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Explicación y análisis del tratado de la derrota de las tropas unitarias
Tipo: Resúmenes
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Dr. ALFREDO HORACIO GRASSI
11 – 04 – 2016 Res. Nro. 78 / 15
Dr. HORACIO ÁVILA, Dra. NATALIA MARLENKO, Dra. SUSANA M. SASSONE
En el presente trabajo, nos propusimos incursionar en la Geografía Histórica, analizando mediante cortes en el tiempo, patrones geográficos que fueron evolucionando , a través de la historia de la ciudad “Del Pilar”.
El estudio surge ante la observación que, en el desarrollo urbano de Pilar, sus pobladores han reincidido en errores de localización, planificación, y trazado urbano, con graves consecuencias sociales y de inundaciones recurrentes.
A través del tiempo, las características culturales de Pilar fueron cambiando, y el paisaje se fue modificando en base a las necesidades humanas.
Pilar inicialmente, se forma en 1729, a orillas del río Luján sobre el valle de inundación del mismo, en una cota de 8,75 metros s.n.m. Las cíclicas inundaciones que sufrieron sus habitantes forzaron su traslado, a partir de 1818, hacia una zona más alta, siendo fundado el pueblo nuevo en una cota de 20 metros s.n.m., que es donde se encuentra actualmente la parroquia de Nuestra Señora del Pilar.
Hoy, la ciudad “Del Pilar”, en su constante crecimiento urbano, particularmente con el advenimiento de las urbanizaciones privadas, y la proliferación de asentamientos marginales, ha vuelto a ocupar el valle de inundación del río Luján y de los arroyos Pinazo, Burgueño y Carabassa.
El Club de campo, el Barrio Cerrado y los asentamientos marginales son tipos de urbanizaciones bien diferenciadas socialmente que se han instalado en el partido, principalmente a partir de la década del `90. Las tres son afectadas por las inundaciones, pero cada una responde ante la catástrofe natural acorde a su resiliencia en forma diferente, según sus posibilidades y capacidades.
No es posible estudiar la problemática social y urbanística actual de Pilar, sin su análisis histórico, mediante cortes en el tiempo que nos permita apreciar los errores y aciertos del pasado, determinar como era su paisaje original, y como el hombre lo fue modificando; conformando las distintas fases de nuestro análisis, para finalmente confluir en el presente y así poder inferir su probable evolución urbanística, social y ambiental.
El presente estudio impone, entonces, ver el paisaje pilarense con los ojos de los antiguos ocupantes, desde el punto de vista de sus capacidades y necesidades, evaluar el lugar y la situación, ubicándose en la posición del grupo cultural y de la época de cada corte en el tiempo, indagando sus actividades económicas, sociales, culturales, educativas, sanitarias y religiosas, estudiando sus vías de comunicación y la conformación de su tejido urbano, desde sus estancias hasta el trazado de la ciudad. Asimismo, nos llevará a obtener gradualmente una imagen del paisaje cultural del pasado oculto, tras el paisaje presente. De este modo, tomar conciencia de la naturaleza y la dirección de los cambios que han tenido lugar, correlacionando entonces los lugares y actividades del pasado con los del presente, y así las
Analizar las problemáticas surgidas por el desarrollo urbano y las consecuencias sociales y ambientales que ha presentado la ciudad “Del Pilar” desde su formación hasta el presente, mediante cortes en el tiempo.
a. Identificar cuales son las problemáticas sociales y ambientales surgidas con el desarrollo urbano de la ciudad a través de su historia. b. Determinar la existencia de desunión entre los distintos grupos sociales existentes en Pilar a través de su historia, y de que manera influyó en el desarrollo urbanístico. c. Observar las distintas inundaciones que ha sufrido la ciudad a través del tiempo, determinando la influencia que el desarrollo urbano ha tenido en ellas. d. Identificar las distintas industrias asentadas en Pilar a través del tiempo, su afectación en el ambiente, y su vinculación con las inundaciones. e. Observar y analizar la evolución del trazado urbano de la ciudad “Del Pilar” a través de su historia. f. Identificar, analizar y detallar la influencia de las urbanizaciones privadas en la vida política, social y económica de la ciudad.
Fuente: Elaboración propia sobre la base de una imagen “Google Maps” y datos extraídos del “Plano General del Partido” elaborado por la Dirección de Catastro Técnico y Agrimensura de la Secretaría de Planeamiento, Gestión y Desarrollo Urbano de la Municipalidad Del Pilar (actualizado 2015).
Fuente: Elaboración propia sobre la base de una imagen “Google Maps” y datos extraídos del “Plano General del Partido” elaborado por la Dirección de Catastro Técnico y Agrimensura de la Secretaría de Planeamiento, Gestión y Desarrollo Urbano de la Municipalidad Del Pilar (actualizado 2015).
Fuente: Elaboración propia sobre la base de una imagen “Google Maps” y datos extraídos del “Plano General del Partido” elaborado por la Dirección de Catastro Técnico y Agrimensura de la Secretaría de Planeamiento, Gestión y Desarrollo Urbano de la Municipalidad Del Pilar (actualizado 2015).
Fuente: Elaboración propia sobre la base de una imagen “Google Maps” y datos extraídos del “Plano General del Partido” elaborado por la Dirección de Catastro Técnico y Agrimensura de la Secretaría de Planeamiento, Gestión y Desarrollo Urbano de la Municipalidad Del Pilar (actualizado 2015).
Referencias
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Fuente: Elaboración propia sobre la base de una imagen “Google Maps” y datos extraídos del “Plano General del Partido” elaborado por la Dirección de Catastro Técnico y Agrimensura de la Secretaría de Planeamiento, Gestión y Desarrollo Urbano de la Municipalidad Del Pilar (actualizado 2015).
Fuente: Elaboración propia sobre la base de una imagen “Google Maps” y datos extraídos del “Plano General del Partido” elaborado por la Dirección de Catastro Técnico y Agrimensura de la Secretaría de Planeamiento, Gestión y Desarrollo Urbano de la Municipalidad Del Pilar (actualizado 2015)
Referencias
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Fuente: Municipalidad del Pilar. Dpto. GIS. Lic. Vanesa Ciocca. Realizado en base a los años de aprobación de los planos, de las urbanizaciones privadas, datos brindados por el Agr. Guillermo Tosto a cargo de la Dirección de Tierra y Urbanismo y de la Oficina de Catastro Técnico.
Fuente: Municipalidad del Pilar. Dpto. GIS. Lic. Vanesa Ciocca. Realizado en base a los años de aprobación de los planos, de las urbanizaciones privadas, datos brindados por el Agr. Guillermo Tosto a cargo de la Dirección de Tierra y Urbanismo y de la Oficina de Catastro Técnico.
Fuente: Municipalidad del Pilar. Dpto. GIS. Lic. Vanesa Ciocca. Realizado en base a los años de aprobación de los planos, de las urbanizaciones privadas, datos brindados por el Agr. Guillermo Tosto a cargo de la Dirección de Tierra y Urbanismo y de la Oficina de Catastro Técnico.
Las presentes conclusiones son compiladoras y a su vez complementarias de las que hemos ido redactando durante toda la investigación, pero muy especialmente de las conclusiones emitidas en los Capítulos VI y VII, cuyos títulos y páginas detallamos a continuación:
Los orígenes del pueblo de Pilar Viejo, allá por fines de la segunda década del siglo XVIII, cuando María Cabezas dona una parcela para que levanten allí una Capilla para adorar la imagen de Nuestra Señora del Pilar. El pueblo durante un siglo lucharía contra las inclemencias de la mala elección del lugar de su instalación. Sufrirían las constantes y lógicas inundaciones del río Luján, por encontrarse el pueblo ubicado en su valle de inundación.
A fines del siglo XIX y principios del XX, ya instalado el pueblo nuevo de Pilar en la lomada, descripciones de la época detallan los aspectos pantanosos y los campos inundados del terreno bajo, lindante al río y arroyos del partido, que podían observarse desde el pueblo, haciendo clara referencia al lugar elevado y dominante donde se hallaban, porque el agua no los alcanzaba. En la actualidad esos mismos terrenos se inundan pero no por el avance de las aguas del río, sino por razones netamente antrópicas que interrumpen o limitan el normal escurrimiento de las aguas pluviales.
Hacia 1947, con la industrialización del partido, el tendido de las líneas férreas y el asfaltado de los caminos, comenzó la expansión del pueblo mediante el surgimiento de barrios. En 1950, la primer urbanización privada de la ciudad, el C.C. El Carmel, se instala en el valle de inundación del río Luján apenas un poco más al norte de donde había estado el Pilar viejo.
Los barrios de Villa Verde, Villa Buide y Vicente López, a mediados del siglo pasado, se edificaron arriba de las nacientes y del curso superior y medio del arroyo “La Verde”.
En los años subsiguientes, no existió ni el mínimo análisis del terreno en cuanto al desarrollo urbanístico de la ciudad ni del partido, no existió un “plan de ordenamiento territorial”. Barrios convencionales, urbanizaciones privadas y asentamientos marginales, comercios e industrias, se instalaron indistintamente en el terreno que elegían con el consentimiento municipal y provincial. Así surgió el “Barrio el Panchito” exactamente en el mismo lugar donde había estado el tan cuestionado “Pilar Viejo”, que había motivado el traslado del pueblo, pues ahora, el mismo pueblo en su crecimiento volvía a instalarse en ese lugar.
Así también fue como el barrio privado “La Cañada de Pilar” volvió a ocupar las tierras bajas que dos siglos y medio atrás habían pertenecido a Dionisio Gutiérrez y
también las de Clemente González , por donde pasaba el arroyo sin nombre que aprovisionaba de agua potable al pueblo. 2
Casi todas las tierras ubicadas sobre ambas márgenes del río Luján se fueron ocupando, precisamente sobre sus humedales. Son barrios que con cada lluvia, cada crecida del río Lujan o de los arroyos Burgueño, Pinazo o Carabassa quedan literalmente bajo las aguas, debiendo ser evacuados o al menos asistidos de acuerdo al grado de resiliencia de cada uno.
Podemos ver en nuestro análisis histórico del paisaje pilarense que desde 1536 existieron similares características del terreno, los siglos pasaron, pero Pilar siempre fue un ambiente pantanoso, anegadizo, inundable, de difícil tránsito. El pueblo se traslada por ese motivo, pero en su expansión 150 años después, regresa a los mismos sitios y los sobrepasa. Por ello gran parte de la actual ciudad Del Pilar y de su partido se encuentra edificada arriba de arroyos, o en terrenos bajos, pantanosos, que, por toda lógica, es imposible que no se inunden.
La ciudad Del Pilar, posee una traza urbana irregular espontánea, que comenzó a formarse a partir de 1947, por un desarrollo urbano descontrolado, sin ningún tipo de orientación ni dirección por parte del municipio, los barrios fueron surgiendo y creciendo sin seguir la misma orientación del damero del Casco Histórico, en cambio, se fueron acomodando a la dirección de las dos líneas férreas que cruzan la ciudad por el sur, y las rutas y caminos que la atraviesan, pero, la gran mayoría adoptó la misma orientación que tenían las parcelas producto de la subdivisión de las primeras estancias distribuidas por Juan de Garay. Todas estas orientaciones en los diferentes dameros generaron en la ciudad una considerable cantidad de diagonales y amanzanamientos con formas triangulares, en trapecio y trapezoides
Por lo expresado en el párrafo anterior y producto del análisis histórico realizado, podemos concluir que la principal causa de esa “traza irregular espontánea” se debió curiosamente a dos directivas tan antiguas como lo son “Las Leyes de Indias” cuyo estricto cumplimiento en la traza urbana del Pilar nuevo determinó que el Casco Histórico adoptase una clara dirección norte – sur, a fin de preservar al pueblo de los principales vientos de la región. Mientras que la otra directiva, establecida por Juan de
(^2) Ver plano del Pueblo de Pilar (Luján Abajo), del año 1799, en: Capítulo III, p. 55 del presente trabajo.
sumado a la ocupación de los humedales del río Luján por parte de urbanizaciones privadas y asentamientos marginales, constituyen la problemática que la nueva región, como gran satélite metropolitano, requiere estudiar y debatir de modo urgente.
Los habitantes de Pilar, son dueños de una historia que nace en 1536 con la batalla de Corpus Christie sigue en 1630 con el milagro de Nuestra Señora de Lujan, en 1663 con el cierre del camino real viejo, en 1671 con el fuerte de la Concepción y a partir de 1729 con la formación del pueblo de Pilar y la construcción de la Capilla para la adoración de la Imagen de Nuestra Señora del Pilar. A partir de allí comienza una lucha permanente de sus habitantes contra las características de un ambiente geográfico hostil que los rodeaba, hasta que recién en 1818 autorizaron el traslado del pueblo. El triunfo de esa lucha sobrellevada por un grupo de hombres y mujeres durante casi un siglo es garantía suficiente que nos permite deducir la existencia de una estrecha unidad entre sus habitantes. Sin esa unidad el pueblo hubiese desaparecido o se hubiesen llevado la imagen de la Virgen hacia otros parajes como fue intentado en dos ocasiones fracasando en todas.
El traslado al pueblo nuevo de Pilar no es una empresa sencilla, también demando gran unidad, respeto y liderazgo, al igual que la construcción del nuevo edificio para la iglesia, con fondos obtenidos en gran parte por colectas realizadas entre los vecinos. Hasta mediados del siglo XX Pilar era apenas un pueblo de calles de tierra que no podía superar la traza urbana de su casco histórico, la educación y la salud eran muy deficientes. Vivir en Pilar no era sencillo si no hubiese existido entre sus pobladores unidad, decisión y fortaleza para superar las adversidades, pero también, conciencia de un pasado y un futuro en común y unidad religiosa en Nuestra Señora del Pilar. La plaza siempre fue el lugar de reunión de los vecinos y donde se tomaban las decisiones. Era un símbolo en si misma de Pilar.
En la actualidad, la división social existente en el partido es muy marcada y no acepta la mínima comparación con su pasado social, simplemente porque no existen puntos en común, más que el haber habitado un mismo territorio. Hemos descripto al padre Tagle en 1797 rodeado de vecinos donde todos juntos, unidos, instaban al traslado de la Capilla y el Pueblo. Y podemos describir a la sociedad Pilarense actual, donde cada grupo social se guía por sus propios intereses, sin tener un objetivo común para todos. Es una sociedad fuertemente fragmentada, y con muy poca interrelación social entre ellos.
Por un lado tenemos a los descendientes de los antiguos habitantes del pueblo, y los de todos aquellos que llegaron a partir del comienzo del desarrollo industrial de Pilar en la década del ´50, que conocieron, vivieron y sintieron los últimos atisbos de esa sociedad unida, cuando Pilar aún era un pueblo, compartían sus tradiciones, fiestas patronales y conocían y sentían ese pasado en común bajo la tutela de la Virgen del Pilar.
Por otro lado tenemos a toda esa inmensa población que arribó al distrito a partir de la década del ´90, a instalarse en urbanizaciones privadas, y que junto a ella vino el cambio urbanístico radical al que ya hicimos referencia, con una infraestructura de bienes y servicios que cambió para siempre el paisaje pilarense dejando sólo en el recuerdo el ruralismo que siempre lo caracterizó.
Pero también arribó al partido una población marginal que se instaló en asentamientos con viviendas precarias en terrenos bajos e inundables del distrito. También crecieron las comunidades bolivianas y paraguayas, la primera en actividades agrícolas, la segunda como mano de obra para la construcción.
Todos estos grupos sociales tan diferenciados, tan distintos entre si, no poseen objetivos, intereses ni siquiera un pasado en común. Comparten un mismo distrito y es lo único que los identifica como pilarenses y nada más, pero la interrelación social entre ellos es mínima.
Una conclusión más, que nos permite arribar el método de la “Geografía Histórica” es la inexistencia de piedras en la región durante toda la historia. Éste territorio fue el último en ser habitado por los aborígenes, precisamente por la ausencia de piedras para confeccionar las puntas de sus flechas y lanzas, (Cap I). El Gobernador José Martínez de Salazar tuvo graves inconvenientes en 1671 para construir el fuerte Santa María de la Concepción del río Luján para lo cual tuvo que traer tosca de lugares más lejanos, (Cap III). En pleno siglo XX, por la escasez, utilizaron esa misma tosca existente en “Los Cerrillos de Pilar” para la confección de ladrillos, (Cap III). En la actualidad toda la piedra que se utiliza para la construcción es extra regional.
Según los relatos producidos por los diversos cronistas, en los distintos cortes en el tiempo que hemos realizado a través de la historia, los rasgos generales del espacio geográfico pilarense se han mantenido, describiendo siempre zonas bajas, con abundancia de bañados, lagunas, tierras anegadas y riachos que complicaban la
mismas, como así también, asentamientos marginales y la inmigración paraguaya como mano de obra para la construcción, que se instalaron en el partido ampliando la estructura urbana mucho más allá de lo que aquí vemos en nuestro mapa final que solo contempla las urbanizaciones privadas. Todo esto justifica ampliamente el inmenso y constante crecimiento demográfico y urbanístico que ha tenido el partido desde la década del ´70 en adelante.
Todo lo expresado nos permite concluir, que Pilar dejó atrás su histórico paisaje rural, de características agropecuarias y fruti hortícolas, pasando a ser un partido con un uso del suelo preponderantemente urbano o semi urbano, en base a urbanizaciones privadas, cercadas con alambradas perimetrales o muros, que las aíslan del resto de la población. Las figuras urbanas responsables de este cambio son el Club de Campo inicialmente, y el Barrio Cerrado después. Este último producto del accionar de población de ingresos medios y medios altos, que en búsqueda de mayor seguridad y contacto con la naturaleza optó por éste estilo de vida. En los últimos años la sociedad pilarense ha visto surgir la figura urbana conocida como “ciudad privada” o “mega emprendimiento”, como una más de las estrategias que utilizan los intereses inmobiliarios y los urbanistas, para la captación de familias que vengan a vivir a Pilar.
El ingreso del partido Del Pilar en la isocrona de los 60 minutos con el ensanchamiento de la autopista Panamericana fue una de las principales causas de este poblamiento privado.
La comparación de los mapas desde 1960 al 2015, hablan por si mismos, y la secuencia década tras década es más elocuente aún, demostrando como la superficie del distrito se fue cubriendo de urbanizaciones privadas; y justifica ampliamente que Pilar haya sido uno de los partidos de mayor crecimiento urbano y demográfico de la provincia de Buenos Aires.
Probable evolución de las urbanizaciones privadas en Pilar:
Difícilmente la urbanización privada se detenga mientras existan espacios verdes en el partido y aún los hay:
Moreno, se abre un abanico de campo agrícola que bien puede ser el asentamiento de las futuras urbanizaciones privadas.
De acuerdo a los planos presentados y analizados en el Capítulo IV del presente trabajo: