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Ensayo de Electroencefalograma, Guías, Proyectos, Investigaciones de Fisiología

Ensayo sobre el Electroencefalograma

Tipo: Guías, Proyectos, Investigaciones

2019/2020

Subido el 10/11/2020

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Introducción
La electroencefalografía (EEG) es uno de los métodos clínicos más específicos para
el diagnóstico y seguimiento de las epilepsias mediante la detección de la actividad
epileptiforme interictal y/o ictal, ya sea mediante electrodos de superficie,
semiinvasiva e intracraneal. Su uso en el estudio preoperatorio para definir el área
epileptogénica resecable e intraoperatoria definitiva para confirmar una cirugía
exitosa es una herramienta indispensable hasta el día de hoy.
En 1929, Hans Berger acuñó el término "electroencefalograma", abreviatura de
EEG, para describir el registro de fluctuaciones eléctricas en el cerebro, que se
registran mediante electrodos adheridos al cuero cabelludo.
El EEG también tiene otros usos básicos en la práctica clínica, principalmente en
pacientes en unidades de cuidados intensivos en sedoanalgesia que son
extremadamente difíciles de evaluar su estado neurológico y de vigilancia. Su uso
en recién nacidos es fundamental ya que es el examen más específico que permite
la documentación funcional continua de la maduración cerebral a lado de la cama
del paciente de forma no invasiva.
Su sensibilidad y especificidad dependen de varios factores, como la edad del
paciente y las características del registro, lo que significa que el personal de alta
calidad busca, realiza y lee requieren EEG específicos.
El origen de la señal eléctrica está en las células piramidales de la corteza cerebral.
Cada una de estas neuronas constituye un diminuto dipolo eléctrico cuya polaridad
depende de si el impulso a la célula es inhibidor o excitador. Para recolectar y
registrar las señales de actividad eléctrica en cada región del cerebro a través de la
superficie del cráneo, se colocan electrodos que capturan la diferencia de potencial
entre ellos. EEG estudia y analiza el campo eléctrico del cerebro (topología,
polaridad y sus cambios temporales y espaciales) amplificando la diferencia de
potencial entre los electrodos del receptor de señal. Pueden ubicarse en el cuero
cabelludo (EEG estándar), en la superficie de la corteza (EEG cortical) o de manera
intracerebral (EEG profundo).
El EEG estándar es un examen de bajo costo, no invasivo e indoloro que puede
usarse ampliamente en la práctica clínica. Esto se hace colocando electrodos de
superficie adheridos al cuero cabelludo con gel conductor. Están posicionados
según el sistema internacional 10-201. Cada canal de exportación o registro mide
la diferencia de voltaje entre dos electrodos (uno es el electrodo activo y el otro es
el electrodo de referencia). Generalmente, se utilizan 16-24 derivaciones para cada
montaje.
Los diferentes pares de electrodos se combinan para formar los montajes. Hay dos
tipos básicos de montajes: bipolar (transversal y longitudinal) y monopolar (o
referencial). El bipolar registra la diferencia de voltaje entre dos electrodos
colocados en áreas de actividad cerebral, mientras que el monopolar registra la
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Introducción

La electroencefalografía (EEG) es uno de los métodos clínicos más específicos para el diagnóstico y seguimiento de las epilepsias mediante la detección de la actividad epileptiforme interictal y/o ictal, ya sea mediante electrodos de superficie, semiinvasiva e intracraneal. Su uso en el estudio preoperatorio para definir el área epileptogénica resecable e intraoperatoria definitiva para confirmar una cirugía exitosa es una herramienta indispensable hasta el día de hoy. En 1929, Hans Berger acuñó el término "electroencefalograma", abreviatura de EEG, para describir el registro de fluctuaciones eléctricas en el cerebro, que se registran mediante electrodos adheridos al cuero cabelludo. El EEG también tiene otros usos básicos en la práctica clínica, principalmente en pacientes en unidades de cuidados intensivos en sedoanalgesia que son extremadamente difíciles de evaluar su estado neurológico y de vigilancia. Su uso en recién nacidos es fundamental ya que es el examen más específico que permite la documentación funcional continua de la maduración cerebral a lado de la cama del paciente de forma no invasiva. Su sensibilidad y especificidad dependen de varios factores, como la edad del paciente y las características del registro, lo que significa que el personal de alta calidad busca, realiza y lee requieren EEG específicos. El origen de la señal eléctrica está en las células piramidales de la corteza cerebral. Cada una de estas neuronas constituye un diminuto dipolo eléctrico cuya polaridad depende de si el impulso a la célula es inhibidor o excitador. Para recolectar y registrar las señales de actividad eléctrica en cada región del cerebro a través de la superficie del cráneo, se colocan electrodos que capturan la diferencia de potencial entre ellos. EEG estudia y analiza el campo eléctrico del cerebro (topología, polaridad y sus cambios temporales y espaciales) amplificando la diferencia de potencial entre los electrodos del receptor de señal. Pueden ubicarse en el cuero cabelludo (EEG estándar), en la superficie de la corteza (EEG cortical) o de manera intracerebral (EEG profundo). El EEG estándar es un examen de bajo costo, no invasivo e indoloro que puede usarse ampliamente en la práctica clínica. Esto se hace colocando electrodos de superficie adheridos al cuero cabelludo con gel conductor. Están posicionados según el sistema internacional 10-201. Cada canal de exportación o registro mide la diferencia de voltaje entre dos electrodos (uno es el electrodo activo y el otro es el electrodo de referencia). Generalmente, se utilizan 16-24 derivaciones para cada montaje. Los diferentes pares de electrodos se combinan para formar los montajes. Hay dos tipos básicos de montajes: bipolar (transversal y longitudinal) y monopolar (o referencial). El bipolar registra la diferencia de voltaje entre dos electrodos colocados en áreas de actividad cerebral, mientras que el monopolar registra la

diferencia de potencial entre un electrodo ubicado en un área activa del cerebro y otro colocado en un área sin actividad o neutra (por ejemplo, el lóbulo del cerebro). oreja); o la diferencia de voltaje entre un electrodo colocado en una zona activa y el promedio de todos o algunos de los electrodos activos. El uso de electrodos invasivos permite estudiar en detalle zonas cerebrales en ocasiones inaccesibles, como la superficie medial del lóbulo temporal (electrodos nasofaríngeos, electrodos esfenoidales, del foramen oval, temporales anteriores, etc.). Actualmente, estos dispositivos utilizan amplificadores digitales. Debido a las grandes ventajas del EEG digital, las señales analógicas se han eliminado por completo, lo que incluye facilitar la adquisición, el análisis y el almacenamiento de señales, así como la capacidad de modificar filtros, sensibilidad, tiempo de registro, durante y después de la grabación.

Desarrollo

La actividad bioeléctrica cerebral puede captarse por diversos procedimientos:

  • Sobre el cuero cabelludo.
  • En la base del cráneo.
  • En cerebro expuesto.
  • En localizaciones cerebrales profundas. Para captar la señal se utilizan diferentes tipos de electrodos:
  • Electrodos superficiales: Se aplican sobre el cuero cabelludo.
  • Electrodos basales: Se aplican en la base del cráneo sin necesidad de procedimiento quirúrgico.
  • Electrodos quirúrgicos: para su aplicación es precisa la cirugía y pueden ser corticales o intracerebrales. El registro de la actividad bioeléctrica cerebral recibe distintos nombres según la forma de captación:
  • Electroencefalograma(EEG): Se utilizan electrodos de superficie o basales.
  • Electrocorticograma(ECoG): Se utilizan electrodos quirúrgicos en la superficie de la corteza.
  • Estereo Electroencefalograma(E-EEG): Se utilizan electrodos quirúrgicos de aplicación profunda. Las ondas del ECG poseen amplitudes que van desde los 10 mV en registros sobre el córtex, a 100 mV en la superficie del cuero cabelludo. Las frecuencias de estas ondas se mueven entre 0,5 y 100 Hz y dependen mucho del grado de actividad del córtex cerebral. La mayoría de las veces estas ondas no poseen ninguna forma

Consiste en un EEG en reposo, donde el paciente está despierto y realiza acciones activadoras, como apertura y cierre palpebral, hiperventilación durante 3 minutos y estimulación lumínica a diferentes frecuencias. Para algunos síndromes específicos, como la epilepsia de ausencia, si la hiperventilación puede causar convulsiones, puede ser necesario extender la hiperventilación durante 5 minutos para aumentar la sensibilidad. La duración mínima de un EEG estándar es de 30 minutos. EEG con privación de sueño Esta prueba involucra a pacientes que fueron privados de sueño de forma natural (sin café, cola u otros estímulos) la noche anterior. La cantidad de privación de sueño que debe realizar cada paciente se ha estandarizado adecuadamente y varía con la edad. Generalmente, aunque no se ha establecido internacionalmente, se recomienda privar completamente a los pacientes mayores de 15 años durante 24 horas según sea necesario. Se sabe que la falta de sueño es un factor de sensibilización para la aparición de actividad epileptiforme; Sin embargo, a diferencia de la vigilia, tiene la peculiaridad de no ser un buen focalizador. Su indicación principal es en epilepsias cuya actividad epileptiforme es facilitada con la privación de sueño, como la epilepsia mioclónica juvenil o epilepsia parcial benigna de la infancia. En el caso de niños menores de 5 años o pacientes con discapacidades del desarrollo, es muy probable que no cooperen con el examen y siempre se les debe exigir que privan al EEG del sueño y, a veces, incluso deben tomar medidas sedantes para lograr colocar los electrodos. La duración de la prueba es de al menos 45 minutos y su propósito no es solo registrar el tiempo de vigilia, sino también registrar el sueño pasivo. Otras variantes específicas en base a los dos exámenes anteriores son:

  • EEG con técnicas de activación especiales como las epilepsias reflejas que son gatilladas por un estímulo específico como la lectura.
  • EEG con electrodos adicionales.
  • EEG prolongados de una hora o más. Cuando se sospecha de convulsiones epilépticas y el EEG convencional es normal, la activación eléctrica de la corteza (como hiperventilación, estimulación lumínica, sueño, privación del sueño) a veces puede provocar indicios de convulsiones. Por otro lado, cuando el EEG carece de información, los electrodos

nasofaríngeos a veces pueden detectar convulsiones en el lóbulo temporal. Por lo general, la monitorización ambulatoria continua de EEG de 24 horas (con o sin monitorización por vídeo) puede determinar que las convulsiones provocan la pérdida de memoria, el aura subjetiva o el comportamiento motor paroxístico anormal. Si el médico necesita determinar si el episodio es una convulsión o psicosis, la cámara se puede usar para monitorear al paciente durante el examen EEG en el hospital. Esta técnica (llamada video EEG) también se usa antes de la cirugía para ver qué tipo de convulsiones son causadas por anomalías en lesiones epilépticas específicas. El EEG video monitoreo o video monitorización consiste en la realización de un electroencefalograma con la adición de video concomitante. La prueba se ha convertido en una herramienta importante de apoyo al diagnóstico y su sensibilidad tendrá una relación directa entre la duración de la prueba y la frecuencia de las convulsiones del paciente. La mayor ventaja de esta prueba es que por su duración es posible experimentar diferentes estados de vigilia y sueño, por lo que puede hacer mucho más claras las actividades básicas. Este hecho aumenta enormemente la sensibilidad del registro, especialmente cuando incluye el sueño nocturno. Por otra parte el EEG video prolongado aumenta la posibilidad de detectar actividad epiléptica interictal, lo que nos va a permitir un mejor acercamiento al diagnóstico sindromático y nos otorga la chance de detectar actividad ictal (crisis epiléptica con o sin correlato clínico) con la enorme información que esto aporta en relación a certeza diagnóstica, diferenciación entre crisis generalizadas o de inicio parcial y semiología de las crisis, que nos permiten aproximarnos clínica y eléctricamente a la zona de inicio o zona epileptogénica. Debido al video, el hecho de que podamos correlacionar directamente los eventos epilépticos nos brinda otra gran ventaja, lo que significa que se puede determinar la naturaleza de la epilepsia o excluir su posibilidad.

Conclusión

En cuanto al diagnóstico funcional, en los últimos años se han desarrollado diversas técnicas diagnósticas, como la magnetoencefalografía (MEG). Esta es una técnica inofensiva para el paciente y no requiere el uso de electrodos. Sin embargo, a pesar de sus evidentes ventajas, al menos por ahora, su principal área de aplicación es el campo de la investigación, una de sus limitaciones es que genera enormes costes económicos en comparación con el EEG tradicional y otros EEG similares. MEG solo puede detectar el campo magnético perpendicular a la corteza cerebral, que es generado por el flujo nervioso tangencial a la corteza. Por el contrario, aquellos orientados radialmente no genera un campo magnético fuera de la cabeza.

lograr un gran salto en la investigación neurocognitiva animal y humana orientada al EEG. La neurocognición ha asumido la posición del "santo grial" de toda la neurociencia, y el EEG tiene una gran oportunidad de convertirse en un contribuyente principal. Después de años de esfuerzos frenéticos, se descubrirá que la neurociencia puede iluminar la "barrera cerebro-mente" solo hasta cierto punto. La electroencefalografía, por tanto, sigue siendo una técnica muy útil para la clínica hasta el día de hoy, no solo en el campo de la epilepsia sino también en muchos otros, como se comenta en este trabajo. La clave es proporcionar al médico una orientación funcional que, junto con la información estructural proporcionada por la neuroimagen, sirva como un complemento en el diagnóstico de la patología del paciente.

Bibliografía

  • Schomer, Donald L., et al. Niedermeyer’s Electroencephalography: Basic Principles, Clinical Applications, and Related Fields. 2018.
  • Ramos-Argüelles, F., Morales, G., Egozcue, S., Pabón, R. M., & Alonso, M. T. (2009). Técnicas básicas de electroencefalografía: principios y aplicaciones clínicas. In Anales del sistema sanitario de Navarra (Vol. 32, pp. 69 - 82). Gobierno de Navarra. Departamento de Salud.
  • Barea Navarro, R. Instrumentación Biomédica. Departamento Electrónica. Universidad Alcalá. Recuperado el 05 de octubre de 2020. http://www.hca.es/huca/web/enfermeria/html/f_archivos/electroencefalografi a.pdf
  • Loreto, Rios P., y Alvarez D. Carolina. « Aporte de los distintos métodos electroencefalográficos (eeg) al diagnóstico de las epilepsias ». Revista Médica Clínica Las Condes, vol. 24, n.o 6, noviembre de 2013, pp. 953-57. www.elsevier.es, doi:10.1016/S0716-8640(13)70249-9.