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Formulación caso clínico psicologia cognitiva, Guías, Proyectos, Investigaciones de Psicología Clínica

Método de investigación Estudio de Caso

Tipo: Guías, Proyectos, Investigaciones

2018/2019

Subido el 06/06/2019

danielas1519
danielas1519 🇨🇴

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Formulación de caso clínico
Asignatura
Psicología Clínica - Grupo 9
Docente
Leidy Tatiana Castañeda Quirama
Presentan
Daniela Martínez Cardona
Luis Andrés Cartagena Higuita
Yesid Felipe Tapias Medina
Programa
Psicología
Universidad Católica Luis Amigó
Facultad de Psicología y Ciencias Sociales
2019
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Formulación de caso clínico

Asignatura Psicología Clínica - Grupo 9

Docente Leidy Tatiana Castañeda Quirama

Presentan Daniela Martínez Cardona Luis Andrés Cartagena Higuita Yesid Felipe Tapias Medina

Programa Psicología

Universidad Católica Luis Amigó Facultad de Psicología y Ciencias Sociales 2019

Caso clínico

Nombre: Mauricio Edad: 35 años Ocupación: Desempleado Estudios universitarios: séptimo semestre de administración de empresas. Segundo semestre de ingeniería en telecomunicaciones. Primer semestre de negocios.

Mauricio inició la llamada para solicitar su primera cita de psicoterapia, diciendo: “doctora, quiero iniciar una terapia con usted lo más pronto posible, un amigo me ha hablado de su reputación, y creo que tal vez usted me puede ayudar”. Después de hablar durante 10 o 15 minutos (acerca de la orientación teórica, el tiempo del tratamiento, etc), Mauricio exclamó con entusiasmo: “sí, usted es el tipo de terapeuta que he estado buscando, usted parece ser una persona que se preocupa por sus pacientes y que será capaz de comprender lo que me ha pasado

Aun cuando reconoció que conductas tan desesperadas como estas habían alejado a otras personas, Mauricio temía al dolor de no tener una relación íntima. Estos sentimientos de vacío lo conducían al pánico y a la desesperación, por lo que rápido buscaba una nueva relación con personas que idealizaba de inmediato en su mente. Cada ocasión, su enamoramiento, de manera apresurada, se convertía en un círculo vicioso de antipatía “yo sentía que en un momento ya no eran todo lo que esperaba, y esa era una verdad irrefutable para mí”.

Al indagar por su orientación sexual, reconoció que no estaba seguro de preferir las relaciones íntimas con los hombres o las mujeres. Explicó su ambivalencia al afirmar que el género de sus parejas era menos importante que su capacidad para hacer un compromiso con él “lo más importante era que esa persona tenía que estar ahí para mí”.

Cuando se preguntó por tratamientos anteriores, Mauricio refirió que ya había estado en 3 ocasiones en psicoterapia, cada una de las cuales terminó debido a la “incompetencia” de los profesionales que lo estaban tratando. Cuando se indago si podía comprometerse en una terapia a largo plazo, aseguró que ahora estaba “listo” para recibir la ayuda que necesitaba.

Con respecto a su vida familiar, Mauricio señala que es hijo único y que pasó gran parte de su infancia buscando un equilibrio entre las demandas de su madre de “no meterse en problemas” y sus propios deseos de jugar y explorar. Al explicar, incluso incidentes de poca importancia, las palabras que utilizó para describir a su madre, reflejaron la intensidad de sus sentimientos acerca de ella, así como su dolorosa ambivalencia. Ella era una “maldita”…siempre me gritaba o pegaba por cualquier cosa que hacía. Controlaba cada uno de mis movimientos, me gritaba por jugar demasiado tiempo con mis amigos, por alejarme demasiado de la casa, por dejarla sola en la casa, si me quedaba con ella, yo era un niño bueno y me elogiaba y recompensaba con galletas y dulces. Pero si salía durante una hora, incluso cuando era adolescente, gritaba en la calle y me humillaba delante de todos. Tal vez, era su forma de mostrarme que me amaba y que se preocupaba por mí, pero era difícil soportarlo”.

La descripción que hizo de su padre no fue positiva. Habló de su resentimiento porque su padre abusaba sexualmente de él “mi madre nunca se dio cuenta, nada más estaba para presionarme, creía que era sobreprotectora y para lo que debía haberme ayudado, nunca se enteró” “mi papá dejó de abusar de mí cuando fui creciendo y tuve la valentía de no dejarme más”. Dice que su padre era “distante y rechazante”. “siento que tengo como un taco en la garganta, son tantas cosas que me han pasado y que jamás he podido decirle a mis papás, eso me da una impotencia”. El mensaje que su madre repetía con frecuencia a Mauricio aun lo perseguía. Ella le dijo que necesitaba que fuera “el hombre de la casa”. Según

Mauricio, era la forma en que ella racionalizaba su necesidad de que él estuviese cerca de ella; él tenía “responsabilidades importante después de todo”.

El paciente señala que durante su adolescencia intentó con desesperación huir de su madre, se involucró en el abuso de sustancias, que pareció ser su única manera de “escapar”. Al introducirse en las drogas, se vio envuelto en un estilo de vida promiscuo y peligroso, ya que se relacionaba con el tráfico de drogas y el robo. Finalmente se mudó al apartamento de su madre, ya que su padre había muerto años atrás. “Las drogas, manejar a alta velocidad, estar con varias mujeres, me dejan llenar el vacío que siento en mi vida, es la única manera en que puedo expresar mis emociones”.

La mayor parte del tiempo, desde que cumplió 20 años, Mauricio ha ido de un lugar a otro sin tener un propósito. Probó ir a la universidad varias veces, pero la abandonó debido a que “después de un tiempo me daba cuenta que esa carrera no era lo mío, eso no me llenaba”. Comentó que su inestabilidad en los trabajos, se debió a problemas de salud (cada uno de los cuales resultó de graves accidentes en motocicleta).

Las relaciones han sido muy infelices para él. A lo largo de su adolescencia y adultez, cambió de una relación a otra, alejándose de forma abrupta de las personas que no fueron capaces de satisfacer sus insaciables demandas de amor y afecto. (lo anterior también se da en la relación con sus amigos, ya que frente a sus demandas constantes de tiempo y “estar ahí incondicionalmente”, se han presentado distintas situaciones conflictivas).

Mauricio señala que en la época de la escuela, sus compañeros se burlaban de él por ser “la nenita de su mamá” y dice que en una ocasión lo agredieron físicamente cuando intentó defenderse de ellos “me dieron patadas hasta que la profesora se dio cuenta y me retiró de ese lugar”. Dice que en el colegio las cosas cambiaron y que ya “no me dejaba de nadie”, incluso menciona que aunque le costaba tener grupos de amigos (“porque a veces ya no me los aguantaba”), se caracterizaba por ser rebelde “si me tocaba agarrarme a golpes lo hacía”. “era una dicotomía porque en el colegio tenía que ser fuerte y después llegaba a mi casa a darme cuenta de que no valía nada. En esa época fui muy depresivo”.

Dice que a los 15 años tuvo su primera novia y que era “una niña muy inestable”. Menciona que tuvieron una relación durante 3 meses y que ambos se controlaban, se celaban y que llegó un momento donde ambos llegaron a agredirse “nos revisábamos diario las redes sociales, ella no podía salir sin mí o si yo le decía que iba a estar con mis amigos, ella me llegaba a donde yo estuviera, y cuando terminamos la primera vez, yo la amenace con suicidarme, me sentía totalmente desesperado y triste”.

Señala que lo único positivo que tiene en su vida es el apoyo de un amigo (David) que siempre lo ha apoyado desde la adolescencia. Además, manifiesta disfrutar de “componer canciones, hacer bicicross, tirarme en parapente en San Felix y ayudarle a mis amigos a ver ideas de negocios”.

Después de 2 meses de iniciada la terapia, Mauricio empezó a demandar cada vez más atención a la terapeuta, hacia llamadas de emergencia los fines de semana, mandaba mensajes por Whatsapp, pedía sesiones adicionales en la semana y decía que se sentía frustrado. Su estadía en terapia era inconstante y en varias ocasiones afirmaba que planeaba encontrar otra terapeuta que “diera más” para ayudarlo. En una ocasión, cuando se le informó que la terapeuta no lo vería en 3 semanas, la terapeuta recibió una llamada a la semana siguiente donde se le informaba que Mauricio la deseaba ver y que se encontraba hospitalizado por una sobredosis de heroína. Cuando la terapeuta acudió, Mauricio señaló: “gracias por venir, quiero retomar mi terapia con usted, no pude soportar pensar que ni a usted que soy su paciente le importaba, y eso me hizo sentir muy ansioso y desdichado” Debido a la descompensación emocional que el paciente manifestaba en esta ocasión, fue internado en el HOMO durante 2 semanas, donde se le administró buprenorfina, metadona, sertralina 25mg y amitriptilina.

Con respecto a tratamientos previos, el paciente señala que a los 19 años, atravesó una crisis depresiva por una ruptura en una relación de pareja y que en esta ocasión el médico general lo remitió a psiquiatría, quien le formuló fluoxetina 10mg y citalopram 10mg. Dice que los medicamentos sólo los ingirió durante 1 mes y que luego no volvió a asistir a las citas de control. “yo no necesitaba eso”. Con respecto a otros tratamientos, señala que el médico general le prescribió naltrexona para hacer frente al síndrome de abstinencia por el consumo de drogas.

Al indagar por antecedentes médicos importantes, el paciente dice haber sufrido un trauma craneal en uno de los accidentes de motocicleta. Niega otros antecedentes. Con respecto a antecedentes psicológicos y psiquiátricos en su familia, refiere que su madre sufría de un trastorno afectivo bipolar (TAB) y que su abuela materna era considerada como “depresiva y psicótica”, además, señala que una tía paterna “se mantenía internada en hospitales psiquiátricos, por suicida”.

Evaluación del estado mental en la primera consulta.

Inadecuada presentación personal. El sensorio: orientado en tiempo, espacio y persona. Sin deterioro en memoria. Su expresión emocional es de tristeza y desesperanza. Lenguaje coherente, verborreico. Niega alteraciones sensoperceptivas al momento. Conciencia de enfermedad. Pensamientos

recurrentes de abandono e inutilidad. Hipercinético en el momento inicial de la consulta. Inadecuada prospección.

Pruebas empleadas

BDI (Inventario de depresión de Beck) Escala de depresión de Hamilton BHS (escala de desesperanza de Beck) MMPI YSQ-L

Formulación de caso clínico

Identificación

Datos generales

Nombre: Mauricio. Edad: 35 años.

Escolaridad: Secundaria. Ocupación: Desempleado.

Número de identificación: No aplica.

Estudios Universitarios: Séptimo semestre de administración de empresas. Segundo semestre de ingeniería en telecomunicaciones. Primer semestre de negocios.

Genograma:

Se puede evidenciar que el paciente realiza dos demandas; la primera antes de iniciar el proceso (Vía telefónica) y la segunda en la primera sesión después de mencionar su motivo de consulta. Estas son:

“Usted es una persona que se preocupa por sus pacientes y será capaz de comprender lo que me ha pasado en esta vida miserable”. (Vía telefónica).

“Yo espero que estar acá me ayude a comprender qué pasa conmigo y darle alguna solución a esto que siento, porque para mí es un problema todo lo que me está pasando, sé que necesito ayuda”. (Primera sesión).

Estas demandas son dirigidas a la búsqueda de una compresión por parte de la terapeuta donde sea ayudado y no juzgado, y a un entendimiento personal de su situación y conocimiento de la misma para posteriormente encontrar una solución.

Observaciones Clínicas del terapeuta:

Se evidencian en el paciente varios aspectos importantes tanto en el discurso como en su lenguaje corporal, los cuales se deben tener presentes para un planteamiento de objetivos terapéuticos, además de que varios de estos hacen alusión a su demanda o motivo de consulta.

Es un paciente que usa como estrategia para disimular su enojo o malestar el sarcasmo, además de repetir constantemente que es abandonado por los demás, para él no ser una prioridad del otro es señal de abandono, lo que lo lleva a culpar a los demás por no cumplir con su demanda o no satisfacer sus necesidades. Lo anterior lo ha llevado a ser partidario de la norma, donde él tiene la potestad de ejercerla sea castigando al otro (en ocasiones a sí mismo) o generando algún dolor.

Es demandante no solo en el aspecto amoroso, sino en lo laboral, académico y personal, además de una tendencia a idealizar a las personas, las cuales al no cumplir con sus expectativas son devaluadas por la caída de la idealización. Es un paciente con un lenguaje coherente y verborreico por lo que la escucha se debe centrar en aspectos importantes y el reencuadre es esencial para que se cumplan los objetivos de la sesión. Presenta un aspecto que se debe tener presente, pues por medio de este también se hace un llamado de atención, en este caso refleja una inadecuada presentación personal que puede atribuirse a su estado emocional donde se manifiesta “triste y desesperanzado”.

Se encuentra orientado en tiempo, espacio y persona. No se evidencia deterioro en memoria. Niega alteraciones sensoperceptivas al momento. Tiene conciencia de su enfermedad y expresa pensamientos recurrentes de abandono e inutilidad. En el momento inicial de la consulta se muestra Hipercinético. Y refleja una inadecuada prospección.

Síntomas

Cognitivos

El paciente a nivel cognitivo manifiesta los siguientes síntomas: Pensamientos de fracaso “Si no soy exitoso en todo lo que haga, simplemente no hay esperanzas para mi“ ”“se me vuelven todos esos pensamientos malos sobre mí, es como si olvidara todo lo que me hacen ver en consulta y como si no pudiera verme nada positivo”, generaliza en su concepto frente a las mujeres “Todas las mujeres son iguales”, manifiesta no saber qué hacer con su vida “es como si no pudiera controlar lo que pasa conmigo, creo que ya me resigne a que soy así y que es poco lo que yo pueda hacer”, presenta las siguientes ideas sobre sí mismo y los demás “no puedo perdonar, soy una mala persona, pero a veces se me viene esa idea a la cabeza de que los demás me quieren hacer daño, incluso en uno de mis ataques de ira, una voz interna me decía que mi novia era una amenaza cruel para mí” (afirma que este tipo de ideas son transitorias y que aparecen sobre todo cuando hay un abandono real o imaginado), “nunca voy a poder sentirme mejor, es que me da una rabia, es como si la vida me hubiera condenado a ser un miserable”, “no tolero que las cosas no salgan como yo quiera”, “es culpa de los otros, para que se meten conmigo, si no van a poder estar siempre ahí.

E mocionales

Sentimientos de desasosiego, el paciente manifiesta que no sabe qué hacer con su vida dice que se siente “triste y desdichado”, refiere que se siente vacío, desesperanzado y con un dolor emocional permanente. Comenta que le genera un enojo incontrolable el hecho de que “la gente no pueda aceptarme como soy”, comenta sentimientos de irritabilidad, temor de no tener una relación íntima, pánico y desesperación por el vacío emocional que presenta. Una notable antipatía por el círculo vicioso en que se convierten sus relaciones, siente además ambivalencia ante su madre y resentimiento hacia su padre fallecido. Una impotencia ante la no expresión a sus padres de cosas que le han sucedido “siento que tengo un taco en la garganta”. Refiere necesidad de apoyo, amor y afecto.

Sentimientos de tristeza, desdicha y fracaso se han presentado tras la ruptura con su última pareja, manifiesta ataques de hostilidad en contra de sí mismo y sus parejas, que posteriormente le generan culpa y vergüenza, sin embargo refiere ser una persona rencorosa. Se encuentra apático e incapaz de verse algo positivo Hay una inexistencia de miedo ante la muerte y anhelo de ella.

Conductuales

Realiza conductas desesperadas por mantener a las parejas a su lado, manifestándose en ataques de violencia, tal como sucede en una de sus más recientes relaciones donde cuenta con entusiasmo como en una ocasión le desinflo las llantas al carro de su pareja en un ataque de rabia cuando le dijo que planeaba tomar un viaje sin él, finalmente tres semanas atrás intentó cortarse las venas delante de su exnovia para que no lo abandonará.

Consecuencias personales y/o ambientales

Contexto familiar: El paciente relata, que la relación con su familia no ha sido muy buena. Mauricio manifiesta que en su infancia su madre lo sobreprotege y controló demasiado. Se la pasaba buscando un equilibrio entre las demandas de su madre de “no meterse en problemas” y sus deseos de jugar y explorar, actualmente no refiere aspectos sobre la relación con su madre. Su padre abusó sexualmente de él hasta la adolescencia por lo que manifiesta resentimiento hacia él, actualmente se encuentra fallecido.

Académico: En este contexto, la afectación se evidencia en el relato del paciente que refiere su inestabilidad en varias carreras universitarias, dice que comenzaba una carrera y no la culminó porque se daba cuenta de que eso no era lo de él y no lo llenaba, en la época de la escuela tuvo también grandes afectaciones con sus compañeros de clase porque ellos le decían que “era una nenita de su mama”, por lo que se empezó a comportar de forma rebelde y a no “dejarse de nadie”.

Profesional: El paciente relata numerosos cambios de empleo, describe una serie de amargas disputas con sus compañeros y superiores de trabajo, la mayoría de las cuales culminaron con salidas abruptas, porque lo despedían o porque se enojaba y no volvía.

De pareja: Sus relaciones de pareja son inestables, cambia de pareja en pocos meses, por lo que tiene una lista larga de relaciones, las cuales terminaban cuando se enojaba por asuntos insignificantes. Además de ser relaciones caracterizadas por el control, altas demandas de compañía, amor y afecto permanentes que él hace a sus parejas y una constante idealización y desidealización de sus compañeros (as).

Interpersonales: En sus relaciones con amigos también se presentan dificultades, ya que tras sus constantes demandas de tiempo y estar ahí incondicionalmente generan distintas situaciones conflictivas. Se le dificulta por ello relacionarse adecuadamente. La única persona con la que tiene un lazo fuerte de amistad es con su amigo David, que lo entiende y lo apoya desde su adolescencia.

Modelo explicativo del paciente

El paciente tiene una actitud de desesperanza, porque considera que él es así y nunca va a poder cambiar y esto lo lleva a ser inconstante con el tratamiento, aparte de eso el paciente muestra también una actitud de irresponsabilidad frente a la situación, puesto que busca la manera de excusarse responsabilizando a los demás por sus acciones y reacciones abruptas.

Mauricio considera que esta situación es de orden psicológico, porque son pensamientos que lo aquejan constantemente y que si bien disminuyen en consulta posteriormente vuelven a mortificarlo. Considera que necesita ayuda profesional, para comprender los sentimientos que le genera el tener una “vida miserable” y es por voluntad propia que busca la terapia. El paciente atribuye su situación y malestar a asuntos/situaciones de las relaciones interpersonales que ha establecido a lo largo de su vida, finalmente relaciona su malestar con situaciones de su vida de una manera espontánea y expresa su malestar mediante el relato de las mismas.

Diagnóstico

Diagnóstico base : Trastorno Límite de la personalidad. 301.83 (F60.3).

De acuerdo con el DSM-5, Mauricio cumple con las siguientes características y criterios para ubicarlo en el diagnóstico base de TLP.

Las personas con TLP, pueden mostrar un patrón en el que se boicotean a sí mismas cuando están a punto de alcanzar una meta (p.ej. El abandono de los pregrados en Mauricio).

Existe un patrón dominante de inestabilidad en las relaciones interpersonales de la autoimagen y de los afectos, e impulsividad intensa, que comienza en las primeras etapas de la edad adulta y está presente en diversos contextos y que se manifiesta por cinco o más de los siguientes hechos:

  1. Esfuerzos desesperados para evitar el desamparo real o imaginado.
  2. Patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas que se caracterizan por una alternancia entre los extremos de idealización y de devaluación.
  3. Alteración de la identidad: Inestabilidad intensa y persistente de la autoimagen y del sentido del yo.
  4. Impulsividad en dos o más áreas que son potencialmente autolesivas (Ejm. Sexo, uso de drogas).
  5. Comportamiento, actitud o amenazas recurrentes de suicidio o conductas autolesivas.

De acuerdo con la CIE- 10

El caso de Mauricio se ubica en la clasificación de Trastornos Mentales y del comportamiento, se considera bajo la etiqueta de F60.3 Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad. Tratándose de “aquellos trastornos en los que existe una predisposición a actuar de modo impulsivo sin tener en cuenta las consecuencias, junto a un ánimo inestable y caprichoso. La capacidad de planificación es mínima y es frecuente que intensos arrebatos de ira conduzcan a actitudes violentas o a manifestaciones explosivas; fácilmente provocadas por situaciones estresantes”. (CIE-10)

F60.31 Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad de tipo límite

Dado que en Mauricio se presentan varias de las características de inestabilidad emocional como la facilidad de estar inmerso en relaciones intensas e inestables que causas crisis emocionales repetidas y acompañadas de amenazas de suicidio y con propensión a conductas autoagresivas como el consumo de sustancias.

Fase explicativa

Tratamientos psicológicos/psiquiátricos anteriores:

Ha estado en tres ocasiones en psicoterapia, las cuales terminó debido a la “incompetencia” manifiesta de los profesionales que lo estaban tratando, no eran terapeutas que se preocuparon lo suficiente por sus pacientes, por ende no cumplían con su demanda.

A sus 19 años fue remitido a psiquiatría por una crisis depresiva, la medicación asignada fue fluoxetina 10mg y citalopram, los cuales consumió durante un mes y finalmente abandonó el tratamiento. Por lo que no se cumplieron los posibles logros con la medicación ni con el médico tratante.

Datos médicos

El paciente refiere haber sufrido un trauma craneal en uno de los accidentes de motocicleta.

Consume sustancias psicoactivas como marihuana y heroína. El médico general le prescribió naltrexona para el síndrome de abstinencia por dicho consumo.

Hace poco estuvo internado por sobredosis de heroína, y tras la baja emocional en este hecho estuvo en el HOMO por dos semanas.

Donde se le administró buprenorfina, metadona, sertralina 25mg y amitriptilina.

Antecedentes médicos y psiquiátricos a nivel familiar

Su madre sufría de un trastorno afectivo bipolar (TAB), su abuela materna se consideraba “depresiva y psicótica”, y finalmente su tía “se mantenía en hospitales psiquiátricos, por suicida”.

Historia del problema (crisis anteriores)

A sus 15 años, tuvo su primera novia a la cual describe como “inestable”, tuvieron una relación de tres meses la cual se caracterizó por el control, los celos y agresiones de ambas partes. Al terminar la primera vez Mauricio se sintió desesperado y triste, y la amenazó con suicidarse.

A sus 19 años refiere haber atravesado una crisis depresiva por la ruptura de una relación de pareja y fue remitido a psiquiatría, se le recetó medicación y citas de control, el paciente suspendió el tratamiento y no asistió a los controles asignados, ya que considera que “No necesitaba eso”.

Historia personal relevante

Afirma que toda su vida emocional ha sido una montaña rusa que lo había hecho sentir y a quienes lo rodean desconcertados, una vida llena de “depresión, ansiedad, irritabilidad y enojo incontrolable”.

El paciente señala con respecto a su infancia que pasó gran parte de ella buscando un equilibrio entre las demandas de su madre de “no meterse en problemas” y sus deseos de jugar y explorar. Manifiesta una dolorosa ambivalencia ante su madre, refiere que recibía de ella regaños, gritos y golpes por cualquier motivo, controladora de todos sus pasos y acciones fuera de la casa, pero al quedarse haciéndole compañía le recompensaba como a “un niño bueno”, su madre siempre le inculco que debía ser “el hombre de la casa”, racionalizando su necesidad de él estuviese cerca de ella. “mi madre nada más estaba para presionarme, creía que era sobreprotectora y para lo que debía haberme ayudado, nunca se enteró”. Frente a su padre habla de un resentimiento debido a que su padre abusaba sexualmente de él, su madre nunca tuvo conocimiento de tal situación, tal suceso dejó de ocurrir cuando Mauricio crece y refiere que “tuve la valentía de no dejarme más”. Era un padre “distante y rechazante”.

En su época escolar refiere que recibió burlas y agresiones por parte de sus compañeros por la situación con su madre. Ya en el colegio las cosas cambiaron y ya “no me dejaba de nadie”, a pesar de que le costaba tener amigos se caracterizó

como marihuana y heroína, suele manejar a alta velocidad y estar con varias mujeres, finalmente es inestable en sus relaciones interpersonales y en el tratamiento con sus psicoterapeutas. Se convierten en factores de riesgo ya que son situaciones que ayudan a mantener y/o generar/exacerbar los síntomas que le generan malestar significativo.

Factores de protección

El apoyo de su amigo David, el disfrutar de actividades como componer canciones, hacer bicicross, tirarse en parapente en San Félix y ayudar a sus amigos con ideas de negocio. La iniciativa de iniciar una terapia, donde hay reconocimiento de las situaciones que le generan malestar y la necesidad de recibir ayuda. Se convierten en factores protectores, ya que nos pueden permitir llevar al paciente a darse cuenta de sus logros, aspectos que son positivos-productivos en su vida y que lo hacen sentir mucho mejor frente a su enfermedad; En cuanto a la terapia le puede permitir comprender la razón de su comportamiento, la importancia de hacer modificaciones en su vida y la búsqueda de soluciones que pueden resultar muy positivas.

Hipótesis de la génesis y mantenimiento del problema

Predisponentes (Vulnerabilidad)

El temperamento de Mauricio es impulsivo, lábil e intenso emocionalmente sirviendo como predisponente para el desarrollo del trastorno.

La crianza y la relación con su madre fue de control, condicionaba su afecto hacia él “si me quedaba con ella, yo era un niño bueno y me elogiaba y recompensaba con galletas y dulces. Pero si salía durante una hora, incluso cuando era adolescente, gritaba en la calle y me humillaba delante de todos. Tal vez, era su forma de mostrarme que me amaba y que se preocupaba por mí, pero era difícil soportarlo”. Ella le dijo que necesitaba que fuera “el hombre de la casa”. Según Mauricio, era la forma en que ella racionalizaba su necesidad de que él estuviese cerca de ella; él tenía “responsabilidades importantes después de todo”. Finalmente se convirtió en un apego ambivalente por el abuso sexual que sufrió y del cual ella nunca tuvo conocimiento “mi madre nunca se dio cuenta, nada más estaba para presionarme, creía que era sobreprotectora y para lo que debía haberme ayudado, nunca se enteró”.

Tal situación generó en Mauricio un deterioro significativo en el dominio de autonomía y desempeño deficiente, fundamentando esquemas maladaptativos tempranos de fracaso : “Si no soy exitoso en todo lo que haga, simplemente no hay esperanzas para mí, soy un bueno para nada”, “me siento un inútil” de sí mismo infradesarrollado/indiferenciado donde se evidencia la creencia de que por lo menos uno de los individuos

involucrados no puede sobrevivir o ser feliz sin el apoyo del otro “en esa ocasión le dije que yo simplemente no podía vivir sin ella y que se trataba de que se pusiera en mi lugar”, evidenciado en las conductas autolesivas y amenazas e intentos de suicidio tras las rupturas de sus relaciones sentimentales y en el dominio de desconexión rechazo por la percepción de que el daño (abuso sexual) es el resultado de negligencia extrema: “creía que era sobreprotectora y para lo que debía haberme ayudado, nunca se enteró”

La relación con su padre fue “distante y rechazante”, sufrió de abuso sexual por parte de éste generando un apego inseguro y de no satisfacción en el dominio de desconexión y rechazo generando los siguientes esquemas maladaptativos tempranos de desconfianza y abuso : “a veces se me viene esa idea a la cabeza de que los demás me quieren hacer daño”, inestabilidad y abandono : Las personas no serán capaces de seguir proveyendo apoyo emocional porque son impredecibles y no confiables “no entendía porque no estaban ahí para mí todo el tiempo, de eso se trata una relación”, “primero las veía como mis ideales, después no me las aguantaba, no eran nada de lo que esperaba”, “todas las mujeres son iguales” y de vergüenza o defectuosidad : “no puedo perdonar, soy una mala persona”, “me siento furioso de que la gente no pueda aceptarme como soy”.

Adquisitivos La evaluación de las exigencias particulares de una situación es anterior y desencadena una estrategia adaptativa o inadaptada. La manera de evaluar una situación depende de las creencias subyacentes. La secuencia psicológica pasa de la evaluación a la activación afectiva y motivacional. Finalmente se selecciona y se instrumenta una estrategia pertinente o no. Al asignar significados a los acontecimientos se inicia una reacción en cadena que culmina en los tipos de conducta abierta (estrategias) que se atribuyen a los rasgos de personalidad, estrategias desarrolladas a partir de la interacción o disposiciones innatas y las influencias ambientales. (Beck , Freeman , & Davis, 2012)

De acuerdo con lo anterior, los esquemas maladaptativos tempranos que se configuraron en Mauricio son el resultado de la interacción entre su temperamento (impulsivo, lábil e intenso), los estilos parentales, de apego y las situaciones de ambivalencia-abuso que lo afectaron directamente en su infancia, contribuyen a que Mauricio desarrolle modos de afrontamiento y estrategias compensatorias basadas en los significados dados a dichos acontecimientos, evidenciados en su conducta inadaptada y la manera en que procesa la información, todo ello para evitar la activación de los esquemas y generando una disfuncionalidad significativa.