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Atencion integral a la primera infancia
Qué aprenderás
Tipo: Apuntes
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Moreno Laura y Marchetti Cecilia Docentes de la Cátedra de Cínica Pediátrica. Facultad de Ciencias Médicas Universidad Nacional de Córdoba. Argentina. Este es un fragmento extraído de “ AIEPI. Características de una estrategia para mejorar la calidad de atención de la salud de los niños menores de 5 años de edad.” Texto de Yehuda Benguigui. 2001, adaptado por docentes de la Cátedra.
La estrategia AIEPI (Atención Integrada de Enfermedades Prevalentes de la Infancia) brinda una secuencia única para la evaluación, clasificación y tratamiento de los menores de cinco años que puede ser aplicada tanto por el profesional de salud como por la familia y la comunidad. Permite la detección precoz de enfermedades y la definición del tratamiento más apropiado. También brinda indicaciones para el seguimiento de los tratamientos y para la prevención y promoción de la salud del niño y su familia. Los contenidos fueron seleccionados a partir de las mejores evidencias incorporando los signos y síntomas más sensibles y específicos para ser utilizados en situaciones en las que los recursos clínicos y auxiliares de diagnóstico y tratamiento sean limitados.
Originalmente la estrategia AIEPI fue diseñada para países que padecen una mortalidad infantil mayor a 40/1000 y en poblaciones con determinadas características epidemiológicas (estado nutricional deficiente, endemia de Malaria, prevalencia elevada de bacterias como causantes de neumonía, muy escasa de asma bronquial (> 1%), etc). Para lograr la adaptación óptima de estas estrategias a países como el nuestro, en donde la mortalidad infantil es menor a la cifra referida (15-16/1000), ha sido necesario analizar los valores predictivos de los indicadores propuestos en AIEPI según nuestra epidemiología y así sugerir pautas de tratamiento también acordes a nuestras necesidades de salud. La estrategia AIEPI tiene tres componentes destinados a mejorar las condiciones de salud de la infancia:
▪ Identificar si el niño presenta signos de una enfermedad grave que está poniendo en riesgo su vida, a fin de disponer su inmediata referencia a un servicio de mayor complejidad para ser evaluado y recibir el tratamiento necesario. ▪ Identificar posteriormente si el niño presenta signos y síntomas característicos de las enfermedades más frecuentes de la infancia, independientemente de cual haya sido el motivo de consulta, para determinar el tratamiento de todas las afecciones que se detecten. ▪ Identificar si el niño tiene su esquema de vacunación competo y si su estado nutricional y su crecimiento están evolucionando bien, para determinar la necesidad de aplicar alguna vacuna o de evaluar la alimentación y dar indicaciones para mejorarla. ▪ Brindar información y educación a los responsables del cuidado del niño con relación a su estado de salud actual, a los tratamientos indicados y su seguimiento, a la prevención de enfermedades y a la promoción de la salud. A partir de las realidades epidemiológicas de los países, la estrategia AIEPI está incorporando nuevos componentes que se encuentran en proceso de elaboración. Entre ellos se cuentan: desarrollo infantil, asma, sindrome bronco-obstructivo, atención neonatal, salud oral, violencia, maltrato y abuso infantil, y conductas terapéuticas racionales para la contención de la resistencia bacteriana del neumococo
Cualquiera sea el motivo por el cual un niño de 2 meses a 4 años de dad entra en contacto con el personal de salud, la estrategia AIEPI contempla cinco pasos que deben recorrerse de manera sistemática:
En este apartado se describe un procedimiento de tamizaje rápido para determinar si hay signos generales de peligro que requieran que el niño reciba tratamiento de urgencia y atención especializada. Se ha demostrado que los niños que llegan gravemente enfermos pueden morir dentro de las 24 horas posteriores a la consulta y que estas defunciones pueden ser evitadas cuando se detectan rápidamente y se tratan en forma adecuada. Este procedimiento debería efectuarse en todos los establecimientos de salud, y mucho antes de realizar cualquier procedimiento administrativo. Para ello puede tener que ser necesario modificar el orden de los pasos que, generalmente, se sigue con los pacientes que ingresan al centro de atención primaria. Es decir, los niños deben ser sometidos al tamizaje aún antes de que sus madres tomen asiento en la sala de espera. Por lo tanto, será necesario que la enfermera o el personal encargado esté entrenado en efectuar una evaluación rápida de cada niño antes de pesarlo y registrarlo, a fin de trasladar rápidamente para su atención al niño que presenta signos
pecho o cuando está demasiado débil para beber y no consigue succionar o tragar la leche materna o el líquido que se le ofrezca. Cuando le pregunte a la madre si el niño es capaz de beber, asegúrese de que ella comprenda bien su pregunta. Si ella le responde que el niño no es capaz de beber ni de mamar, pídale que le describa qué ocurre cuando ella le ofrece algo para beber (ejemplo: ¿puede el niño llevarse líquido a la boca y tragarlo?). Por otro lado, si Ud. no está seguro de la respuesta de la madre, pídale que le ofrezca al niño un sorbo de leche materna o de agua potable, y obsérvelo para ver si el niño traga el agua o la leche. Un niño que tiene la nariz tapada ó congestionada, puede tener dificultad para succionar. Si el niño está en esta situación, límpiele la nariz y pídale a la madre que le dé de mamar ó que le dé algún líquido para tomar. Si el niño es capaz de tomar el pecho después de habérsele limpiado la nariz, entonces no presenta el signo de peligro “no puede beber o tomar pecho”. ¿El niño vomita todo lo que ingiere? El niño que no retiene nada de los que ingiere presenta el signo “vomita todo”. En este caso, no podrá retener alimentos, líquidos ó medicamentos de administración oral. Un niño que vomita varias veces pero que puede retener algunos líquidos no presenta este signo general de peligro. Formule esta pregunta con palabras que la madre entienda. Dele tiempo para responder. Si Ud. nota que la madre no está segura de que el niño vomita todo, ayúdela a responder claramente. Por ejemplo, puede preguntar: ¿con qué frecuencia vomita? ¿vomita cada vez que traga los alimentos o toma líquidos?. Si a pesar de todo Ud. no está seguro de la respuesta de la madre, pídale que le ofrezca algo de tomar al niño y fíjese si el niño vomita. ¿El niño ha tenido convulsiones? Es muy importante averiguar si el niño tuvo convulsiones durante su actual enfermedad. Durante una convulsión el niño presenta movimientos anormales e involuntarios del cuerpo y/o extremidades, tal vez pierda el conocimiento y no pueda responder a las instrucciones que se le dan. Pregunte a la madre si el niño tuvo convulsiones en las últimas 72 horas. Use palabras que la madre entienda. Por ejemplo, es posible, que la madre refiera a las convulsiones como “ataques” ó “espasmos”. Un niño de 2 meses que presente letargia, inconciencia o convulsiones puede presentar meningitis, convulsión febril, hipoglucemia, intoxicación, shock, gomerulonefritis aguda con encefalopatía, cetoacidosis diabética, traumatismo cráneoencefálico u otras enfermedades graves. VERIFIQUE si el niño está letárgico o inconsciente. Un niño letárgico no está despierto ni alerta cuando debería estarlo. El niño está sonnoliento o adormecido y no muestra interés en lo que lo rodea (no mira a la madre ni lo mira a Ud. mientras habla). Puede tener una mirada
inexpresiva o vacía y, aparentemente, no se da cuenta de lo que pasa a su alrededor. Un niño inconsciente es imposible de despertar y no responde cuando se le toca, sacude o habla. Pregúntele a la madre si le parece que su hijo está sonnoliento o si a ella le cuesta despertarlo. Fíjese si el niño se despierta cuando la madre le habla o lo sacude o cuando usted aplaude. Nota: Si el niño está durmiendo y tiene tos o dificultad para respirar, cuente primero el número de respiraciones por minuto antes de despertarlo. Si el niño presenta un signo general de peligro, encierre en un círculo (circule) dicho signo en el formulario de registro y tilde () “SI” en la de columna Clasificar (vea Ejemplo 10 y cuadro 17). Ejemplo 7 : En este ejercicio usted verá la continuación del llenado del Formulario de Registro de Fátima, y el registro de los nuevos datos se pueden observar en el cuadro 7).
temperatura axilar es de 37.5°C. El profesional de salud preguntó ¿qué problemas tiene el niño?. La madre contestó "Fátima ha estado tosiendo durante 6 días, y ella tiene problemas para respirar”. ¿ésta es la primera vez que consulta por este problema?. La madre responde SI.. El profesional verificó en Fátima la existencia de signos generales de peligro. La madre dijo que Fátima puede beber. No tuvo vómitos. No ha tenido convulsiones durante esta enfermedad. El médico preguntó ¿Fátima está sonnolienta?. La madre contestó: “Si”. El profesional de salud le realizó un estímulo sonoro (hablar, aplaudir,etc). Le pidió a la madre que moviera a la niña. Fátima abrió sus ojos, pero no miró a su alrededor. El profesional de salud le habló a Fátima, pero ella no lo miró a la cara. Fijó la vista en blanco y aparentemente no se daba cuenta de lo que ocurría a su alrededor. En el Formulario de Registro de Fátima usted debe circular “letárgico o inconsciente”. Además debe tildar SI en donde dice ¿Hay algún signo general de peligro?. El llenado del Formulario de Registro quedará como se observa a continuación. Cuadro 7: Parte superior del Formulario de Registro con los signos generales de peligro FORMULARIO DE REGISTRO DE ATENCIÓN DEL NIÑO de 2 MESES A 4 AÑOS DE EDAD Fecha: 20/6/ Nombre::Fátima Edad__18 meses_ Peso:11,5 Kg Talla: 79.5 cm____ Temperatura axilar:37,5°C PREGUNTAR:¿qué problemas tiene el niño?¿ tos y dificultad para respirar__ Visita Inicial? _✓ Visita de seguimiento: EVALUAR (Marcar con un círculo todos los signos presentes) CLASIFICAR VERIFICAR SI HAY SIGNOS DE PELIGRO GENERAL ¿Hay algún signo general de peligro? EL NIÑO NO PUEDE BEBER O TOMAR EL PECHO LETÁRGICO O INCONSCIENTE Sí No ___ VÓMITA TODO CONVULSIONES Recuerde utilizar los signos de peligro cuando seleccione las clasificaciones
Aunque el niño haya sido llevado a la consulta por otra causa siempre se debe verificar la presencia de diarrea. La avaluación se orienta a determinar si existe o no un riesgo de vida presente o potencial. En este caso el riesgo lo representa la deshidratación que acompaña a la diarrea, la duración de la diarrea y la presencia o ausencia de sangre en las heces. La mayoría de los episodios de diarrea son autolimitados, pero si producen pérdida de líquido y electrolitos que no son repuestos adecuadamente, pueden ocasionar deshidratación y poner en riesgo la vida del niño. En ocasiones las diarreas son causadas por bacterias que invaden la mucosa intestinal produciendo pérdida de sangre (sindromes disentéricos).Estos cuadros si no reciben tratamiento pueden ocasionar daño grave del intestino y septicemia. La desnutrición agrava estos cuadros; por otra parte la prolongación de un cuadro de diarrea ocasiona trastornos de la absorción intestinal que lleva a desnutrición. Los signos específicos que deben evaluarse en todo niño con diarrea son: ▪ Alteraciones de la conciencia ▪ Presencia de ojos hundidos ▪ Si bebe mal o no puede beber; o si bebe ávidamente y con sed. ▪ Elasticidad de la piel ▪ Duración de la diarrea ▪ Presencia de sangre en las heces Evaluación de un niño de 2 meses a 4 años con diarrea. DESHIDRATACION CLASIFIQUE Dos o más de los siguientes signos: ▪ Letárgico o inconciente ▪ Ojos hundidos ▪ Bebe mal o no puede beber ▪ Signo del pliegue positivo
Dos o más de los siguientes signos. ▪ intranquilo, irritable ▪ Ojos hundidos ▪ Bebe ávidamente, con sed ▪ Signo del pliegue positivo
No hay suficientes signos de deshidratación
▪ Tiene deshidratación DIARREA PERSISTENTE GRAVE ▪ No tiene deshidratación DIARREA PERSISITENTE HAY SANGRE EN LAS HECES DISENTERIA
Se define la presencia de fiebre a la temperatura axilar igual o mayor de 37º. Cualquiera sea la causa por la que consulta el niño se debe preguntar a la madre si el niño tuvo o tiene fiebre y se debe tomar la temperatura.
Por lo general la fiebre se asocia a enfermedades virales autolimitantes, pero AIEPI se orienta a determinar si el niño tiene o no una enfermedad grave que ponga en riesgo su vida como cuando se asocia a bacteriemia, meningitis, sepsis u otros. La fiebre con erupción generalizada, catarro nasal, ocular y bronquial son signos de sarampión, el cual puede complicarse en un 30% de los casos con problemas respiratorias y 1 de cada 1000 casos puede complicarse con encefalitis. Las campañas de vacunación con cobertura mayor al 95% evitan los brotes epidémicos de esta enfermedad. Al evaluar los signos específicos de un niño febril se debe tener en cuenta: · Los signos generales de peligro. · Presencia de rigidez de nuca. · Erupción generalizada, coriza, supuración ocular y tos productiva. · Enantema en la boca ( mancha de Koplik). · Duración de la fiebre. Estos signos son los que tienen mejor relación de sensibilidad y especificidad para la toma de decisiones sobre el tratamiento a seguir. Los signos generales de peligro son inespecíficos pero, si están asociados a enfermedades graves como meningitis, sepsis, encefalitis y neumonía. La presencia de ellos en un niño que consultan en el primer nivel de atención debe determinar su urgente referencia a un hospital. La rigidez de nuca junto con fiebre es una señal de meningitis y se debe referir al niño a un hospital. En los neonatos por lo general este signo no está presente. La duración de la fiebre es importante, pues si se prolonga mas de 7 días en una zona endémica se debe sospechar fiebre tifoidea. Cuando la fiebre cede fácilmente se debe orientar a una situación de bajo riesgo como la presencia de otitis, faringoamigdalitis o infecciones virales. Esta es la situación más común.
Se debe verificar si hay una infección del oído medio pues es un motivo de consulta frecuente. Todo niño de entre 2 meses y 4 años que consulta debe ser evaluado para determinar si tiene otitis o no. Es prioritario determinar si está comprometida la mastoides, pues en ese caso debe internarse al niño para tratar con antibiótico endovenoso. Si el niño tiene problema de oído se debe determinar: · Si es una infección aguda. · Si es una infección crónica. · Si tiene una mastoiditis. La tumefacción dolorosa al tacto detrás de la oreja es una indicación de compromiso del hueso mastoideo. Esta es una infección con probabilidad de convertirse en meningitis. La supuración del oído es un signo específico de otitis media aguda con otorrea. Si persiste por mas de 2 semanas se trata de otitis crónica, situación que pone en riesgo el aparato auditivo. La otalgia puede ser un signo precoz de otitis media aguda. De acuerdo a la evaluación y de la presencia o no de podemos decir :
Debe aprovecharse la consulta para incorporar a las madres a programas de planificación familiar o captación precoz de embarazadas.
La estrategia AIEPI contempla que sean derivados al hospital los niños de 2 meses a 4 años con las siguientes clasificaciones:
Los padres de los niños que serán tratados ambulatoriamente deberán recibir información y consejo sobre la forma de administrarlo. También deberán recibir información general sobre los cuidados generales de los niños y promover la salud familiar. Deben recibir tratamiento con estricto seguimiento los niños con:
Deberán recibir cuidado generales en su casa y control prefijado los niños que no presentan enfermedades graves como:
Nota: Los cuadros de procedimientos que reproducimos aquí son extraídos de las propuestas de AIEPI, con algunas adaptaciones de acuerdo a las normas locales vigentes. (Sociedades Científicas, Ministerio de Salud, etc.).
· Hay tumefación dolorosa detrás de la oreja
() Si el niño tiene sibilancias recurrentes , primero tratar las sibilancias y luego evaluar y clasificar la tos o la dificultad para respirar. () Agitar el aerosol presurizado y administrar un puff (100 mcg de salbutamol) con el niño sentado utilizando máscara espaciadora (aerocámara, sachet, botella) sobre la boca y la nariz del niño. Esperar 12 segundos y repetir la operación (otro puff de salbutamol) sin retirar la aerocámara. La dosis es independiente de la edad del niño. No importa si el niño llora. (**) Si el niño mejoró luego de 2 horas de tratamiento con salbutamol y corticoides, indicar tratamiento con salbutamol inhalado más corticoides orales en el domicilio (prednisona 1-2 mg/Kg día cada 12 horas por 5 días).