


Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity
Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium
Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity
Prepara tus exámenes con los documentos que comparten otros estudiantes como tú en Docsity
Los mejores documentos en venta realizados por estudiantes que han terminado sus estudios
Estudia con lecciones y exámenes resueltos basados en los programas académicos de las mejores universidades
Responde a preguntas de exámenes reales y pon a prueba tu preparación
Consigue puntos base para descargar
Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium
Comunidad
Pide ayuda a la comunidad y resuelve tus dudas de estudio
Descubre las mejores universidades de tu país según los usuarios de Docsity
Ebooks gratuitos
Descarga nuestras guías gratuitas sobre técnicas de estudio, métodos para controlar la ansiedad y consejos para la tesis preparadas por los tutores de Docsity
Información sobre el cuidado paliativo de pacientes terminales desde una perspectiva biopsicosocial, psicológica y física. Se detalla el proceso de agonía y las necesidades emocionales, así como las necesidades físicas y las medidas de apoyo en las tres fases de la enfermedad terminal. Además, se abordan temas como la importancia de la religión y la comunicación efectiva con el paciente.
Qué aprenderás
Tipo: Resúmenes
1 / 4
Esta página no es visible en la vista previa
¡No te pierdas las partes importantes!
Enfermería 3 “B” Materno infantil ATENCIóN DE ENFERMERíA Es importante que el paciente y los familiares sientan que reciben la mejor atención posible. Para ello el personal de la salud debe entender que el paciente debe ser tratado desde un punto de vista biopsicosocial, así como conocer una serie de manifestaciones y necesidades por las que transcurre el enfermo terminal. Desde el punto de vista psicológico cuando al paciente se le diagnostica o imagina una enfermedad maligna transcurre por diferentes fases de la agonía: negación, rebelión, negociación, depresión, aceptación. El cuerpo experimenta dolor mientras el “yo” sufre. El sufrimiento ataca la integridad y totalidad del individuo dominando su autopercepción y produciendo agonía permanente. Muchas personas encuentran que su religión es de gran apoyo, con frecuencia buscan ese sostén en los representantes de su fe, incluso los incrédulos se encuentran reconfortados en creer en un ser superior. La atención de enfermería en cuanto al aspecto emocional va encaminada a brindarle la máxima sensación de confort, bienestar, cubrir las reacciones psicológicas, demanda de afecto, permitir expresiones y necesidades de comunicación, y así aumentar la autoestima, reducir su soledad, cambiar su entorno, minimizar su tensión emocional y sentimientos de miedo. La enfermera debe conocer que el síndrome de enfermedad terminal consta de tres fases: Fase 1. Prediagnóstico y diagnóstico: intervalo entre la aparición de los síntomas y el diagnóstico definitivo. Progreso anatómico y clínico de la enfermedad. Fase 2. Enfermedad establecida: se caracteriza por el alivio de los síntomas y la instauración de las modalidades de tratamiento. Fase 3. Deterioro y declinación: cuando no queda nada por hacer, se caracteriza por la aplicación de cuidados paliativos, ya que hay una falla de los mecanismos de homeostasis del organismo. Las necesidades físicas del moribundo son similares a las de cualquier paciente muy grave, a menos que la muerte sea inminente. La atención de enfermería relacionada con la falla de los mecanismos de homeostasis del cuerpo va encaminada: 1 : Pérdida del tono muscular por la incapacidad del enfermo para controlar la defecación y la micción, se relaja el esfínter rectal y vesical y como resultado hay micción y defecación involuntaria: Colocar sonda permanente aumentando diámetro de la misma paulatinamente. Colocar culeros innovados con tirantes o desechables según preferencia y posibilidades. Cambiar de posición para evitar las úlceras por decúbito según estado del paciente. Perfumarlos y utilizar desodorantes para evitar aires desagradables. El paciente necesitará medidas de apoyo (almohadas) para facilitar cambios de posición y evitar estancamiento de la sangre.
Enfermería 3 “B” Materno infantil Colocar colchón antiescara. Curar lesiones que aparezcan. 2: Disminución del peristaltismo: el paciente está anoréxico pero suele desear sorbos frecuentes de agua, es posible que tenga seca la boca por la deshidratación y febrícula que precede a la muerte: Mantener buena higiene bucal. Alimentación parenteral según estado, ya que se distiende el abdomen y puede causar náuseas. Tomar sorbos de agua de vez en cuando. 3: Enlentecimiento de la circulación: las extremidades se tornan cianóticas frías y pegajosas: Tratar de administrar por vía intravenosa los analgésicos ya que como la circulación disminuye se reduce eficacia de los analgésicos. Aplicar pirámide analgésica, para administrar narcótico, se debe usar frecuente, sin interrupción por vía subcutánea ya que la vida media del medicamento dura más en sangre, en los dolores muy intensos usar narcótico endovenoso. 4: Deterioro respiratorio: Aspirar garganta si es necesario, para garantizar vías permeables. Posición de fowler aumenta ventilación pulmonar, promueve drenaje de secreciones bucales y evita la bronco aspiración. Administrar oxígeno según necesidad. Brindar apoyo emocional. 5: Pérdida de los sentidos: a) Visión borrosa. Habitación iluminada para preferencia del paciente. Quitar secreciones con algodón en solución salina. Instilar ungüento oftálmico. Tapar ojos si es necesario con apósitos oculares, evita úlceras corneales. b) Audición: es el último sentido que desaparece: Aunque el paciente no puede responder, suele comprender lo que hablan las personas. La comunicación con estos pacientes debe centrarse en:
Enfermería 3 “B” Materno infantil
Resfriados : son especialmente comunes en el otoño e invierno, cuando el recién nacido pasa más tiempo en casa. Existen numerosos virus que causan resfriados o catarros y el hecho de que su sistema inmune está todavía desarrollándose favorece que sufra este tipo de infecciones. Los síntomas incluyen mucosidad, tos, estornudos y fiebre leve. Otitis: del 80 al 90% de los niños sufren de una infección de oído antes de los 3 años. Los recién nacidos tienden una mayor predisposición a sufrir otitis. Los resfriados, la exposición al humo del tabaco, darle el biberón mientras está acostado o un uso abusivo del chupete son factores que pueden favorecer la aparición de una otitis. Los síntomas que ayudan a identificar la infección son fiebre, irritabilidad, llanto, frotarse las orejas y en ocasiones vómitos y diarrea. Dermatitis del pañal: casi todos los bebés sufren enrojecimiento de la piel en la zona cubierta por el pañal. La orina y las bacterias contenidas en las heces producen amoniaco, una sustancia muy irritativa, especialmente para una piel tan delicada como la del recién nacido. La humedad y el calor cuando se tarda en cambiar el pañal aceleran el proceso de irritación y enrojecimiento de la piel, dando lugar a la aparición de una dermatitis. Las diarreas pueden favorecer también este problema de la piel. Diarrea: en la mayoría de los casos está causada por infecciones intestinales y se caracterizada por deposiciones frecuentes, muy líquidas y en ocasiones de mal olor. Si la infección la produce un virus puede estar asociada a vómitos, dolor abdominal y fiebre. En el caso de que esté causada por una bacteria se acompaña de fiebre, alguna vez vómitos y ocasionalmente sangre en las heces. También puede producirla una alergia alimentaria o la reacción a medicamentos, generalmente antibióticos. Estreñimiento : aproximadamente el 30% de los recién nacidos tienen estreñimiento en algún momento. El estreñimiento se reconoce porque las heces son duras y secas o pasa más de dos días sin hacer deposiciones. Si se alimenta al recién nacido con biberón es probable que la causa del estreñimiento sea la leche maternizada, generalmente por un exceso de hierro en su composición, por lo que será conveniente cambiar de leche, siempre atendiendo a las indicaciones del pediatra. Vómitos: casi todos los bebés vomitan en algún momento, pero si sude de forma persistente suele ser síntoma de alguna enfermedad, generalmente de tipo infeccioso, en cuyo caso pueden ir acompañados de fiebre y diarrea. También puede deberse a un exceso de alimentación o una intolerancia a la lactosa, por lo que se suelen producir poco después de haber comido. En caso de que no desaparezcan por sí solos, habrá que consultar con el pediatra.