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Percepción de las Adicciones a Sustancias: Rol de los Medios de Comunicación, Monografías, Ensayos de Comunicación

Este documento analiza las condiciones contextuales y evolutivas que influyen en la relación entre los medios de comunicación y la percepción de la población sobre las adicciones a sustancias psicoactivas (spas). El artículo aborda temas como el contexto internacional, la diferencia entre drogas licitas y ilícitas, y la adicción a spas como enfermedad. Además, se discute el papel de los medios de comunicación en la creación de estereotipos y prejuicios en relación a las personas con conductas adictivas a spas.

Tipo: Monografías, Ensayos

2018/2019

Subido el 09/07/2019

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Revista Semestral Ciencia, Cultura y Sociedad
vol.1 No.2 julio diciembre 2013 ISSN 2305-7688 39
CONDICIONES CONTEXTUALES Y EVOLUTIVAS EN LOS
MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y PERCEPCIÓN DE LAS
ADICCIONES1
RESUMEN
El presente trabajo describe las condiciones contextuales y evolutivas de la
relación entre los medios de comunicación y la percepción de la población sobre
las adicciones a Sustancias Psicoactivas (SPAs). Se consideran los siguientes
apartados: contexto internacional, drogas ilícitas versus drogas lícitas, la adicción
a SPAs como enfermedad; y el rol de los medios de comunicación. Este estudio se
basa en una revisión bibliográfica y en línea. A manera de conclusión, se exponen
algunos planteamientos y desafíos en relación al deber que tienen los medios
de comunicación, de abordar las adicciones a SPAs como una enfermedad y no
como un simple vicio, separándolo del fenómeno del narcotráfico; ya que este
último es una problemática aún más compleja que las mismas adicciones, por las
implicaciones económicas, políticas y de poder inmersas.
PALABRAS CLAVE: Adicciones a SPAs, Medios de comunicación, Percepción
de la población.
1 Este trabajo corresponde a un ensayo tutorado por el Dr. Bladimir Díaz, Facilitador del Seminario:
Conocimiento, Poder y Medios de Comunicación, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad del
Zulia, en el marco del Programa del Doctorado en Ciencias Sociales mención gerencia.
ENSAYO
Cristina Juárez de Amaya
Investigadora, Universidad Evangélica de El Salvador.
Doctorando del Programa de Doctorado en Ciencias Sociales,
mención Gerencia. Universidad del Zulia.
Recibido 30/01/13
Aceptado 20/05/13
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CONDICIONES CONTEXTUALES Y EVOLUTIVAS EN LOS

MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y PERCEPCIÓN DE LAS

ADICCIONES^1

RESUMEN

El presente trabajo describe las condiciones contextuales y evolutivas de la relación entre los medios de comunicación y la percepción de la población sobre las adicciones a Sustancias Psicoactivas (SPAs). Se consideran los siguientes apartados: contexto internacional, drogas ilícitas versus drogas lícitas, la adicción a SPAs como enfermedad; y el rol de los medios de comunicación. Este estudio se basa en una revisión bibliográfica y en línea. A manera de conclusión, se exponen algunos planteamientos y desafíos en relación al deber que tienen los medios de comunicación, de abordar las adicciones a SPAs como una enfermedad y no como un simple vicio, separándolo del fenómeno del narcotráfico; ya que este último es una problemática aún más compleja que las mismas adicciones, por las implicaciones económicas, políticas y de poder inmersas.

PALABRAS CLAVE: Adicciones a SPAs, Medios de comunicación, Percepción de la población.

1 Este trabajo corresponde a un ensayo tutorado por el Dr. Bladimir Díaz, Facilitador del Seminario: Conocimiento, Poder y Medios de Comunicación, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad del Zulia, en el marco del Programa del Doctorado en Ciencias Sociales mención gerencia.

ENSAYO

Cristina Juárez de Amaya Investigadora, Universidad Evangélica de El Salvador. Doctorando del Programa de Doctorado en Ciencias Sociales, mención Gerencia. Universidad del Zulia. Recibido 30/01/ Aceptado 20/05/

EVOLUTIVE AND CONTEXTUAL CONDITIONS BETWEEN THE

RELATIONSHIPS OF MEDIA AND THE SOCIAL PERCEPTION OF

THE ADDICTIONS

ABSTRACT

This paper describes the contextual and evolution conditions of the relationship between the media and public perception about addictions to Psychoactive Substances (PASs). This research considers the following topics: international context, illicit drugs versus licit drugs, the addictions to PASs as illness, and the media role. This study is based on a literature review and online. In conclusion presents some approaches and challenges in relation to the duty of the media to address addictions PASs as a disease and not as a simple bad habit, isolated from the phenomenon of drug trafficking, since the latter is a problem even more complex than the same addictions, by the economic factor , political and embedded power.

KEYWORDS: Addiction to PASs, Media, Perception of the population.

INTRODUCCIÓN

Durante décadas se ha venido desarrollando un esfuerzo científico importante para determinar las causas de las adicciones a sustancias psicoactivas (SPAs). Actualmente, se sostiene que factores biológicos, genéticos, psicológicos, de personalidad, socio-culturales y familiares, interaccionan entre sí de manera compleja; sustentando que las causas de las adicciones a SPAs son múltiples y que no existe una teoría única que explique la problemática, ni determine cuál o cuáles son las mejores estrategias para asegurar el tratamiento y la rehabilitación de las personas adictas a las SPAs, comúnmente conocidas como drogas.

A pesar de las declaraciones que organismos como la Organización Mundial de Salud (OMS), Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Comisión Interamericana para el

Control del Abuso de Drogas (CICAD-OEA), han pronunciado en relación a la dependencia de drogas: “la dependencia de drogas es una enfermedad crónica y recurrente con múltiples determinantes, tanto biológicos y psicológicos como sociales, y debe ser considerada y tratada como un asunto de salud pública, tal como el tratamiento de otras enfermedades crónicas”. Las personas que padecen de adicciones a SPAs continúan siendo objeto de una seria discriminación, particularmente en el caso de adicciones a drogas ilícitas (marihuana, cocaína, heroína, crack, entre otros). Esto es propiciado por los prejuicios y estereotipos que existen respecto a la problemática, pues entrados al siglo XXI socialmente se continúa considerando a las adicciones a SPAs como “un simple vicio” y no como “una enfermedad” (Organización de Estados Americanos, OEA 2011).

Condiciones contextuales y evolutivas en los Medios de Comunicación y percepción de las adicciones, pág. 39-

Alrededor del fenómeno de las drogas existen países catalogados como productores, países de tránsito y países consumidores. El Salvador no es un productor de droga o de transferencia mayor en comparación con otros países de América Latina; sin embargo, enfrenta un problema con las drogas, en lo que se refiere al uso doméstico (consumo) y al tránsito (tráfico).

DROGAS ILÍCITAS VERSUS DROGAS LÍCITAS

La problemática de las drogas ilícitas es indesligable de la del fenómeno del narcotráfico, fenómeno multidimensional, multi-causal, multidisciplinario y de carácter mundial. Así lo da a entender James Mack, Secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD), cuando afirma que “el problema mundial de las drogas, incluidos sus costos políticos, económicos, sociales y ambientales, constituye un fenómeno complejo, dinámico y multicausal que impone un desafío a los Estados y a sus gobiernos. Lejos de constituir una preocupación local o regional, este problema exige ser abordado de forma integral, equilibrada y multidisciplinaria y requiere, al hacerlo, la responsabilidad común y compartida de los Estados” (Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas, CICAD 2010).

Los nuevos enfoques en el tema de las drogas fueron presentados por Alejandro Vassilaqui, Director del Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (CEDRO), en una entrevista concedida al señor Adolfo López Bustillo, Coordinador de Asuntos Políticos de la Secretaría General de la Comunidad Andina. En ella se trató sobre los nuevos enfoques en el tema de las drogas ilícitas, entre los que destaca los de la despenalización versus penalización; el análisis de las causalidades

que podría inducir su consumo; y el de los grados de pureza y sus efectos en el consumidor, con una perspectiva constructiva y aleccionadora. Un tema polémico abordado en la entrevista fue el de la posible legalización del consumo; al respecto, Vassilaqui fue categórico cuando afirmó que “la legalización no reduce el número de adictos, los aumenta”, cuestionando a quienes afirman que el mercado de las drogas se autorregula por las leyes de la oferta y la demanda, puesto que “el adicto no puede regular su apetencia; ésta lo desborda y cuando le falta la droga la busca por cualquier medio lícito o ilícito” (Comunidad Andina, 2010).

El trabajo realizado en Bogotá “drogas de síntesis”, revela resultados preocupantes en la medida que se evidencia un alto grado de falsificación de las drogas de síntesis; y pareciera que los narcotraficantes, con el objetivo de incrementar el volumen de las drogas, lo están mezclando con cualquier sustancia; sin importar su clase u origen ni el efecto que pueda ocasionar en el consumidor.

En cuanto a drogas lícitas, el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas (medicamentos de prescripción) constituyen un problema prioritario en salud pública, ya que comporta los niveles más altos de morbilidad y mortalidad prevenibles. Pese a las campañas y programas preventivos, en los países desarrollados, entre un tercio y la mitad de los escolares experimentan con el tabaco antes de finalizar la escolarización secundaria (Fernández, Nebot, & Jané, 2002).

El Salvador realizó la segunda encuesta de prevalencia de consumo de drogas en escolares de educación básica y media en el 2008, en centros urbanos con poblaciones mayores a 30 mil habitantes; con una muestra representativa de 6,265 estudiantes. En la mencionada encuesta; la prevalencia de consumo de alcohol fue de

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32.5% en algún momento de la vida; de 20%, en los últimos 12 meses; y del 11.5%, en los últimos 30 días. La prevalencia de consumo de tabaco fue de 27.9% en algún momento de la vida; 15.1%, en los últimos 12 meses; 9.3% en los últimos 30 días. En cuanto a drogas ilegales la prevalencia de marihuana en algún momento en la vida fue de 5.5%; de 3.5%, en los últimos 12 meses, y de 1.8%, en los últimos 30 días (CICAD, 2010).

Como en el resto de los países del mundo, en El Salvador la problemática de las adicciones es proporcionalmente mayor en cuanto a drogas lícitas que a drogas ilícitas. El alcohol es una de las sustancias más utilizadas en las Américas. Las tasas de uso varían enormemente entre los países, las poblaciones y los estratos sociodemográficos. La Organización Mundial de la Salud estima que el alcohol causa en todo el mundo el 3,2% de todas las muertes o 1,8 millones de muertes por año, y representa el 4% de la carga mundial de muertes. La mayoría de estas muertes se deben a accidentes de tránsito y lesiones relacionados con el alcohol, incluida la violencia intrafamiliar (OEA, 2011).

El consumo peligroso o nocivo de alcohol afecta desproporcionadamente a los adultos jóvenes. Datos de la encuesta SIDUC en las Américas indican que las tasas más altas de consumo de riesgo o nocivo ocurren entre los 18 y 34 años de edad. Los datos también muestran que entre el porcentaje de personas que consumen alcohol de forma regular, una gran parte son menores de 18 años que ya cumplen los criterios clínicos para el uso peligroso de alcohol. El consumo excesivo de alcohol y la dependencia también se asocian a una amplia variedad de conductas desadaptativas y de riesgo (Organización Mundial de la Salud, 2010).

La edad promedio del primer consumo de cualquier droga en El Salvador, de acuerdo

con los resultados de la segunda encuesta de prevalencia en escolares de educación básica y media (2008), se encontró: 13 años la edad promedio para el alcohol y el tabaco, 14 años para solventes e inhalables volátiles, cocaína, marihuana, crack y éxtasis (CICAD, 2010).

LA ADICCIÓN A SPAs COMO ENFERMEDAD

La nueva Estrategia hemisférica sobre drogas (OEA-CICAD, 2010), creada a partir de un examen de las experiencias y esfuerzo desarrollados en los 13 años transcurridos desde que se aprobó en Lima, Perú, en 1977; la anterior Estrategia, propone el bienestar del individuo como la idea central: 1) El respeto a los Derechos Humanos en la implementación de las políticas sobre drogas; 2) que la evidencia científica debe ser la base para el establecimiento de políticas de drogas; 3) que la dependencia de drogas es una enfermedad crónica y recurrente y debe ser tratada como un tema de salud pública.

El consumo y dependencia de las drogas afecta de modo significativo la calidad de vida de las personas y en razón de su magnitud, trascendencia y elevado costo social y económico, se le considera entre los más graves problemas de salud pública. En las últimas décadas, los avances científicos alcanzados en el campo de las adicciones, le han permitido a la comunidad terapéutica visualizar, comprender y atender los casos de adicciones a SPAs como una enfermedad, considerando los derechos de los pacientes adictos (Alfonso & Madrigal, 1999).

A diferencia de otras enfermedades, en el caso de las adicciones a SPAs, es importante que el programa de monitoreo de la calidad de atención para el tratamiento de la dependencia de las drogas, cuente con el debido respaldo

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LA INFLUENCIA DE LOS MEDIOS DE

COMUNICACIÓN

Como lo señala Villalobos (2006), la interrelación entre las personas y grupos está matizada por las barreras de la comunicación; por ejemplo las generadas por los prejuicios sociales. La existencia de prejuicios sociales ha sido ampliamente debatida por la psicología social y se ha convenido que el prejuicio “es una actitud negativa injustificable hacia un grupo y los individuos que lo integran. El prejuicio es previo al juicio; nos inclina en contra de una persona con base sólo en su identificación con un grupo particular” (Myers, 1997: 346, Citado por Villalobos). Una persona con prejuicios hacia determinado grupo social tiende a considerar a sus miembros de manera negativa, simplemente porque pertenece a ese grupo (Baron y Byrne, 1998.Citado por Villalobos). El problema es complejo porque éstas son evaluaciones negativas que pueden derivarse de asociaciones emocionales o de la existencia de estereotipos, de simplificaciones y reducciones, de generalizaciones de la realidad. La tendencia a estereotipar a los demás es consecuencia del hecho de que esa actitud, o estrategia, ahorra esfuerzos de comprensión y de conocimiento. El prejuicio incide en la manera de actuar, de razonar y de actuar.

Según el Estudio de Factores de Riesgo y Protección del consumo de drogas entre estudiantes universitarios salvadoreños (Rivera, 2007), se advierte que alrededor de una tercera parte de la población se encuentra en inminente riesgo a causa de la inseguridad individual, familiar y socioeconómica; y en consecuencia los jóvenes se ven inducidos a adoptar conductas de riesgo. Este estudio concluye además que la publicidad que ofrecen los medios de comunicación induce a la adopción de conductas desadaptativas y al consumo de drogas licitas e

ilícitas, debido a que envían un mensaje confuso, mezclando el fenómeno del narcotráfico con el fenómeno del consumo problemático de SPAs.

Andrade (2009) en su estudio Análisis psicodinámico del lenguaje en el paciente farmacodependiente, expone que cada época y civilización, consonante a la diversidad de sus saberes, rituales, creencias e ideologías, se manifiesta de diferente manera en su lenguaje, a través de los modelos sociales y mentales que la organizan. Esta estructuración determina los modos de reacción frente a las demandas psicológicas y ambientales; en consecuencia, el contenido de lo que se expresa, siempre está cargado de motivos emocionales que dan razón del estado psicológico individual y colectivo; así, ninguna expresión deja de ser emocional, como ningún pensamiento deja de ser en esencia, de carácter inconsciente. De allí la importancia que cada palabra que enuncia el paciente representa un orden simbólico, la expresión individual del sentido que le da a su situación existencial, y en el caso del farmacodependiente se relaciona con todo aquello que se truncó en el lenguaje expreso. De acuerdo a esto, hay en estos pacientes, una necesidad oral de expresar algo inefable y que constituye en gran medida el origen de su adicción.

El proceso de los usos sociales de la comunicación es clave para entender el modo en que los contenidos mediáticos se expanden en la sociedad (Pindado, 2003). Contenidos de los que se habla con los amigos, suscitan discusiones y permiten consolidar lazos y vínculos sociales. Es una especie de sociabilidad en espiral que propaga lo que emana de los medios de comunicación.

Como han puesto de relieve diversos investigadores, en la adolescencia, los pares y los medios aparecen como recursos informativos

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esenciales, sustituyendo a la familia y al colegio en aspectos relevantes (Fisherkeller, 1995; Durham, 1999; Chapin, 2000; citados por Pindado). En este período vital aumenta el interés por buscar fuentes de información alternativas a las paternas y escolares, siendo los pares y los medios de comunicación las principales. A su vez la interacción con sus iguales y el contexto social influyen en el modo en que se relacionan con los medios, en su consumo y sus gustos. Es importante resaltar que la red social de amigos y compañeros de colegio aparece como el verdadero mediador en la inclinación hacia unos u otros contenidos de los medios, así como en los hábitos y tendencias de moda (Durham, 1999; citado por Pindado). Puede decirse que entre los medios y los pares hay un camino de ida y retorno, en la medida que los primeros intervienen, es decir, median, en las relaciones con los iguales; y, a su vez, los segundos inciden en los diferentes modos de vincularse con aquellos. Se da, en suma, una reciprocidad entre ambos, alimentándose mutuamente.

En el mundo de hoy, dominado por los medios de comunicación y las nuevas tecnologías, las relaciones sociales y las interacciones no son sólo de presencia espacial compartida y simultánea, sino que a través de una variedad de canales comunicativos se establecen importantes relaciones con “otros ausentes” (Giddens,1997). La sociedad actual se halla dominada por un complejo entramado de relaciones con esos presentes- ausentes, representados por los personajes de los medios, con sus caras, su fisonomía y sus valores. Desde niño el ser humano es estimulado por diversas fuentes: padres, otros niños, profesores, televisión. Todas son importantes.

EL ESTIGMA DEL CONSUMIDOR

El estigma de consumidor de drogas actúa marcando negativamente la vida social del individuo. El proceso de la construcción de este estigma es siempre arbitrario, cultural y surge de la necesidad de censurar a aquellas personas que se desvían de lo que es o no asumido como aceptable desde el punto de vista social y cultural, e aquí la gran influencia que ejercen en este contexto los medios de comunicación. El estigma conlleva una definición totalizadora con capacidad para desacreditar a la persona consumidora de SPAs, en este caso drogas ilícitas, pero no así a aquella que consume drogas licitas como el alcohol y tabaco.

De acuerdo a Del Olmo (1997), la educación a través de los medios de comunicación exige resolver las propias contradicciones internas, entre las que destacan, de forma especial, el ser la mayor base publicitaria de las drogas legales: alcohol, tabaco, medicamentos; mientras que referente a las drogas ilegales difunden mensajes de destrucción y muertes. Romper este esquema y difundir información verídica fundamentada con base científica, es el reto que tienen los medios de comunicación a nivel nacional e internacional.

El proceso de estigmatización convierte al drogodependiente en un ser desposeído, su definición social se establece por comparación con los no consumidores y esta comparación sirve para fijar su posición social como alguien que es diferente e inferior. Su vida como individuo se ve señalada y cargada de atributos negativos. De esta forma le resultará imposible para esta persona plantearse otro proyecto de vida al margen de la sustancia. A esto ha contribuido su creciente baja autoestima, su bajo autocontrol, la carencia de pensamientos críticos hacia la adicción, valores y atributos interiorizados alrededor del consumo.

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“fenómeno del narcotráfico”, ya que este último es un problema mucho más complejo por sus serias implicaciones políticas, económicas y de poder.

Los medios de comunicación deben considerar, además, la evolución histórica y contextual del consumo de drogas; la variación en las características sociodemográficas, en los patrones de consumo de la población y la necesidad de los usuarios de obtener respuestas satisfactorias en los servicios de tratamiento, rehabilitación e inserción social, lo que orientaría a los gobiernos a hacer cambios significativos en la oferta de atención.

El incremento del consumo de drogas en los últimos treinta años condujo a una elevación correspondiente en las necesidades de atención para los trastornos por dependencia a drogas; y a una mayor demanda de servicios en los establecimientos de salud, los cuales en El Salvador no cuentan con los recursos necesarios para dar una respuesta apropiada a estos nuevos requerimientos. Por lo que es papel del gobierno y de las entidades directamente involucradas en esta problemática, continuar uniendo esfuerzos, trabajando de manera interinstitucional y complementaria; para brindar una respuesta efectiva y eficaz a esta población que continúa siendo objeto de discriminación.

REFERENCIAS

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