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Este documento ofrece una introducción a las enfermedades cerebrovasculares, incluyendo su definición, causas, síntomas y primeros auxilios. Además, se discuten los tipos de accidentes cerebrovasculares, como el infarto cerebral y la hemorragia cerebral, y sus respectivas causas y síntomas. Se mencionan también factores de riesgo y prevención.
Qué aprenderás
Tipo: Monografías, Ensayos
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República Bolivariana de Venezuela Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior, Ciencia y Tecnología FUNDACAPI Maracay, Edo. Aragua
Las enfermedades cerebrovasculares, representan la 4ª causa de mortalidad general y es responsable de 8,79 % de las muertes en Venezuela. La incidencia en diferentes estudios oscila entre 150-300 casos nuevos por 100 000 habitantes por año, sin embargo y la prevalencia en el ámbito mundial oscila entre 550- casos por 100 000 habitantes. Se han documentado episodios y transmisión hereditaria del accidente cerebrovascular desde el segundo milenio antes de Cristo en adelante en la antigua Mesopotamia y Persia. Hipócrates de Cos fue el primero en describir el fenómeno de parálisis súbita que generalmente se asocia con isquemia. Apoplejía, del griego ἀποπληξία ‘abatido con violencia’, apareció por primera vez en los escritos hipocráticos para describir este fenómeno. Desde ese entonces hasta la época actual, es un flagelo que sigue afectando a gran parte de la población mundial.
aunque era entendido en latín clásico como ‘ataque súbito’ poco específico. Se considera sinónimo de infarto cerebral junto a accidente cerebrovascular. La principal causa es la presión arterial elevada, a la que sigue el sedentarismo (poca movilidad corporal, en especial de las extremidades inferiores: la falta de caminatas que duren al menos media hora al día), el alto consumo de radicales provenientes, entre otros, del tabaco, frituras o grasas hidrogenadas, a lo que puede sumarse el consumo excesivo de alcohol, de tabaco o de drogas, así como padecer problemas cardíacos, como la fibrilación auricular u otras afecciones inicialmente no cardíacas ni vasculares, como diabetes o estrés; cualquiera de estos factores, o más de uno al mismo tiempo, predisponen a sufrir un ictus. La enfermedad celíaca puede provocar, si no se trata, este tipo de ataques, especialmente en personas jóvenes y niños; no obstante, suele pasarse por alto, sin reconocer ni diagnosticar, principalmente por cursar sin síntomas digestivos evidentes. Los retrasos en el diagnóstico pueden hacer que los daños sean irreversibles Epidemiologia Prevalencia : El 3,5 % en la población mayor de 64 años. En España hay de 150 a 250 casos anuales por cada 100 000 habitantes. Incidencia por edad y sexo: De 65 a 74 años la presencia es mayor en hombres. A partir de los 75, la prevalencia asciende significativamente entre mujeres. Etiología Según su etiología, un ataque cerebrovascular (ACV) tiene dos variantes: isquémicos (embólico y trombótico) y hemorrágicos. El cuadro clínico es variado y depende del área encefálica afectada. Ictus isquémico.
Un ictus isquémico o ataque cerebrovascular oclusivo, también llamado infarto cerebral, se presenta cuando la estructura pierde la irrigación sanguínea debido a la interrupción súbita e inmediata del flujo sanguíneo, lo que genera la aparición de una zona infartada y es en ese momento en el cual ocurre el verdadero infarto cerebral, y se debe solo a la oclusión de alguna de las arterias que irrigan la masa encefálica, ya sea por acumulación de fibrina o de calcio o por alguna anormalidad en los eritrocitos, pero generalmente es por arteriosclerosis (también ateroesclerosis, de ateroma) o bien por un émbolo (embolia cerebral) que procede de otra localización, fundamentalmente el corazón u otras arterias (como la bifurcación de la carótidas o del arco aórtico). La isquemia de las arterias cerebrales puede producirse por los siguientes mecanismos y procesos: De origen vascular y hemodinámico Estenosis de las arterias (vasoconstricción) reactiva a multitud de procesos (vasoespasmo cerebral). Con frecuencia se debe a una disminución del gasto cardíaco o de la tensión arterial grave y mantenida, lo que genera una estenosis y el consecuente bajo flujo cerebral. Es muy importante controlar la fibrilación auricular cardíaca, ya que las fibrilaciones del corazón forman trombos que pueden llegar al cerebro, provocándole ACVs. De origen intravascular Trombótico o aterotrómbico Se forma un coágulo (trombo) en una de las arterias que irrigan el cerebro, lo que provoca la isquemia; este fenómeno se ve favorecido por la presencia de placas de aterosclerosis en las arterias cerebrales. Embólico Es consecuencia de un coágulo formado en una vena de otra parte del cuerpo (émbolo) y que, tras desprenderse total o parcialmente, viaja hacia el cerebro a través del torrente sanguíneo. También puede deberse a otro material llegado al torrente circulatorio por diferentes motivos. Habitualmente es un coágulo formado
Dificultad para expresarse, entender lo que se le dice o lenguaje ininteligible (disartria) Dificultad al caminar, pérdida de equilibrio o de coordinación Mareos, dolor de cabeza brusco, intenso e inusual, casi siempre acompañado de otros síntomas Pérdida de la visión en uno o en ambos ojos Además de las manifestaciones físicas, hasta un 50 por ciento de las personas que sobreviven a su ataque cerebral sufren depresión durante los primeros años; a pesar de esto, en la mayoría de los casos se omite el diagnóstico, lo que repercute negativamente en el paciente. No obstante, numerosos cuadros de baja intensidad y duración pasan inadvertidos, debido a lo anodino de la sintomatología: parestesias, debilidad de un grupo muscular poco específico (su actividad es suplida por otros grupos musculares), episodios amnésicos breves, pequeña desorientación y otros. Son estos síntomas menores los más frecuentes, y tienen una gran importancia, porque dan un aviso prematuro acerca de la patología subyacente. Primeros auxilios En realidad los primeros auxilios debe llevarlos a cabo, lo más pronto posible, el personal médico, y deberá mantenerse, mientras tanto, a la persona afectada en la mayor calma e inmovilidad posibles (sin esfuerzos ni violencia) hasta la llegada del personal médico (sin administrar al afectado ningún fármaco no prescrito por autoridad médica). Las cuatro primeras horas son cruciales para el afectado y durante ese lapso es necesaria la participación del personal médico. Rehabilitación Se requiere de un programa de rehabilitación interdisciplinaria que provea una asistencia integrada para las personas que han sobrevivido a un ataque cerebral. Esta debe atender tanto los aspectos motores como los relacionados con el habla, los trastornos visuales, las actividades de la vida diaria y las secuelas
incapacitantes como la espasticidad, para que el sobreviviente de un ataque pueda alcanzar un grado de independencia suficiente como para retomar, al menos parcialmente, sus actividades habituales. Este equipo interdisciplinar debe estar formado por fisioterapeutas, neuropsicólogos, fonoaudiólogos (logopedas), terapeutas ocupacionales y todos aquellos relacionados con la medicina, como el médico rehabilitador o fisiatra, el psiquiatra y el neurólogo. Otro grupo que se ve afectado después de un episodio de esta naturaleza son los familiares y amigos de la persona, que necesitan de orientación sobre la mejor manera de acompañar a la persona que se está recuperando: fundamentalmente, porque, ante la incertidumbre y angustia en la que se encuentran, pueden actuar obstaculizando el proceso de rehabilitación. Una revisión sistemática de 15 estudios, la mayoría realizados en Asia, particularmente China, y uno en Sudáfrica, encontró evidencia de que la rehabilitación comunitaria genera un impacto positivo en personas con discapacidades. De seis estudios centrados en personas con discapacidades físicas, tres mostraron efectos beneficiosos para casos de apoplejía. Resulta necesaria una evaluación costo-efectividad de las rehabilitaciones que permita evaluar la asignación de los recursos Prevención Lo fundamental es controlar los factores de riesgo asociados: la hipertensión arterial, la lipoproteína de baja densidad o LDL elevada (incluido el aumento de triglicéridos), debido al consumo de aceites hidrogenados, la diabetes mellitus y la enfermedad celíaca. Evitar el consumo de tabaco, de sustancias psicotrópicas o estupefacientes y de bebidas alcohólicas. Evitar el sedentarismo y practicar ejercicio físico; consumir una dieta rica en verduras, frutas, proteínas, colesterol «bueno» y grasas
Los accidentes cerebro vasculares son patologías de carácter evitable, pero cuyos factores de riesgo y maneras de prevenirlo son desconocidos por gran parte de la población, razón por la cual es un flagelo que sigue afectando a gran cantidad de personas en el país y a nivel global, perjudicando vidas o despojando de ella; motivo por el cual es importante desde los consultorios de atención primaria hasta a niveles hospitalarios, informar a la población acerca de la enfermedad a fin de disminuir los casos y salvar vidas.