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trabajo realizado en clase a raíz de preguntas que nos dejo la profesora en base a un texto
Tipo: Apuntes
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Escuela de Artes Martin Malharro Profesorado en artes visuales 1°B De Lorenzo Maria Ana
Resumen Este trabajo es una introducción general a la historia de las religiones, los temas tratados son lo sagrado y lo profano, dos modos de estar en el mundo, es decir las dos situaciones existenciales asumidas por el hombre y, su relación con los conceptos caos y cosmos. El desarrollo del trabajo surge a raíz de unas preguntas planteadas por la profesora.
Palabras claves: Lo sagrado y lo profano-Religión-Caos-Fundación del mundo- Espacio homogéneos.
Espacios sagrados y profanos
Para el hombre religioso el espacio no es homogéneo porque presenta roturas, de ahí la importancia de encontrar el centro del mundo, para ellos el espacio sagrado es el único que realmente existe, porque los espacios no consagrados no tienen estructura, ni consistencia. La revelación de estos espacios para el hombre religioso tiene un valor existencial, ya que ellos necesitan de un punto fijo para comenzar y no puede nacer del caos de la homogeneidad y relatividad del espacio profano en el cual el punto fijo aparece y desaparece según de las necesidades cotidianas. Según Mircea Eliade, el autor del libro, el espacio sagrado es un espacio fuerte, cargado de significado religioso que surge de la necesidad de un punto fijo para de esta forma crear un comienzo con sentido, por otro lado los espacios profanos se oponen a la experiencia del espacio sagrado, son homogéneos y neutros, aunque como el mismo autor advierte, esta arreligiosidad no es total en el hombre moderno, y persisten costumbres semejantes a las religiosas e incluso tiene lugares santos en su universo privado como por ejemplo los primeros amores o el paisaje de la ciudad natal.
M. Eliade pone de ejemplo una iglesia en una ciudad moderna como un espacio sagrado, para un creyente este lugar es un espacio que se diferencia de lo urbano por su carácter sagrado, lo cual lo convierte en un umbral entre lo profano y lo divino donde dichos mundos se comunican. Todo espacio sagrado implica una hierofanía, que es el acto de manifestación de lo sagrado, es decir que algo sagrado se nos muestra o una teofanía que consagra un lugar por el hecho de serlo por ejemplo santuarios que son puertas de los cielos, lugares de tránsito entre el cielo y la tierra. A menudo ni siquiera se precisa una teofanía o una hierofanía propiamente dichas, un signo portador de significado basta para indicar la sacralidad del lugar.
Caos y cosmos Mircea Eliade caracteriza al cosmos como un territorio habitado y organizado, es decir al mundo, nuestro mundo y el resto ya no es cosmos, sino algo así como una especie de otro mundo, el caos, un espacio desconocido e indeterminado, extraño y caótico poblado por extranjeros (demonios, larvas, etc). Pero se verá que, si todo territorio habitado es un Cosmos, lo es precisamente por haber sido consagrado previamente, por ser, de un modo u otro, obra de los dioses, o por comunicar con el mundo de éstos. El Mundo (es decir, nuestro mundo) es un universo en cuyo interior se ha manifestado ya lo sagrado y en el que, por consiguiente, se ha hecho posible y repetible la rotura de niveles. Así el hombre religioso se ubica cosmológicamente allí donde habita creándose su propio mundo, sacralizando su entorno y asumiendo la responsabilidad de renovarlo y mantenerlo imitando la creación ejemplar de los dioses, por ejemplo el templo es una plasmación terrenal del cosmos, y al tiempo que lo reproduce, lo contiene en toda su sacralidad.