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Una tarea de la Universidad que consistió en un análisis de caso de la empresa multinacional Mc Donalds.
Tipo: Ejercicios
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La multinacional de la hamburguesa se está viendo forzada a cambiar su oferta como consecuencia de los cambios que se producen en el consumidor, quien pide cada vez más, alimentos sabrosos, pero que no perjudiquen su salud.
Para resolver el caso recomendamos buscar información de la compañía en Internet, visitar la página web de McDonald’s. Es también aconsejable buscar información sobre (o ver la película) Super size me.
Mencionar la marca McDonald’s nos hace pensar inmediatamente en hamburguesas, el producto con el que se dio a conocer. Durante años, las hamburguesas, las patatas fritas y los refrescos constituyeron la base de los menús de la empresa, que fueron completados al incluir como postre los helados. La empresa busca ofrecer a sus consumidores unos productos de calidad uniforme, servidos de forma rápida (tiene como objetivo no tardar más de 3 minutos en servir a cada cliente) en establecimientos muy parecidos y limpios en cualquier parte del mundo a la que acuda el consumidor. Durante años puso todos sus esfuerzos en ofrecer productos con mucho sabor, y cómodos de consumir, que atrajesen y fidelizasen al consumidor aunque esto supusiese añadir azúcares, saborizantes y diversas grasas al pan o las carnes, que se usasen aceites vegetales mezclados con grasa para dar sabor a las patatas e incluso que pudiese provocar en algunos momentos digestiones pesadas. Estos inconvenientes eran perdonados por sus consumidores que una y otra vez caían en la tentación de acudir a un McDonald’s. Al tiempo que ofrecía esos productos a los adultos, otro de sus principales grupos de clientes eran los matrimonios jóvenes con varios hijos pequeños. Los gestores de la cadena descubrieron que si se incitaba a los niños a venir, vendrían también con sus padres. Además, y dado que el sentido del gusto se desarrolla durante la infancia, se favorecería que como adultos siguiesen prefiriendo nuestro menú. El payaso Ronald McDonald, el área de juegos dentro de los restaurantes o los menús pensados específicamente para los niños en donde la comida iba acompañada con un juguete, sirvieron para la fidelización de ese público joven. El camino establecido por Ray Krock, el fundador de la cadena en 1955, llevó a la continua apertura de establecimientos por todo EE.UU. Buscando ofrecer el nivel de servicio demandado por los consumidores, en muchos de ellos el pedido se podía realizar directamente desde el automóvil. A mediados de los noventa, casi habían llegado a su techo con 10.000 establecimientos en su país de origen. La expansión internacional fue tardía (así en esas mismas fechas, el número de establecimientos en el resto del mundo era de 4.500) aunque acelerada (abriendo de 3 a 8 locales por día) para llegar a más de 18.000 establecimientos en el exterior. La cadena se estableció en España en 1982.
Sin embargo, este modelo de negocio comenzó a mostrar síntomas de un cambio de tendencia a mediados de la década de los noventa en EE.UU., para luego extenderse al resto del mundo. De esta forma, en el último trimestre de 2002, por primera vez en su historia, McDonald’s declaró pérdidas. Durante años la empresa había recibido ataques, sobre todo en Europa, por diversas causas: las condiciones laborales, los problemas que su modelo causaba en las condiciones de vida de los animales, los problemas medioambientales causados por sus envases, o que al ser una empresa americana exponente del «american way of life» se ganase críticas cada vez que EE.UU. hacía algo que desagradaba en los diferentes países en que operaba. Las nuevas críticas se dirigen directamente hacia el tipo de productos que comercializa, al apuntar hacia ellos como responsables de problemas graves de salud relacionados con el sobrepeso. A mediados de los años noventa en EE.UU., más de tres cuartos de las ventas de la empresa eran generadas por clientes con problemas de sobrepeso, esencialmente varones entre 18 y 34 años que comían en uno de sus restaurantes una media de 4 veces por semana. Por esa época comenzaron a aparecer estudios que indicaban que el tratamiento de los problemas derivados de la obesidad supone entre un 2 y un 8% del gasto sanitario y en algunos países como el Reino Unido se plantearon la posibilidad de que las personas con problemas de sobrepeso realizasen contribuciones más elevadas al sistema de salud, o incluso gravar con un impuesto aquellos productos de mayor aporte calórico. Grupos de «activistas de la salud» comenzaron a promover contra los establecimientos que vendían comida rápida demandas similares a las que años atrás habían interpuesto contra las compañías tabacaleras. Ante este proceder, muchos consumidores de comida rápida se preguntaban: ¿mi barriga pertenece al Estado? McDonald’s se defendía de las críticas indicando que se limitaba a ofrecer lo que le pedían sus consumidores, quienes le otorgaban el liderazgo en todos los países en los que la empresa actuaba. Las críticas, sin embargo, hicieron mella en el sector de la comida rápida provocando una caída en las ventas a la que Burguer King y otros competidores hicieron frente rebajando los precios. McDonald’s para no rebajar todos sus precios ideó la estrategia de hacer promociones en algunos de sus productos que cambiaban mensualmente, y que en España se denominaron «euro-ahorro». También proponía nuevos menús en los que se combinaban varios productos a un precio inferior al de la compra de forma separada. Simultáneamente, el «mal de las vacas locas», que apareció en el Reino Unido lleva a suspender temporalmente en ese país las ventas de hamburguesas de vacuno en 1996. Pese a que la rápida reacción de McDonald’s la lleva a desarrollar hamburguesas con cerdo, pescado y pollo, al extenderse el mal fuera de las fronteras de ese país, se desata una psicosis que hundió las ventas. Hacia el cambio de siglo, McDonald’s se planteó un reposicionamiento de su negocio a escala internacional, bajo el eslogan «I’m lovin’ it». La nueva estrategia se basa en cinco puntos clave: variedad, modernidad, calidad, transparencia informativa y promoción de la actividad física. En 2003, empieza la comercialización en Australia y EE.UU. de un nuevo concepto de producto dentro de los restaurantes «Salad Plus», que llegaría a España y a otros dieciséis países europeos durante 2004. El nuevo concepto busca atraer a los consumidores que había perdido y atraer a otros muchos que nunca fueron consumidores, con una oferta de frutas y ensaladas (con la gama clásica, era casi imposible atraer a las mujeres como consumidoras habituales).