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Ensayo Sobre la Ética a Nicodemos
Tipo: Resúmenes
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INTRODUCCIÓN (^) El pensamiento ético de Aristóteles aparece recogido en tres obras: Gran Ética, Ética a Eudemo y Ética a Nicómaco. En dichas obras considera a la acción no en cuanto es buena en sí misma, sino en cuanto que conduce a la felicidad o bien del hombre. (^) El planteamiento aristotélico gira en torno a la tesis de que la ética no es una ciencia sino un conocimiento, una reflexión de signo práctico. Para él, la felicidad consiste en una actividad constante, en donde el bien de cada uno consiste en su actividad o función propia, la felicidad consiste en la virtud humana, que permiten al hombre actuar y funcionar siempre como hombre.
Libro Primero (^) El hombre virtuoso es el mejor de todos que por sí solo comprende todas las cosas, es también noble el que sabe oír a los buenos consejos: pero quien no comprende nada por sí mismo, ni retiene en su mente las palabras de otro, es un hombre absolutamente inútil. (^) El bien propio del hombre es la actividad del alma en conformidad con la virtud. La felicidad se alcanza mediante la virtud y cierto aprendizaje o ejercicio que debe ser considerada como una cosa divina. (^) Llamamos virtud humana no a la del cuerpo, sino a la del alma, y afirmamos que la felicidad es una actividad del alma.
Libro Segundo (^) Existen dos clases de virtud, la dianoética y la ética. La dianoetica tiene su origen principalmente (y también su incremento) en la enseñanza, por eso requiere experiencia y tiempo; la ética, en cambio, procede de la costumbre. (^) La virtud del hombre será también el hábito por el cual el hombre se vuelve bueno y, por el cual, realiza bien su función propia. La virtud, por tanto, es un habito voluntario y electivo, que consiste en un término medio respecto a nosotros, determinado por la razón y específicamente por aquella razón por la cual decidiría el hombre prudente.
Libro Tercero (^) El hombre, dueño de sí mismo por el contrario, actúa mediante elecciones y no impulsado por el hábito. (^) La opinión se distingue por ser verdadera o falsa, jamás por ser buena o mala, mientras que la elección se distingue justamente por lo último, es decir, por ser buena o mala. Gracias a nuestras elecciones de lo bueno o de lo malo, tenemos un carácter determinado (personalidad y temperamento) pero nunca por nuestras opiniones.
(^) Cuando tomamos una decisión después de haber deliberado, nuestros deseos concuerdan con esta deliberación. En efecto, el bueno juzga bien las cosas y en todas se le muestra la verdad. Lo que más diferencia al hombre bueno es su capacidad de ver la verdad en todas las cosas. Al afirmar que las virtudes son voluntarias, somos en cierto modo responsables de nuestros hábitos y en consonancia con nuestra condición proponemos un fin determinado. (^) La virtud del intelecto es la sabiduría, o el conocimiento de los fines de la vida; la virtud de la voluntad es el valor, la capacidad de actuar, y la virtud de las emociones es la templanza, o el autocontrol.
(^) La generosidad es un termino medio relativo a dar y tomar riquezas. El generoso dará y gastara en lo que se debe y cuanto se debe, tanto en las cosas grandes como en las cosas pequeñas y lo hará siempre con agrado y, del mismo modo, tomará de donde debe y cuanto debe. (^) El hombre sincero es el que ama la verdad y la dice cuando es indiferente decirlo o no, claro que la dirá cuando no sea indiferente decirlo, es decir, cuando sea importante.
Libro Quinto (^) Hay común acuerdo en llamar justicia a la disposición que hace capaces a los hombres de practicar lo que es justo, obrar justamente y querer lo justo. Atribuimos el calificativo de justo a todo aquello que tiene una condición capaz de producir y conservar la felicidad y sus constitutivos para la comunidad pública. (^) Efectivamente, todos están de acuerdo en lo referente a las distribuciones o repartos, que lo justo consiste en que deben ser realizados de acuerdo con los méritos. De esta manera lo justo es un término medio entre una especie de ganancia y de pérdida en los modos de trato (transacciones) no voluntarios, un tener lo mismo tanto antes como después. (^) Del mismo modo, las cosas que no son justas por naturaleza, sino por acuerdo humano, no son las mismas en todos los lugares. Así también no lo son los regímenes políticos, aunque sólo uno es el mejor por naturaleza en todas partes.
(^) La prudencia es una disposición racional y práctica referida a lo que es bueno para el hombre. Habiendo en el alma dos partes racionales, la prudencia será la virtud de una de ellas, justamente la que forma opiniones. (^) Al poseer la prudencia se poseen todas las virtudes, ya que ella es la virtud de esta parte del alma, y porque la elección no puede ser recta sin prudencia ni sin virtud, ya que una determina el fin y la otra nos obliga a realizar acciones que conducen a ese fin.
Libro Séptimo (^) Tres clases de condiciones morales deben ser rehuidas: el vicio, la incontinencia y la brutalidad. (^) Es evidente que tanto los continentes y firmes como los incontinentes y blandos están referidos tanto a los placeres como a los dolores.
Libro Octavo (^) Existen tres especies de amistad. En cada una de ellas existe la reciprocidad: 1.- Amistades por Interés .- Aquellos que se quieren por interés no se quieren por sí mismos, sino en la sola medida en que se benefician en algo los unos y los otros. 2.- Amistades por el Placer .-Aquellos que son superficiales no tienen afecto a otros porque sean de una condición determinada, sino porque les resultan agradables. Por tanto, su cariño obedece al propio gusto, es por este motivo que este tipo de amistades son fáciles de disolver. 3.- Amistades por la Virtud .-Es la amistad perfecta, y ello es así porque estos quieren el bien el uno del otro en cuanto son buenos y son buenos por sí mismos.
(^) “La comunidad es pues la base de toda amistad” (^) Es claro, sin embargo, que la igualdad no funciona de la misma manera en la justicia que en la amistad. Es igualdad primariamente la proporcionada al mérito, y secundariamente la cuantitativa; mientras que en la amistad, lo que prima es la cuantitativa y secundariamente la proporcionada al mérito.
(^) La benevolencia es el principio de la amistad, porque nadie es capaz de amar si antes no ha sentido complacencia en la forma sensible del ser amado, tampoco es posible ser amigos sin ser haber sentido benevolencia. (^) La concordia parece ser también un sentimiento amistoso, y, por eso, no es una mera igualdad de opinión. La unanimidad no consiste en pensar todos lo mismo, sea esto lo que fuera, sino lo mismo y para lo mismo, y tal cosa sucede cuando el pueblo y las clases selectas piensan que deben gobernar los mejores.
Libro Décimo (^) El placer perfecciona la actividad, no a modo de una disposición que le es inherente, sino a modo de una consumación a que tal actividad conduce, como la juventud conduce a la flor de la vida. (^) Por ejemplo, el estudioso ocupando su mente con los objetos de reflexión. Sin actividad no hay placer que perfeccione la actividad. (^) El que ha de ser un hombre bueno, debe sólo ser bien educado y acostumbrado, y vivir después conforme a esta educación, dedicado a las ocupaciones nobles en orden a la inteligencia y a un orden recto.