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Tipo: Esquemas y mapas conceptuales
Subido el 29/01/2021
5 documentos
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Alumno Jorge Luis Mendoza 3 Tercer Año
Tercer año Profesor: Jose Henriquez. Alumno: Jorge Mendoza Area de Formacion: G.H.C. III Momento Desde 23-4-2020 hasta 27-4- Valor 4 puntos Investiga y realiza una síntesis sobre los cambios sociales, políticos y económicos de Venezuela. Las transformaciones políticas venezolanas en el siglo XX han estado asociadas a la dinámica de la industria petrolera y a las mutaciones monetarias y financieras en el ámbito internacional y nacional. En el comportamiento interno reciente, la especulación financiera en la actividad bancaria, como resultado de la ocurrencia sostenida de déficit Fiscal y su consecuencia en la economía real como trampa depresiva se encuentran en el centro de un mecanismo explicativo, que permite evaluar la relación deseable entre Estado y Sociedad Civil (Social choice). El artículo también enfoca los retos presentados a la política macroeconómica (Public choice) para inducir un nivel más alto de bienestar colectivo, asociado a un mayor nivel de empleo al considerar la situación presente de burbuja petrolera, trampa depresiva y gobernabilidad restringida. A partir de 1936, Venezuela transcurrió dentro de un orden económico basado en un Estado cuyas acciones se apoyan en una renta petrolera (Estado rico) y una Sociedad Civil en donde el empleo dependía en gran parte de la dinámica de trasvase de los recursos fiscales (Sociedad pobre), la Oil and Civic Republic, dentro de una estrategia económica conocida inicialmente como siembra del petróleo (1). Y entendida como economía mixta dentro de la opción del Welfare State. Pero el retroceso sostenido en los niveles de bienestar en las últimas tres décadas hace necesario replantearse una nueva estrategia.
Un elemento clave es el proceso crónico de endeudamiento público para gasto no productivo, que puede venir acompañado de una apariencia de crecimiento (burbujas) cuando el gasto final conduce a consumos crecientes de bienes importados. Lo dicho se ilustra con los diagramas de Venn-Euler que se presentan como Grafico 1. En dicho gráfico la esfera del tráfico internacional (ISYS) relacionado con el Banco Central y las esferas relativas a la banca privada, al gobierno y al sistema productivo privado se superponen (interrelacionan) por pares, tríos y cuartetos, reflejando (cada una de las interrelaciones) variables dependientes. En el caso de Venezuela vemos que el déficit público persistente, su financiamiento crediticio, la inflación resultante y su validación desde el lado monetario (la depreciación sostenida del tipo de cambio) ha limitado al bolívar en su función de reserva de valor (5) al interactuar con el deterioro de la intermediación financiera con propósitos productivos, en favor de actividades especulativas; incluida la adquisición de bono públicos y la fuga de capitales (refugio en las divisas extranjeras). En otras palabras se ha establecido una irracional exhuberancia Fiscal (6), sostenida por un incremento de la deuda pública interna, que presiona el alza la tasa de interés y un crecimiento del endeudamiento externo que, a la larga, atenta contra la estabilidad del tipo de cambio (7). Ambos elementos encarecen la inversión productiva e incrementan los precios. Cabe entonces resaltar los factores relevantes del mecanismo explicativo que han conducido a la trampa depresiva. El primero de ellos se encuentra en el hecho de que, desde a mediados del siglo XX se hizo evidente un cambio en la naturaleza del dinero; pues el valor intrínseco de la moneda metálica o moneda mercancía se torno innecesario, sustituyéndose por las llamadas condiciones morales y financieras de las instituciones y agentes económicos, cuando cumplen funciones financieras. Es decir, cuando sus activos y pasivos financieros son susceptibles de circular, con aceptación general, según las condiciones de intereses y de plazo de redención. Tales instrumentos operan como el antiguo dinero mercancía mientras están en circulación; pero una vez retornados a su origen (cancelados) desaparecen (Lavoie, 1987).
Por ello, la credibilidad y estabilidad del moderno sistema monetario- financiero, reposa en la oportuna cancelación de las obligaciones privadas y en la acción complementaria de un prestamista de última instancia; pero un endeudamiento público creciente nunca se cancela (la deuda eterna) (8). Las acciones del FMI en las crisis de finales del siglo XX para cancelar las acreencias de la banca internacional privada contra algunas deudas públicas son un fuerte indicio de esta afirmación. En segundo lugar, entre los factores institucionales (estructurales) que en Venezuela refuerzan la presencia de la trampa depresiva puede apuntarse el hecho de que la Administración Pública, desde la segunda mitad del siglo XX, monopolizó los sectores de mayor potencial de crecimiento (las llamadas industrias básicas) (9) y dejó al sector privado las actividades más cercanas al consumo final (visión dicotómica) con menor potencial multiplicativo a más de haber reducido sensiblemente el componente de inversión en el gasto público desde 1980 (ver Tabla I). El balance final es que el desempeño público presenta niveles altísimos de ineficiencia (observables en los déficit recurrentes de las empresas públicas). También cabe señalar que, según los cronistas contemporáneos, el aspecto de la actuación pública más visible, la infraestructura física del país, se cae a pedazos (10), y que no es desconocido que, desde hace años, la pobreza, y la inseguridad de las personas han traspasado los limites atribuibles a coyunturas petroleras desfavorables, mientras individuos de las elites pública y privada percibieron recursos de origen público que establecieron diferencias crecientes con los más pobres de la Sociedad Civil (11). Así, como tercer factor o agravante, la frontera entre los negocios públicos y los privados en Venezuela se habría evaporado, con la aquiescencia y complicidad de altos funcionarios de los poderes públicos (corrupción) en diversas administraciones a lo largo del siglo XX, para beneficios privados de unos pocos y malestar (pobreza) para la mayor parte de la población. Como cuarto factor debe resaltarse que la política fiscal descrita (que devino en inflación persistente) obtuvo su validación en el lado monetario (la depreciación sostenida del bolívar, cuando mermó la renta petrolera) a través de la actuación nociva del Banco Central
representativa basada sobre torneos electorales entre los ciudadanos o Sociedad Civil para elegir a los integrantes del Estado encargados de regir el orden social, en sustitución del príncipe o monarca autoritario y totalitario (absolutista) que imperaba sobre vasallos, desde la formación de los Estados Nacionales (Siglo XIII). Dentro de ese régimen, para considerar la interacción entre aspectos económicos, políticos (15) a partir de la segunda mitad del siglo XX, el pensamiento anglosajón enfatizará el uso de dos conceptos: El de politics referido a la visión estratégica que tomará especificidad en la literatura de la Economía Política como social choice, evocando en el ámbito político a los electores; y el concepto referido a las acciones tácticas del Estado o policy que en la literatura de la Política Económica tomará especificidad como public choice; lo cual nos permitirá evocar a las decisiones políticas del Estado, referidos a un contexto de técnica o cálculo económico, que en términos generales se centra en las políticas fiscal y monetaria por su incidencia sobre el comportamiento de los precios, y, que en el caso de Venezuela incluye de modo particular a la política petrolera por su influencia sobre aquellas (16). Manteniéndose dentro del concepto de la democracia representativa, Manin (1996) identifica cuatro principios que le servirían de fundamento para soslayar, mediante consideraciones institucionales, las limitaciones teóricas encontradas por Arrow (1951) y Baumol (1965) en la búsqueda del social choice, como relación estratégica que vincula al Estado con la Sociedad Civil. Estos principios son: a) Los gobernantes se designan por elecciones en intervalos regulares de tiempo; b) Los gobernantes conservan una cierta independencia en sus decisiones frente a la voluntad de los electores; c) Los gobernados pueden expresar sus opiniones y voluntad política sin que sean controlados por los gobernantes; y d) Las decisiones gubernamentales se someten a la prueba de la discusión pública. Comentando estos principios, Hollard (2004) señala que pueden considerarse como dispositivos institucionales que permitirían rendir cuenta del funcionamiento práctico de la democracia. Al respecto de
nuestro trabajo puntualizamos que el primer principio se relaciona directamente en nuestra opinión, al social choice o politics y que interpretaremos como los pactos sociales de gobernabilidad. Al principio segundo corresponde, de forma equivalente, el public choice o policy y ello tendrá que ver con las incidencias de las decisiones en materia de petróleo, de los cambios en la moneda y de su reflejo en el ámbito fiscal. El tercer y cuarto principios responden en nuestra opinión, al enlace ínter temporal (juego político) para el cumplimiento del primero.