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El documento aborda los conceptos de desarrollo, pobreza y desigualdad, y cómo están relacionados. Presenta el enfoque de capacidad de amartya sen y el enfoque de desarrollo humano del programa de las naciones unidas para el desarrollo (pnud), que ven el desarrollo como la expansión de las libertades de las personas. Se discute cómo la pobreza va más allá de la falta de ingresos, y cómo afecta de manera diferenciada a hombres y mujeres. También se menciona la importancia de la educación y los objetivos de desarrollo del milenio en la lucha contra la pobreza. El documento concluye resaltando la necesidad de impulsar el desarrollo humano y la igualdad de género para lograr un verdadero progreso.
Tipo: Resúmenes
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DESARROLLO HUMANO Y ERRADICACIÓN DE LA POBREZA El desarrollo, la pobreza y la desigualdad son conceptos diferentes, aunque se encuentren intrínsecamente relacionados. Están en el centro del enfoque de capacidad de Amartya Sen y del Enfoque de Desarrollo Humano del Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo, todos tienen un notable impacto en el bienestar de las personas. Esta visión fue puesta en tela de juicio por el enfoque de capacidad de Sen, que introdujo un cambio de paradigma en la forma en que entendemos el desarrollo. Su paradigma de desarrollo se apoyaba en dos cambios fundamentales con respecto al enfoque anterior. El desarrollo humano se describe hoy en día como la expansión de las libertades de la gente, donde el concepto de libertad tiene en cuenta las capacidades que las personas valoran y el empoderamiento del individuo para participar activamente en los procesos de desarrollo en un planeta compartido. La ampliación de las libertades y el empoderamiento de las personas no bastan para conceptualizar el desarrollo humano en sí mismo. Por ejemplo, un auge del crecimiento que genere grandes ganancias para los más ricos y mantenga estables los resultados de las clases bajas y medias, sería estrictamente, una expansión del desarrollo humano, porque se ampliarían las capacidades de algunas personas sin afectar negativamente a la libertad de cualquier otro. Ejemplos de estos principios son la reducción de la pobreza, la eficiencia, la equidad, la sostenibilidad, el respeto de los derechos humanos y la responsabilidad. Se han sugerido políticas complementarias para conseguir avances duraderos en materia de desarrollo humano. ÍNDICE DE DESARROLLO HUMANO (IDH) Publicado por el PNUD desde 1990, es el principal indicador estadístico internacional que refleja en una medida sintética la multidimensional del desarrollo humano, su objetivo reorientar la atención hacia un desarrollo enfocado en el ser humano y alimentar el debate sobre cómo propiciar el progreso de las sociedades. Clasificaciones internacionales de desarrollo:
equidad, la inclusión social, el empoderamiento de las mujeres y el respeto a los derechos humanos son condiciones necesarias para poder reducir la pobreza. También nos permite observar que mujeres y hombres no son grupos homogéneos sino diversos y señala la importancia de cruzar el género con otras variables como clase, edad, etnia, raza, discapacidad y ámbito rural/ urbano, para poder comprender realmente este fenómeno y sus implicaciones. Sin embargo, en muchas ocasiones tanto la medición como el análisis de la pobreza siguen siendo ciegos al género. Así, este tipo de mediciones acaban afirmando que no hay diferencias relevantes entre la incidencia, intensidad y severidad de la pobreza entre hombres y mujeres. Por el contrario, cuando las desigualdades de género al interior del hogar se toman en cuenta, las mujeres aparecen sobrerrepresentadas entre las personas pobres y se evidencian los verdaderos niveles de pobreza entre la población femenina. Por un lado, la división sexual del trabajo ha dado lugar a que los quehaceres domésticos y las labores de cuidado sigan siendo en nuestra región responsabilidad casi exclusiva de las mujeres, sin que ellas reciban ninguna remuneración por ello. Esto tiene claras implicaciones para sus vidas, ya que dificulta su inserción laboral, supone una sobrecarga de trabajo que no es socialmente reconocida, genera dependencia económica de las mujeres hacia los hombres, limita su acceso y control de los recursos y aumenta su vulnerabilidad frente a la pobreza. Otro de los factores fundamentales que incide en la pobreza femenina tiene que ver con la segregación laboral y las brechas salariales que enfrentan les mujeres. Los hogares encabezados por mujeres han ido en aumento y pasaron del 22% en 1990 al 31%en 2008. Los estudios demuestran que los hogares con jefatura femenina reciben menos ingresos, lo que se debe a la discriminación laboral y salarial que sufren las mujeres, al fenómeno de la migración masculina y a la irresponsabilidad paterna a la hora de aportar recursos para la manutención de sus hijos e hijas. Sin embargo, es importante visibilizar también los aspectos positivos que pueden existir en estos hogares, como la mayor libertad para tomar decisiones, mayor autonomía de la mujer, un patrón de gasto más equitativo al interior del hogar, disminución de la violencia intrafamiliar, etc., aspectos que forman parte de una visión más integral de la pobreza.
En las últimas décadas ha ido tomando fuerza el término de feminización de la pobreza, referido al predominio reciente de las mujeres entre la población empobrecida. EDUCACIÓN Y POBREZA Desde el discurso político, algunas personas han planteado el argumento de alentar a las personas a recibir educación como estrategia de crecimiento, desarrollo económico y progreso social. En este sentido, en las dos últimas décadas del siglo XX, la aplicación de las políticas públicas ha mostrado un cambio sustancial en la forma en que se interpreta la educación como estrategia de desarrollo económico, humano y social en México. Por lo tanto, a pesar del compromiso del gobierno federal de consolidar la política estatal de financiamiento de la educación superior y aumentar los recursos para lograr una inversión directa del 0,63% del PIB en 2008, existe evidencia de que la restricción se debe a la posibilidad de tributación, lo cual es una señal Existe la necesidad de diversificar las fuentes de ingresos, aunque se dice claramente que el Estado no renunciará a su responsabilidad de financiar la educación superior en México. OBJETIVOS DE DESARROLLO DEL MILENIO Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) suponen un respaldo político sin precedentes para el impulso compartido de procesos de desarrollo centrados en las personas, en su bienestar y libertad. En la Declaración del Milenio, la igualdad se considera uno de los 6 valores indispensables para las relaciones internacionales en el siglo XXI. La Declaración señala la promoción de la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer como medios eficaces para combatir la pobreza, el hambre y las enfermedades y de estimular un verdadero desarrollo sostenible. Y destaca como dos de los principales desafíos internacionales, la lucha contra todas las formas de violencia contra la mujer y la aplicación de la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés). La existencia de un objetivo específico no quiere decir que no haya que tomar en cuenta la dimensión de género en los otros siete objetivos. Por el contrario, el Documento Final de la Cumbre Mundial 2005, señala que la igualdad entre hombres y mujeres sólo se puede
Conconi, A. y Viollaz, M. (2018). Pobreza, desigualdad y desarrollo: Discusión desde el enfoque de la capacidad [Archivo PDF]. Recuperado el 28 de agosto de 2021 de https://www.bbvaopenmind.com/wp-content/uploads/2018/03/BBVA-OpenMind- Adriana-Conconi-Mariana-Viollaz-Pobreza-desigualdad-y-desarrollo-discusion-desde- el-enfoque-de-la-capacidad.pdf