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ensayo sobre la ceguera resumen, Monografías, Ensayos de Literatura Portuguesa

Análisis Literario de la novela de José Saramago Ensayo sobre la ceguera

Tipo: Monografías, Ensayos

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Alejandro_87 🇦🇷

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An´alisis Literario
Ensayo Sobre la Ceguera
Dom´ınguez Hern´andez Rogelio
4 de Noviembre de 2004
S´ıntesis
Un hombre est´a esperando en su auto la luz verde del sem´aforo, ubitamente
comienza a ver todo blanco, se qued´o ciego, comienza a gritar desesperado, la gente
acude a ver que pasa y uno de ellos decide que lo mejor ser´ıa llevarlo a casa. Se
ofrece a llevarlo en el auto del ciego y deja al ciego en la puerta de su casa.
Poco despu´es, llega su mujer y conoce lo sucedido, por lo que decide llevarlo con
el edico. Afuera de su casa, la mujer busca el auto sin ´exito, lo hab´ıa robado la
persona que trajo al ciego.
Una vez que llegaron al consultorio del edico, estaban esperando consulta un
ni˜no estr´abico y su madre, una chica de gafas oscuras y un viejo con una venda
negra tapando uno de sus ojos. El edico recibi´o al ciego inmediatamente, dada la
urgencia del caso, y lo revis´o sin hallar los motivos de la “ceguera blanca”, jam´as
hab´ıa visto un caso as´ı y le dio al ciego una lista de an´alisis que requer´ıan hacerse
para investigar as sobre el origen de su ceguera.
El ladr´on del auto, mientras lo llevaba a su casa se qued´o ciego.
La chica de las gafas oscuras que estaba en el consultorio del edico era una
prostituta con un problema de conjuntivitis. Esa noche, mientras estaba con uno de
sus clientes, se qued´o ciega.
El edico se qued´o desconcertado con la rareza de la ceguera y, al volver a su casa,
platic´o con su mujer sobre la extra˜neza del caso y despu´es fue a consultar libros en su
biblioteca personal. Mientras lo hac´ıa, se qued´o ciego. Pero siendo edico, tom´o las
cosas con calma y hasta el d´ıa siguiente, pues era tarde, decidi´o tomar medidas.
Intent´o llamar a un directivo del ministerio de salud, pero sus intentos fueron
in´utiles al tener que enfrentarse con el aparato bur´ocrata que rige en estas institu-
ciones. As´ı que decidi´o hablar con el director del hospital donde ´el trabajaba. As´ı lo
hizo y el director se mostr´o preocupado pero coment´o que hab´ıa que estudiar los
casos un poco as antes de dar aviso al ministerio de salud. As´ı finaliz´o la llamada,
pero poco despu´es, el director llam´o al edico inform´andole que un ni˜no estr´abico se
hab´ıa quedado ciego, el edico concluy´o que era el mismo ni˜no que estaba esperando
consulta cuando el primer ciego fue con ´el, por lo que el director decidi´o dar aviso
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An´alisis Literario

Ensayo Sobre la Ceguera

Dom´ınguez Hern´andez Rogelio

4 de Noviembre de 2004

S´ıntesis

Un hombre est´a esperando en su auto la luz verde del sem´aforo, s´ubitamente comienza a ver todo blanco, se qued´o ciego, comienza a gritar desesperado, la gente acude a ver que pasa y uno de ellos decide que lo mejor ser´ıa llevarlo a casa. Se ofrece a llevarlo en el auto del ciego y deja al ciego en la puerta de su casa. Poco despu´es, llega su mujer y conoce lo sucedido, por lo que decide llevarlo con el m´edico. Afuera de su casa, la mujer busca el auto sin ´exito, lo hab´ıa robado la persona que trajo al ciego. Una vez que llegaron al consultorio del m´edico, estaban esperando consulta un ni˜no estr´abico y su madre, una chica de gafas oscuras y un viejo con una venda negra tapando uno de sus ojos. El m´edico recibi´o al ciego inmediatamente, dada la urgencia del caso, y lo revis´o sin hallar los motivos de la “ceguera blanca”, jam´as hab´ıa visto un caso as´ı y le dio al ciego una lista de an´alisis que requer´ıan hacerse para investigar m´as sobre el origen de su ceguera. El ladr´on del auto, mientras lo llevaba a su casa se qued´o ciego. La chica de las gafas oscuras que estaba en el consultorio del m´edico era una prostituta con un problema de conjuntivitis. Esa noche, mientras estaba con uno de sus clientes, se qued´o ciega. El m´edico se qued´o desconcertado con la rareza de la ceguera y, al volver a su casa, platic´o con su mujer sobre la extra˜neza del caso y despu´es fue a consultar libros en su biblioteca personal. Mientras lo hac´ıa, se qued´o ciego. Pero siendo m´edico, tom´o las cosas con calma y hasta el d´ıa siguiente, pues era tarde, decidi´o tomar medidas. Intent´o llamar a un directivo del ministerio de salud, pero sus intentos fueron in´utiles al tener que enfrentarse con el aparato bur´ocrata que rige en estas institu- ciones. As´ı que decidi´o hablar con el director del hospital donde ´el trabajaba. As´ı lo hizo y el director se mostr´o preocupado pero coment´o que hab´ıa que estudiar los casos un poco m´as antes de dar aviso al ministerio de salud. As´ı finaliz´o la llamada, pero poco despu´es, el director llam´o al m´edico inform´andole que un ni˜no estr´abico se hab´ıa quedado ciego, el m´edico concluy´o que era el mismo ni˜no que estaba esperando consulta cuando el primer ciego fue con ´el, por lo que el director decidi´o dar aviso

al ministerio de salud. M´as tarde, tambi´en se reportaron los casos del ladr´on y de la chica de gafas oscuras. Unas horas m´as tarde, el m´edico recibi´o llamadas del ministerio de salud donde le ped´ıan datos de las personas que estuvieron en el consultorio desde el d´ıa anterior, as´ı como para informarle que no deb´ıa salir de su casa, que una ambulancia ir´ıa por ´el. Lleg´o la ambulancia, subi´o el m´edico a ella, y tambi´en su mujer, pero fue infor- mada que ella no pod´ıa ir, a lo que ella respondi´o: “Tiene que llevarme tambi´en a m´ı, acabo de quedarme ciega” En ´este momento, el gobierno hab´ıa decidido poner en cuarentena a todos los contagiados, tanto los ciegos como los que estuvieron en contacto con ellos, que fueran apareciendo. El lugar elegido fue un manicomio vac´ıo, que constaba de 2 alas, una destinada a los ciegos y la otra a los contaminados. Cuando uno de los contaminados se quedara ciego, ser´ıa expulsado de su ala y tendr´ıa que dirigirse al ala de los ciegos, los contaminados se encargar´ıan de expulsarlo. As´ı, al manicomio tambi´en hab´ıan llevado al primer ciego, al ladr´on, a la chica de las gafas oscuras y el ni˜no estr´abico. El Gobierno les inform´o de la situaci´on, as´ı como de las reglas que deb´ıan seguir. Todas ellas orientadas a evitar cualquier contacto con el exterior, una de ellas indica que si alguien muere lo deb´ıan enterrar ellos mismos. Dentro del manicomio, los internados platicaron y se reconocieron, incluso hubo un altercado cuando el primer ciego reconoci´o al ladr´on. Intentaron organizarse para recorrer el manicomio y saber con qu´e cosas conta- ban, se formaron en una fila, y mientras caminaban juntos, el ladr´on, que iba detr´as de la chica de gafas oscuras, comenz´o a acosarla, a lo que ella respondi´o soltando una patada hacia atr´as, clav´andole el tac´on de su zapato en el muslo del ladr´on. Curaron la herida lo mejor posible y llevaron al herido a su cama. En todos estos sucesos, la mujer del m´edico siempre fue la gu´ıa, pero intentaba disimular lo mejor posible. Posteriormente, fueron llegando m´as ciegos, entre ellos la esposa del primer ciego. La herida del ladr´on estaba infect´andose seriamente, por lo que el m´edico y su mujer decidieron acercarse a la puerta a pedir medicamentos. Fueron recibidos por un guardia quien a distancia les avis´o que no siguieran adelante que ten´ıa ordenes de disparar a quien se acercara. El m´edico no lo pudo convencer de la necesidad del medicamento y tuvieron que volver. La comida comenz´o a escasear, y los ciegos tuvieron que repartir la comida. Mientras, segu´ıan llegando m´as ciegos. Una noche, el ladr´on cuya herida estaba cada vez m´as grave, decidi´o ir ´el mismo a pedir medicamentos. Al acercarse a la puerta, alarm´o al guardia y al verlo tan cerca, dispar´o y el ladr´on muri´o instant´aneamente. Los disparos despertaron a los ciegos y los guardias pidieron a los ciegos que se lo llevaran y lo enterraran. Un d´ıa despu´es, los ciegos hambrientos estaban esperando la comida cerca de la puerta. Los guardias, al momento de ir a dejar la comida se impresionaron de la cantidad de ciegos y de la cercan´ıa de ellos, por lo que sufrieron un ataque de miedo

y su esposa, la chica de las gafas oscuras, el ni˜no estr´abico y el viejo de la venda negra) en busca de comida por la ciudad. La ciudad estaba llena de peque˜nos grupos de ciegos que vagaban por la ciudad en busca de comida, las tiendas y casas estaban vac´ıas. Nadie ten´ıa hogar ya, hab´ıan abandonado sus hogares para buscar comida. La ciudad estaba sucia. Excremento, basura y cad´averes eran el paisaje. La mujer del m´edico, dej´o a los ciegos esperando mientras ella buscaba comida para todos. A estas alturas, su grupo ya sab´ıa que ella pod´ıa ver, esto lo supieron durante el incendio. Encontr´o una tienda en la que hab´ıa una bodega que los ciegos no hab´ıan podido encontrar. En esa bodega, encontr´o suficiente comida para su grupo, cerr´o la bodega y fue con su grupo. El grupo hab´ıa hecho el plan de ir a casa del m´edico y su mujer e instalarse all´ı. Pero en el camino, la chica de las gafas oscuras quer´ıa visitar su casa. As´ı lo hicieron y durmieron all´ı una noche. Despu´es continuaron el camino a casa del m´edico y su mujer. Pro fin llegaron, la casa no hab´ıa sido invadida por ciegos, estaba intacta. Los ciegos no quisieron entrar y ensuciar la casa, a ellos no les importaba pero respetaban mucho a la mujer del m´edico para entrar sucios a su casa. Por lo que todos entraron descalzos e inmediatamente que entraron se desnudaron. La mujer del m´edico les dio ropa limpia y les sirvi´o de cenar. Esa noche llovi´o y la mujer del m´edico aprovech´o para ba˜narse y lavar la ropa de los ciegos. Las otras 2 mujeres se despertaron y tambi´en se ba˜naron y ayudaron a lavar la ropa. Al terminar las mujeres, los hombres se ba˜naron con la lluvia y el viejo de la venda negra se ba˜n´o con el agua acumulada en recipientes en la ba˜nera del hogar. Al otro d´ıa, el primer ciego, su esposa, el m´edico y su mujer fueron en busca de comida y tambi´en pasaron a visitar la casa del primer ciego y su esposa. As´ı pasaron los d´ıas. Por los d´ıas iban en busca de comida. Por las noches la mujer del m´edico les le´ıa libros a los ciegos. Un d´ıa, la mujer del m´edico entr´o con su esposo a una iglesia donde todas las im´agenes ten´ıan tapados los ojos con un brochazo de pintura blanca y las estatuas ten´ıan los ojos vendados. El m´edico concluy´o que fue un cura “el mayor sacr´ılego de todos los tiempos y de todas las religiones, el m´as justo, el m´as radicalmente humano, que vino aqu´ı para decir al fin que Dios no merece ver”. Ante la escasez de comida en la ciudad, el grupo estaba pensando en irse a vivir al campo, para sembrar y criar animales para su sustentaci´on. En ´esto estaba pensando el primer ciego durante la noche, mientras el sue˜no lo invad´ıa, cuando de pronto vio todo negro, vio la oscuridad, ante lo cual exclam´o: Estoy ciego. Pero pensaba que ahora su ceguera era negra, cuando abri´o los ojos, comprob´o que ve´ıa. Ante esto, todos estaban contentos, nerviosos, esperan tambi´en ellos poder ver. As´ı todos los ciegos fueron recuperando la vista. Mientras esto pasaba, la mujer del m´edico concluy´o: “Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos que ,viendo, no ven”.

Comentario

No pretendo hacer un an´alisis a fondo sobre el libro, pues carezco del contexto suficiente para hacerlo. No conozco a Saramago mas all´a de los dos libros que he le´ıdo(El Evangelio Seg´un Jesucristo y Ensayo Sobre la Ceguera) y algunas opiniones expresadas por Saramago a trav´es de pr´ologos y art´ıculos de opini´on. No pretendo descifrar todo lo que Saramago intenta expresar a trav´es de la epidemia de ceguera blanca. S´olo expresar´e lo que pude comprender a trav´es de ´este fascinante libro. Jos´e Saramago es un extraordinario escritor. S´olo he le´ıdo dos de sus libros: “El Evangelio Seg´un Jesucristo” y “Ensayo Sobre la Ceguera”. Ambos son excelentes libros. Algo que llam´o mi atenci´on es el estilo narrativo de Saramago, diferente a muchos otros, en el que Saramago toma el papel de narrador, pero que no se limita a ser narrador, sino que, en ocasiones, expresa su propia opini´on sobre los sucesos que est´a narrando. En otras palabras, Saramago toma el papel de un narrador que expresa su opini´on cuando lo considera conveniente. Esto es mucho m´as notorio en “El Evangelio Seg´un Jesucristo”, en “Ensayo Sobre la Ceguera” utiliza m´as a los personajes como voceros. Otro detalle ´unico de Saramago son los di´alogos entre los personajes, donde las frases de cada personaje est´an separadas con comas en lugar de guiones. Es un estilo ´unico que en un principio confunde, pero al que uno se acostumbra r´apidamente. He le´ıdo que otros escritores han adoptado dicho estilo, pero no lo he corroborado. “Ensayo Sobre la Ceguera” es un libro especial. Es el primer libro que leo en el que los personajes no tienen nombre, Saramago se refiere a ellos por alg´un distintivo ´unico, por ejemplo, “el primer ciego”, “la chica de las gafas oscuras”, etc. Un libro con personajes sin nombre suena complicado, pareciera dif´ıcil famil- iarizarse con personajes sin nombre, pero no es as´ı, al contrario, al referirse a los personajes con alg´un distintivo provoca que uno se familiarice a´un m´as con ellos, que los recuerde por el suceso que los hizo quedarse ciegos(“el primer ciego”,”el ladr´on”), que se recuerde alguna caracter´ıstica(“el ni˜no estr´abico”, “la chica de las gafas oscuras”), su profesi´on(“El m´edico”), provocando que, cada vez que se men- ciona un personaje, en la mente del lector se regenere todo el contexto alrededor de dicho personaje y que cada evento que sucede se agregue al contexto, permitiendo al lector tener en cada momento el contexto completo del personaje. De ´esta manera, el lector se familiariza completamente con los personajes, lle- gando a compartir las alegr´ıas y las tristezas de cada uno de ellos. “Ensayo sobre la ceguera” plantea lo que suceder´ıa si una epidemia de ceguera se extendiera a todos los habitantes de una ciudad. Durante todo el libro, Saramago plantea problemas ´eticos que surgir´ıan en tal situaci´on. Es un extraordinario ensayo sobre la ´etica, el cual nos hace reflexionar sobre los valores de la sociedad actual. Desde las primeras p´aginas, Saramago expone una primera actitud anti´etica. Un hombre que est´a esperando la luz verde del sem´aforo, s´ubitamente se queda ciego, comienza a gritar desesperado, la gente acude a ver que pasa y uno de ellos decide que lo mejor ser´ıa llevarlo a casa. Lo lleva en el auto del ciego hasta su casa y, al irse, decide robar el auto.

Hatfield, del cual no me puedo resistir a reproducir un fragmento importante:

... Me pregunto c´omo y por qu´e Estados Unidos, un pa´ıs en todo tan grande, ha tenido, tantas veces, tan peque˜nos presidentes... George W. es seguramente el m´as peque˜no de todos. Con su mediocre inteligencia, su ignorancia abisal, su expresi´on verbal confusa y perma- nentemente atra´ıda por la irresistible tentaci´on del disparate, este hom- bre se presenta ante la humanidad con la pose grotesca de un cowboy que ha heredado el mundo y lo confunde con una manada de ganado. No sabemos lo que realmente piensa, no sabemos siquiera si piensa (en el sentido noble de la palabra), no sabemos si en realidad no ser´a un robot mal dise˜nado que constantemente confunde y cambia los mensajes que le pusieron dentro. Pero, honra le sea hecha al menos una vez en la vida, hay en George Walker Bush, presidente de Estados Unidos, un programa que funciona a la perfecci´on: el de la mentira. El sabe que miente, sabe que nosotros sabemos que est´a mintiendo, pero, por pertenecer a la tipolog´ıa de comportamiento del mentiroso compulsivo, seguir´a mintiendo aunque tenga delante de los ojos la m´as desnuda de las verdades, repetir´a la men- tira incluso despu´es de que la verdad le haya estallado ante su rostro. Minti´o para hacer la guerra contra Irak como ya hab´ıa mentido sobre su pasado turbulento y equ´ıvoco, es decir, con la misma desfachatez. La mentira, en George W., viene de muy lejos, la trae en la masa de la san- gre. Como mentiroso em´erito, ´el es el corifeo de todos los mentirosos que lo han rodeado, aplaudido y servido como lacayos durante los tres ´ultimos a˜nos. Ahora son menos los yes men, pero todav´ıa sueltan sus gorgoritos embaucadores. No hab´ıa armas de destrucci´on masiva en Irak, las que existieron fueron destruidas tras la Guerra del Golfo, en 1991. Pero An- thony “Tony” Blair y Jos´e Mar´ıa Aznar, los tenores preferidos de George W., contin´uan, en su santo nombre, girando al gastado y rayado disco de la amenaza que Sadam Husein representaba para la humanidad... George Walker Bush expuls´o la verdad del mundo para, en su lugar, inaugurar y hacer florecer la edad de la mentira. La sociedad humana actual est´a impregnada de mentira como de la peor de las contamina- ciones morales, y ´el es uno de los mayores responsables de este estado de cosas. La mentira circula impunemente por todas partes, se ha erigi- do en una especie de otra verdad. Cuando hace algunos a˜nos un primer ministro portugu´es, cuyo nombre por caridad omito aqu´ı, afirm´o que “la pol´ıtica es el arte de no decir la verdad”, no pod´ıa imaginar que George W. Bush, tiempo despu´es, transformar´ıa la chocante afirmaci´on en una travesura ingenua de pol´ıtico perif´erico sin conciencia real del valor y del significado de las palabras. Para George W. la mentira es, simplemente, una de las armas del negocio, y, tal vez la mejor de todas, la mentira como arma, la mentira como vanguardia de los tanques y de los ca˜nones, la mentira sobre las ruinas, sobre los muertos, sobre las pobres y siempre

frustradas esperanzas de la humanidad. No es cierto que el mundo sea hoy m´as seguro que hace tres a˜nos, pero no dudemos que ser´ıa mucho m´as limpio y tranquilo sin la pol´ıtica imperial y colonial del presidente de Estados Unidos de Am´erica, George Walker Bush, y de cuantos, con- scientes del fraude que comet´ıan, le abrieron el camino hacia la Casa Blanca. Despu´es de dispararle un tiro a Abraham Lincoln.

Seguramente, Saramago no debe estar muy contento con los recientes resulta- dos de las elecciones en Estados Unidos, como ninguna persona con una diminuta cantidad de sentido de la humanidad lo podr´ıa estar.