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En que consiste el sistema limbico
Tipo: Apuntes
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La palabra «límbico» significa «limítrofe». En su origen, este término se empleó para describir las estructuras fronterizas que rodean a las regiones basales del cerebro; pero cuanto más hemos estudiado sus funciones, la expresión sistema límbico se ha ido dilatando para referirse a todo el circuito neuronal que controla el comportamiento emocional y los impulsos de las motivaciones.
Este elemento está relacionado con la transformación de la memoria reciente a la memoria a largo plazo y a la memoria autobiográfica. Lo encontramos en la parte central del lóbulo temporal y también tiene una importante función relacionada con la orientación y la memoria espacial.
La amígdala o cuerpo amigdalino es una masa de neuronas en forma de almendra localizadas en los lóbulos temporales. Esta zona del sistema límbico está relacionada con la formación y el almacenamiento de memoria asociada a hechos o acontecimientos que nos hayan producido fuertes emociones. Se dice que la amígdala es la sede de todas las emociones. Además, estudios recientes también demuestran que este elemento tiene una fuerte implicación en la consolidación de la memoria.
El tálamo se define como la estructura cerebral situada encima del hipotálamo. Todos los estímulos sensoriales (menos el olfato) pasan por esta zona de nuestro sistema límbico para después ser derivados a zonas más específicas. Esta parte de nuestro cerebro tiene la función principal de comportarse como núcleo de conexión y asociación de estímulos e información de carácter emocional.
El hipotálamo es la zona del cerebro más importante para la gestión y coordinación del equilibrio de nuestro cuerpo. Este equilibrio se conoce como homeostasis y es el proceso mediante el cual nos regulamos y podemos llegar a mantenernos estables en nuestro entorno. Recientemente se ha descubierto que percibe los niveles de una proteína llamada leptina cuando comemos demasiado y, como respuesta a esos niveles, disminuye nuestro apetito. También regula conductas tales como los ciclos del sueño y el mantenimiento de la temperatura corporal.
Los ganglios basales participan de forma indirecta en el sistema nervioso emocional, estos se encargan de gestionar nuestras respuestas motoras (gestos o expresiones) relacionadas con los estados emocionales producidos por las otras partes del sistema límbico.
La estimulación eléctrica de ciertas zonas límbicas agrada o satisface, mientras que la actuación sobre otras regiones causa terror, dolor, miedo, reacciones de defensa o de huida, y todos los demás elementos acarreados por el castigo. El grado de estimulación de estos dos sistemas contrarios de respuesta influye poderosamente sobre el comportamiento. Importancia de la recompensa y el castigo en la conducta y motivación. Por obvias razones varias estructuras límbicas se encuentran especialmente
Tiene gran importancia ya que se ha demostrado que cuando una experiencia no produce recompensa ni castigo, apenas se recuerda en absoluto. Los registros eléctricos obtenidos en el encéfalo muestran que un estímulo sensitivo recién experimentado casi siempre excita múltiples regiones de la corteza cerebral. Sin embargo, si la experiencia sensitiva no despierta una sensación de recompensa o de castigo, la repetición del estímulo una y otra vez conduce hacia la extinción casi total de la respuesta en la corteza cerebral, es decir, queda habituado a ese estímulo sensitivo específico y a partir de entonces se ignora. Cuando el estímulo sí causa una recompensa o un castigo en vez de la indiferencia, la respuesta de la corteza cerebral se vuelve progresivamente cada vez más intensa con su aplicación repetida en lugar de desvanecerse, y se dice que la respuesta está reforzada.
El sistema de recompensa del cerebro media en cualquier proceso donde experimentemos motivación. Si bien es cierto que forma parte de las conductas adictivas, conforma una función clave para proporcionarnos también placer y bienestar. Comer, descansar, una conversación con los amigos en una cafetería, ver una película que nos gusta; forman parte del sistema de recompensa del cerebro. Por ejemplo, nuestro cerebro nos recompensará cuando tras un día de estrés y trabajo, elijamos quedar con ese amigo especial para tomar algo y relajarnos. También nos regalará dopamina cuando en medio de una mañana calurosa, vayamos en busca de un vaso de agua para hidratarnos. La finalidad por tanto de este circuito cerebral es lograr que estemos motivados hacia conductas concretas y específicas que él considera adecuadas.
Así pues, una persona se habitúa con rapidez a los estímulos indiferentes pero aprende diligentemente cualquier experiencia sensitiva que provoque placer o dolor. Pero ¿cuál es el mecanismo que motiva este proceso? Se ha propuesto que el hipocampo aporta el impulso que produce la traducción de la memoria a corto plazo en memoria a largo plazo: es decir, el hipocampo transmite señales que parecen condicionar en la mente la repetición constante de la información nueva hasta que tenga lugar su almacenamiento permanente. Sea cual sea el proceso que ocurre, sin el hipocampo la consolidación a largo plazo de los recuerdos de tipo verbal o de pensamiento simbólico es deficiente o no tiene lugar.
La amígdala es un complejo constituido por múltiples núcleos pequeños y situado inmediatamente por debajo de la corteza cerebral en el polo anteromedial de cada lóbulo temporal. Posee abundantes conexiones de doble sentido con el hipotálamo, así como con otras zonas del sistema límbico. En los animales inferiores, la amígdala se ocupa básicamente de los estímulos olfatorios y de sus interrelaciones con el cerebro límbico. La amígdala recibe señales neuronales desde todas las porciones de la corteza límbica, así como desde la neocorteza de los lóbulos temporal, parietal y occipital y en especial desde las áreas auditivas y visuales de asociación. Debido a estas múltiples conexiones, ha sido calificada de «ventana» por la que el sistema límbico se asoma para ver el lugar ocupado por la persona en el mundo. A su vez, la amígdala transmite señales hacia las siguientes estructuras:
BIBLIOGRAFIA