y desafiante es muchas veces (yo diría que la mayoría) una defensa por sentirse excesivamente vulnerables ante los "ataques" de los demás o bien es una falta de habilidad para afrontar situaciones tensas. Otras veces sí que responde a un patrón de pensamiento rígido o unas convicciones muy radicales (dividir el mundo en buenos y malos), pero son las menos. Muy común es también el estilo pasivo-agresivo: la persona callada y no-asertiva en su comportamiento externo, pero con grandes dosis de resentimiento en sus pensamientos y creencias. Al no dominar una forma asertiva o agresiva para expresar estos pensamientos, las personas pasivo-agresivas utilizan métodos sutiles e indirectos: ironías, sarcasmos, indirectas, etc. Es decir, intentan que la otra persona se sienta mal, sin haber sido ellos, aparentemente, los culpables. Obviamente, esto se debe a una falta de habilidad para afrontar las situaciones de otra forma. *** Vamos a presentarte un escrito de una persona con problemas de asertividad. El contenido está plasmado tal cual lo puso esta persona. ¿A qué estilo crees que corresponde el perfil de esta persona? Cuidado con equivocarte, se puede prestar a interpretaciones erróneas:**

Imaginemos una escena que conlleva algo de tensión: Carlos, que es poco asertivo, tiene prestado un libro de Juan desde hace más de un mes. Juan está cansado de reclamarlo una y otra vez, pero a Carlos siempre se le olvida. Por fin, un día, éste devuelve el libro. Juan, molesto desde hace un tiempo, le dice con ironía: "Hombre, pues muchas gracias. Me gustan las personas que devuelven rápidamente lo prestado". Carlos se siente muy "cortado", y no es asertivo, pero tiene que afrontar la situación de alguna manera. (Afrontar significa "salir airosamente", no enfrentarse. En este caso, si Juan tiene razón, no hay por qué intentar quitársela). Estas son cuatro de las típicas formas erróneas de responder que podría esgrimir Carlos con su problema de asertividad:

  1. BLOQUEO Conducta: ninguna, "quedarse paralizado". Pensamiento: a veces, no hay un pensamiento claro, la persona tiene "la mente en blanco". Otras, la persona se va enviando auto-mensajes ansiógenos y repetitivos: "tengo que decir algo", "esto cada vez es peor", "Dios mío, ¿y ahora qué hago?", etc. Generalmente, esta forma de respuesta causa una gran ansiedad en la persona y es vivida como algo terrible e insuperable. En este caso, Carlos simplemente se quedaría "de piedra" y no diría ni haría nada. Esta conducta permite que el interlocutor, al no disponer de datos, interprete la reacción según sea su estilo de pensamiento. Dependiendo de cómo sea Juan, éste podrá pensar: "pues vaya caradura, encima se me queda mirando y no se excusa" o "bueno, parece que ha reconocido su falta. Quien calla, otorga...".
  2. SOBREADAPTACION Conducta: el sujeto responde según crea que es el deseo del otro. Pensamiento: atención centrada en lo que la otra persona pueda estar esperando: "tengo que sonreírle", "si le digo mi opinión, se va a enfadar", "¿querrá que le dé la razón?" esta es una de las respuestas más comunes de las personas no-asertivas. Carlos, de responder así, simplemente, se reiría nerviosamente, haciendo como si el "chiste" de Juan tuviera mucha gracia. No daría ninguna explicación respecto a su demora en devolver el libro.

3. ANSIEDAD

Conducta: tartamudeo, sudor, retorcimiento de manos, movimientos estereotipados, etc. Pensamiento: "me ha pillado" "¿y ahora qué digo?" "tengo que justificarme", etc. La persona se da rápidas instrucciones respecto a cómo comportarse, pero éstas suelen llevar una gran carga de ansiedad. Otras veces, la ansiedad es parte de un bloqueo. En estos casos, la persona no puede pensar nada porque está bloqueada, y generalmente, tampoco emite otra respuesta encaminada a afrontar la situación. Esta forma de comportamiento tiene grados. Puede ir desde una respuesta correcta, que afronta la situación, aunque con nerviosismo interno o externo, hasta el descrito bloqueo, en el que la persona no emite más respuesta que la ansiedad. Carlos tal vez sí respondería, pero con ansiedad: "Bueno, es que yoo..., pues sí, je, je, tienes razón, pero yo no quería, es decir, en fin, vaya, que sí, que tienes razón", a la vez, que se retorcería nerviosamente las manos o se pasaría la mano una y otra vez por el pelo, riendo nerviosamente.

  1. AGRESIVIDAD Conducta: elevación de la voz, portazos, insultos, etc. Pensamiento: "ya no aguanto más", "esto es insoportable", "tengo que decirle algo como sea", "a ver si se cree que soy idiota". Esta conducta, a veces, sigue a la de ansiedad. La persona se siente tan ansiosa, que tiene necesidad de estallar, con la idea, además, de tener que salir airoso de la situación. Carlos podría esgrimir cualquier frase desafiante del estilo: "pues tú tampoco eres manco, ¿eh?", "pues no sé a qué viene eso", o peor aún: "oye, a ti nadie te ha pedido la opinión". 2.1.4. LA PERSONA ASERTIVA Vistas ya las dos conductas que indican falta de asertividad, veamos, por fin, cómo se comporta, qué piensa y siente la persona que sí es asertiva. Lógicamente, rara vez se hallará una persona tan maravillosa que reúna todas las características; al igual que ocurre con los tipos descritos de no-asertividad y agresividad, los rasgos que ahora presentamos son abstracciones. Todo lo más, podremos encontrar a personas que se

aunque esto incluya tener que admitir su error. Estas son las habilidades de las que dispone Carlos:

  • Manifiesta su propia postura ante un tema, petición, demanda
  • Expresa un razonamiento para explicar / justificar su postura, sentimientos, petición
  • Expresa la presencia de un problema que le parezca debe ser modificado (cuando lo haya)
  • Sabe pedir cuando es necesario
  • Pide clarificaciones si hay algo que no tiene claro
  • Expresa gratitud, afecto, admiración...
  • Expresa insatisfacción, dolor, desconcierto... ¿Qué podría haber dicho Carlos en este caso? Si considera que el reproche es razonable, no cabe negar la evidencia, con lo cual, lo más que puede hacer es decir algo así : "Tienes razón, tendría que habértelo devuelto antes, pero es que soy un despistado. Te prometo que la próxima vez me esforzaré en devolvértelo más pronto". Pero también puede no estar de acuerdo con lo que se le reprocha. En este caso, podría responder: "cuando te lo pedí, te dije que tendría que leerlo entero y no he podido leerlo en menos tiempo". También, si le ha molestado el tono de la increpancia: "Bueno, es verdad, pero me molesta un poco el tono irónico con que me has hablado. Intentaré no tardar tanto la próxima vez, pero tú no me hables así, ¿vale?". Por supuesto, éstas son frases "standard" que suenan algo artificiales. Carlos tendría que adaptarlas a su lenguaje y forma de expresión. 2.2. CÓMO NOS DELATAMOS: COMPONENTES NO VERBALES DE LA COMUNICACIÓN ASERTIVA^5 Es ésta una parte algo más teórica, pero, a mi entender, interesante, ya que hace hincapié en un tipo de comportamiento que muchas veces pasamos por alto, y que sin embargo, nos está condicionando constantemente: la conducta no verbal, es decir, los gestos, miradas, posturas que emitimos mientras estamos comunicándonos. Remitimos al lector al estudio de los interesantes libros que se han escrito al respecto (véase 5 En Escocia puede ser difícil hacer hablar a un individuo. En España, lo espinoso es conseguir que se calle. (J.A. Vallejo-Nájera)

Bibliografía) y nos limitamos aquí a describir la parte de la comunicación que afecta directamente a la asertividad. La comunicación no verbal, por mucho que se quiera eludir, es inevitable en presencia de otras personas. Un individuo puede decidir no hablar, o ser incapaz de comunicarse verbalmente, pero todavía sigue emitiendo mensajes acerca de sí mismo a través de su cara y su cuerpo. Los mensajes no verbales a menudo son también recibidos de forma medio consciente: la gente se forma impresiones de los demás a partir de su conducta no verbal, sin saber identificar exactamente qué es lo agradable o irritante de cada persona en cuestión. Para que un mensaje se considere transmitido de forma socialmente habilidosa (asertiva), las señales no verbales tienen que ser congruentes con el contenido verbal. Muchas veces nos hemos encontrado con individuos que, aparentemente, emiten mensajes verbales correctos, pero que no consiguen que los demás les respeten o consideren interlocutores válidos. Las personas no-asertivas carecen a menudo de la habilidad para dominar los componentes verbales y no verbales apropiados de la conducta, y de aplicarlos conjuntamente, sin incongruencias. En un estudio realizado por Romano y Bellack, a la hora de evaluar una conducta asertiva, eran la postura, la expresión facial y la entonación las conductas no verbales que más altamente se relacionaban con el mensaje verbal. Analicemos uno a uno los principales componentes no verbales que contiene todo mensaje que emitimos: LA MIRADA Ha sido uno de los elementos más estudiados en la literatura sobre habilidades sociales y aserción. Todas las interacciones de los seres humanos dependen de miradas recíprocas. Pensemos solamente en cómo nos sentimos si hablamos con alguien y éste no nos está mirando; o, al contrario, si alguien nos observa fijamente sin apartar la mirada de nosotros. La cantidad y tipo de mirada comunican actitudes interpersonales, de tal forma que la conclusión más común que una persona extrae cuando alguien no le mira a los ojos es que está nervioso y le falta confianza en sí mismo (que algunas veces, por nuestra propia inseguridad, la persona que no nos está mirando a los ojos nos "contagie" el nerviosismo es otra historia...). Los sujetos asertivos miran más mientras hablan que los sujetos poco asertivos.