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Tipo: Monografías, Ensayos
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Octavio Campollo Rivas Centro de Estudios de Alcoholismo y Adicciones CUCS. Antiguo Hospital Civil de Guadalajara. Universidad de Guadalajara
Correspondencia: Dr. Octavio Campollo Rivas Centro de Estudios de Alcoholismo y Adicciones Calle Hospital 278 Col. El Retiro Guadalajara Jalisco 44281 e-mail.- ocampoll@cucs.udg.mx
Recibido: 5 de Noviembre 2009 Aceptado: 19 de Noviembre 2009
Resumen El alcoholismo es un problema de salud pública en México y ocupa uno de los primeros lugares en morbilidad y mortalidad dependiendo la presentación o complicación asociada que se trate. Aproximadamente 60 % de la población joven y adulta reconoce ingerir algún tipo de bebida alcohólica y según la encuesta nacional de 2008 existen 27 millones de personas que beben alcohol en grandes cantidades por ocasión. Se presenta una revisión de los principales aspectos epidemiológicos y clínicos del alcoholismo en México incluyendo el análisis de poblaciones especiales como jóvenes, enfermos con cirrosis alcohólica, niño de la calle y estudiantes. Asimismo, se hace una breve mención de algunos aspectos históricos y sociodemográficos sobresalientes.
Palabras clave: alcoholismo, México, cirrosis, jóvenes, epidemiología.
Abstract Alcoholism is a public health problem in Mexico. It one of the first places in mortality and morbidity depending on its clinical presentation or associated complications. Approximately 60 % of young and adult population drinks alcoholic beverages of which 27 million subjects drink heavily per occasion. A review of the main epidemiological and clinical aspects of alcoholism in the Mexican population is presented. Special groups of alcoholics such as young
people, students, cirrhotic patients and homeless children are described. Historical and demographic aspects are also reviewed.
Key words.- alcoholism, Mexico, cirrhosis, youth, epidemiology
Definición El alcoholismo se puede definir de varias maneras, dependiendo el enfoque y el modelo que se utilicen. De una manera muy simple se puede decir que el alcoholismo es el problema que se presenta cuando se consume alcohol en exceso o con demasiada frecuencia o ambos. Por otro lado, el manual de diagnóstico psiquiátrico DSM-IV incluye en su definición-clasificación dos principales tipos de alcoholismo: el abuso de alcohol y la dependencia al alcohol; considera al problema como un grupo de síntomas cognoscitivos, comportamientos mentales y fisiológicos indicativos de que el individuo no ha dejado de consumir la sustancia, a pesar de la aparición de problemas graves relacionados con ella. Por otro lado, la clasificación internacional de las enfermedades (CIE-10) de la Organización mundial de la salud (OMS) define la dependencia como “un patrón de manifestaciones fisiológicas y comportamientos mentales y cognoscitivos en el cual el consumo de una droga, o de un tipo de ellas, adquiere la máxima prioridad para el individuo”. Se puede agregar que las características de dependencia, tolerancia, abuso y síndrome de
abstinencia son elementos fundamentales para el diagnóstico del alcoholismo aunque estos términos pueden tener diferentes definiciones de acuerdo al autor o fuente. Existen diferencias en la manera en que se presenta este problema dependiendo las características particulares de cada sociedad, grupo social o región geográfica. De esa forma encontramos que existen diferencias culturales, geográficas, de género, o basadas en la raza o credo. Es por ello que hay que conocer las particularidades geográficas, culturales, sociales, etnográficas y en general de cada grupo en estudio para poder entender mejor el problema y aplicar mejores medidas de prevención, tratamiento y rehabilitación. El objetivo del presente artículo es revisar, aportar e integrar la información actual disponible sobre el alcoholismo en México.
Las bebidas alcohólicas se conocen desde civilizaciones tan antiguas como la de los egipcios y la de los Hititas entre otros. En esas épocas seguramente los problemas con el abuso del alcohol eran diferentes a los problemas que se observan en las sociedades modernas. Para entender el alcoholismo en el momento actual se debe tomar en cuenta la evolución histórica relacionada con el uso y abuso de las bebidas alcohólicas. De esa manera existen registros y evidencias del uso y abuso de alcohol desde las civilizaciones más antiguas hasta las actuales. En el caso de México existe el antecedente del uso del alcohol en las culturas mesoamericanas y en particular en las culturas prehispánicas; específicamente en lo que hoy es México existían los dioses de Centzon Totochtin entre otros. Aunque por un lado en situaciones más bien de orden religioso a los sacerdotes de Mayahuel (diosa de la tierra y de la fertilidad), les estaba permito el uso del producto de las mieles fermentadas del maguey ( Agave atrovirens ) llamado octli hoy conocido como “pulque” (1), por otro lado estaba severamente penado el abuso del mismo hasta con la muerte en los casos de reincidencia (2). De hecho, el rey Netzahualcóyotl estableció el castigo de muerte incluso al sacerdote sorprendido en estado de ebriedad (1). En la época del México colonial, bajo el dominio de los españoles, se desarrolló un uso desmedido con alto consumo de numerosas bebidas alcohólicas que llevaron a prohibir a la mayoría de aquellas -¡hasta 78!- permitiendo no obstante, bajo
ciertas condiciones, el consumo de pulques “curados” o sea mezclados con frutas (3). Lo anterior nos hace pensar sobre el imaginario social que tenían los aztecas acerca de los peligros del alcoholismo: “Este es el vino que se llama octli, que es raíz y principio de todo mal y de toda perdición...” decía el emperador en su discurso al pueblo (1) por un lado; una predicción acertada de la debilidad de muchos individuos ante los estragos del alcoholismo que quedó evidenciada en la época de la colonia española cuando el alcoholismo entre los indígenas se convirtió en un problema social (1). Lo anterior puede explicar esa reacción de defensa social tan extrema y tan violenta por parte de los gobernantes aztecas. Otro de los usos en la época prehispánica era como depresivo o sustancia anestésica que administraban a las futuras víctimas del sacrificio humano (4).
De acuerdo al Informe mundial de salud de la Organización mundial para la salud (OMS), el alcohol se encuentra entre los tres primeros factores de riesgo para las enfermedades en países como el nuestro y a su vez, las enfermedades por uso de alcohol se encuentran entre las 10 primeras enfermedades de importancia (5). Cuando se investigó el número de consultas otorgadas por problemas de drogas en las dos principales instituciones públicas de seguridad social (seguro médico) en México que, al momento de hacer el reporte (2001), cubrían a mas de la mitad de la población (50 millones Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS y 7 millones Instituto de Seguridad Social al Servicio de Trabajadores del Estado, ISSSTE) el alcohol ocupó el primero y segundo lugar de frecuencia respectivamente como motivo de consulta en dichas instituciones (6,7). En el año mencionado se otorgaron 61,527 consultas por motivos de abuso de alcohol y substancias en el IMSS; de ese total, 48,115 consultas (40,759 a varones y 7,356 a mujeres) se debieron a problemas de alcoholismo (6).
Un aspecto metodológico importante a tomar en cuenta para estudiar la epidemiología del alcoholismo es la gran limitación con la que nos encontramos para estudiarla, ya que la mayoría de las personas o pacientes alcohólicos acude a solicitar atención o ayuda, en cualquiera de sus modalidades, cuando ya se encuentran en alguna etapa clínica con
registran altos niveles de tolerancia e indiferencia. En esa misma entidad federativa (Jalisco) el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de las Adicciones que reporta información estadística de pacientes que acuden a tratamiento, muestra que el patrón de alcoholismo en pacientes con adicciones muestra que las bebidas de mayor consumo son alcohol puro (46%), cerveza (33%), destilados (17.8%), vino de mesa (1.3%); la edad de inicio del consumo de alcohol en la mayoría de los casos se encuentra entre los 10 y los 24 años de edad; por otro lado 34.3% de los consumidores de alcohol reportan haber experimentado con alguna otra droga y 49% de los alcohólicos refieren combinar el alcohol con alguna otra droga, siendo en estos casos la más frecuente la cocaína (53.4%), seguido de la marihuana (34.2%) y en tercer lugar los tranquilizantes (16).
Cantidad de alcohol ingerida Según la ENA de 2002 el consumo de alcohol per capita fue de 2.79 litros para población entre 12 y 65 años (13). No obstante, esta cifra aumenta a 3. litros cuando se considera a la población urbana entre 18 y 65 años; si se examina exclusivamente a los varones de las ciudades la cifra alcanza 7.13 litros mientras que en los varones en medio rural es de 5.91 litros. Esas cifras contrastan con el consumo en mujeres que alcanza 0.648 litros en las mujeres adultas urbanas y 0.211 en las mujeres del campo (13) y se menciona que ellas comienzan el consumo en edades ligeramente posteriores (17). En los hombres el consumo alcanza su punto máximo entre los 30 y los 39 años de edad en la población urbana y entre los 40 y 49 años en la población rural y desciende a partir de los 50 años (13). Un estudio realizado en la Clínica de Atención de Problemas Relacionados con el Alcohol (CAPRA) del Hospital General de México en 1000 sujetos de uno y otro sexo, se encontró que 82.2 % de los pacientes ingerían más de 160 g de alcohol diariamente, 13.8% ingerían entre 80 y 160 g y 3.4% ingerían menos de 80 g (18). Esas cantidades se encuentran en el rango que produce daño al organismo (Fig. 1). Otro estudio en alcohólicos adultos jóvenes activos identificados en salas de urgencias encontramos que la ingesta promedio era de 425 a 492 g de alcohol a la semana (19). La cantidad de alcohol ingerida durante el periodo de alcoholismo hasta llegar a la cirrosis generalmente es grande y variable (ver párrafos siguientes). (FIGURA 1)
Edad de inicio De acuerdo a los diferentes estudios y reportes más recientes se puede decir que en México la edad de inicio del consumo de alcohol es entre los 13 y los 18 años de edad para la población en general (20); en aquellas personas que llegan a ser alcohólicas puede empezar a edad un poco más temprana (10 a 11 años) (16,18,19), aunque esto no sea una regla ya que se han encontrado otros grupos de pacientes que iniciaron entre los 18 y los 24 años de edad (hombres y mujeres respectivamente) con un consumo muy intenso hasta desarrollar la cirrosis (10). No obstante, la edad más probable de inicio de consumo de alcohol la corroboramos con base en estudios en jóvenes sanos en quienes se identifica la edad de inicio de consumo de algún tipo de bebida a los 12 años (21).
Tipo de bebida En cuanto al tipo de bebida ingerida, va a depender de varios factores entre los que destacan la región geográfica como se comentó anteriormente y las características socio-demográficas y culturales del grupo de población analizado. Según la ENA de 2008 las bebidas de mayor preferencia entre la población de 12 a 65 años de edad son: cerveza, destilados, vino, bebidas preparadas, pulque y alcohol de 96º, en dicho orden (12). El orden de preferencia por tipo de bebida es similar en hombres y mujeres. En cuanto al pulque extraído del maguey pulquero, que se menciona como la bebida característica del altiplano mexicano (ver párrafos anteriores), tiene una concentración de 3 a 6g % de alcohol (18). Entre los jóvenes el orden de preferencia es similar a los adultos, con la cerveza en el primer lugar, las bebidas preparadas en 3º y el vino en 4º (12).
Alcohólicos activos Información epidemiológica obtenida de adultos jóvenes detectados en servicios de urgencias asociado con intoxicación alcohólica o por accidentes, muestra que dichos casos fueron predominantemente hombres, adultos jóvenes y solteros; iniciaron el consumo de alcohol con cerveza a los 17 años en promedio y 14% mostraron datos de daño hepático por alcohol al momento de la evaluación (19). Alrededor del 16% de esos sujetos han acudido a consulta o a grupos de autoayuda por problemas del alcohol.
Un estudio interesante es el realizado en tres albergues institucionales en niños considerados “niños de y en la calle” por instituciones como Desarrollo integral de la Familia y la dirección de prevención social de Guadalajara. En el mismo se encontró que de 215 niños entre 10 y 18 años de edad de los cuales el 96.7% pertenecían al sexo masculino, solo el 3.4% dijo consumir alcohol contrastando con el uso de otras sustancias ilegales marihuana 47.7%, 16.7% cocaína, 13.8% inhalables, 6.9% tabaco (22)
ESTUDIANTES De acuerdo a las encuestas para el Distrito Federal realizadas por la SEP-INPRF se encontró que el 61.4% de los adolescentes ha usado alcohol alguna vez en su vida y un 31.9% lo ha consumido en el último mes (23). En dicha población se observa como los hombres tienen una frecuencia discretamente mayor (34.0%) que las mujeres (29.9%). En cuanto al nivel educativo, en el nivel de secundaria el 22.6% de los adolescentes ha consumido alcohol en el último mes. Para las escuelas de educación media superior, este porcentaje se duplica, de manera que en las escuelas técnicas el 50.1% de los adolescentes han bebido alcohol en el último mes, y en los bachilleratos el 43.4% (23). En relación a la edad de los adolescentes el porcentaje de consumidores de 14 años fue entre 20 y 28% (último mes a últimos 12 meses) lo cual es alrededor de la mitad de los que tienen 18 años o más (58-72% respectivamente). También llama la atención que la mitad de los adolescentes de 17 años han bebido alcohol en el último mes, aún cuando son menores de edad. Otro estudio realizado en una muestra no aleatoria de estudiantes en Jalisco de 1 y 2° año de secundaria 35% de los estudiantes reconoció haber consumido alcohol (24). En otra investigación donde encuestamos directamente estudiantes entre 15 y 20 años de edad de nivel preparatoria del mismo estado encontramos que 66% informaron beber alcohol en el momento actual y 73% alguna vez en la vida. El 79% de los estudiantes que consumen alcohol inicio el consumo de sustancias con el alcohol mismo y 28.5% lo hizo con cigarrillos de tabaco. La prevalencia fue discretamente mayor en los hombres (71%) que en las mujeres (62%). El hecho de trabajar y estudiar aumento discretamente la frecuencia de consumo (72%) más no de abuso, comparado con los que
solamente estudian (64%). Un 35% de los que ingieren alcohol, ha llegado a la embriaguez (25). Tomando en cuenta aspectos como el ingerir alcohol antes de ir a clase, embriagarse con frecuencia o tomar más de 5 copas por ocasión, que son características generales del abuso de alcohol, entre el 17% y el 21% de los estudiantes mostraron problemas relacionados con el consumo de alcohol. Otro hecho interesante es que se observó una tendencia a mayor consumo (no abuso) de alcohol conforme aumenta la edad de los estudiantes, conforme aumenta el grado escolar y conforme aumenta el nivel de ingresos (25).
Una de las principales consecuencias médicas del alcoholismo crónico, es la cirrosis hepática, enfermedad que, incluyendo todas sus causas etiológicas ocupa el 3º lugar en la tabla de mortalidad general de la población y el 2º en la etapa productiva de la vida (10) y tiene una tasa de mortalidad ajustada de 48.6 muertes por cien mil habitantes (14) que es muy superior a la observada en países como Francia o Estados Unidos. Tanto en nuestra experiencia como en la de otros grupos hemos encontrado que la principal causa de la cirrosis hepática en México es el alcoholismo llegando a ser la causa etiológica hasta en el 95% de los casos en algunos centros Hospitalarios (17). En un estudio en pacientes que desarrollaron cirrosis hepática a consecuencia del alcohol encontramos que el tiempo promedio de ingesta alcohólica para desarrollar la cirrosis fue de 24.5 años iniciando la ingesta alcohólica a los 18 + 0.5 años los hombres y a los 27 + 3 las mujeres (Tabla 1). En forma global la bebida más frecuente en este grupo fue el tequila, seguido por el alcohol puro y en tercer lugar la cerveza. Si embargo cuando analizamos el tipo de bebida más frecuente de acuerdo a las diferentes etapas del alcoholismo encontramos que en una etapa temprana (prealcohólica) la bebida mas frecuente fue la cerveza (Tabla 2). Posteriormente, el tequila asciende al primer lugar de frecuencia (etapa crítica) y en la etapa crónica el alcohol puro ocupa el segundo lugar. Esto indica que en etapas iniciales del alcoholismo se ingieren bebidas con bajo contenido de alcohol (v. gr. cerveza) y que en etapas más avanzadas beben bebidas con mayor (alto) contenido de alcohol (10,17) (Tabla 2). (Tabla 1) (Tabla 2)
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