Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

Educación Lugarizada desde lo Común, una alternativa del sur en pandemia, Apuntes de Ecología Social

Programa de estudio de la eduacion primaria en Venezuela, en epocas de pandemia

Tipo: Apuntes

Antes del 2010

Subido el 20/11/2021

Zorymarm2
Zorymarm2 🇻🇪

1 documento

1 / 124

Toggle sidebar

Esta página no es visible en la vista previa

¡No te pierdas las partes importantes!

bg1
pf3
pf4
pf5
pf8
pf9
pfa
pfd
pfe
pff
pf12
pf13
pf14
pf15
pf16
pf17
pf18
pf19
pf1a
pf1b
pf1c
pf1d
pf1e
pf1f
pf20
pf21
pf22
pf23
pf24
pf25
pf26
pf27
pf28
pf29
pf2a
pf2b
pf2c
pf2d
pf2e
pf2f
pf30
pf31
pf32
pf33
pf34
pf35
pf36
pf37
pf38
pf39
pf3a
pf3b
pf3c
pf3d
pf3e
pf3f
pf40
pf41
pf42
pf43
pf44
pf45
pf46
pf47
pf48
pf49
pf4a
pf4b
pf4c
pf4d
pf4e
pf4f
pf50
pf51
pf52
pf53
pf54
pf55
pf56
pf57
pf58
pf59
pf5a
pf5b
pf5c
pf5d
pf5e
pf5f
pf60
pf61
pf62
pf63
pf64

Vista previa parcial del texto

¡Descarga Educación Lugarizada desde lo Común, una alternativa del sur en pandemia y más Apuntes en PDF de Ecología Social solo en Docsity!

Ilustraciones de Tapa e Interiores: Ignacio Pardo Corrección: Antonella Alvarez y Hernán Ouviña Diagramación: Esteban Sambucetti

CEAAL Consejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe Pino 2237-A, Col. del Fresno Guadalajara, Jalisco C.P 44900 Mexico Tel - (01) (33) 3811-09-4 www.ceaal.org oscar.jara_presidencia@ceaal.org

CLACSO Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales Conselho Latino-americano de Ciências Sociais Estados Unidos 1168 | C1023AAB Ciudad de Buenos Aires | Argentina Tel [54 11] 4304 9145 | Fax [54 11] 4305 0875 | clacso@clacsoinst.edu.ar | <www.clacso.org>

Muchos Mundos Ediciones Instagram: @Muchosmundos_ediciones FB: Muchos Mundos Ediciones Mail: muchosmundos.ediciones@gmail.com Web: https://muchosmundosediciones.wordpress.com/

Educación lugarizada desde lo común: una alternativa del Sur en pandemia / compilación de Rosangela Orozco; Henry Renna; Lenin Romero. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Muchos Mundos Ediciones; Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO); Consejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe (CEAAL), 2021. Libro digital, PDF Archivo Digital: descarga y online ISBN 978-987-88-0440-

  1. Derecho a la Educación. 2. Pandemias. 3. Acceso a la Educación. I. CDD 370.

Compiladores:

Rosangela Orozco, Henry Renna, Lenin Romero

Contribuciones de:

Belkis Bigott, Maria Figueredo Maria Rosa Goldar, Juan Gonzalez,

Ramon Grosfoguel, Rodrigo Hurtado, Claudia Korol, Eduardo Piñate,

Oscar Jara, Silvia Medina, Loida Meza, Jiovanni Samanamud, Rebeca Senia, Hernán Ouviña, Armando Rojas

Descolonización del sentido y contenidos de la educación Ramon Grósfoguel............................................................................... 79

Producción de conocimiento, plurinacionalidad e interculturalidad Jiovanni Samanamud........................................................................ 87

Neoliberalismo, Comuna y función social del conocimiento Rodrigo Hurtado................................................................................... 93

Privatización, educación pública y comunidad Juan González López.......................................................................... 97

Hacia una caja de herramientas propia: Glosario de experiencias lugarizadas desde lo común Silvia Medina, Loida Meza, Henry Renna, Lenin Romero y Rebeca Senia.............................. 103

Carta de cierre: Al Maestro Simón Anónimo................................................................................................. 121

tamos mirando más allá de las formas concretas y los tiempos “posmodernos”, el espacio que se abre -desde la ausencia y la distancia- como oportunidad para desmontar -o al menos des- legitimar- la educación bancaria, y al mismo tiempo, no con- formes con eso, contagiar en la educación pública el virus de la educación popular. Un virus que es portador de vida, y que ata- ca a los modos dogmáticos y disciplinadores, domesticadores, del acto educativo tradicional.

En estos esfuerzos resuenan palabras que nombran ejerci- cios colectivos: poder popular, lugar, comunidad, territorio, so- beranía educativa. Son palabras que desafían el marco impues- to por la gestión de la pandemia en la mayoría de los países del sur: aislamiento social, distancia, salvatajes individualistas, racistas, patriarcales y clasistas, burocratización de las políti- cas educativas. Las propuestas realizadas resignificaron terri- torialmente el “Plan Cada Familia Una Escuela”, promoviendo una búsqueda curiosa e inacabada, que revaloriza la potencia de las comunidades y del común, las lugarizaciones en el hecho pedagógico -comprendidas como los sentidos que “viven” en los territorios-.

Estas experiencias situadas, nos re-encuentran con Simón Rodríguez, el maestro de Bolívar, quien no se encerró en el aula junto a su discípulo, sino que caminó junto a él, mirando juntos la geografía del territorio para enseñarle el ABC del sueño de li- bertad. Nos re-encuentran con Hugo Chávez, en su legado fun- damental: “¡Comuna o Nada!” que nombra el lugar del común, el territorio fértil donde se crea y recrea el poder popular.

Estas búsquedas creativas, nos plantean también la urgen- cia de encontrarnos con Carlos Lanz, de seguir buscándolo por- que sigue desaparecido y nadie queda en el olvido en las peda- gogías de la memoria. Carlos Lanz, el educador popular creador del Método INVEDECOR (investigación, educación, comunica- ción y organización), con el que pretendía fortalecer y orientar la acción revolucionaria.

Crear los métodos propios y necesarios para este tiempo, que nos permitan derrotar la soledad, el aislamiento, y fortale- cer desde la base el poder popular, es parte de una educación que siga siendo camino y no punto de llegada.

Sin pretender ahora, cuando se masificaron en el continen- te los procesos educativos, que cada maestro-maestra pueda, como Simón Rodríguez, caminar junto a cada estudiante -cru- zando incluso los límites de la pandemia-, las propuestas aquí presentadas y teorizadas, nos remiten a la idea de aula abierta, que parte de las necesidades, proyectos y elementos que se en- cuentran en la comunidad, dialogan con ella, para aportar a las acciones emancipatorias que buscan transformarla. Y al mis- mo tiempo, la lugarización, permite no perder de vista a cada persona que se vuelve sujeto del acto pedagógico colectivo, y compartir no sólo los saberes administrados por la currícula, sino también los sentires, los desgarros, las angustias, los sue- ños con que se integra esa persona a los momentos de cambio que implica la educación, como práctica de la libertad.

A diferencia de lo que vivimos en distintas regiones del con- tinente, aquí no hay abandono de personas: ni en los centros de salud, ni en los centros educativos. Aquí el centro de la atención son los sujetos envueltos en los procesos educativos: estudian- tes, educadores/as, comunidad. Aquí la soberanía educativa es parte de la creación del poder popular.

Los educadores y educadoras populares, en esta expe- riencia, recuperan de Paulo Freire, en el año de su centenario, el llamamiento a “reinventar el mundo” y a “reinventar la edu- cación”, desde la posición que aquí se llama de “artesanos”, y que Paulo Freire llamó de “artistas”, a los que proponía que se animaran a ser “locamente sanos” y “sanamente locos”, para poder asumir el desafío creativo imprescindible de romper los límites impuestos por el sistema bancario de educación.

En estos tiempos de pandemia, de aislamiento, de confinamien- to, los esfuerzos bolivarianos saltan la alternativa planteada como ca- misa de fuerza: presencialidad o virtualidad. Aunque sabemos que no es lo mismo la educación con distancia y sin los cuerpos presentes, que la virtualidad puede ser espacio de aislamiento y de pérdida de empatía y compromiso, también conocemos que en la presencialidad de las políticas educativas de nuestros países se multiplican la des- contextualización de los saberes, la transmisión bancaria de conoci- mientos, el autoritarismo, la disociación entre teoría y práctica.

Educación para el socialismo. Ya no se habla del socialis- mo petrolero, cuando se nombra al socialismo del siglo XXI. Ya no se trata del socialismo estatista de “las vacas gordas” y la renta del petróleo, que desborda la gestión revolucionaria y la atrapa. Se trata de decir socialismo, desde la Comuna, desde el hombre nuevo, la nueva mujer, las nuevas maricas, travestis, lesbianas, trans, que lo construyen cada día, y que requieren para ello que se derrumben las fronteras de la homofobia, la lesbofobia, la travestofobia, la transfobia, incluso en las insti- tuciones y programas educativos.

Educación Sexual Integral, sería un tema a proponer y re- crear en estos diálogos. Tal vez por ahí asomen algunos vacíos del programa “Cada Familia una Escuela”. Esto será así, si cada familia es territorio en el que se humanizan las relaciones, se aceptan las diferencias, y se crean condiciones que amplían las posibilidades de sentirse libres. Si la educación, lejos de llevar la marca de un pensamiento religioso determinado, logra ser diálogo de todas las cosmovisiones que habitan los territorios plurinacionales de Nuestra América.

La concreción de un proyecto socioeducativo histórico, emancipador, liberador, revolucionario, bolivariano, no puede ser un juego de palabras. No convive si no confronta con todas las resistencias conservadoras que pretenden retrotraer los procesos de cambio a un conformismo abrumador.

Las Comunas, los territorios donde el poder popular se ejerce, no son lugares para esperar las dádivas del estado be- nefactor, que se disuelven en los límites de las políticas del or- den. El lugar de la comunidad tiene un fuerte impulso deses- tatizante, aunque sabemos que no es lo mismo luchar contra la miseria y la pedagogía de la crueldad, del cinismo, cuando desde el estado el fascismo ordena y manda o cuando el mismo es territorio de disputa de proyectos que promueven procesos comunitarios y populares.

¿Qué significa entonces el impulso desestatizante en el contexto de la revolución bolivariana? Implica, según estas ex- periencias, fortalecer el lugar del poder popular desde la Co- muna. Y en la perspectiva pedagógica, afianzar una educación de los oprimidos y oprimidas, basada en el diálogo crítico, en la creación colectivas de conocimientos, en la esperanza como

necesidad ontológica -al decir de Paulo Freire-, y no una educa- ción para reproducir las lógicas burocráticas del ordeno y man- do, de la homogeneización compulsiva de las diferencias.

Por eso, aunque en diferentes artículos se mencionan a es- tas experiencias con el deseo que se extiendan a nuestros terri- torios del sur, sabemos que la correlación de fuerzas es un dato necesario para no caer en un subjetivismo idealista sobre las posibilidades de cambiar la educación, sin revolucionar todos los aspectos de la vida cotidiana.

Poder popular, lo común como un lugar-proceso, territorio, comunidad, educación en movimiento, auto-organización, re- suenan con el cambio que suponen las revoluciones socialistas, antipatriarcales, anticoloniales, en su dimensión pedagógica radical. La apuesta de este libro nos permite pensar estas ca- tegorías, no como ejercicio academicista, sino mirando las ex- periencias del pueblo, nos ayuda a oxigenar nuestras rebeldías, y a enfrentar a la pandemia con la osadía necesaria para trans- formar los vacíos en territorios donde se siembran semillas no transgénicas.

Lo central de cada momento de teorización de las prácti- cas, según creemos desde la educación popular, es la vuelta a una práctica transformada y transformadora. Por eso el libro es un momento, en el que estas ideas puestas en movimiento, puedan ser pensadas y nos ayuden a enfrentar a todas las pan- demias. Sobre todo la pandemia del miedo, de la tristeza, de la desesperanza.

Desde cada territorio creamos un lugar común para mirar nuestras pedagogías críticas, y retornamos al territorio renovadas, y entusiasmados, porque vamos con Bolívar, el muchachito que caminó con Simón, vamos con el Che y Mariátegui, construyendo el horizonte del socialismo indoamericano, vamos con Dolores Cacuango y Bartolina Sisa, hilando los saberes ancestrales en pedagogías descolonizadoras, vamos abrazadas, abrazados, al chavismo bravío, que no se rinde, que no se entrega, y que piensa, donde los pies pisan: en territorios de revoluciones para recrear, reinventar, y cuidar de todas las pestes.

República Bolivariana de Venezuela

A modo de presentación

Eduardo Piñate Ministro del Poder Popular para la Educación y Vicepresidente Sectorial para el Desa- rrollo del Socialismo en lo Social y Territorial

Cuando llegué al Ministerio del Poder Popular para la Edu- cación, hace apenas dos meses, me encontré una intensa diná- mica de debates a través de seminarios, encuentros, congresos, sobre diversos tópicos que hacen a la educación venezolana en estos tiempos en los que los venezolanos y las venezolanas construimos el socialismo bolivariano, nuestro socialismo, en medio de la agresión permanente del imperialismo y de la pri- mera pandemia que azota a la humanidad en el siglo XXI.

El impulsor principal de esta dinámica intensa fue el queri- do compañero, grande de la educación y la política, Aristóbulo Iztúriz Almeida, Ministro del Poder Popular para la Educación que se nos fue físicamente hace dos meses. Dos ejes princi- pales guían estas iniciativas: por una parte, la celebración del Bicentenario de la batalla de Carabobo, acción militar que cul- minó una campaña ideada y liderada por el Libertador Simón Bolívar y sacó para siempre de nuestro país al imperio español, celebración esencial para el levantamiento y reivindicación de los valores del patriotismo; y por la otra, el debate de la prác- tica que hemos desarrollado los educadores venezolanos y las educadoras venezolanas, con los y las estudiantes, las familias y las comunidades, para garantizar el derecho a la educación pública, gratuita y de calidad que consagra la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela a toda la población de nuestro país, en el contexto de la pandemia. Este libro, Educa- ción Lugarizada desde lo Común: Una Alternativa del Sur en Pande- mia , que me honro en presentar, recoge parte de ese debate.

La pandemia de la Covid 19 nos desafió y nos desafía a to- dos y todas; hombres, mujeres y sociedades enteras en todo el planeta. Sus consecuencias se hacen sentir en todas las dimensiones de la vida humana (económica, política, social y cultural, entre otras), profundizando y acelerando la crisis del capitalismo que viene de varias décadas atrás y ha hecho que

la economía mundial haya entrado en una profunda recesión, dadas las medidas de cuarentena y confinamiento que se to- maron en todo el mundo el año pasado y se mantienen -cierto que con mayor flexibilidad- en la actualidad, para contener al virus que ha causado millones de muertes en los cinco conti- nentes del planeta.

Como consecuencia de la pandemia y de las medidas de cuarentena que tomaron los gobiernos, se cortaron las cade- nas de suministro y comercialización, se destruyeron millones de puestos de trabajo, al punto que para mediados del año pa- sado la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estimaba más de 300 millones de nuevos desempleados, la caída de los salarios de la clase obrera y sectores enteros de la economía (turismo, automotor e informal, entre ellos) que redujeron has- ta los niveles mínimos la producción, todo ello producto de la situación generada por la Covid 19.

Obviamente, tal situación tiene consecuencias sociales y políticas: el crecimiento del desempleo mundial y la reducción del salario real incrementa la pobreza y la miseria, excluye a mi- llones del derecho a la educación y otros derechos humanos, sobre todo en los países del Sur y al mismo tiempo se eleva la lucha de los pueblos para defender los derechos que se han ganado en los combates populares, amenazados por las políti- cas neoliberales que descargan la crisis en los hombros de los explotados y excluidos, en función de mantener lo que Marx de- nominó la “reproducción ampliada del capital”, es decir, la tasa de ganancias de las oligarquías y las élites que dominan la eco- nomía mundial y las locales también.

Vencer el coronavirus es un objetivo central de la humani- dad, de toda la humanidad, sobre todo de los pueblos. Los orga- nismos internacionales nos plantean la necesidad de acelerar la vuelta a la normalidad, algunos gobiernos de Europa y otras regiones del mundo han pretendido reactivar la actividad eco- nómica y productiva, relajando las medidas de bioseguridad y rápidamente han tenido que volver a las restricciones ante el incremento de los contagios. No obstante, siguen pronostican- do que pronto estaremos en una “nueva normalidad”, categoría esta que tenemos que caracterizar y definir muy bien, porque esa “nueva normalidad” no la definimos igual los pueblos y las élites, hay diferencias sustantivas. Para las élites dominantes

desde marzo del año pasado, el Ministerio del Poder Popular para la Educación, dirigido por nuestro hermano Aristóbulo Iz- túriz, bajo la orientación del Presidente Nicolás Maduro, en un período muy corto de apenas días, formuló y puso en ejecución el plan “Cada Familia una Escuela”, que junto al plan “La Uni- versidad en Casa” del Ministerio del Poder Popular para la Edu- cación Universitaria, son hoy la plataforma educativa principal para la acción del sistema educativo venezolano. Obviamente, antes de la pandemia teníamos múltiples experiencias de edu- cación a distancia, pero nunca con la intensidad, diversidad y riqueza metodológica y en el uso de técnicas que hemos desa- rrollado en estos años. Esta muy rica y diversa experiencia hay que sistematizarla para que sirva a las y los sujetos del hecho educativo en Venezuela, América Latina y el Caribe y, por qué no, en el mundo.

Este libro, Educación Lugarizada desde lo Común. Una Alterna- tiva del Sur en Pandemia aporta en esa dirección. Sus editores y editoras agruparon una serie de ponencias presentadas por destacados y destacadas docentes venezolanos y de otros paí- ses que dialogaron con las experiencias sistematizadas en el trabajo anterior Educación Lugarizada desde lo Común. Resignifica- ciones Territoriales del Plan Pedagógico de Prevención y Protección Cada Familia una Escuela , editado por el Ministerio del Poder Po- pular para la Educación, con apoyo del Clúster de Educación Venezuela y la Oficina de la UNESCO en Quito y publicado por la Editorial Trinchera en octubre del pasado año y que contó con el acompañamiento de un importante referente de la edu- cación popular en nuestro continente, el profesor Oscar Jara, presidente del Consejo de Educación Popular para América La- tina y El Caribe.

Insisto en la importancia del estudio y reflexión de este tra- bajo para los y las docentes, para las y los estudiantes, para los padres y las madres, para las organizaciones del Poder Popular de nuestro país y para las comunidades. Invito a toda la tria- da virtuosa escuela-familia-comunidad, en la que se realiza el “Plan Cada Familia Una Escuela” a seguir levantando la educa- ción liberadora que nos legó Simón Rodríguez, con la pedagogía del amor que nos legara el Comandante Supremo Hugo Chávez.

Recorrido de este libro

Equipo compiladores

El 12 de marzo se detectaron los primeros casos de COVID- 19 en Venezuela. Ese mismo día se decretó estado de alarma y al día siguiente el Ministerio del Poder Popular para la Edu- cación comunicó el Plan Educativo de Prevención y Protección “Cada Familia una Escuela”. El 25 de junio de 2020, luego de casi cuatro meses de trabajo del magisterio, familias, comuni- dades y Comunas para asegurar el derecho a la educación en el contexto del cierre preventivo de escuelas, se organizó el ta- ller Sistematización de experiencias territoriales de educación a distancia en el contexto de la pandemia dirigido por Oscar Jara Holliday, miembro del Consejo de Educación Popular para América latina y el Caribe. En dicha ocasión, desde la presen- tación de algunas experiencias se visualizó una distinción en las respuestas locales: resultado de las limitaciones de acceso tecnológico se desplegaron alternativas enraizadas en el lugar para la continuidad educativa, en una espacialidad y temporali- dad propia. Tras este hallazgo se acordó impulsar un proceso de sistematización nacional, que recogiera e hicieran dialogar las experiencias locales de las 24 zonas educativas del país. Para ello se tomó como referencia la perspectiva del mismo Oscar Jara en sus trabajos: “sistematizar las experiencias para cons- truir nuevos saberes, sensibilidades y capacidades, que nos permita apropiarnos del futuro”. De ello resultó en noviembre del mismo año un primer trabajo llamado: Educacion lugariza- da desde lo común: resignificaciones territoriales del Plan Cada Familia una Escuela (Orozco, Renna y Romero, 2020, Editorial Trinchera: Caracas). El reporte reafirmó las conclusiones preli- minares y profundizó en su comprensión “a pesar del encierro, la educación no presencial y las adversidades de las medidas coercitivas unilaterales, actores locales se encuentran experi- mentando una coproducción de conocimiento y valoraciones de saberes propios, pluriversos, dentro y fuera del habitus es- colar”. Dicha lección, nos llevaba a un devenir teórico-prácti- co diferente de lo que se escuchaba de manera hegemónica en la región y el mundo sobre la brecha digital, y comenzaba lentamente a tomar forma una alternativa propiamente desde nuestra realidad, desde donde los pies pisan. Ello fue descri-