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Tipo: Monografías, Ensayos
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Técnicas básicas de enfermería
Higiene en el medio hospitalario
El ser humano
como sistema
bio-psico-social:
sus necesidades
y su salud
2.1 Introducción 2.2 Concepto de salud 2.3 Concepto de enfermedad 2.4 Educación para la salud 2.5 Las necesidades humanas
Los contenidos que aprenderás en esta unidad son:
El estudio de las técnicas básicas de enfermería lo ini- ciamos con la exposición breve de algunos de estos con- ceptos (en las Unidades 2 y 3), porque los consideramos íntimamente ligados tanto a la actitud que debe mostrar este profesional como a la aplicación sistemática y pla- nificada de los cuidados que preste.
La esencia de la profesión enfermera es el cuidado de la persona. Los cuidados contribuyen a mantener y/o mejo- rar la salud de las personas; dependiendo del estado de salud o enfermedad de las personas los cuidados tendrán diferentes finalidades:
t .FKPSBSZNBOUFOFSMBTBMVE t 3FDVQFSBSMBTBMVE TJFNQFPSBSBPTFQFSEJFSB t &WJUBSDPNQMJDBDJPOFTFOMBFOGFSNFEBE t "EBQUBSTFBMBFOGFSNFEBE
La responsabilidad de los cuidados de salud son:
t %FMBQFSTPOB t %FMPTDFSDBOPTBFMMB t %FMBFOGFSNFSÓB
Se entiende por cuidado enfermero la atención profesio- nal que ofrecen los equipos de enfermería a las personas que los necesitan, teniendo en cuenta que su entorno y su estado de salud van a condicionar dichos cuidados.
2.2 Concepto de salud
El concepto de salud ha estado ligado tradicionalmente a la ausencia de enfermedad. En 1948 se funda la Organiza- ción Mundial de la Salud (OMS) con la idea de unificar
criterios y estrategias en materia de salud y se propo- ne un concepto de salud como el estado completo de bienestar físico, psíquico y mental, y no solamente la ausencia de enfermedades.
Esta definición introdujo importantes novedades, como fue la visión positiva que se hizo por primera vez del concepto de salud, además de contemplar su dimensión TPDJBM ZBRVFjDPOTUJUVZFEJDFMB0.4VOPEFMPT derechos fundamentales de todo ser humano cualquiera que sea su raza, religión, ideología política o condición socioeconómica». El «bienestar completo» y, además, con carácter perma- nente parece un objetivo demasiado ideal y utópico, que contrasta con la realidad de la vida cotidiana de las per- sonas, en la que es preciso hacer uso de recursos perso- nales para afrontar las inevitables dificultades que toda historia humana conlleva.
La salud, en un sentido amplio, debería ser concebida como una situación relativa, variable, dinámica, produc- to de todos los factores de la vida social sobre la pobla- ción y la persona. De acuerdo con esta idea, Hernán San Martín define la salud como «un proceso social, en su origen, que tiene repercusiones ecológicas en el ambien- te de vida de la comunidad y que, finalmente, produce en el individuo, según sean las circunstancias favorables o negativas, el estado ecológico de salud o el desequilibrio ecológico que llamamos enfermedad». Esta definición aporta el concepto ecológico de salud, es decir, con- sidera al ser humano como una parte de un ecosistema más amplio que es la naturaleza. La particularidad que el ambiente humano tiene, respecto al de otros seres vi- vos, está en relación con las múltiples transformaciones que el ser humano ha realizado en su medio, de forma consciente o inconsciente, a través del proceso de «hu- manización», por lo que debemos analizar este ambiente desde una triple dimensión: física, social y cultural.
Sociedad
Sistema sanitario y educativo
Centros y servicios de salud
Relación sanitario/ paciente
Fig. 2.2. Contexto de la relación sanitario/paciente.
Tabla 2.1. Los diez factores del cuidado. Teoría del cuidado humano.
Además, hace referencia a una situación de equilibrio. Este equilibrio oscila entre dos extremos hipotéticos: en uno de ellos se encontraría el máximo grado de salud o el equilibrio perfecto entre los distintos elementos, y en el otro estaría la enfermedad o el desequilibrio. Entre dichos extremos existiría una escala continua, en la que una pérdida en el nivel de salud supondría un acerca- miento al nivel de enfermedad.
Posteriormente, se conceptuó la salud como el « con- junto del funcionamiento físico, psicológico, emocio- nal, social y espiritual que hace posible que la persona lleve a cabo sus funciones y responsabilidades y se pueda dirigir hacia la realización personal en situacio- nes diversas» ; o bien como el proceso de desarrollo potenciador de la autorrealización de personas, gru- pos y comunidades», concepto en el que se menciona al individuo, el grupo y la comunidad como sistemas interdependientes, con influencia en la salud y, a la vez, como objetivo de la atención de enfermería.
Desde un punto de vista general, la salud se puede medir y existen indicadores para ello, aunque contienen múlti- ples variables que cambian en el tiempo y el espacio.
Sin embargo, estos indicadores no expresan la realidad o lo hacen solo parcialmente pues, como hemos visto, la salud es un fenómeno multidimensional.
Habría que adaptar a cada etapa de la vida de una comu- nidad el uso de indicadores que pudieran medir los as- pectos más importantes que condicionan la salud, como ZBSFDPNJFOEBMB0.4DVBOEPEJDFRVFjMBTFMFDDJØOEF
indicadores tendrá muy presente la necesidad de que sean prácticos y significativos. Como la situación econó- mica y sanitaria está en evolución constante, también la selección de indicadores deberá evolucionar».
Habitualmente, manejamos unos indicadores que la 0.4 EFOPNJOB jJOEJDBEPSFT JOEJSFDUPT EF TBMVEx como son los siguientes: t5BTBEFNPSUBMJEBEHFOFSBM t5BTBEFNPSUBMJEBEFTQFDÓGJDB t5BTBEFNPSUBMJEBEJOGBOUJM t5BTBEFOBUBMJEBE t&TQFSBO[BEFWJEBBMOBDFS t5BTBEFNPSCJMJEBE t¶OEJDFEF4XBSPPQ QSPQPSDJØOEFNVFSUFTEFMPT mayores de 50 años sobre la mortalidad general). t$SFDJNJFOUP WFHFUBUJWP UBTB EF OBUBMJEBE o UBTB de mortalidad). t¶OEJDFEFBDDJEFOUFT t3FOUBQFSDÈQJUB t7JWJFOEB DPOEJDJPOFTTBOJUBSJBT t$POEJDJPOFTEFUSBCBKP FUD
Muerte prematura
Pérdida de salud
Restauración de la salud
PREVENCIÓN SECUNDARIA PREVENCIÓN TERCIARIA PREVENCIÓN PRIMARIA
Funciones del auxiliar de enfermería Proporcionar cuidados auxiliares de enfermería al paciente y actuar sobre las condiciones sanitarias del entorno como miembro de un equipo de enfermería
Promoción de la salud
Salud positiva
Elevado nivel de bienestar físico, mental y social, y capacidad de funcionamiento
Muerte prematura Incapacidad Síntomas Signos
Zonaneutra
Fig. 2.3. El continuo salud-enfermedad en relación con la promoción y los niveles de prevención de la salud.
Los indicadores más útiles desde el punto de vista general son la tasa «bruta» de mortali- dad general (número de defunciones en un año por 1 000 y dividido por la población total), la esperanza de vida (promedio de edad que en una población alcanzarán los nacidos un determinado año) y el índice de Swaroop (porcentaje de los fallecidos con más de 50 años).
Importante
Si aceptamos que lo fisiológico es un estado de equi- librio con episodios de adaptación y desadaptación, podemos definir la enfermedad como un desequili- brio físico, mental y social, con manifestaciones ob- jetivas y subjetivas, que disminuye la capacidad de la persona para llevar a cabo las tareas habituales y su proyecto personal, obligándola a solicitar la ayuda de los servicios profesionales de salud.
El paso de la salud a la enfermedad a veces es muy si- lencioso, incluso imperceptible. Ambas aparecen como integrantes de la vida y no como estados contrarios.
A lo largo de su vida, toda persona está en permanen- te cambio respecto a su nivel de salud y enfermedad. A continuación se exponen las diferentes fases en las que, respecto a la enfermedad, se puede encontrar una persona.
t Estado de salud: es la primera fase, donde existe una situación de equilibrio entre el medio ambiente y la persona globalmente considerada.
t Periodo prepatogénico: es la segunda fase, que se ca- racteriza porque existe cierto desequilibrio, pero este no es apreciado ni objetiva ni subjetivamente. Es una fase de enfermedad encubierta.
t Enfermedad manifiesta: es la tercera fase, que correspondería a un claro desequilibrio, produciendo diferentes incapacidades e inadaptaciones que alteran el normal desenvolvimiento del individuo. Corresponde a los periodos patogénico o prodrómico, al de estado o clínico y al de convalecencia o restablecimiento. A partir de aquí el proceso puede resolverse:
o )BDJB MB DVSBDJØO DPNQMFUB DPO SFDVQFSBDJØO EFM equilibrio perdido.
o )BDJÏOEPTFDSØOJDBPEFKBOEPBMHÞOUJQPEFTFDVFMBT
o 1SPEVDJFOEP MB NVFSUF DPNP QÏSEJEB UPUBM EF FTF equilibrio.
Es la ciencia que se ocupa del estudio de la enferme- dad y de los elementos que la constituyen.
La engloban los siguientes conceptos:
t Etiología: es el estudio de las causas de la enferme- dad.
t Patogenia: trata de esclarecer el mecanismo por el cual, a partir de la causa, se producen las manifesta- ciones de la enfermedad (interacción de factores endó- genos y exógenos).
t Fisiopatología: se ocupa del origen y significado de estas manifestaciones.
t Anatomía patológica: analiza las posibles lesiones anatómicas que pueden producirse.
t Sintomatología o semiología: trata de las manifesta- ciones subjetivas (síntomas) u objetivas (signos) que pueden aparecer.
t Patocronía: estudia la forma de evolución de la enfer- medad en el tiempo.
La identificación de la enfermedad se hace a través del diagnóstico que, junto con el resto de los aspectos men- cionados, orientan la terapéutica o tratamiento (higiéni- co, dietético, psicoterapéutico, farmacológico, quirúrgi- co, rehabilitador, etc.).
2.4 Educación para la salud
&OMB0.4BEPQUØMBFTUSBUFHJB salud para todos, con el objetivo principal de reducir las enfermedades que impiden mantener una vida social y económicamen- te productiva. Esta estrategia fue concretada en 38 ob- jetivos de aplicación para Europa, que se fueron especi- GJDBOEPEFTQVÏTFOMBTDPOGFSFODJBTEF0UUBXBEF EF"EFMBJEBEFZEF4BOETXBMMEF&TQB×BTF TVNØBFTUBFTUSBUFHJBFO&O FM.JOJTUFSJP de Sanidad y Consumo publicó el dossier del plan de sa- lud, que abarcaba una serie de objetivos en materia de salud pública que se concretaban en áreas como: nutri- ción e higiene alimentaria, riesgos medioambientales, riesgos laborales, abuso del alcohol, drogas, accidentes, DÈODFS TBMVENFOUBM TBMVEEFMBODJBOP 7*)TJEB FUD
Enfermedad manifiesta
Salud aparente o enfermedad en periodo prepatogénico
Equilibrio o salud Fomento, promoción y protección de la salud
Detección y tratamiento precoz
Tratamiento y rehabilitación
Acciones
Horizonte clínico y/o sintomático Muerte
Secuelas y cronicidad
Adaptación persona/medio ambiente Salud
Inadaptación persona/medio ambiente
Fig. 2.6. Historia natural de la enfermedad.
La Conferencia Internacional sobre Atención Primaria EF 4BMVE DFMFCSBEB FO "MNB"MUB BOUJHVB 6344 FO 1978, declaró que «el pueblo tiene el derecho y el deber de participar individual y colectivamente en la planifi- cación y aplicación de su atención de salud». En este sentido, no es accidental que en su declaración final se diera especial importancia a la educación como ele- mento indispensable para promover la responsabilidad individual y comunitaria y desarrollar la capacidad de la población para participar plenamente en el fomento y la atención de la salud.
Para lograr esta meta, hay que partir de que la salud se ha de conseguir y no puede ser impuesta; por consiguiente, el primer requisito para la consecución de la salud es la voluntad decidida, tanto de la población como de los gobiernos, y para forjar esa voluntad es indispensable la educación.
Hoy día se reconoce que los valores y normas de la comunidad, así como la cultura en general, tienen una importancia vital para determinar la actitud general de las personas ante la salud y la enfermedad, y que el proceso de socialización es uno de los mecanismos más importantes para transmitir ciertos valores y normas de una generación a la siguiente. Esto ha dado origen al desarrollo de modelos de educación para la salud basa- dos en la intervención social, en los cuales la acción educativa se orienta a influir más en los factores socia- les relacionados con la salud y la enfermedad que en los individuales.
Como hemos mencionado, la salud es un derecho de la persona y, por tanto, constituye un deber, de gran variedad de profesionales y de todas las personas, el cuidarla y mantenerla. Para lograr este objetivo se requiere la participación de todos los miembros de la comunidad. Esta responsabilidad no está solo en las manos de los gobiernos o de los especialistas en estos temas, sino en las de todas aquellas personas, sanitarias o no, cuya labor re- percuta en la configuración de aquellos hábitos y estilos de vida de la población que pueden ser un agente dinamizador y promotor del autocuidado de la salud.
En cada fase del ciclo salud-enfermedad, el auxiliar de enfermería puede contribuir con la labor de educación para la salud de distinta forma:
t &O MB GBTF EFM estado de salud, la actuación lógica es aquella encaminada a impedir que un proceso pa- tológico se inicie o se reanude. Las acciones que se
deben emprender estarán dirigidas tanto a la persona como a su familia. Así, por ejemplo, respecto a los niños, se puede aclarar a los padres el calendario de vacunaciones.
t &OFM periodo prepatogénico se puede colaborar en aquellas actuaciones que contribuyan a un diagnós- tico y tratamiento precoz de la enfermedad, lo que hará que los efectos de la enfermedad sean mucho menores que si esta se manifiesta totalmente. Así sucede, por ejemplo, en la prevención del cáncer de mama.
t &OMBGBTFEF enfermedad manifiesta, las acciones que se deben emprender son aquellas que conduz- can a la curación y rehabilitación de la persona. En esta fase, el auxiliar de enfermería puede colaborar en actuaciones de educación sanitaria de los colec- tivos afectados, sobre todo por enfermedades cróni- cas, participando en la organización de actividades en las que los enfermos tomen conciencia no solo de sus limitaciones, sino también de sus posibilida- des, enseñándoles a desarrollarlas y a ocuparse de sus propios cuidados, para disfrutar de la mayor calidad de vida dentro de sus posibilidades. En este sentido puede colaborar en grupos de afectados de diabetes, Alzheimer, etc.
1. Causas dependientes de la biología humana
t*OGPSNBDJØOHFOÏUJDB t&EBE
2. Causas dependientes del medio ambiente
t$POUBNJOBDJØOGÓTJDB t$POUBNJOBDJØORVÓNJDB t$POUBNJOBDJØOCJPMØHJDB t&OUPSOPTPDJBM
3. Causas dependientes del estilo de vida
t$POTVNPEFESPHBT t'BMUBEFFKFSDJDJPGÓTJDP t/VUSJDJØO t1SPNJTDVJEBETFYVBM t7JPMFODJB t$POEVDDJØOJNQSVEFOUF t)ÈCJUPTSFQSPEVDUPSFTJOTBOPT t6TPJOBQSPQJBEPEFMBBTJTUFODJBTBOJUBSJB
4. Influencia del sistema de asistencia sanitaria
t$PCFSUVSBPBDDFTP t$PTUF t$BMJEBE
Tabla 2.2. Causas de la enfermedad.
El auxiliar de enfermería participa, entre otros, en la rea- lización de procedimientos de oxigenoterapia, educación respiratoria, valoración de las constantes vitales, etc.
t Necesidad de comer y beber: el agua es secunda- ria a los requerimientos de oxígeno para la vida. Las personas sanas la obtienen bebiendo líquidos o to- mando alimentos. Por ello, el deterioro en cualquiera de estas dos actividades puede afectar gravemente al aporte de esta sustancia. El agua es el disolven- te universal, es decir, el disolvente básico para to- das las reacciones químicas que tienen lugar en el organismo. En cuanto a la necesidad de beber, el auxiliar inter- viene, entre otros, en los procedimientos de ingreso de líquidos (control de la ingesta, sueroterapia), en la alimentación del paciente, en la realización del balan- ce de líquidos y en su educación sanitaria. Aunque se puede vivir sin alimentos durante cierto tiempo, la necesidad de comer no debe ser subestima- da. Cuando no dispone de fuentes externas, el orga- nismo emplea las internas. Las reservas de carbohidra- tos (como el glucógeno en el hígado y los músculos) son las primeras que usa; posteriormente, las grasas y proteínas de los tejidos. Cuando los carbohidratos se consumen, el hígado transforma las grasas y proteínas en glucosa. La buena nutrición es importante para un crecimiento y un desarrollo normales, que afectarán a la salud físi- ca y mental del individuo.
3FTQFDUPBFTUBOFDFTJEBE FMBVYJMJBSJOUFSWJFOFFOMPT procedimientos de alimentación del paciente por vía oral, enteral y parenteral, en la recogida del peso, en la enseñanza de autocuidados, etc.
t Necesidad de eliminar: para que el organismo funcio- ne eficazmente, los residuos de la alimentación y los gases deben ser eliminados del tracto digestivo. Los productos de desecho del metabolismo se destoxifican o excretan. Los órganos implicados en este proceso son los riñones, el intestino grueso, los pulmones y la piel. Cada persona tiene sus propias pautas en el hábito de defecar. Los profesionales pueden ayudar a los pacientes conociendo sus costumbres y facilitando que pueda ejercitarlas, cuando sea posible. Los cam- bios en la dieta y el aumento de estrés son algunos de los factores que más influyen en la evacuación.
3FTQFDUP B FTUB OFDFTJEBE FM BVYJMJBS JOUFSWJFOF FO procedimientos de colocación de cuña y botella, de sondajes, de administración de enemas, de enseñanza de autocuidados, etc.
t Necesidad de moverse y mantener una buena postu- ra: es una necesidad básica en cuanto al sistema muscu- loesquelético, a la conservación y promoción de su esta- do de salud. Facilita una adecuada vida de relación.
3FTQFDUP B FMMB FM BVYJMJBS EF FOGFSNFSÓB JOUFSWJFOF en las movilizaciones activas y pasivas, los cambios
posturales, la ayuda en la deambulación y el desplaza- miento del paciente, etc. t Necesidad de descansar y dormir: sin las horas sufi- cientes de descanso, disminuye tanto la concentración mental como la memoria. Una persona que duerme poco se vuelve irritable y su capacidad de afrontar el estrés psicológico es menor. Es muy importante alter- nar periodos de trabajo y descanso. Es importante la labor de los auxiliares de enfermería en cuanto a las medidas de apoyo para ayudar al paciente a dormir, tales como el arreglo de la cama; la movilidad; la higiene del cuerpo, de la ropa y de la unidad del paciente; el control de los estímulos ambientales; la disminución de la ansiedad; la educación sanitaria, etc. t Necesidad de vestir ropas adecuadas: el vestido per- mite mantener la temperatura corporal estable, adap- tándose a las condiciones climáticas (en función de cómo se utilice), y a la vez permite identificarse con un grupo, definirse y aumentar el bienestar. El auxiliar de enfermería colabora con el paciente en la selección adecuada y observa si hay alteraciones psi- cológicas o emocionales, que se manifiestan también con alteraciones de esta necesidad. t Necesidad de mantener la temperatura corporal: para que las células funcionen eficazmente se requie- re una temperatura corporal relativamente constante. Dado que el calor es producido por el cuerpo de forma constante por medio del metabolismo, son también necesarios mecanismos que lo eliminen. La piel es el órgano responsable del mantenimiento de la tempera- tura en un nivel óptimo mediante la evaporación y la respiración. 3FTQFDUP B FTUB OFDFTJEBE FM BVYJMJBS JOUFSWJFOF FO procedimientos físicos de regulación térmica (como desabrigar, colocar compresas frías, aplicar baños ti- bios, etc.), en la administración de antitérmicos, en la recogida de la temperatura, etc. t Necesidad de mantener la piel limpia y protegida: una piel íntegra y bien hidratada es más resistente a las agresiones ambientales o a las alteraciones habi- tuales en los centros asistenciales, como las úlceras por presión. 3FTQFDUPBFMMB FMBVYJMJBSEFFOGFSNFSÓBSFBMJ[BQSPDFEJ- mientos de higiene, aseo total o parcial, masajes, etc. t Necesidad de evitar los peligros: se relaciona con cualquier amenaza a la seguridad y protección de la persona, en un amplio sentido: tanto físico (mecánico, térmico, químico, bacteriológico), como emocional (estrés, ansiedad, habilidades de afrontamiento). El auxiliar de enfermería interviene en la correcta apli- cación de los procedimientos, evitando riesgos (infec- ciones nosocomiales, accidentes en la movilización de pacientes), estableciendo una relación de ayuda apropiada (que aumente la seguridad en el paciente), fomentando autocuidados apropiados, etc.
t Necesidad de comunicarse: tanto a través de la comunicación verbal como de la no verbal, en las relaciones personales o sociales en general. Con la comunicación expresamos, escuchamos y comprende- mos las ideas, emociones, sentimientos, experiencias, fantasías, temores, etc., de los que nos rodean. Per- mite compartir, dar, recibir, pedir y rechazar; además de ser el vínculo de otras necesidades, como la es- tima. La comunicación interpersonal, en tanto que medio de promover salud y bienestar, se presenta como una orientación estratégica. El desarrollo de re- cursos humanos de enfermería con habilidades de comunicación interpersonal debe ser una prioridad formativa.
El auxiliar de enfermería interviene en esta necesidad del paciente cuando observa sus conductas y actitudes para comprenderle, cuando adopta una actitud afec- tuosa de reconocimiento, de respeto y aceptación, de escucha y de cercanía.
t Necesidad de vivir según sus creencias y valores: cada uno tiene una cultura, creencias y valores especí- ficos, frutos de la historia vital particular y de la elec- ción personal. Tenemos derecho a la congruencia entre nuestra realidad y nuestras creencias, que inciden en el sentimiento de pertenencia a un grupo.
En la práctica asistencial es importante tener esto en cuenta, sobre todo en determinadas etapas o si- tuaciones de la vida, como en la ancianidad, ante la muerte.
t Necesidad de trabajar para realizarse: todos nece- sitamos del trabajo como medio de vida que permite la subsistencia material, y que alimenta la autoes- tima, el autoconcepto, la estima de los otros y la autorrealización. Esta necesidad se refiere a «sacar el mejor partido posible de las propias capacidades físicas, mentales, emocionales y sociales, para poder sentir que uno es el tipo de persona que quería ser» (Kalish, 1983).
t Necesidad de recrearse: tiene que ver con la propia cultura, los recursos personales y sociales, las prefe- rencias, etc. Comprende el tiempo y las actividades recreativas, lúdicas, de ocio, etc.
El auxiliar de enfermería contribuye con su reconoci- miento de tal necesidad a la facilitación de las activida- des que la atiendan y la educación sanitaria adecuada.
t Necesidad de aprender: con la cultura de la vejez cre- ciente en nuestro tiempo, ha cobrado más importancia la observación de esta necesidad durante toda la vida, incluso en los ancianos.
Permite abrirse a experiencias, conocimientos y ha- bilidades nuevos, a incorporar nuevas relaciones y al crecimiento como persona.
El auxiliar de enfermería contribuirá, sobre todo, en la en- señanza de autocuidados, a la educación sanitaria, etc.
A las catorce necesidades descritas podrían añadirse los requerimientos diagnósticos y los requerimientos te- rapéuticos. Según su autora, las necesidades se modifi- can en función de dos tipos de factores:
t Permanentes: como la edad, el medio social, la cul- tura de origen, las características psicoemocionales, la capacidad física, etc.
t Variables: entre los que están los patológicos. Contar con la jerarquía o estructura de necesidades del pa- ciente facilita la definición del campo de actuación del enfermero.
La jerarquía de necesidades puede aplicarse a todos los entornos de cuidados sanitarios, tanto en la enfermedad como en la salud. Sirve de vehículo para los cuidados holísticos de enfermería, considerando todas las dimen- siones de la persona.
Pero además de la categoría de necesidades de 7 )FOEFSTPO TF VUJMJ[B NVDIP FM FTRVFNB EF Pa- trones Funcionales de Marjory Gordon, autora más actual, que participa en diversos proyectos hoy día, entre los que figura como miembro en el Comité Direc- tivo de la /"/%" /PSUI"NFSJDBO/VSTJOH%JBHOPTJT Association, fundada en 1982, proveniente del grupo de trabajo establecido en el Congreso nacional sobre clasificación de diagnósticos enfermeros celebrado en la ciudad de San Luis —EE. UU.—, con la intención de identificar, desarrollar y clasificar los diagnósticos de enfermería ).
Esta autora creó los patrones funcionales en los años setenta para enseñarles a los alumnos de la Escuela de Enfermería de Boston cómo debían de realizar la valo- ración de los pacientes. Creó un método que permitía reunir todos los datos necesarios y que contemplaba al paciente, a su familia y a su entorno de una manera glo- bal y holística. El esquema de once patrones funcionales de salud, de .(PSEPOJODMVZFMPTTJHVJFOUFT
t P. de percepción y manejo de la salud que el indivi- duo tiene de sí mismo y la influencia que sus hábitos y actividades tienen para su salud.
t P. nutricional-metabólico, que incluye todo lo rela- cionado con la alimentación y el estado de la piel, el pelo, las uñas, las mucosas y los dientes.
t P. de eliminación, que abarca la percepción que el individuo tiene de su función excretora y los cambios en dichos hábitos.
t P. actividad ejercicio, que integra las actividades co- tidianas y las de ocio.
1. Decir que la salud es la ausencia de enferme- dad: a) &TFMDPODFQUPEFMB0.4 b) Es el concepto ecológico de salud. c) Es incompleto. d) Es el concepto actual. 2. El concepto enfermero actual implica una actitud personal: a) Humanista. b) De amor, respeto y aceptación. c) De cumplimiento de técnicas, únicamente. d) Las respuesta a) y b) son correctas. 3. Entre los diez factores del cuidado (Watson, 1999), no se incluyen: a) Obtención de todo lo que se desea, sin límite. b) Sensibilidad hacia uno mismo y los demás. c) Fomento de la confianza y la esperanza. d) Ayuda a las necesidades básicas. 4. En la conceptualización del paciente, es importante: a) La consideración como ser integral, como globalidad. b) Ser integrante de distintos grupos sociales. c) /PDPOTJEFSBSMPjVOJEJNFOTJPOBMx d) Todas son ciertas. 5. No es un «indicador indirecto de salud»: a) ¶OEJDFEF4XBSPPQ b) Tasa de natalidad. c) ¶OEJDFEFNBTBDPSQPSBM *.$ d) Tasa de mortalidad. 6. Según el modelo de Marc Lalonde sobre la salud y sus determinantes, la mayor influen- cia le corresponde a: a) Biología humana. b) Estilo de vida. c) Sistema sanitario. d) /JOHVOPEFMPTBOUFSJPSFT 7. La tasa de natalidad es: a) Un concepto clásico común. b) Una fase del ciclo vital. c) Un indicador de salud. d) Un concepto de calidad. 8. Dentro del concepto de enfermedad, están incluidos en la fase de enfermedad manifiesta.
a) El periodo prodrómico. b) El de estado o clínico. c) El de convalecencia. d) Todas son ciertas.
9. El estudio de la forma de evolucionar la enfermedad en el tiempo se llama: a) Patocronía. b) Fisiología. c) Patogenia. d) Semiología. 10. Entre las causas productoras de enferme- dad dependientes del estilo de vida, no se encuentra: a) El consumo de drogas. b) La contaminación química. c) La promiscuidad sexual. d) La nutrición. 11. Aquella parte de la patología que se ocupa del origen y del significado de las manifesta- ciones de la enfermedad se llama: a) Pronóstico. b) Patocronía. c) Fisiopatología. d) Patogenia. 12. No es una característica de las necesidades humanas, según Kozier y Erb: a) Las necesidades se interrelacionan. b) Son individuales, no se puede generalizar. c) Son las que mantienen la estabilidad fisioló- gica y psicológica. d) Surge a partir de estímulos tanto externos como internos. 13. Las necesidades, según V. Henderson, son: a) 3FTQJSBS FMJNJOBSZDPNVOJDBSTF b) Comer, beber y descansar. c) Evitar peligros y recrearse. d) Todas las anteriores. 14. El esquema de 11 patrones funcionales es de: a) Dorotea Orem. b) .(PSEPO c) 'MPSFODF/JOHUJOHBMF d) "CSBIBN.BTMPX
Test
Principales
características
del rol de auxiliar
de enfermería
3.1 Introducción 3.2 Modelos de enfermería 3.3 El proceso de atención de enfermería 3.4 Etapas del proceso de atención de enfermería 3.5 Funciones, procedimientos y tareas del auxiliar de enfermería 3.6 Características de la relación asistencial: auxiliar de enfermería/paciente/familia 3.7 Relaciones en el equipo sanitario 3.8 Calidad asistencial
Los contenidos que aprenderás en esta unidad son:
salud en las necesidades fisiológicas, el autoconcepto, las funciones o papeles y la interdependencia.
Principalmente, el personal de enfermería educa y fo- menta los comportamientos adaptativos. Emplea el proceso de atención de enfermería (PAE) como método de trabajo. Representante importante es Callista Roy.
t De sistemas: parte de la existencia de tres sistemas (el social, el grupal y el personal). Los profesionales de enfermería intervienen desde su relación para fomen- tar la salud y el funcionamiento personal satisfactorio en sus papeles.
Emplea el PAE y sus principales representantes son I. King y B. Neuman.
t De suplencia o ayuda: son modelos humanistas cuyo objetivo es la consecución de los autocuidados por parte del cliente, para mantener un estado óptimo de TBMVEPBZVEBSMFBUFOFSVOBNVFSUFUSBORVJMB4FDFO- tran en las necesidades humanas.
El papel profesional es el de suplir (si el paciente no puede), de ayudar (si no tiene voluntad) y de enseñar (si no sabe). Emplean el PAE como método de traba- jo. Representantes importantes son Virginia Hender- son, Nancy Roper y Dorothea Orem.
Los cuidados que se prestarían dentro de un modelo, según su finalidad pueden dividirse en (Marie Françoise Colliere): t Cuidados de estimulación: centrados en despertar las capacidades, los sentidos, las capacidades motrices y FMEFTBSSPMMPQTJDPNPUPSFOHFOFSBM4POFTQFDJBMNFO- te importantes con los niños. t Cuidados de confirmación: animan, mejoran la segu- ridad, favorecen el cambio y la integración de la expe- riencia, fortalecen la autoestima y el autoconcepto. t Cuidados de conservación y continuidad de la vida: conservan y mantienen las capacidades adquiridas, para conservar la autonomía. t Cuidados de autoimagen: son el soporte de la comu- nicación no verbal porque contribuyen a construir la imagen de uno mismo. t Cuidados de compensación: suplen lo que no se tie- ne, porque no se adquirió o se perdió. t Cuidados de sosiego: aportan tranquilidad, serenidad, liberación de tensiones. Contribuyen a calmar el dolor. Profundizando en el análisis de los modelos, Kerouac vuelve a clasificarlos por escuelas. Los modelos con- ceptuales de estas escuelas están influenciados por las DPSSJFOUFTEFQFOTBNJFOUPQSPQJBTEFDBEBÏQPDB4FHÞO las bases filosóficas y científicas que ha utilizado cada
Clasificaciones de modelos y teorías en enfermería
Paul Beck, 1976 UNED, 1981 Ann Marriner, 1989 Marriner y Rayle, 1994
Suzanne Kerouac, 1996 S. Kerouac y cols., 1996
t5FOEFODJB ecologista t5FOEFODJB existencialista t5FOEFODJB cósmica t5FOEFODJB sociológica
t5FOEFODJB naturalista t5FOEFODJBEF suplencia y ayuda t5FOEFODJBEF interrelación
t5FOEFODJBIVNBOJTUB t5FOEFODJBEF relaciones interpersonales t5FOEFODJBEF sistemas t5FOEFODJBEFDBNQPT energéticos
t'JMPTPGÓBT t.PEFMPT conceptuales t5FPSÓBTEF nivel medio
t1BSBEJHNBEF categorización t1BSBEJHNBEF integración t1BSBEJHNBEF transformación
t&TDVFMBEFOFDFTJEBEFT t&TDVFMBEFJOUFSBDDJØO t&TDVFMBEFFGFDUPTEFTFBCMFT t&TDVFMBEFQSPNPDJØOEFMB salud t&TDVFMBEFMTFSIVNBOP unitario t&TDVFMBEFM caring
Tabla 3.2. Clasificaciones de los modelos y teorías (Fuente: BENAVENT GARCÉS , Amparo; FRANCISCO DEL REY , Cristina y FERRER FERNÁNDEZ , Esperanza. Los modelos de cuidados).
Investigación enfermera
Enfermería profesional El cuidar como conocimiento Cuidados informales
El cuidar como método El cuidar como tecnología
Cuidados disciplinares El cuidar como sabiduría
Cuidados profesionales Cuidados terapéuticos
Cuidados cotidianos
Fig. 3.1. La historia del cuidar enfermero. (DURÁN ESCRIBANO, Marta. Rol, 2000).
Sabiduría del cuidar
Tecnología y metodología
Construcción de teoría
La naturaleza La profesión La disciplina
El cuidar como conocimiento
Orienta la investigación
Determina la resolución de problemas
Define la acción del servicio enfermero
Fig. 3.2. Elementos del cuidar como conocimiento (D URÁN E SCRIBANO, Marta. Rol, 2000).
modelo, Kerouac agrupa a las escuelas en dos grandes grupos según su orientación fundamental.
t Escuela de necesidades: en la que la acción enferme- ra se define partiendo de las necesidades del cliente. Representantes: Virginia Henderson y Dorothea Orem. t Escuela de la interacción: el centro de interés es la interacción entre la persona y el enfermero. Represen- tantes: H. Peplau e I. King. t Escuela de los efectos deseables: centran su foco en los resultados esperados. Representantes: D. Jhonson y C. Roy. t Escuela de la promoción de la salud: lo considerado más importante es la promoción de la salud del pacien- te y su familia. Representante: M. Allen.
t Escuela del ser humano unitario: su interés principal es especificar muy bien quién es el receptor de los cuidados de enfermería. Representantes: M. Rogers y M. Newman. t Escuela del caring : interés principal por la cultura y el caring (cuidado centrado en la cultura). Representan- tes: M. Leninger y J. Watson. En nuestro país, la enfermería ha evolucionado en múl- tiples aspectos: de un trabajo individual a un trabajo en equipo (auxiliar y enfermero, dentro del equipo de sa- lud); de tener como objetivo la aplicación de tratamien- tos y la cobertura de las necesidades más perentorias en el paciente, al restablecimiento de la independencia y el fomento del autocuidado; del papel profesional de cum- plir órdenes médicas y custodiar al enfermo, al de suplir, ayudar y enseñar, estableciendo una relación de ayuda; del método de trabajo improvisado, según la costumbre y según órdenes del médico, al de aplicar el método cientí- fico de trabajo o PAE, adquiriendo más responsabilidad y autonomía y buscando la acreditación de la calidad.
2.3 El proceso de atención de enfermería
El conocimiento profundo de las necesidades de las per- sonas es de gran utilidad en la práctica de los cuidados de enfermería; proporciona una base útil y sencilla, a partir de la cual es posible establecer un completo plan de cuidados para los pacientes.
El cuidado integral no puede improvisarse. Para que sea de calidad, debe planificarse conforme a un mé- todo riguroso pero lo suficientemente flexible para poder adaptarlo a cada persona, facilitándonos un co- nocimiento profundo que permita iniciar un plan de acción efectivo. Con este fin, la enfermería ha adop- tado el PAE, que consiste en la aplicación del método científico y racional en la atención al paciente, en el contexto del modelo de enfermería elegido. El PAE, como método de trabajo, fue descrito por Li- dia Hall en 1955.
De todo este proceso quedará constancia escrita en la historia de enfermería, que formará parte de la historia clínica del paciente.
Hoy día ya en los hospitales de nuestro país están informatizados todos los registros de enfermería a través del programa GACELA (gestión asistencial de cuidados de enfermería Línea Abierta) o de otro similar. Es decir, todos los registros, hasta la gráfica de hospitalización, se cumplimentan o consultan a través del ordenador. De igual manera, los PAE se diseñan y aplican, en la mayoría de ocasiones, a partir de los planes de cuidados estandarizados que agilizan su cumplimentación.
Importante
2.4 Etapas del proceso de atención de enfermería
Aunque los términos pueden ser ligeramente distintos, dependiendo de cada autor, en la actualidad se está de acuerdo en que el proceso de enfermería tiene cinco eta- pas sucesivas:
t 3FDPHJEBEFEBUPT t *OUFSQSFUBDJØOEFMPTEBUPTZEJBHOØTUJDPTEFFOGFS- mería. t 1MBOEFBDUVBDJØOPQMBOJGJDBDJØO t &KFDVDJØO t &WBMVBDJØO
Ventajas derivadas del uso de modelos
t /PTNVFTUSBOBRVFMMPRVFFTFTFODJBMFOMBBDUVBDJØOEFMB enfermera. t $PODSFUBOMBJEFOUJEBEEFMBFOGFSNFSBFOFMTFOPEFMBDPNVOJEBE t *EFOUJGJDBOZDMBSJGJDBOMBSFMBDJØOEFMBFOGFSNFSBDPOFMSFTUPEF profesionales de la salud. t 1FSNJUFOSFQSFTFOUBSUFØSJDBNFOUFMBJOUFSWFODJØOQSÈDUJDBEFMB enfermera. t 1FSNJUFOEFTBSSPMMBSHVÓBTQBSBMBQSÈDUJDB MBJOWFTUJHBDJØO MB administración y la docencia en enfermería.
Tabla 3.3. Ventajas derivadas del uso de modelos.
La información obtenida debe ser analizada e interpre- tada para llevar a cabo una actuación efectiva. Este se- gundo eslabón de la cadena es, por tanto, la identifi- cación de las necesidades concretas del paciente, con independencia de aquellas que son comunes a todos los seres humanos. Hay diferentes taxonomías o clasifica- ciones de diagnósticos de enfermería. La más extendida es la de la NANDA (North America Nursing Diagnosis As- sociation). En la fase de diagnóstico existe, dentro de esta clasificación, el «formato PES», que significa: t 1 (problema) t & (etiología) t 4 (signos y síntomas) El diagnóstico de enfermería se realiza sobre problemas reales o potenciales del paciente que sean competencia de estos profesionales; y lo realiza la enfermera, respe- tando el plan de los otros profesionales. Ejemplo de diagnóstico de enfermería: t %FUFSJPSPEFMBJOUFHSJEBEDVUÈOFBEFCJEPBMESFOBKFJSSJ- tante de la herida manifestado por eritema y prurito.
4FIBEFTBSSPMMBEPVO lenguaje estandarizado en el que junto a los diagnósticos de enfermería incluidos en la taxonomía NANDA, se han asociado criterios NIC (inter- venciones de enfermería) y NOC (objetivos de enferme- ría). La tendencia que se percibe es a su generalización, aunque requiere formación específica previa para el per- sonal de enfermería (Tabla 3.5).
En esta fase se desarrollan estrategias para evitar, reducir o corregir los problemas identificados en los diagnósticos de enfermería. Una vez identifi- cada una necesidad no resuelta, debe planificar- se la intervención de enfermería, identificando objetivos, estableciendo prioridades y registrán- dolas en el plan de cuidados.
Importante
4JFMQBDJFOUFOPQVFEFSFTPMWFSVOBOFDFTJEBE por sí mismo tiene un problema de dependencia, por pequeña o temporal que sea; esta depen- dencia constituye el foco de actuación del equi- po de enfermería. La causa de la dependencia es siempre una falta de conocimiento, fuerza o vo- luntad; es decir, el paciente no sabe, no puede o no quiere resolver una necesidad. Los modos de actuación a disposición del equipo de enfer- mería son reforzar, reponer, añadir, completar, sustituir y aumentar. Debe considerarse lo an- teriormente expuesto para planificar correcta- mente la actuación, que es el tercer eslabón de la cadena.
Los planes de cuidados pueden ser individua- lizados o estandarizados. Los realiza el enfer- mero y en ellos colabora el auxiliar. Además, el auxiliar verá reflejado en él los objetivos de las tareas que debe realizar, así como lo que tiene que hacer, cuándo y cuántas veces.
El cuarto paso en el proceso de enfermería es la actuación misma. Es un paso de gran im- portancia. Una detallada recogida de datos, una identificación precisa de las necesidades y la más cuidadosa planificación no son nada si no van seguidas por una actuación ejecuta- da de forma competente, respetando la digni- Fig. 3.4. Hojas de valoración. dad y la sensibilidad del paciente.
La actuación de enfermería consiste en realizar aque- llas actividades encaminadas a cambiar el efecto de un problema.
Es la acción real para modificar el resultado de un con- flicto sobre la salud. Todas las actividades que se realicen deben ser registradas en el documento apropiado, que forma parte de la historia de enfermería y, por lo tanto, de la historia clínica del paciente.
Durante la actuación, debe efectuarse una valoración continua, porque las reacciones del paciente cambian y en cualquier momento puede ser precisa una modifica- ción. Las acciones de enfermería comprenden tanto las acciones delegadas como las propias. Las primeras son consecuencia de las órdenes del facultativo y las segun- das del enjuiciamiento personal. La actuación implica la adaptación creativa de los conocimientos a una situa- DJØOFTQFDÓGJDB4POFTFODJBMFTMBTDBQBDJEBEFTEFFO- señar y comunicarse, la coordinación y el liderazgo. Las tareas se realizarán cuando y cuantas veces indique el plan de cuidados, y de la forma que indique el manual de procedimientos o los protocolos hospitalarios.
La evaluación es el proceso para determinar hasta qué punto se han logrado los objetivos, con el fin de trazar las conclusiones y modificar, si procede, el plan de cuidados. La evaluación se realiza intencio- nadamente y de forma organizada. Es una actividad intelectual en la que los resultados deben compararse con los propósitos establecidos.
4FSFBMJ[BFODBEBUVSOP FODBTPEFNPEJGJDBDJPOFTBM alta, traslado o exitus, y en la fecha prevista para los
PCKFUJWPT4FMMFWBBDBCPFOMBIPKBEFFWPMVDJØO FO los registros de enfermería y en los informes de traslado y alta. El auxiliar evalúa las actividades que realiza y colabora en la evaluación del alta, traslado o exitus del paciente. A continuación, y como ejemplo práctico, se desarrolla el PAE ante un paciente con úlcera varicosa (Tabla 3.4).
4J FO MVHBS EFM 1"& JOEJWJEVBMJ[BEP TF FNQMFBSBO MPT NANDA-NIC-NOC, se partiría de un diagnóstico de enfer- mería (DE) de NANDA, y a partir de él se seleccionarían los objetivos o resultados esperados o deseables para ese DE (los NOC) y en relación con ellos se seleccionarían también las intervenciones de enfermería recomendadas (las NIC).
En la Tabla 3.5 se presenta una selección realizada para un paciente que tuviera un DE de limpieza ineficaz de vías respiratorias relacionada con tos ineficaz, con un problema interdependiente asociado de hipoxemia/hi- percapnia. En él se muestra una serie de objetivos e in- tervenciones relacionadas.
1. Ayer ingresó Arturo Padilla, de 79 años de edad, con diagnóstico de neumonía y úlcera vascular en cara interna de la pierna izquierda, con fiebre de 38,5 ºC, dificultad respiratoria, disminución de la movilidad, disminución de las actividades de la vida diaria (AVD) y aumento de la dependencia, desorientación y ansiedad por el ingreso. Realiza un esquema aproximado de lo que podría ser un PAE aplicado a su situación, definiendo algún aspecto de cada etapa. Recógelo por escrito.
Caso práctico
Datos de valoración Diagnóstico de enfermería
Objetivo de enfermería Plan de actuación Criterio de resultados
t ÁMDFSBEF ùDNFOMB cara media del tobillo derecho. t &EFNBFOFMUPCJMMP derecho. t "NFOVEPTJFOUFMB pierna derecha pesada y dolorosa después de sentarse o estar de pie durante largos perio- dos. t -BTWFOBTEFMBQJFSOB derecha son visibles y están dilatadas. t 1JFMEFDPMPSBEB
t %FUFSJPSPEFMB integridad de la piel, relacionado con una circulación venosa en mal estado. t *OGFDDJØOQPUFODJBM relacionada con la pérdida de la piel.
t .FKPSBSMBDJSDVMB- ción venosa. t &WJUBSMBJOGFDDJØO y fomentar la cura- ción de la úlcera.
t .FEJBTFMÈTUJDBTDVBOEP esté fuera de la cama. t &MFWBSMBTQJFSOBTFOVOB silla con dos almohadas al sentarse. t &MFWBSMPTQJFTEFMB cama. t $PNQSPCBSFMDPMPS MB temperatura de la piel y la sensibilidad de las piernas y los pies. t "QMJDBSBQØTJUPFTUÏSJMB la úlcera. t 0CTFSWBSMPTDBNCJPTEFM apósito.
t «SFBEFVMDFSBDJØO cubierta con tejido de granulación. t .JUJHBDJØOEFMBJODPNP- didad de la pierna. t 3FEVDDJØOFOMBDJS- cunferencia del tobillo derecho. t $VMUJWPTEFMB[POBVMDF- rada libres de patógenos.
Tabla 3.4. Ejemplo de un proceso de atención de enfermería.