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Hipertencion arterial y su fisiopatologia
Tipo: Apuntes
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Monocardio N.º 3 • 2003 • Vol. V • 141-
141
La presión arterial (PA) resulta de la interacción de factores genéticos y factores ambientales. Estos úl- timos modulan la predisposición subyacente debida a la herencia y a determinados factores que apare- cen durante la maduración fetal. En unos individuos predomina el peso genético, mientras que en otros los factores ambientales. El 95% de las hipertensiones que observamos en la clínica no tienen una etiología definida, constituyen la llamada hipertensión arterial (HTA) esencial, también denominada primaria o idiopática, mientras que el 5% son secundarias a diversas causas entre las que des- tacan por su frecuencia las inducidas por drogas o fármacos, la enfermedad renovascular, el fallo renal, el feocromocitoma y el hiperaldosteronismo. La hipertensión arterial esencial es un desorden heterogéneo, puede haber considerables variaciones en la participación de los factores causales en dife- rentes períodos y estadios, y en diferentes individuos.
Interacción genética-ambiente
La interacción entre variaciones genéticas y facto- res ambientales tales como el estrés, la dieta y la ac- tividad física, contribuyen al desarrollo de la hiper- tensión arterial esencial. Esta interacción origina los denominados fenoti- pos intermedios, mecanismos que determinan el fe- notipo final hipertensión arterial a través del gasto cardíaco y la resistencia vascular total. Los fenotipos intermedios incluyen, entre otros: el sistema nervio- so autónomo, el sistema renina angiotensina, facto- res endoteliales, hormonas vasopresoras y vasode- presoras, volumen líquido corporal (fig. 1). En una población libre de factores que predispon- gan a la hipertensión, la PA presentará una distribu-
ción normal, estará desviada a la derecha y tendrá una base estrecha o menor varianza. Cuando surge un factor que predispone a la hiper- tensión, como el aumento de masa corporal, la curva de distribución normal se desplaza más hacia la dere- cha, aumenta la base (mayor varianza), y se aplana. Si al aumento de masa corporal se agrega otro factor, co- mo el consumo de alcohol, la curva se desplazará aún más hacia la derecha, aumentará la variancia y habrá más individuos considerados hipertensos 1. Los límites entre la influencia del ambiente y de los genes son borrosos. Sobre todo con la detección del retardo del crecimiento intrauterino como fuerte indi- cador predictivo de hipertensión futura 2.
Historia familiar de hipertensión arterial
Se ha comprobado que la correlación entre la PA de hermanos naturales es muy superior a la de hermanos adoptados, así como la correlación de los valores de PA entre padre e hijo y madre e hijo son muy superio- res en los hijos naturales que en los adoptados. Entre los gemelos monocigotos la correlación de los valores de PA es muy superior a la de los dicigotos. La historia familiar de hipertensión predice de for- ma significativa la afectación futura por la hiperten- sión en miembros de esa familia. La fuerza de la pre- dicción depende de la definición de historia familiar positiva y del sexo y la edad de la persona en ries- go: es mayor el riesgo de padecerla cuantos más fa- miliares de primer grado la presenten, cuando la pre- sentaron a edad más temprana, cuanto más joven es el sujeto en riesgo, y para la misma definición y edad, siempre mayor en las mujeres 3.
Papel de la genética en la hipertensión arterial
Los estudios de familias han indicado que menos de la mitad de las variaciones de la presión arterial en la po- blación general son explicadas por factores genéticos.
Servicio de Cardiología. Hospital Virgen de la Salud. Toledo.
C. MAICAS BELLIDO y cols.
Hay muchos genes que pueden participar en el desarrollo de hipertensión. La mayoría de ellos están involucrados, directa o indirectamente, en la reab- sorción renal de sodio.
Síndromes mendelianos monogénicos: Sólo 1-2% de los casos de HTA se deben a lesio- nes monogénicas. Reúnen las características de la herencia de tipo mendeliano: se hereda la causa, el impacto ambiental es escaso y se producen por mu- taciones específicas de un solo gen. Estas mutaciones tienen como resultado exce- siva retención renal de sodio, bien por defectos primarios en los sistemas de transporte en la ne- frona distal, bien por estimulación de la actividad del receptor de mineralocorticoides. Se dividen en:
El fenotipo de estos síndromes es una hipertensión arterial severa desde el nacimiento, aumento de la reabsorción renal de sal, expansión de volumen, sensibilidad a la sal, supresión de la actividad de re- nina plasmática, elevación de aldosterona o supre- sión de aldosterona, alcalosis metabólica e hipopo- tasemia variable. Se produce muerte prematura por accidente cerebrovascular (ACV).
Hiperaldosteronismo que responde a los glu- cocorticoides (GRA) Autosómica dominante. Reside en el cromosoma
Síndrome de Liddle’s Autosómica dominante. Reside en el cromosoma
Exceso aparente de mineralocorticoides Autosómica recesiva. Consiste en la mutación en la isoforma renal-específica 11 beta-hidroxiesteroide deshidrogenasa 6. Este gen puede ser un locus para la hipertensión esencial sensible a la sal.
Figura 1.—Interacción genética ambiente.
Múltiples genes (4-10)
Fenotipos intermedios
Factores ambientales
Modificado de: Carretero OA, Oparil S. Essential Hypertension. Circulation, 2000; 101: 329-35.
100
50
0 60 140 220 PAS (mmHg)
Susceptibilidad genética
Obesidad
Obesidad + consumoelevado de alcohol
Fenotipo: PA
Distribución de la población
C. MAICAS BELLIDO y cols.
Muchos de estos factores son aditivos, tal como ocurre con la obesidad y la ingesta de alcohol.
Obesidad
La obesidad ha sido ampliamente reconocida co- mo un factor de riesgo para el desarrollo de HTA. Es común en todas las sociedades desarrolladas y ha sido observada con una alta frecuencia entre niños. Es sabido, que el aumento de la grasa abdominal, se asocia con peores consecuencias metabólicas 12 y se ha relacionado con la dislipemia, la diabetes mellitus (DM) tipo II y con la HTA. El mecanismo por el cual la obesidad y la distribución de la grasa a ni- vel abdominal provoca un mayor riesgo de HTA no es conocido. Se ha observado que la pérdida de pe- so se correlaciona con una disminución de las cifras de PA.
Resistencia a la insulina
La resistencia a la insulina es un trastorno metabóli- co que se manifiesta por una reducción en la utilización de la glucosa en el músculo esquelético periférico. El hecho de que ciertos grupos étnicos no presenten asociación entre la resistencia a la insulina y la hiper- tensión significa probablemente, que están participan- do tanto mecanismos genéticos como fenómenos am- bientales, que contrarrestan la influencia de la insulina. No todos los individuos que presentan resistencia a la insulina son hipertensos y la mayoría de los hipertensos no obesos no presentan resistencia a ella. Sin embar- go, ambas alteraciones se presentan juntas con una fre- cuencia mucho mayor de lo que se esperaría por azar. La insulina favorece la retención renal de sodio (Na) con el consecuente aumento del volumen intravascu- lar, incrementa la actividad del Sistema Nervioso Simpático aumentando las resistencias periféricas y el gasto cardíaco, favorece la proliferación de las cé- lulas musculares lisas, facilitando la aterogénesis y parece provocar, una alteración en el transporte transmembrana, incrementando la concentración de Ca intracelular y aumentando la resistencia vascular.
Figura 3.—Factores que influyen en el control de la presión arterial.
DETERMINANTES
REGULADORES
ETIOLÓGICOS
Contractilidad Constricción funcional
Constricción venosa
Aporte excesivo de sodio
Reducción del número de nefronas
Retención renal de socio
Hiperactividad nerviosa simpática
Exceso de renina- angiotensina
Alteración de la membrana celular
Hiper- insulinemia
Disminución de la superficie de filtración
Estrés Alteración Obesidad genética
Factores derivados del endotelio
Volemia
Hipertrofia estructural
Precarga
PA = GC Hipertensión = Aumento del GC
RP Aumento de la RP
x y/o
Modificado de: «Hipertensión clínica». Norman M. Kaplan. Hipertensión primaria: patogenia. p. 63. Edición en español. Copyright 2003. Waverly Hispánica S.A./S.L. Cuarta edición.
Autorregulación
ETIOLOGÍA Y FISIOPATOLOGÍA DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL ESENCIAL
Una evidencia a favor de un efecto inductor de hi- pertensión de la hiperinsulinemia, es el descenso de la PA por el uso de fármacos como las glitazonas, que aumentan la sensibilidad a la insulina y reducen sus niveles. Existe un mecanismo que podría explicar la rela- ción entre la resistencia a la insulina y la hipertensión arterial, una asociación que habitualmente también se acompaña de un grado mayor o menor de obesi- dad, que es el sedentarismo. Se ha demostrado que el ejercicio físico regular mejora todas las alteracio- nes metabólicas y hemostásicas que sufren los pa- cientes con resistencia a la insulina. Además, tiende a revertir la composición corporal anormal y la dis- tribución de la grasa que presentan estos enfermos.
Diabetes mellitus: La DM y la HTA se asocian con una frecuencia ele- vada. Los pacientes con DM tipo I, presentan HTA cuando desarrollan nefropatía diabética, no siendo más frecuente la hipertensión en pacientes sin diabetes, que en aquellos con diabetes sin nefropatía. Por el con- trario, en los individuos con DM tipo II, la mayoría de los cuales son obesos, la hipertensión es más frecuente que en pacientes obesos no diabéticos (fig. 2). Cuando la DM se acompaña de HTA las compli- caciones tales como el ACV, enfermedad vascular periférica, insuficiencia cardíaca y eventos corona- rios aumentan, en relación a los pacientes no diabé- ticos. La DM aumenta el riesgo de enfermedad car- diovascular prematura.
Alcohol
En las pasadas dos décadas, los estudios epide- miológicos han establecido una relación entre el consumo de alcohol y la HTA, en ambos sexos y pa- ra todos los tipos de bebidas alcohólicas 13. Estudios randomizados muestran que la reducción del con- sumo de alcohol disminuye los niveles de PA en pa- cientes hipertensos en tratamiento farmacológico como en aquellos que no reciben tratamiento 14. El consumo excesivo de alcohol debe ser considerado como un posible factor de riesgo para la HTA. Se han descrito varios posibles mecanismos por los que el alcohol media su efecto en la PA:
El consumo excesivo de alcohol se relaciona con un aumento de la PA, así como con arritmias car- díacas, miocardiopatía dilatada y ACV hemorrági- cos 17-18.^ La mortalidad por ACV hemorrágico au- menta en caso de consumo excesivo de alcohol 19. Existen estudios que sugieren que el consumo mo- derado de alcohol protege de la enfermedad coro- naria y de ACV isquémicos. Se ha descrito que en las personas con consumo moderado de alcohol, existe una reducción significativa de las moléculas de adhesión endotelial en comparación con los bebedores importantes o con los abstemios, contri- buyendo en la protección contra la aterosclerosis 20. También se ha observado que el consumo modera- do de alcohol tiene efecto sobre los lípidos, princi- palmente elevando los niveles de lipoproteínas de al- ta densidad (HDL) y en menor grado, disminuyendo los niveles de las lipoproteínas de baja densidad (LDL) 27. La mortalidad por enfermedad cardiovascu- lar es menor en personas que ingieren alcohol mo- deradamente (< 2 copas/día) 21.
Ingesta de sal
El aporte excesivo de Na induce hipertensión por aumento del volumen sanguíneo y de la precarga, lo cual eleva el gasto cardíaco. También puede au- mentar la PA mediante otros mecanismos. La asociación positiva entre aporte de sal e hiper- tensión arterial está avalada por datos epidemiológi- cos como la ausencia de HTA en individuos primiti- vos que no ingieren sodio 22 , la aparición de hipertensión en determinados individuos que adop- tan un estilo de vida moderno que incluye mayor aporte de sodio y estudios comparativos entre dife- rentes países como el estudio INTERSALT. En el estudio INTERSALT 23 realizado en 52 centros de diversos países, se relacionó la excreción de so- dio ajustada por el peso corporal con la pendiente de los niveles de PA diastólica con la edad. En los países con mayor consumo de sodio la pendiente es mayor, indicando la relación entre ambos paráme- tros, ingesta de sal y PA diastólica. Encontramos también estudios experimentales en animales y humanos a favor de la participación del exceso de Na en la aparición de HTA como el incremento de la PA en chimpancés genéticamen- te predispuestos con el aumento progresivo de Na en la dieta y la disminución de la PA observada después de 6 meses y a los quince años en niños a los que se redujo el aporte de Na durante los 6 primeros meses de vida respecto a aquellos con aporte normal 24. Los datos de intervención no han demostrado de forma consistente una reducción de la PA cuando la ingesta diaria de Na se reduce. Sin embargo, se tra-
ETIOLOGÍA Y FISIOPATOLOGÍA DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL ESENCIAL
Además la exposición al estrés no sólo puede au- mentar la PA por sí sola, sino que también puede ge- nerar un aumento del consumo de alcohol y de lípidos. La vía final común para muchos de estos factores es el sistema nervioso simpático (SNS), que participa en las primeras etapas del desarrollo de la hipertensión esen- cial y en los efectos hipertensivos de la sal, la obesidad, el sedentarismo, y posiblemente también, el estrés. Existe un mecanismo por el que el estrés inter- mitente se puede traducir en hipertensión sostenida. La adrenalina secretada en la médula suprarrenal in- duce cambios mucho más importantes y prolonga- dos de la PA que la relativamente breve respuesta de huida. Estimula los nervios simpáticos y además actúa sobre el receptor beta 2 presináptico, para fa- cilitar la liberación de más noradrenalina (NA). Además puede haber una alteración en la recapta- ción neuronal de NA en individuos con hipertensión esencial que dejaría expuestas las células vulnera- bles a niveles más elevados de NA.
Ingesta baja de potasio
Un bajo contenido de K en la dieta puede ser un fac- tor de riesgo para el desarrollo de HTA y de acciden- tes cerebrovasculares 28. Los mecanismos por los que podría estar relacionado con ambos procesos son in- ciertos. Los efectos beneficiosos del K pueden ser de- bidos a la disminución de la respuesta vascular a otros vasoconstrictores (probablemente mediado por favo- recer la liberación de ON por el endotelio). También parece existir una relación del K con los cambios en la excreción de Na: la retención de Na inducida por ba- jos niveles de K en la dieta, contribuye a elevar la PA en 5-7 mmHg en pacientes con HTA 29. Los suplemen- tos de K tienden a disminuir la PA en pacientes hiper- tensos así como en normotensos. Se ha puesto de ma- nifiesto en ensayos clínicos que el aumento de la ingesta de K puede reducir de forma considerable la necesidad de tratamiento farmacológico antihiperten- sivo 30. El K posiblemente desempeña un papel en la prevención de la HTA, pero es improbable que sea tan importante como otros factores, tales como la activi- dad física, la restricción de sodio, la moderación en el consumo de alcohol y la reducción de peso.
Otros aspectos nutricionales
Pueden afectar a la PA y participar en la alta pre- valencia de la HTA:
branas celulares. Sus niveles están regulados por la vitamina D, la hormona paratiroidea, la calcitonina y las hormonas sexuales, controlan- do su absorción y secreción, así como su meta- bolismo óseo. Existen varios estudios que han documentado reducciones significativas de la PA con los suplementos de Ca en la ingesta 31 , sin embargo, es difícil desglosar los efectos rea- les del Ca, o de otros nutrientes estrechamente relacionados con el mismo. Podría suceder, que determinados subgrupos de población (emba- razadas 32 , bajo consumo de Ca), sean particu- larmente sensibles a los efectos del Ca, que- dando esta cuestión aún sin respuesta.
Tabaquismo
El tabaco puede elevar, de forma transitoria, la PA en aproximadamente 5-10 mmHg 33-34. El uso cróni- co del tabaco no se ha asociado con un incremento de la incidencia de HTA. Los fumadores habituales, generalmente, tiene niveles más bajos de PA que los no fumadores 35 , que puede estar relacionado con el menor peso del fumador, así como por el efecto va- sodilatador de los metabolitos de la nicotina 36. El tabaco se debe evitar en la población en gene- ral, y en hipertensos en particular, ya que aumenta marcadamente el riesgo de enfermedad coronaria y parece estar relacionado con la progresión hacia in- suficiencia renal 37-38.
La presión arterial es el producto del gasto cardía- co y la resistencia vascular periférica. Cada uno de ellos depende de diferentes factores como son la vo- lemia, la contractilidad miocárdica y la frecuencia cardíaca para el gasto cardíaco. La vasoconstricción funcional y/o estructural de las arterias de mediano calibre (arterias de resistencia) determinan el incre- mento de las resistencias periféricas (fig. 3).
C. MAICAS BELLIDO y cols.
En diferentes poblaciones de hipertensos el equi- librio entre ambos está desplazado bien hacia nive- les relativamente elevados de gasto cardíaco (aun- que en valores absolutos estará disminuido), como es el caso de la obesidad, sal-sensibilidad o jóve- nes, bien hacia el incremento de resistencias, como es el caso de hipertensión de larga evolución, hi- pertensiones severas o en el viejo.
Factores determinantes de la hipertensión arterial esencial: gasto cardíaco y resistencias periféricas (fig 3)
La característica hemodinámica fundamental de la hipertensión primaria es el aumento persistente de la resistencia vascular, que se puede alcanzar a tra- vés de diferentes vías. Estas pueden converger tan- to en el engrosamiento estructural de la pared como en la vasoconstricción funcional 39.
Gasto cardíaco (GC)
El GC puede aumentar por aumento del volumen sanguíneo (precarga), de la contractilidad del cora- zón por estimulación nerviosa y de la frecuencia car- díaca. Se ha observado aumento del gasto cardíaco en algunos hipertensos jóvenes, con cifras límite de tensión arterial y circulación hiperdinámica 40. Aunque participe en el inicio de la hipertensión ar- terial es posible que este aumento no persista dado que el hallazgo hemodinámico típico de la hiperten- sión arterial establecida es el aumento de las resis- tencias periféricas (RP) y el GC normal. El aumento de frecuencia cardíaca puede estar en relación con circulación hiperdinámica e hiperactivi- dad simpática, sin embargo, su elevación es un fac- tor predictivo independiente del desarrollo de hiper- tensión. Además tanto el aumento de frecuencia cardíaca como la su disminución de variabilidad son predictivos de mortalidad por causas cardiovascula- res. La hipertrofia cardíaca, mecanismo compensador del aumento de postcarga en la hipertensión, podría constituir también una respuesta primaria a la esti- mulación nerviosa reiterada y convertirse en meca- nismo desencadenante. Se han observado impor- tantes aumentos de la masa ventricular izquierda en los hijos aún normotensos de padres hipertensos. Aunque el aumento de la volemia (precarga) pue- de generar hipertensión, en la práctica, en los pa- cientes con hipertensión establecida la volemia es normal-baja. Sin embargo, el volumen plasmático de forma relativa es desproporcionadamente alto para los niveles de PA, hay una alteración cuantitativa de la relación presión-volumen en la hipertensión primaria.
Autorregulación Proceso por el cual el gasto cardíaco elevado se transforma en aumento persistente de la RP, volvien- do el GC a niveles cercanos a los basales, que re- fleja la propiedad intrínseca del lecho vascular para regular el flujo sanguíneo según las necesidades metabólicas de los tejidos. La vasoconstricción res- tablece el flujo normal y la RP permanece elevada debido a la rápida inducción de engrosamiento es- tructural de los vasos de resistencia. Se ha propuesto otra hipótesis alternativa a la au- torregulación: la presencia de cambios estructurales que disminuyen las respuestas cardíacas a los estí- mulos nerviosos y hormonales (alteración en la ca- pacidad de respuesta de los receptores, disminución de la distensibilidad cardíaca) pero que aumentan las respuestas vasculares (hipertrofia de las arteriolas).
Resistencia periférica (RP)
El tono vascular está determinado por múltiples factores: aquellos que producen constricción funcio- nal (exceso de RAA, alteración de la membrana ce- lular, hiperactividad nerviosa simpática, factores de- rivados del endotelio), y los que originan hipertrofia estructural (exceso de RAA, alteración de la mem- brana celular, hiperinsulinemia, factores derivados del endotelio). La principal causa de hipertensión, el aumento de la resistencia periférica, reside en el aumento del to- no vascular de las arteriolas distales de resistencia, de menos de 1 mm de diámetro. También la microcirculación es muy importante en la génesis y mantenimiento de la hipertensión. La ra- refacción capilar (disminución de la superficie capilar a nivel de diversos órganos y del músculo estriado) está presente en las primeras fases de la hipertensión y aun en hijos normotensos de padres hipertensos.
Sistemas reguladores de la presión arterial
Los cambios en el gasto cardíaco y resistencias peri- féricas dependen de la interacción de diversos siste- mas que actúan interrelacionados entre sí. Mientras unos tienden a elevar los niveles de PA (actividad adre- nérgica, sistema renina-angiotensina, prostaglandinas vasoconstrictoras, endotelinas y factor atrial natriuréti- co) otros tienden a disminuirlos (óxido nítrico (ON), prostaglandinas vasodilatadoras, bradikininas) (tabla I).
Actividad del sistema nervioso simpático
El SNS es un mediador clave de los cambios agu- dos en la presión arterial y en la frecuencia cardíaca
C. MAICAS BELLIDO y cols.
Los niveles de adrenalina comienzan a aumentar al despertar y los de noradrenalina aumentan brusca- mente con la bipedestación. Además también es el responsable del aumento de la frecuencia cardíaca presente en muchos hipertensos, que se ha asocia- do a un aumento de la mortalidad cardiovascular. La participación del SNS en la patogenia de la hiper- tensión es aún mayor cuando coexiste con obesidad.
Sistema renina angiotensina aldosterona (SRAA)
El SRAA juega un papel primordial en la regulación de la presión arterial y es un mediador clave del da- ño a órganos diana, eventos cardiovasculares y pro- gresión de la enfermedad renal. Regula las resisten- cias vasculares periféricas directamente a través de los efectos de la angiotensina II (AII) y el volumen in- travascular indirectamente a través de las acciones tanto de la AII como de la aldosterona 39. El SRAA consiste en (fig. 5):
Figura 4.—Actividad del sistema nervioso simpático.
Expansión de volumen
Modificado de Hypertension Secrets. Pathofisiology of essential (primary) hypertension. Janice G. Douglas, M.D., and Kaine C. Onwuzulike. p. 21-29. 2002 by Hanley & Belfus, Inc.
↑ resistencia periférica
↑ Gasto cardíaco
Liberación de renina
↑ Actividad del SNS NORADRENALINA
Receptores α-adrenérgicos Receptores β-adrenérgicos
↑ Presión arterial
AII
Aldosteronana
Figura 5.—Sistema renina an- giotensina. Componentes y efectos en los órganos diana.
Mantiene o ↑ el volumen extracelular
Reabsorción de sodio y agua
Aumento de las RP
Vasopresina
SNP
Bradicinina
Bradicinina Inactiva
Natriuresis O. Nítrico Vasodilatación
↓ PA ↓ Na túbulo ↑ nerviosa renal
SNC
AII
AI ECA
Renina
Quimasa
t-PA
ANGIOTENSIÓGENO
Riñón Intestino
Modificado de «Hipertensión clínica». Norman M. Kaplan. Hipertensión primaria: Patogenia. p. 81. Edición en español: Copyright 2003 Waverly Hispánica S.A./S.L.
Descarga simpática
Músculo liso vascular
Corazón
↑ Contractilidad
↑ 6C
Sed Apetito sal
Vasoconstricción
Aldosterona
Suprarrenal
C. MAICAS BELLIDO y cols.
Actividad de renina plasmática (ARP) Es el parámetro que cuantifica en el plasma incu- bado del paciente los niveles de AI generados, que serán proporcionales a la cantidad de renina pre- sente. La activación del SRAA es variable en los pa- ciente hipertensos, y sigue una distribución casi normal. Cabría esperar, en concordancia con la mayor presión de perfusión en las células yuxta- glomerulares, una inhibición de la liberación de la renina, y por tanto, bajos niveles de actividad de re- nina plasmática. Sin embargo sólo un 30% de los pacientes con hipertensión esencial tiene niveles bajos de renina, un 60% los tiene normales y un 10% elevados (fig. 6). Se han propuesto varios mecanismos por los que estos niveles inapropiadamente «normales» o inclu- so altos de ARP 43 podrían participar en la patogenia de la enfermedad:
Los niveles de ARP en un determinado paciente con hipertensión primaria permiten identificar las contribuciones relativas de la vasoconstricción –re- sistencia periférica (renina elevada) y de la expan- sión de volumen hídrico corporal (renina baja). Existe una prevalencia dos veces mayor de ARP baja en la población de raza negra. Se han propuesto diferentes mecanismos para la hi- pertensión primaria con renina baja: expansión de vo- lumen con exceso de mineralocorticoides, aumento de 18-hidroxiesteroides, altos niveles de cortisol, muta- ción en el canal epitelial del Na, (CENa), con mayor ac- tividad de los CENa. En algunos estudios responden mejor a los diuréticos, sin embargo, la edad y la raza predijeron mejor la respuesta a diversos fármacos.
Contribución renal a la patogenia de la hipertensión
La regulación renal de la PA en individuos norma- les es el mecanismo dominante para el control a lar- go plazo de la PA. La mayoría de los autores cree que el mecanismo por el cual el riñón causa hipertensión es un trastorno de la excreción de sal. Existen varias hipótesis que explican este trastorno 39 :
Figura 6.—Actividad de la renina plasmática en la hipertensión arterial.
BAJA NORMAL ALTA Modificado de Kaplan NM. Renin profiles. JAMA. 1977; 238: 611-3. Copyright 1977. American Medical Association
Hipertensión esencial
30% 60%
10%
HRV
Enfermedad renal crónica
Hiperaldosteronismo primario
C. MAICAS BELLIDO y cols.
plazado por litio (Li), pudiendo calcular así el in- tercambio Na como cotransporte Na-Li. Este co- transporte se encuentra elevado en muchos pa- cientes con HTA y en pacientes con nefropatía diabética. Se ha observado que es el parámetro más frecuente y persistentemente anormal de transporte de Na en pacientes hipertensos 52.
Alteración de la membrana celular: Se ha descrito que las membranas celulares de los pacientes hipertensos presentan alteraciones en la composición de los lípidos, que determina un au- mento de la viscosidad y una menor fluidez de la membrana que pueden ser responsables de varia- ciones de la permeabilidad a determinados iones.
El endotelio vascular
El endotelio es considerado un verdadero órgano de regulación vascular, implicado en procesos vaso- activos, metabólicos e inmunes, a través de la sínte- sis y liberación de numerosos agentes (fig. 8). Las células endoteliales son sensibles a cambios en las condiciones físicas y químicas del ambiente que les rodea. La HTA provoca un estrés hemodinámico que puede provocar cambios en la función y estructura del
endotelio. Existen dos tipos de fuerza que actúan so- bre las células endoteliales, que están magnificadas en la HTA. La fuerza circunferencial depende de la presión de la sangre en el interior del vaso, del radio del mis- mo y del grosor de la pared; la fuerza tangencial de- pende del radio del vaso, de la viscosidad sanguínea y de la velocidad del flujo. A mayor elevación de la PA, mayor es la magnitud de dichas fuerzas y la capacidad de deformar las células. Se han descrito modificacio- nes en la expresión génica de las células endoteliales, debidas a estas condiciones hemodinámicas 53. Principales sustancias vasoactivas derivadas del endotelio que actúan como mecanismos de regula- ción de la PA:
Figura 8.—Funciones y facto- res derivados del endotelio vascular.
Adhesión de leucocitos Coagulación Fibrinolisis
Modificado de: Alteraciones del endotelio en la hipertensión arterial. V. Lahera. Nefrología 2003; Vol. XXIII. Supl. 4: p. 4.
ENDOTELIO
Barrera selectiva Regulación del tono vascular
Agregación plaquetaria
Crecimiento de CML
ETIOLOGÍA Y FISIOPATOLOGÍA DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL ESENCIAL
La vasodilatación producida por la insulina parece es- tar mediada por la liberación de ON 61 , por tanto, la li- beración alterada de ON podría contribuir a la aso- ciación entre resistencia a la insulina y la hipertensión 62.
Otros mecanismos posibles de regulación de la PA
Se han descritos otros múltiples mecanismos, que pueden intervenir en la patogenia de la hipertensión esencial, siendo su evidencia menos contundente.
vez, tiene un efecto vasoconstrictor por acción del sistema nervioso simpático, promueve la angiogéne- sis y parece favorecer la agregación plaquetaria. El efecto global sobre la PA depende del balance so- bre estas acciones (fig. 9). Existen muy pocos casos de deficiencia de lepti- na, pero estos pacientes presentan niveles bajos o normales de PA, a pesar de obesidad importante. Todo ello sugiere que la leptina puede contribuir en el mantenimiento de la PA.
Figura 9.—Acciones de la leptina.
LEPTINA Aumento de la actividad del SNS VASOCONSTRICCIÓN
↑del ON endotelial ↑ de la sensibilidad a la insulina Natriuresis
Modificado de: «Hypertension Primer». Leptin and Other Adipocyte Hormones. Haynes WG. American Heart Association 2003. Lippincott Williams and Wilkins.
VASODILATACIÓN
ETIOLOGÍA Y FISIOPATOLOGÍA DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL ESENCIAL
tencia por lo que pequeños cambios tienen una re- percusión importante. En los pacientes hipertensos la relación del espe- sor de la media con el diámetro interno es del 26 al 62% mayor que en los individuos normotensos por el fenómeno de remodelado, en el que disminuye la luz del vaso. Ante el mismo nivel de contracción del va- so el aumento en las resistencias es muy superior en la arteria remodelada. Existen dos tipos de remodelado 73, 74^ (fig. 10):
1.1. Remodelado eutrófico de los vasos de resis- tencia de menor calibre: Ocurre en las etapas inicia- les de la hipertensión por migración y reordena- miento celular. Disminuye el diámetro de la luz sin cambios en la masa de pared en el vaso, aumen- tando la relación entre el radio y la luz vascular. Además de ser una respuesta adaptativa al au- mento de la PA, hay indicios sobre otros mecanismos inductores del remodelado, como la AII a dosis sub- presoras en ratas (aún en ausencia de aumento de PA) y los factores genéticos, que tienen una contri- bución importante. También se ha demostrado en
humanos que el tratamiento con un IECA reduce más la relación entre la capa media y la luz que un beta- bloqueante, a pesar de que tengan similar eficacia antihipertensiva. Lineas futuras de investigación de los mecanismos del remodelado eutrófico son la apoptosis y las me- taloproteinasas de la matriz. Este tipo de remodelado no se ha encontrado en modelos de HTA secundaria.
1.2. Remodelado hipertrófico : Es el que presentan las grandes arterias, ocurre precozmente, con es- trecha simetría entre la hipertrofia vascular y la car- díaca. Se debe a división y crecimiento celular. Disminuye el diámetro de la luz asociado a un incre- mento en la masa de la pared del vaso. Se han estudiado los mecanismos de hipertrofia vascular a nivel cerebral en la hipertensión arterial crónica: los fundamentales son la elevación de la PA, la estimulación de los nervios simpáticos, la endote- lina-1 (ET-1) y la deficiencia de ON; además pueden intervenir la angiotensina II, factores genéticos y el estrés oxidativo (O 2 –^ ).
Figura 10.—Remodelado vascular.
Modificado de: «Hypertension Primer» Third Edition. Mechanisms of Vascular Remodeling. G.L. Baumbach. p. 181. 2003. American Heart Association. Lippincott Williams and Wilkins.
Disminución luz Aumento masa
Remodelado Hipertrófico Remodelado Eutrófico
Disminución luz Igual masa
C. MAICAS BELLIDO y cols.
También se encuentra remodelado hipertrófico en las arteriolas de resistencia de los pacientes con hi- pertensión renovascular. Líneas de investigación futura de mecanismos de hipertrofia son los mecanismos dependientes del en- dotelio y el estrés oxidativo.
Cambios en la microcirculación en la hipertensión^75
2.1. Cambios estructurales : Además del remode- lado se produce la denominada rarefacción 76. La ra- refacción consiste en la pérdida de hasta el 50% de los vasos de la microvasculatura. Puede deberse tanto a factores hemodinámicos como a la acción o depleción de factores tróficos o de crecimiento lo- cales tales como AII, insulina, factor de crecimiento de los fibroblastos, factor de crecimiento derivado de las plaquetas y otros, sin olvidar cambios dege- nerativos en los capilares, tales como la atrofia de las celulas musculares lisas a través de la apoptosis y atenuación del endotelio.
2.2. Cambios celulares : Cambios en la morfología de la célula endotelial que influye en la permeabili- dad de la microcirculación, la alteración en el trans- porte de metabolitos, la injuria de la matriz intersti- cial y el daño a órganos-diana. 2.3. Cambios funcionales : Reducción de la dis- tensibilidad de la microcirculación por el aumento de colágeno respecto a la elastina en los vasos, y por el reducido número de vasos.
Cambios en los grandes vasos, de capacitancia, en la hipertensión^77
En la hipertensión se produce un aumento de la ri- gidez (arteriosclerosis) y reducción de la elasticidad de estos vasos por cambios en las unidades con- tráctil-elásticas de la media de la pared del vaso, con aumento de colágeno y disminución de elastina, de forma difusa. La rigidez de las arterias centrales y la presión sis- tólica son determinantes mayores del riesgo cardio- vascular en pacientes mayores de 50 años, mientras
Figura 11.—Efecto de la edad sobre la presión sistóli- ca.
Onda anterógrada Onda de retorno Onda resultante
Aumento presión sistólica
Resistencia vasos pequeños
rigidez vasos grandes
PACIENTE JOVEN Velocidad onda-pulso: 8 m/s.
PACIENTE ANCIANO Velocidad onda-pulso: 12 m/s.
Rigidez vasos grandes
resistencia vasos pequeños
Modificado de: «Hypertension Primer». Third Edition. Aging, Hypertension, and Arterial Stiffness Stanley S. Franklin; Josep L. Izzo, Jr. p. 173. 2003. American Heart Association. Lippincott Williams and Wilkins.
C. MAICAS BELLIDO y cols.