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Material de estudio para saber que es el eq y las emociones en la educacion, Apuntes de Psicología Educacional

Relación de EQ en la educación especial.

Tipo: Apuntes

2021/2022

Subido el 16/01/2023

CaroSantander
CaroSantander 🇦🇷

2 documentos

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Material de estudio para capacitación a docentes sobre gestión emocional
Índice de contenidos
1 ¿Qué es el EQ?
2 ¿Cómo saber si alguien carece de inteligencia emocional?
o2.1 ¿Qué es mejor IQ o EQ?
3 ¿Cómo usar la inteligencia emocional en el trabajo?
4 ¿Cómo puede desarrollarse la inteligencia emocional en el trabajo?
5 ¿Por qué desarrollar juegos de inteligencia emocional en el trabajo?
6 ¿Cuáles son los ejemplos de juegos de inteligencia emocional para adultos?
o6.1 Campeón o zoquete
o6.2 La banda sonora de la oficina
o6.3 Practicando la escucha activa
o6.4 Los atributos
o6.5 Valores alineados
7 10 ejercicios de inteligencia emocional para ser un líder más consciente
8 La inteligencia emocional en el liderazgo
o8.1 Ejemplo de ejercicios de inteligencia emocional
9 El impacto de la inteligencia emocional en el trabajo
10 Juegos de inteligencia emocional: por qué son necesarios en la familia
11 ¿Qué fortalece la inteligencia emocional?
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¡Descarga Material de estudio para saber que es el eq y las emociones en la educacion y más Apuntes en PDF de Psicología Educacional solo en Docsity!

Material de estudio para capacitación a docentes sobre gestión emocional

Índice de contenidos

● 1 ¿Qué es el EQ? ● 2 ¿Cómo saber si alguien carece de inteligencia emocional? o 2.1 ¿Qué es mejor IQ o EQ? ● 3 ¿Cómo usar la inteligencia emocional en el trabajo? ● 4 ¿Cómo puede desarrollarse la inteligencia emocional en el trabajo? ● 5 ¿Por qué desarrollar juegos de inteligencia emocional en el trabajo? ● 6 ¿Cuáles son los ejemplos de juegos de inteligencia emocional para adultos? o 6.1 Campeón o zoquete o 6.2 La banda sonora de la oficina o 6.3 Practicando la escucha activa o 6.4 Los atributos o 6.5 Valores alineados ● 7 10 ejercicios de inteligencia emocional para ser un líder más consciente ● 8 La inteligencia emocional en el liderazgo o 8.1 Ejemplo de ejercicios de inteligencia emocional ● 9 El impacto de la inteligencia emocional en el trabajo ● 10 Juegos de inteligencia emocional: por qué son necesarios en la familia ● 11 ¿Qué fortalece la inteligencia emocional?

Qué es el EQ? La inteligencia emocional o EQ es la capacidad para identificar, comprender y gestionar los propios sentimientos y emociones, mejorando, por tanto el control de las reacciones; que se extiende al exterior del propio individuo quien también cuenta con la habilidad para reconocer, entender y, en último término, influenciar las emociones de los demás. No es lo mismo la inteligencia emocional o EQ que el coeficiente intelectual o IQ, aunque ambos son necesarios para el propio desempeño. ¿Cómo saber si alguien carece de inteligencia emocional? La inteligencia emocional es la habilidad de identificar las emociones, estrechamente ligada a la capacidad de decidir cómo actuar respecto a ellas. Se trata de un factor crítico para el éxito en la vida y el trabajo. Las personas que carecen de este tipo de habilidades se pueden sentir incomprendidas, decepcionadas y aisladas, en cierto modo, al no saber interpretar el feedback que llega de la comunicación verbal y no verbal. La falta de empatía afecta a sus relaciones en la esfera laboral y privada. Por el contrario, quienes tienen una alta inteligencia emocional muestran signos como:Saben gestionar las críticas sin negación, reproches, excusas ni ansiedad. Uno de los sellos distintivos de la alta inteligencia emocional es la autoconciencia. ● Tienen la mente abierta. Les gusta escuchar nuevas ideas y no se ponen a la de ● ● fensiva al plantearse una iniciativa innovadora o disruptiva. ● Son buenos oyentes. Practican la escucha activa y eso les ayuda a conectarse con las emociones de los demás. ● No endulzan la verdad. Son honestos y transparentes, hablan claro, de manera asertiva , pero siempre desde el respeto, teniendo en cuenta los sentimientos de las otras personas. ● Se disculpan cuando se equivocan. Reconocer el fracaso es el primer paso para mejorar y saber verlo como una oportunidad para lograrlo.

¿Qué es mejor IQ o EQ?

en su obra Conscious Capitalism. Por el contrario, cuando se potencia el EQ en las organizaciones, los resultados empresariales mejoran. En este sentido, un estudio llevado a cabo por Goleman, y recogido en su libro Primal Leadership. Realizing the Power of Emotional Intelligence , pone de manifiesto que el estilo de liderazgo determina en torno al 70% del clima emocional de la compañía e influye entre un 20 y un 30% en el desempeño profesional de todo el capital humano, pues un líder con una alta inteligencia emocional es capaz de desatar lo mejor del resto de personas. Tanto es así que t odas las empresas que han alcanzado la excelencia y el éxito a largo plazo se caracterizan también por poseer un alto grado de EQ por parte de los altos cargos y mandos como en las relaciones con el resto de los grupos de interés. Como señalan Raj Sisodia, David Wolfe y Jag Sheth en Firms of Endearment, “la inteligencia emocional conduce hacia una ventaja competitiva porque es un pre-requisito del liderazgo necesario para un cambio estratégico positivo y sostenible”. Afortunadamente, las habilidades emocionales son susceptibles de ser mejoradas y aprendidas. Así, existen diferentes ejercicios de inteligencia emocional que pueden llevar a cabo directivos –y cualquier otro profesional- para conseguir potenciar su EQ:

  1. Etiquetar las emociones. La clave de los ejercicios de inteligencia emocional es aumentar el autoconocimiento; nadie puede eliminar las emociones, pero sí controlarlas mediante su reconocimiento y catalogación. Por ello, traducir en palabras los sentimientos sirve como terapia para identificarlos y, así, poder afrontarlos.
  2. Ampliar el vocabulario emocional. En términos generales, hablamos de cuatro emociones básicas: alegría, miedo, tristeza y enfado. Sin embargo, el abanico es mucho más rico, pues no es lo mismo estar melancólico que decepcionado, por ejemplo. Cuanto mayores sean los matices sobre los sentimientos, más fácil será darle una respuesta emocionalmente inteligente.
  3. Obtener feedback. La forma en la que una persona se ve a sí misma difiere de cómo la perciben los demás, por lo que pedir retroalimentación sobre las habilidades emocionales a un tercero imparcial ayuda a mejorar la autoconsciencia sobre las fortalezas y debilidades en este campo.
  4. Los tres porqués. Otra técnica muy útil para una correcta gestión emocional consiste en preguntar qué es lo nos origina una determinada reacción y profundizar en el origen de dicha conducta con dos porqués más. De este modo se determinará cuál es el motivo real de los actos y se podrá actuar en consecuencia. Además, esta fórmula se debe aplicar tanto a nivel individual como en la valoración de las actuaciones de los demás.
  5. Tomar unos segundos antes de contestar. Las respuestas explosivas denotan poca inteligencia emocional, por lo que para trabajar el EQ es conveniente dejar unos segundos de margen antes de reaccionar, meditando cómo vamos a actuar y si es la respuesta correcta.
  6. Ser asertivos. A la hora de expresar las emociones, es conveniente aplicar la fórmula “Me siento de tal manera cuando haces tal cosa en ese determinado momento, por lo que me gustaría que…”.
  7. Escribir un diario emocional. Las investigaciones neurocientíficas han puesto de manifiesto que anotar diariamente los estados de ánimo que se han vivido a lo largo del día y sus causas y consecuencias ayudan a regular la intensidad emocional.
  1. Asumir las debilidades y fracasos. Nadie es perfecto, pero un líder con alta inteligencia emocional es consciente de sus limitaciones, lo que le permite interactuar con los demás a través de relaciones honestas.
  2. Trabajar el lenguaje corporal. Los gestos y poses muestran mucho más sobre el estado de ánimo de una persona de lo que se cree, por lo que parte de los ejercicios de inteligencia emocional deben enfocarse en aprender a estudiar e interpretar el lenguaje corporal.
  3. Coaching. Recurrir a coach profesionales para reforzar los ejercicios de inteligencia emocional es otra buena decisión, pues esta técnica de desarrollo personal contribuye a mejorar el EQ en un 25% de media, según los datos de la International Society for Performance Development.

El impacto de la inteligencia emocional en el trabajo

Las investigaciones científicas sobre los efectos positivos de la inteligencia emocional en el trabajo se han multiplicado, llegando a diferentes conclusiones sobre su impacto:

  1. Éxito. Según el propio Goleman, autor al que es recomendable leer, el tradicional IQ (inteligencia intelectual) solo representa el 20% del éxito profesional de una persona, mientras que el 80% restante está determinado, en gran medida, por la capacidad de gestionar sus emociones del sujeto.
  2. Satisfacción laboral. Los trabajadores con alta inteligencia emocional en el trabajo presentan índices más altos de satisfacción laboral y menores ratios de rotación de personal en las empresas, según la investigación A metaanalysis of emotional intelligence and work attitudes, de Chao Miao, Ronald H. Humphrey, Shanshan Qian.
  3. Rendimiento. El cociente de inteligencia emocional (EQ) es tan relevante para el desarrollo profesional que representa el 58% del rendimiento en cualquier tipo de trabajo y se convierte en el mayor impulsor de la excelencia personal y profesional de los individuos, según los datos publicados por TalentSmart. De hecho, según el estudio, el 90% de los trabajadores con altos resultados tienen, a su vez, un alto EQ.
  4. Productividad. Hasta un 127% más de productividad presentan los directivos que se preocupan por el desarrollo de la inteligencia emocional en el trabajo, según un estudio de la consultora Hay Group. Por su parte, TalentSmart sostiene que los profesionales con inteligencia emocional superior generan 29.000 dólares anuales más de beneficios económicos.
  5. Liderazgo. Una de las características que diferencian a los directivos de los auténticos líderes es la inteligencia emocional de los mismos, según La inteligencia emocional y su impacto en el liderazgo , de Amaia Goena Rodríguez y María Antonia Jaén Díaz.
  6. Innovación. El psicólogo Guy Winch, en su obra Emotional First Aid , afirma que las personas emocionalmente estables son capaces de afrontar nuevos retos y avanzar en entornos de cambio, encontrando soluciones a los problemas que surgen en el día a día.

Diario emocional El diario emocional es una de las herramientas más potentes que existen en Inteligencia Emocional y que puede ayudarte mucho a ser más consciente de qué es lo que sientes y de cómo gestionar lo que te dicen estas emociones. Con el diario emocional podremos identificar factores corporales que nuestro cuerpo nos transmite ante diferentes situaciones o pensamientos. La técnica del Diario Emocional consiste en llevar contigo un pequeño cuaderno (o incluso puedes hacerlo en el móvil) e ir escribiendo diferentes etapas o factores cada vez que percibes una emoción relativamente intensa (o desagradable si quieres enfocarte en ello, que es lo que suele hacer la mayoría de las personas). Tendrás que estar atento a ti y a tu cuerpo y saber cuándo una emoción te está afectando (ya sea de forma positiva o negativa) y en ese momento sacar tu diario emocional y escribir sobre esa emoción. Una idea es cuando haya pasado algo y te hayas quedado aún con la sensación o con esa emoción por ahí “revoloteando”. Tendrás que hacer varias etapas, niveles, casillas o como quieras llamarlo y escribir en cada una de ellas como un proceso.

● La situación que ha ocurrido que ha iniciado esa emoción. Cuanto más detalles des y más objetiva pueda ser la descripción mejor. Ej: mi jefe ha venido y me ha dicho que vaya basura de informe había hecho, que lo necesita para mañana hecho de nuevo. ● Los pensamientos que tuve ante lo ocurrido, es decir, qué empezó a pensar mi cabeza o a decirme tras la acción. Ej: tras venir mi jefe empecé a pensar: ya está este otra vez quejándose, cuando nunca hace nada y luego siempre se lleva las medallitas. Y además, podría decirlo de mejor forma y no usando esas palabras y ese tono de déspota. ● Las sensaciones físicas que he percibido: cuánto más específicos seamos más útil será luego para poder volver a detectar estas emociones. Ej: he sentido un calor muy grande que subía por el pecho hasta llegar a mi nariz, he sentido como mis manos se agarrotaban y se ponían tensas, he apretado con fuerza la mandíbula, cuando se ha ido mi jefe me ha empezado a doler la cabeza. ● La emoción o emociones que sentiste. Aquí tienes que poner todos los sentidos para ver si hay alguna emoción que esté escondida. Ej: he sentido rabia, enfado, he sentido desprecio y humillación. Eso puede haber sido lo principal pero luego si miras un poco más adentro puedes también ver que has sentido tristeza. De ahí que además de registrar la primera emoción, intentemos indagar un poco a ver si hay algo más dentro de nosotros. ● ¿Qué me quieren decir esas emociones? Es importante detectar cuál es la necesidad que esa emoción nos está comunicando. Es decir en este caso la rabia podría ser indicio de que existe una situación injusta y que además están sobrepasando tus límites con esos comentarios. También podría indicar que tu cuerpo te está queriendo decir que hagas algo ante ello. La tristeza por otro lado aparece por la impotencia que tienes al no poder hacer nada (o mejor dicho, al pensar que no puedes hacer nada) y por la injusticia de la situació (unidos al sentimiento de humillación y desprecio).

DIARIO EMOCIONAL

Las 6 emociones de Paul Ekman

La teoría de las emociones de Paul Ekman incluye 6 emociones universales. A continuación,

veremos cuáles son:

● Ira : surge ante situaciones aversivas o que generan frustración. Se trata de una activación del

cuerpo a modo de preparación para la lucha contra la situación amenazante o la huida de esta.

Sin embargo, en muchas ocasiones aparece de forma constante llegando a provocar problemas a

nivel social, laboral, de pareja e incluso de salud física. Según la teoría de las emociones básicas

de Paul Ekman, la ira se asocia a problemas cardíacos. En este artículo, te contamos cómo

controlar la ira.

● Asco : el origen de la sensación de asco es protegernos ante alimentos que podían ser tóxicos.

Sin embargo, en muchas ocasiones, tenemos ese sentimiento de rechazo ante un alimento sin

que este sea malo para el organismo. Además, no solo algunas comidas nos pueden producir

asco, también determinados olores, sensaciones táctiles o imágenes pueden llegar a crear este

rechazo en nosotros.

● Miedo : su origen es claramente nuestra protección ante peligros. Se trata de una activación del

organismo que nos prepara para huir de una situación potencialmente peligrosa. Sin embargo, al

igual que en las otras, en muchas ocasiones tenemos miedos irracionales, como es el caso de las

fobias, en las que el peligro no es real o es muy improbable. Descubre cómo superar los miedos.

● Alegría : otra de las emociones de Paul Ekman. Se trata de un estado emocional placentero en el

que la persona evalúa una situación como positiva. Además, suele haber durante este estado

emocional un bajo nivel de ansiedad, buenas expectativas sobre el futuro y altos niveles de

energía y motivación.

● Tristeza : una de las 6 emociones de Paul Ekman. Al contrario que en la alegría es un decaimiento

del estado anímico general. Los niveles de energía son bajos, hay poca motivación y la

perspectiva sobre el presente y el futuro es negativa.

● Sorpresa : el atlas de las emociones de Paul Ekman describe la sorpresa como una reacción

física y cognitiva que se tiene ante un evento inesperado o que no entraba en los

humillación.

Los estados de ánimo son constitutivos de la existencia humana Los seres humanos, dondequiera que estén, dondequiera que habiten, están siempre inmersos en determinados estados de ánimo. No hay forma en que podamos evitar encontrarnos en alguno y mirar la vida desde fuera de algún tipo de estado emocional, cualquiera que éste sea. Los estados de ánimo son constitutivos de la existencia humana. Simplemente no se puede concebir la existencia humana sin aceptar que estamos, inevitablemente, en algún tipo de estado de ánimo. Los estados de ánimo son un hecho de la vida y los encontramos por doquier. Diferentes lugares parecieran tener diferentes estados de ánimo. Cada ciudad va acompañada del suyo. Podemos hablar acerca del estado de ánimo de San Francisco, Madrid, Ciudad de México, Buenos Aires, Santiago, etcétera. Con sólo nombrar estas ciudades evocamos su estado de ánimo. Son todos muy diferentes. Lo mismo pasa con los países. Podemos hablar de un estado de

Nuestros estados de ánimo son como lentes a través de los cuales observamos el futuro. Los diferentes estados de ánimo son diferentes aperturas hacia el futuro. Si sucede que estamos de buen ánimo, el futuro se verá brillante. Si estamos de mal ánimo, el futuro se verá oscuro. ¿No nos ha sucedido a menudo que nos damos cuenta de cómo nos cambia el futuro simplemente porque atravesamos por un cambio diario de estado de ánimo? El Dr. Richard Davidson, de la Universidad de Wisconsin, ha encontrado este tipo de conformación cerebral en niños de apenas 10 meses. Estas conformaciones permitieron predecir cuales niños de 10 meses llorarían cuando sus madres abandonaran la habitación por un minuto. La investigación mostró que todos los niños que lloraron tenían una actividad frontal derecha aumentada. Los que no lloraron tenían más actividad en el lado izquierdo. Otros métodos de investigación han demostrado que pacientes a los cuales se les ha extirpado quirúrgicamente el lóbulo frontal derecho, han registrado cambios significativos de personalidad después de haberles practicado la operación quirúrgica. Ellos se tornan más afectuosos y les molestan menos los acontecimientos negativos. Estos descubrimientos son coherentes con el planteamiento del neuropsicólogo ruso A.R. Luria. Este observó que la actividad del lóbulo frontal izquierdo contribuye a detener una emoción desagradable una vez que ésta se ha iniciado. Un daño a ciertas áreas de esta zona, observó, hace que los pacientes queden más proclives a obsesionarse con acontecimientos perturbadores. Esto no significa, sin embargo, que haya una sola dirección causal entre conformación cerebral y estados emocionales. No significa que nuestra conformación cerebral sea el determinante de nuestros patrones emocionales. También es posible cambiar nuestra conformación cerebral interviniendo a nivel de nuestras emociones y estados de ánimo. «Si uno aprende a controlar mejor sus sentimientos negativos», dice el Dr. Davidson, «podría ocurrir que también haya aprendido a activar el lóbulo frontal izquierdo».

La manera en que la biología se relaciona con nuestros estados de ánimo va más allá de esta relación entre conformación del cerebro y estados emocionales. Por una parte, sabemos que muchas otras alteraciones biológicas, además de los patrones de nuestros lóbulos frontales, pueden producir cambios emocionales. Los desequilibrios hormonales a menudo producen cambios de estados de ánimo y estos cambios pueden a su vez modificarse a través de medicamentos químicos. Esto ha sido bien documentado en casos de depresión. Las drogas son un buen ejemplo de cómo las personas afectan sus estados emocionales al producir una perturbación química en su estructura biológica. 1 Observando los estados de ánimo desde el subdominio de la corporalidad Todos podemos admitir que siempre estamos en una u otra postura física (de hecho, no podemos evitarlo). Esta postura física se relaciona con el estado emocional en que nos encontramos. La conexión entre nuestras posturas corporales y nuestra vida emocional es tan fuerte que podemos darnos cuenta del estado de ánimo de una persona por el mero hecho de observar la postura de su cuerpo. También podemos predecir las posturas físicas que adoptarán las personas si sabemos en qué estado emocional se encuentran. Podemos decir que alguien se encuentra excitado o defraudado observando la forma en que cruza una habitación, la forma en que está sentado o parado. Las artes visuales utilizan esta conexión permitiéndonos observar los estados de ánimo de las personas a partir de sus posturas corporales. Al mirar, por ejemplo, «El Pensador» de Rodin podemos descubrir su estado de ánimo. Asimismo, cuando observamos «La Pietá» de Miguel Ángel podemos describir el estado de ánimo de María. Los retratos de Goya son un excelente ejemplo de lo que señalamos pues nos revelan magistralmente cuanto nos dice la corporalidad sobre los estados emocionales de los seres humanos. Los actores también sacan provecho de la conexión entre posturas corporales y estados de ánimo. Pensemos en Greta Garbo, Humphrey Bogart o James Dean. La forma en que cada uno se movía, o «sus posturas», daban vida a distintos estados de ánimo.

ubicamos en el mundo —la forma en que nos paramos y movemos en el mundo, denota la forma en que enfrentamos el mundo. Si se desea cambiar la posición en la vida es necesario cambiar también nuestras posturas físicas Los estados de ánimo y el lenguaje Será, sin embargo, la conexión entre estados de ánimo y el lenguaje lo que se enfatizará en este trabajo. Decimos que, dependiendo del estado de ánimo en que nos encontremos, nuestras conversaciones son diferentes —hablamos y escuchamos en forma diferente. Esto nos permite descubrir el estado de ánimo en que se encuentran las personas, examinando sus conversaciones. Cada conversación trae con ella su propio estado de ánimo. Las conversaciones tampoco son emocionalmente inocentes. El biólogo Humberto Maturana sostiene que las conversaciones no son sólo un fenómeno lingüístico. Una conversación es siempre una combinación de dos factores básicos — lenguaje y emociones. Sostenemos que estos dos factores no son independientes entre sí. Para entablar una conversación, el lenguaje y las emociones deben estar equilibrados. Existe un principio básico de coherencia entre ellos. No podemos seleccionar al azar una secuencia de actos lingüísticos y agregar a ellos, también al azar, cualquier emoción que encontremos a la mano. El lenguaje y los estados emocionales están estrechamente relacionados entre sí. Todos sabemos cómo cambia nuestro estado de ánimo cuando alguien nos da una buena o mala noticia. Todos hemos experimentado un cambio de estado de ánimo a raíz de que nos han aceptado una proposición comercial o nos han rehusado una petición importante. Todos sabemos también que podemos producir diferentes estados de ánimo en las personas al hablarles de un mismo tema en formas diferentes. Todos los días tenemos múltiples experiencias en las cuales observamos cómo lo que decimos puede influir en el estado de ánimo de la gente. La existencia de esta relación entre lenguaje y emociones no es un asunto

trivial. Por el contrario, es debido a que esta relación existe que surge la más interesante posibilidad de intervenir en el diseño de nuestros estados de ánimo. Es aquí donde la capacidad de lograr maestría en dar forma a los estados de ánimo nuestros y de los demás alcanza su punto máximo. ¿Qué ganamos con esta relación? Dos cosas importantes. En primer lugar, nos permite ejecutar una reconstrucción lingüística de nuestros estados de ánimo y emociones. Ahora podemos traducir nuestros estados emocionales en una estructura lingüística. Generamos un lenguaje de emociones y estados de ánimo. Sostenemos que, independientemente de su soporte biológico y corporal, los estados de ánimo pueden ser presentados y reconstruidos en términos lingüísticos. En segundo lugar, desarrollamos dos dominios de acción y diseño. Podemos ahora intervenir en el dominio de nuestros estados emocionales por medio de la acción a nivel del lenguaje y, a la inversa, podemos intervenir a nivel de nuestros actos lingüísticos cambiando nuestros estados emocionales. Al combinar estos dos dominios de acción, podemos, entonces, diseñar secuencias completas de intervenciones en las cuales el lenguaje y las emociones se van a modificar entre sí. Los grandes seductores, operen éstos en el ámbito del amor, la política, las ventas, la religión, la pedagogía, etcétera, son todas personas que saben del poder del lenguaje para modificar las emociones y, en consecuencia, para redefinir lo posible. Saben que todo intercambio lingüístico opera dentro de un contexto emocional que condiciona le eficacia de la comunicación, como saben también que cualquiera sea el contexto emocional original, éste puede ser transformado como resultado de la misma comunicación. Lo que era posible en el momento de iniciarse una conversación no es necesariamente lo mismo al momento de terminar la conversación. Es sorprendente observar cuan poca atención se presta comúnmente a la conexión entre el lenguaje y estados de ánimo en la conversación. Sabemos que nuestra comunicación con otros se ve afectada por el estado de ánimo que