Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

Citas bíblicas para analisis, Guías, Proyectos, Investigaciones de Teología

Citas bíblicas para analisis. Teología

Tipo: Guías, Proyectos, Investigaciones

2023/2024

Subido el 27/06/2024

cyber-15
cyber-15 🇵🇪

1 documento

1 / 3

Toggle sidebar

Esta página no es visible en la vista previa

¡No te pierdas las partes importantes!

bg1
TEXTOS BÍBLICOS PARA TRABAJO EN GRUPOS
TEXTO 1
"Dijo: «Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo al padre: "Padre, dame la
parte de la hacienda que me corresponde." Y él les repartió la hacienda. Pocos días
después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su
hacienda viviendo como un libertino. «Cuando hubo gastado todo, sobrevino un hambre
extrema en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. Entonces, fue y se ajustó con uno de
los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a apacentar puercos. Y deseaba
llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba. Y
entrando enmismo, dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia,
mientras que yo aquí me muero de hambre! Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre,
pequé contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno
de tus jornaleros." Y, levantándose, partió hacia su padre. «Estando él todavía lejos, le vió
su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente. El hijo le dijo:
"Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo." Pero el
padre dijo a sus siervos: "Traed aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en su
mano y unas sandalias en los pies. Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y
celebremos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba
perdido y ha sido hallado." Y comenzaron la fiesta. «Su hijo mayor estaba en el campo y,
al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los
criados, le preguntó qué era aquello. El le dijo: "Ha vuelto tu hermano y tu padre ha
matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano." El se irritó y no quería entrar.
Salió su padre, y le suplicaba. Pero él replicó a su padre: "Hace tantos años que te sirvo, y
jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una
fiesta con mis amigos; y ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda
con prostitutas, has matado para él el novillo cebado!" «Pero él le dijo: "Hijo, tú siempre
estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque
este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido
hallado."» (Lc 15, 11-31)
TEXTO 2
"Después de esto, se fue Jesús a la otra ribera del mar de Galilea, el de Tiberíades, y
mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en los enfermos. Subió Jesús
al monte y se sentó allí en compañía de sus discípulos. Estaba próxima la Pascua, la fiesta
de los judíos. Al levantar Jesús los ojos y ver que venía hacia él mucha gente, dice a
Felipe: «¿Dónde vamos a comprar panes para que coman éstos?» Se lo decía para
probarle, porque él sabía lo que iba a hacer. Felipe le contestó: «Doscientos denarios de
pan no bastan para que cada uno tome un poco.» Le dice uno de sus discípulos, Andrés, el
hermano de Simón Pedro: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos
peces; pero ¿qué es eso para tantos?» Dijo Jesús: «Haced que se recueste la gente.»
Había en el lugar mucha hierba. Se recostaron, pues, los hombres en número de unos
5.000. Tomó entonces Jesús los panes y, después de dar gracias, los repartió entre los que
pf3

Vista previa parcial del texto

¡Descarga Citas bíblicas para analisis y más Guías, Proyectos, Investigaciones en PDF de Teología solo en Docsity!

TEXTOS BÍBLICOS PARA TRABAJO EN GRUPOS

TEXTO 1 "Dijo: «Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo al padre: "Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde." Y él les repartió la hacienda. Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su hacienda viviendo como un libertino. «Cuando hubo gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. Entonces, fue y se ajustó con uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a apacentar puercos. Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba. Y entrando en sí mismo, dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre! Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros." Y, levantándose, partió hacia su padre. «Estando él todavía lejos, le vió su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente. El hijo le dijo: "Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo." Pero el padre dijo a sus siervos: "Traed aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies. Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado." Y comenzaron la fiesta. «Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. El le dijo: "Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano." El se irritó y no quería entrar. Salió su padre, y le suplicaba. Pero él replicó a su padre: "Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos; y ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda con prostitutas, has matado para él el novillo cebado!" «Pero él le dijo: "Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado."» (Lc 15, 11-31) TEXTO 2 "Después de esto, se fue Jesús a la otra ribera del mar de Galilea, el de Tiberíades, y mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en los enfermos. Subió Jesús al monte y se sentó allí en compañía de sus discípulos. Estaba próxima la Pascua, la fiesta de los judíos. Al levantar Jesús los ojos y ver que venía hacia él mucha gente, dice a Felipe: «¿Dónde vamos a comprar panes para que coman éstos?» Se lo decía para probarle, porque él sabía lo que iba a hacer. Felipe le contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que cada uno tome un poco.» Le dice uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?» Dijo Jesús: «Haced que se recueste la gente.» Había en el lugar mucha hierba. Se recostaron, pues, los hombres en número de unos 5.000. Tomó entonces Jesús los panes y, después de dar gracias, los repartió entre los que

estaban recostados y lo mismo los peces, todo lo que quisieron. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los trozos sobrantes para que nada se pierda.» Los recogieron, pues, y llenaron doce canastos con los trozos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. Al ver la gente la señal que había realizado, decía: «Este es verdaderamente el profeta que iba a venir al mundo.» Dándose cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte él solo." (Jn 6, 1-15) TEXTO 3 Un fariseo le rogó que comiera con él, y, entrando en la casa del fariseo, se puso a la mesa. Había en la ciudad una mujer pecadora pública. Al enterarse de que estaba comiendo en casa del fariseo, llevó un frasco de alabastro de perfume y, poniéndose detrás, a los pies de él, comenzó a llorar, y con sus lágrimas le mojaba los pies y con los cabellos de su cabeza se los secaba; besaba sus pies y los ungía con el perfume. Al verlo el fariseo que le había invitado, se decía para sí: «Si éste fuera profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que le está tocando, pues es una pecadora.» Jesús le respondió: «Simón, tengo algo que decirte.» Él dijo: «Di, maestro.» «Un acreedor tenía dos deudores: uno debía quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no tenían para pagarle, perdonó a los dos. ¿Quién de ellos le amará más?» Respondió Simón: «Supongo que aquel a quien perdonó más.» Él le dijo: «Has juzgado bien.» Y, volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: «¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y no me diste agua para los pies. Ella, en cambio, ha mojado mis pies con lágrimas y los ha secado con sus cabellos. No me diste el beso. Ella, desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. No ungiste mi cabeza con aceite. Ella ha ungido mis pies con perfume. Por eso te digo que quedan perdonados sus muchos pecados, porque ha mostrado mucho amor. A quien poco se le perdona, poco amor muestra.» Y le dijo a ella: «Tus pecados quedan perdonados.» Los comensales empezaron a decirse para sí: «¿Quién es éste, que hasta perdona los pecados?» Pero él dijo a la mujer: «Tu fe te ha salvado. Vete en paz.» (Lc. 7, 36-50) TEXTO 4 Llegan a Jericó. Y cuando salía de Jericó, acompañado de sus discípulos y de una gran muchedumbre, el hijo de Timeo (Bartimeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino. Al enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: «¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!» Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!» Jesús se detuvo y dijo: «Llámenle.» Llaman al ciego, diciéndole: «¡Ánimo, levántate! Te llama.» Y él, arrojando su manto, dio un brinco y vino ante Jesús. Jesús, dirigiéndose a él, le dijo: «¿Qué quieres que te haga?» El ciego le dijo: «Rabbuní, ¡que vea!» Jesús le dijo: «Vete, tu fe te ha salvado.» Y al instante recobró la vista y le seguía por el camino. (Mc. 10, 46-52) TEXTO 5 «Era un hombre rico que vestía de púrpura y lino, y celebraba todos los días espléndidas fiestas. Y uno pobre, llamado Lázaro, que, echado junto a su portal, cubierto de llagas,