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Comunicación Efectiva en la Atención Médica a Personas Mayores: Estrategias y Retos, Monografías, Ensayos de Radiología

Este documento explora las barreras comunicativas que enfrentan las personas mayores en el sistema de salud y propone estrategias para mejorar la interacción entre profesionales y pacientes. Se destaca la importancia de la escucha activa, el uso de un lenguaje claro y la empatía para generar un ambiente de confianza y respeto. Además, se abordan las necesidades tecnológicas de los pacientes mayores y se sugieren herramientas para facilitar su acceso a la información médica.

Tipo: Monografías, Ensayos

2023/2024

Subido el 08/11/2024

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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
LICENCIATURA EN PRODUCCIÓN DE BIOIMÁGENES
BARRERAS COMUNICACIONES EN LA ETAPA DE LA
SENECTUD
Integrantes:
Allayme, Eugenia
Diaz, Luciana
Falcón, Valentina
Longo, Yesica
Asignatura: Comunicación
Profesora: Herrera, Adriana
Año: 2024
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¡Descarga Comunicación Efectiva en la Atención Médica a Personas Mayores: Estrategias y Retos y más Monografías, Ensayos en PDF de Radiología solo en Docsity!

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

LICENCIATURA EN PRODUCCIÓN DE BIOIMÁGENES

BARRERAS COMUNICACIONES EN LA ETAPA DE LA

SENECTUD

Integrantes:

Allayme, Eugenia

Diaz, Luciana

Falcón, Valentina

Longo, Yesica

Asignatura: Comunicación

Profesora: Herrera, Adriana

Año: 2024

INTRODUCCIÓN

En la actualidad, se está presentando un fenómeno a nivel mundial debido al aumento de las poblaciones longevas, lo cual representa un gran desafío a nivel social, particularmente identificando problemáticas comunicacionales. Esto se debe al aumento de la esperanza de vida y la reducción de la fecundidad, generando un subgrupo dentro del ciclo vital de la senectud incluyendo a la población a partir de los 80 años en adelante. A lo largo de la historia se ha hecho especial énfasis en las poblaciones infantiles debido a que fueron las más afectadas por la exposición a las enfermedades, sin embargo, hoy en día podemos concluir que esta problemática está siendo solucionada con éxito debido al reconocimiento y la toma de acciones de las necesidades de esta población. Mediante los avances de nuevas tecnologías en la aplicación médica, los nuevos hábitos y estilos de vida, así como la conciencia de cuidar la integridad del ser humano, son medidas que como sociedad estamos manejando de forma mucho más consciente y controlada. Es por esto que, al estudiar las diferentes etapas de la vida para identificar sus problemáticas más predominantes, se puede deducir que, a este subgrupo dentro de la tercera edad, predomina la falta de regulaciones a nivel social, comunicacional y sobre todo, de carácter médico; puesto que hoy en día y de la mano de la sociología, identificamos a este subgrupo como una nueva etapa dentro del ciclo de la vida. Al ser reciente su reconocimiento, es notable esta falta de medidas, adaptaciones de servicios y el estudio de mejoras en la accesibilidad médica a estos pacientes; de los cuales ya se tiene registro de su exponencial incidencia en patologías de aspecto crónico, los cuales pueden derivar a futuras discapacidades y dependencia de cuidados. Es fundamental reconocer las barreras que limitan el acceso de las personas de la tercera edad a una atención óptima en los sistemas de salud. Este reconocimiento es el primer paso para tomar conciencia de la situación y establecer medidas efectivas para abordarlas. Implementar cambios significativos en la atención de este grupo poblacional requiere de esfuerzo constante, debido a que implica ampliar el enfoque de los servicios de la salud. Sin embargo, estos esfuerzos se traducen en grandes beneficios ya que contribuirá a mejorar la calidad de vida de los adultos mayores y aumentar su satisfacción con el sistema de salud. Al priorizar las necesidades de este grupo, se fomenta la construcción de un sistema más inclusivo y equitativo, capaz de atender las realidades de una población que está en constante cambio. OBJETIVOS GENERALES: Analizar las barreras comunicativas en la atención a personas mayores dentro del sistema de salud, con el fin de identificar estrategias que mejoren la calidad de la interacción y faciliten el acceso a los servicios médicos. OBJETIVOS ESPECÍFICOS: ● Proponer e implementar estrategias de formación para los profesionales de la salud que faciliten una comunicación más efectiva con los pacientes de edad avanzada.

DESARROLLO

Con el paso de los años, la capacidad para comunicarse se va reduciendo. Debido a los cambios físicos y psicológicos, la comunicación con las personas de edad avanzada requiere de paciencia y tiempo. Los profesionales de la salud deben ser conscientes de tales hechos y brindar atención integral, acompañando a los pacientes en el proceso del diagnóstico. Para comprender a fondo tal afirmación, es imprescindible conocer el concepto de comunicación. Se entiende a la misma como “un proceso humano fundamental que enmarca la vida del individuo, tanto en su desarrollo personal como en su integración social”. (Cuadernillo de Comunicación, 2024). Este proceso está en la base de la mayoría de las interacciones sociales y permite establecer relaciones significativas. Como seres sociales, es esencial utilizar esta herramienta de manera efectiva en todos los ámbitos de la vida, reconociendo que toda actitud transmite un mensaje, independientemente de la intención comunicativa. Según Waltzlaick, la comunicación no solo transmite información, sino que también influye en las conductas. Este aspecto es especialmente relevante en el ámbito de la salud, donde se trabaja con personas en situaciones de vulnerabilidad. Por lo tanto, los profesionales deben ser cuidadosos con lo que dicen y también con lo que omiten. El contenido del mensaje debe ser apropiado, ya que las mismas palabras pueden generar reacciones muy diferentes en las personas. Al tratar con pacientes, es fundamental buscar su cooperación para llevar a cabo los procedimientos necesarios. Desde el momento en que ingresan a la sala de atención hasta que finaliza la consulta, el trato debe ser óptimo. Si los pacientes perciben un ambiente amigable, donde se emplea un lenguaje claro (comunicación digital) y se acompaña de gestos, expresiones faciales e inflexiones de voz cálida (comunicación análoga), será más probable que se involucren en el proceso y sigan las indicaciones del profesional con una actitud más positiva. A diferencia de años anteriores, la relación entre el paciente y el profesional de la salud ha evolucionado hacia un modelo más simétrico y complementario. Esto significa que ambos construyen un vínculo: el profesional ofrece sus conocimientos, mientras que el paciente toma decisiones sobre su salud, formula preguntas y comparte sus opiniones. La comunicación es un proceso que se aprende. No basta con conocer y utilizar el lenguaje; es necesario desarrollar habilidades y ponerlas en práctica en la interacción con los demás. Esto contribuye a una comunicación eficaz, en la que el emisor logra su propósito y provoca en el receptor la conducta esperada. Estos principios son útiles para cualquier actividad profesional. En el ámbito sanitario, los profesionales deben reflexionar sobre su comportamiento hacia los pacientes y ser conscientes del papel que desempeñan en cada situación. Es importante recordar que cada persona es única, no solo físicamente, sino también psicológica y emocionalmente. Durante la atención, es fundamental adaptarse a las necesidades individuales. Por ejemplo, los adultos mayores a menudo requieren asistencia permanente, guía y contención. Muchos presentan dificultades en el lenguaje, problemas para recordar, comprender e incluso, deterioro cognitivo. Estas son algunas de las situaciones que forman parte de las barreras comunicativas.

Los profesionales deben estar preparados para actuar según las circunstancias, informarse sobre sus dolencias y asegurarse si siguen adecuadamente las indicaciones. Algunas estrategias útiles son: utilizar oraciones sencillas, hacer preguntas claras, articular bien las palabras, hablar despacio, establecer contacto visual y buscar un lugar con el menor ruido posible, para que no sea un impedimento al dialogar. Establecer una base sólida para la intervención terapéutica es crucial para c rear un ambiente de confianza y credibilidad. Esto sin dudas, tendrá un efecto positivo en los pacientes, ya que los estimula, anima y a su vez promueve una participación más activa. En esta etapa de la vida es fundamental sentirse acompañado. Por ello, en ocasiones, los adultos mayores asisten con familiares o cuidadores al momento de realizar alguna consulta médica o estudio, ya sea por limitaciones físicas o por la necesidad de apoyo emocional. Es habitual que estos pacientes sigan únicamente las instrucciones de sus familiares. En tales casos, es esencial establecer un vínculo estrecho tanto con el paciente como con sus familiares, buscando obtener la mayor cantidad de información posible y explicando los tratamientos de manera clara. Cuando la persona está enferma se ve afectada la capacidad de pensar, lo cual repercute también en el entorno afectivo. La familia, medio de apoyo incondicional, también padece de desgaste tanto físico como emocional debido al estado de salud de su ser querido. Este cúmulo de situaciones puede detonar en una crisis emocional: a menudo surgen sentimientos de ira, desesperación, miedo o rechazo hacia la información recibida. En estos momentos, es vital mantener la calma, tratar de entender las percepciones del paciente y su familia sobre la situación, hablarles con respeto y empatía (manteniendo un tono tranquilo), mantener una escucha activa, hacer preguntas bien pensadas y tener en cuenta el lenguaje verbal y no verbal. Además establecer relación de ayuda, lo que implica ofrecer recursos para ayudarlos a enfrentar la situación. Algunas acciones concretas son: ➔ Recordar que los adultos mayores tienen mucha más dificultad al trasladarse hacia algún lugar para realizarse los estudios, por lo tanto felicitarlo por ello. ➔ Ofrecer ayuda material como un vaso de agua, un pañuelo, asiento, etc. ➔ Escucharlos y acompañarlos: Muchas personas mayores necesitan expresar sus sentimientos y angustias. Si se los escucha con atención, sentirán más confianza con el profesional e incluso quizás más cercanía con el sistema de salud. Tiene efecto sanador. De esta manera, el profesional puede demostrar su interés genuino por ayudar, lo que puede facilitar un cambio en la actitud de los involucrados. Hay profesiones en las que la comunicación está más o menos presente. En el ámbito de la radiología, si bien es un campo más bien técnico y el que el trato con el paciente no es tan prolongado, aun así se trabaja con personas, por lo que es de gran importancia humanizar el servicio. Algunas herramientas para hacerlo son las siguientes:

  • Llamar a la persona por su nombre: Demuestra un trato personalizado
  • Empatizar con el paciente: Ponerse en el lugar del otro.
  • Utilizar encuestas (con preguntas dirigidas y abiertas): Esto ayudará al profesional a identificar las necesidades de los pacientes y actuar conforme a ello.
  • Tratar personas y no enfermedades.

En base a este análisis, tanto cuantitativo como de carácter subjetivo, se incluye el estudio epidemiológico para conocer a mayor detalle las necesidades de atención de la salud en personas mayores. En regiones de las Américas, aproximadamente el 80% llega a padecer una o más enfermedades de carácter crónico, de este grupo el 60% toma entre tres o más medicamentos por prescripción médica. Por el contrario, otro parámetro a tener en cuenta es que tan solo un 20,7% de adultos mayores de 60 años manifiestan tener una buena salud. De igual manera, se reconoce una prevalencia de discapacidades a partir de los 60 años. Sumar a todas estas patologías existentes producto de la edad, se debe tener en cuenta cómo los hábitos influyen en esta predisposición a una mala calidad de vida (como el frecuente consumo de alcohol, tabaco y tranquilizante), la falta de un control anual para identificar fehacientemente el estado de salud de la persona y la tendencia al sedentarismo producto del progresivo deterioro musculoesquelético y la falta de motivación para realizar ejercicio. A raíz de las patologías presentadas e incluso la presencia de discapacidades, comienzan a manifestarse cambios desde el punto de vista emocional, afectando los vínculos comunicacionales entre estos y sus cuidadores, como así también con el personal sanitario. Es de gran importancia, destacar que este porcentaje de la población presenta una vejez muy heterogénea y llena de tabúes, puesto que existe una creencia global en la que mientras más edad la persona tenga, mayor puede llegar a ser su deterioro cognitivo, y esto puede llegar a ser un limitante comunicacional el cual abordaremos con profundidad más adelante. En contraposición a la misma, personas de menor edad, pueden llegar a presentar mayor deterioro físico y/o cognitivo, siendo estos, esclavos de un estereotipo de “vejez sana” donde no se considera necesario su asistencia a los centros de salud hasta que el individuo realmente presente alguna patología de gravedad o un deterioro demasiado marcado, cayendo en la negligencia y maltrato hacia los mismos. Se nos presenta entonces un concepto conocido como edadismo el cual es “una forma de discriminación social por cuestión de edad”, en cualquier rango etario pero de forma más frecuente hacia personas mayores. Este término fué acuñado por el

gerontólogo Robert Butler, el cual expuso cómo dicho fenómeno reflejaba el cómo entendemos la vejez, cómo son nuestras relaciones interpersonales con los mismos y el cómo fomentamos a los estereotipos e ideas preconcebidas y limitantes de estas personas. Desde esta perspectiva ya podemos identificar las primeras barreras comunicacionales que se les presenta a la comunidad en general, pero sobre todo al personal sanitario, el cual también puede ser víctima de dicho fenómeno. Algunas manifestaciones notorias de dicho comportamiento puede ser la infantilización exagerada hacia los mismos, la despersonalización y en casos de maltrato, la deshumanización de estos, Puntualizando acciones concretas podemos destacar el vocabulario o lenguaje que se utiliza para comunicarse con las personas mayores, así como el tono de voz que se emplea para comunicarse; también la capacidad/limitación que se le puede dar a la hora de tomar decisiones y el respeto de sus preferencias (siempre y cuando no atenten en contra su bienestar y sean expresadas en condiciones de claridad mental), siendo de suma importancia el respeto y la empatía hacia sus limitaciones de cualquier tipo. De esta manera, dicho fenómeno genera un fuerte impacto en el bienestar y la salud de las personas mayores, puesto que, se les asocia una muerte más temprana y por lo tanto se “requieren menos esfuerzos” en su atención, se contribuye a este aislamiento social ya encabezado por su entorno en los propios centros de salud donde es notorio el poco esfuerzo que se realiza para conseguir los insumos necesarios, como así también, la falta de eficiencia en cuanto a la espera y los procedimientos realizados (muchas veces orientados a este pensamiento de que nuestros esfuerzos son inútiles por esta supuesta poca esperanza de vida o resultados favorables). La comunicación efectiva entre los profesionales de la salud y los pacientes de edad avanzada es fundamental para mejorar la calidad de la atención médica y la satisfacción del paciente. A medida que la población envejece, es importante que los profesionales de la salud desarrollen habilidades específicas que les permitan entender y abordar las necesidades de este grupo. Este último mencionado constituye el grupo etario que hace el uso más intensivo de los recursos sanitarios Para alcanzar este objetivo, es posible intervenir en varios aspectos clave, tales como: tomar en consideración la perspectiva del paciente, atender los factores psicosociales, evaluar las limitaciones sensoriales y funcionales, involucrar a los cuidadores en el proceso de diagnóstico y en el plan de atención. , y asegurar la continuidad de los cuidados. Para comprender plenamente la perspectiva del paciente, es esencial realizar una evaluación individualizada. Cada persona posee creencias, valores y prioridades únicas, las cuales deben ser consideradas al momento de brindar recomendaciones. En ausencia de este reconocimiento, es probable que el paciente no cumpla adecuadamente con las indicaciones, especialmente si estos entran en conflicto con sus propios principios o experiencias. Durante la entrevista clínica, se debe dedicar tiempo suficiente para explorar estos aspectos, particularmente al explicar las indicaciones terapéuticas. Es importante permitir que el paciente exprese sus opiniones y preocupaciones. Dada la variedad de obstáculos presentes en la comunicación entre el profesional de la salud y el paciente, a continuación, se presentarán estrategias orientadas a

Al explicar el uso de herramientas tecnológicas, como los códigos QR, el profesional de salud debe emplear un lenguaje claro, evitando mal entendidos, y asegurarse de que el paciente comprenda cada paso, se sugiere realizar una demostración breve y práctica del proceso de escanear el código QR y acceder a los resultados, permitiendo que el paciente haga preguntas en el momento, luego confirmar la comprensión del paciente pidiéndole que repita o explique lo que ha entendido, asegurando que no queden dudas. Otra alternativa puede ser que en la consulta, una persona capacitada o que entienda, pueda guiar al paciente durante el proceso, desde escanear el código hasta comprender los resultados, ofreciendo apoyo personalizado Además del código QR, se deben ofrecer opciones alternativas, como la entrega de una copia impresa de los resultados en la consulta o el envío de los informes por correo físico o correo electrónico si el paciente lo prefiere. Taller para Profesionales en Radiología: Comprensión y Manejo de las Emociones en Pacientes Mayores Cuando se trata de la radiología, la atención a los pacientes de edad avanzada no se limita al procedimiento, sino que también permite sentir y regular las emociones que los pacientes tienen en mente. Este taller se realiza para enseñar a los radiólogos/as la identificación y el manejo correcto de las emociones del paciente y sus acompañantes. Algunos objetivos de este taller sería: Comprender las emociones comunes en pacientes mayores: obtener herramientas para identificar las emociones testarudas que los adultos mayores a menudo experimentan y, por lo general, incluir ansiedad, miedo y desarrollar habilidades de comunicación efectiva. Aprender a decir y qué no hacer durante las reuniones con pacientes mayores; y promover la colaboración con los acompañantes: crear un enlace común con los miembros de la familia y los cuidadores. Implementar estas estrategias de comunicación permite al profesional de salud mejora la experiencia del paciente adulto mayor, creando un ambiente de atención más accesible, empático y comprensible, refuerza la confianza del paciente en su equipo de atención médica y en las recomendaciones brindadas, finalmente contribuyen a humanizar la atención médica. A continuación se sugiere un folleto informativo dedicado al profesional de la salud, donde estarán planteadas algunas estrategias ya mencionadas para adoptar una comunicación efectiva y se establezca un ámbito sano y bueno de ambas partes.

La comunicación en el sistema de salud es amplia y diversa, abarcando tanto la interacción entre profesionales y pacientes como su integración con la tecnología. Esto implica que la nueva generación de atención médica hace uso del diseño, la planificación y la ejecución de herramientas tecnológicas para evaluar y diagnosticar las dolencias que presentan los pacientes. A su vez, los profesionales deben aplicar sus conocimientos para realizar diagnósticos y tratamientos adecuados. Es fundamental que los pacientes sepan utilizar estas herramientas tecnológicas para obtener información relevante sobre su salud. Históricamente, muchos adultos mayores han mostrado resistencia al uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) debido al miedo, la inseguridad y la desconfianza, especialmente por el temor a equivocarse o por desconocimiento. Además, la falta de hábito y el poco interés en estos sistemas han contribuido a esta situación. Sin embargo, las estadísticas del Indec indican que el uso de las TIC entre las personas mayores ha ido en aumento, gracias a la creciente relevancia de la comunicación en la sociedad actual. Aunque los baby boomers (de 56 a 73 años) no son nativos digitales, están adoptando tecnologías como el streaming, siendo Netflix y Youtube dos de las plataformas más populares entre otras. Esto muestra, que a pesar de la brecha generacional también están accediendo a estas herramientas y se benefician de ellas. Por otro lado, la generación silenciosa, es un subgrupo mayor a 76 años de edad participa en este proceso comunicacional, aunque su uso no de la tecnología es más limitado y suele restringirse a funciones específicas, como llamadas telefónicas o mensajes de voz por WhatsApp En el ámbito de la salud, es crucial que los pacientes tengan acceso a estas tecnologías para mejorar su calidad de vida y poder recibir atención adecuada. No obstante, a pesar de contar con acceso a la tecnología, los pacientes a menudo enfrentan dificultades para utilizarla correctamente, como informarse sobre los estudios y tratamientos necesarios.Cuando la información es extensa y la comunicación no es clara,

salud, sintiéndose parte del proceso y apoyados por su familia y el sistema sanitario. Esto les permitirá adaptarse a lo nuevo y alcanzar un mayor bienestar. Infografía

Bibliografía https://fundacionlacaixa.org/es/personas-mayores-recursos-digitales-glosario-edadis mo#:~:text=El%20edadismo%20es%20una%20forma,el%20uso%20inadecuado% 0del%20lenguaje. https://radiologiaclub.com/acerca-de-radiologiaclub/ https://radiologiaclub.com/2016/12/17/tecnologias-para-mejorar-la-experiencia-del-p aciente-en-radiologia/ https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212- Cuadernillo de Comunicación: Primer Año. San Juan: Universidad de Congreso,