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Introducción al pensamiento de Jung
Tipo: Esquemas y mapas conceptuales
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“La Psicología ( así se expresaba Jung recientemente) es la más joven de las ciencias naturales y se halla sólo en los comienzos de su desarrollo. Pero es la ciencia que nos es más necesaria a causa que poco a poco se ha ido evidenciando, cada vez con más claridad, que ni el hambre ni los terremotos, ni los microbios ni el cáncer, sino el hombre , es el mayor peligro para el hombre , y ciertamente porque no hay defensa alguna suficiente contra las epidemias psíquicas , infinitamente más asoladoras que las mayores catástrofes de las naturaleza. Sería deseable en sumo grado que el conocimiento de la psicología se difundiera de tal suerte que los hombres pudieran comprender de dónde proceden los grandes peligros que los amenazan” “Si de los horrorosos sufrimientos y destrucciones de la guerra surgiera por lo menos esta idea y comenzara a aclararse el conocimiento de las oscuras fuerzas imperantes en su psique , quizá no sería todo en vano” “Pues mientras el hombre no empiece a poner orden en sí mismo , tan sólo será víctima débil de la masa, pero jamás será miembro de la comunidad” “Quien, sin embargo, intrépidamente emprende el “camino hacia dentro” y lo sigue animoso – venciendo sus peligros- hasta el final, también podrá emprender, sin miedo el “camino hacia fuera” en el mundo de las realidades externas; superará las exigencias de la vida en lo colectivo con la abundancia desordenada de sus instrumentos para dominar la naturaleza, y no se perderá en el laberinto del camino interno ni desaparecerá en el montón anónimo como una criatura inesencial, sino tanto aquí como allí salvará el valor de su personalidad” “ Evidentemente, el hombre debe llevar a cabo esta perfección en su propia imagen interior , si no quiere que quien refleja esa imagen , el mundo que le rodea, manifieste el lado más sombrío de tal ”modelo” humano.” ( Prólogo a la segunda edición de “Psicología de C. G. Jung” de J. Jacobi)
Comienzo mi desarrollo pensando qué importante es la labor de los que pensamos y buscamos las raíces de los problemas de la vida humana. Es una tarea que implica una gran responsabilidad, una actitud investigadora cuidadosa para conducir en forma adecuada a los sujetos que buscan la comprensión y alivio de su sufrimiento.
Por lo que he podido apreciar las investigaciones que dieron lugar al desarrollo de la teoría junguiana, establecieron una “nueva” estructura de referencia para el pensamiento psicológico. Sus ideas permitieron pensar la personalidad de un sujeto como un organismo en evolución , ya que su integración no debe darse por sentado sino que es una “conquista”, fruto de un proceso complejo y arduo que debe hacerse para lograr la integración de factores de la vida psíquica del hombre. Este proceso de integración, Jung, lo denominó “proceso de individuación”, el cual se convierte en el propósito de nuestra evolución y nos conduce a la maduración psicológica y espiritual , ya que favorece la diferenciación de la psique colectiva. Esta importante tarea, se hace posible, habiendo logrado previamente, la adaptación a un mínimo de normas colectivas necesarias para la existencia.
Quisiera volver sobre la afirmación de que el hombre es el mayor peligro para el hombre. Para poder entenderlo se me hace necesario pensar en cómo concibe la organización psíquica en su desarrollo teórico.
reconocer la existencia de una estructura más compleja. Con ese propósito Freud desarrolla su teoría postulando la existencia de un aparto psíquico organizado en sistemas e instancias, que se desarrollan a partir de la necesidad de regular y organizar el funcionamiento energético del psiquismo. Cabe aclarar que es esta la visión dominante en la formación de los psicólogos y psicoterapeutas. Jung, comparte la visión freudiana arriba desarrollada, pero a partir de sus investigaciones comienza a operar con una visión diferente sobre la organización del psiquismo, las características de la energía vital que mueve al ser humano, la dinámica de los conflictos y las características de los contenidos del inconsciente. Ambos prestan especial atención a las formaciones de lo inconsciente, pero mientras que para Freud éstas han sido distorsionadas por el desplazamiento y la condensación de representaciones reprimidas, que en su origen fueron conscientes. Para Jung, éstas son lo que son, emergen tal cual pretende lo inconsciente que emerjan. En Freud lo inconsciente contiene las vivencias reprimidas de la vida del sujeto, en Jung este es un contenedor previo , que si bien guarda lo reprimido, es mucho más vasto: cuenta con la información colectiva del devenir de la humanidad. En él se encierra el potencial creador del ser humano. Esto nos lleva a deducir que para Jung, el consciente encuentra su origen en lo inconsciente, y no al revés, como propone Freud.
ESTRUCTURA DE LA PSIQUE PARA JUNG
Para Jung la psique abarca la totalidad de los procesos psíquicos tanto conscientes como inconscientes. Estos procesos psíquicos se organizan en estratos diferenciados por las características de sus contenidos y representaciones. Ambos, consciente e inconsciente se comportan entre sí en forma complementaria o compensadora. Reconoce en lo inconsciente dos estratos:
“...un estrato en cierta medida superficial de lo inconsciente, al que llamamos inconsciente personal , que descansa sobre otro más profundo que no se origina en la experiencia y la adquisición personal, sino que es innato: lo llamado inconsciente colectivo. He elegido la expresión “colectivo” porque no es de naturaleza individual sino universal , es decir tiene contenidos y modos de comportamiento que son los mismos en todas partes y en todos los individuos.” (Jung, C..”Arquetipos e inconsciente colectivo”. Pag. 10).
Cada estrato del inconsciente está formado por contenidos y representaciones propias de
cada uno. Así el inconsciente personal comprende:
“...todas las adquisiciones de la personal existencia, es decir, todo lo olvidado, reprimido, percibido, pensado y sentido bajo el umbral de la conciencia.” (Jung, C. “ Tipos psicológicos”. Pag. 450).
Esta noción coincide con el concepto de inconsciente de Freud. El conocimiento sobre esta esfera de la conciencia se infiere a través de ciertas manifestaciones como son los síntomas , los complejos y los símbolos.
El síntoma es un fenómeno que se produce como consecuencia del estancamiento de la libido.
Funciona como un “señal” que pone en evidencia que desde la conciencia se está operando con una actitud insuficiente o desarmónica, que contraría e impide el fluir de la energía psíquica. Esta situación obstruye el desarrollo del individuo y constituye la causa de la neurosis y de la conformación de los complejos. Cabe mencionar que para Jung, la energía psíquica es capaz de trasladarse cuando se produce un desnivel en la circulación de la misma, lo que permite que la energía pase de la conciencia a representaciones o contenidos inconscientes ( complejos y arquetipos) y éstos al ser vivificados adquieren “vida propia” y se manifiestan autónomamente de la voluntad de la conciencia. Pero, también la energía, merced un acto de voluntad, ejercido por la conciencia, puede ser transformada en su modo de manifestación y facilitar el enriquecimiento de la conciencia al incorporar, modificados, los contenidos del inconsciente. Ampliaré más adelante estos conceptos sobre la dinámica psíquica.
Otra de las manifestaciones de lo inconsciente son los complejos.
“ ...los complejos de carga afectiva ...partes que se han separado de la personalidad psíquica, grupos de contenidos psíquicos que se han desunido de la conciencia y funcionan autónoma y arbitrariamente ; es decir, que llevan una existencia aparte en la oscura esfera del inconsciente, desde el cual, en cualquier momento, pueden inhibir o estimular producciones conscientes.” ( Jacobi, J. “La Psicología de C. G. Jung”. Pag. 71)
“ El complejo se halla formado primariamente por un elemento nuclear , portador de significación , la mayor parte de las veces inconsciente y autónomo, es decir, no dirigible por el sujeto, y secundariamente por numerosas asociaciones determinadas ligadas entre sí por una tonalidad única, las cuales dependen, en parte de la disposición personal primitiva y, en parte, de vivencias vinculadas al ambiente” ( Idem. Pag. 71)
“ Los complejos no significan necesariamente mediocridad del individuo; tan solo atestiguan la existencia de algo incompatible, inadmisible, dificultoso, tal vez un obstáculo, pero quizá también un estímulo para mayores esfuerzos e incluso para nuevas posibilidades de éxito. En este sentido los complejos son... focos y nudos de la vida psíquica , cuya existencia no se debe lamentar e incluso que no deben faltar, porque si no fuese así, la actividad psíquica cesaría.” ( Idem. Pag. 73).
Los contenidos y representaciones propios del inconsciente colectivo son los arquetipos. Los arquetipos son:
“ El concepto de arquetipo...se deriva de la observación repetida varias veces de que por ejemplo los mitos y los cuentos de la literatura universal contienen siempre en todas partes ciertos motivos. Estos mismos motivos los hallamos en las fantasías, sueños, delirios e imaginaciones de los individuos actuales. Estas imágenes y conexiones típicas se designan como representaciones arquetípicas. Tienen la propiedad de ir acompañadas por vivos matices afectivos...Impresionan, influyen y fascinan. Provienen| de un arquetipo imperceptible en sí mismo, de una pre-forma inconsciente que parece pertenecer a la estructura heredada de la psique, y puede, a causa de ello manifestarse en todas partes como fenómeno espontáneo. “ El arquetipo es un elemento vacío en sí, formal...una posibilidad dada a priori de la forma de representación. Lo que se hereda no son las representaciones, sino las formas ...”( Jung, C.G. “Recuerdos, sueños, pensamientos”. Pag. 411)
La concepción energetista que propone es esencialmente finalista, en oposición a la causalista freudiana, lo que significa que las causas serán consideradas como medios para lograr un fin y no hechos en sí mismos. La misma es concebida como energía vital y formaría un sistema autorregulador mediante movimientos de progresión-regresión, extraversión-introversión. El movimiento
de progresión es hacia fuera y permite la adaptación a los objetos externos; el movimiento de regresión es hacia dentro y permite la adaptación a los objetos internos ; la extraversión y la introversión son movimientos libidinales de carga y descarga, hacia el exterior el primero y hacia el interior el segundo. En este sistema reconoce una realidad humana que es bipolar , lo que permite entender los fenómenos psíquicos operando desde la ley de los contrarios forzosos. Para él no hay equilibrio ni sistema de regulación sin su contrario. A esto lo denominó enantiodromia , entendiendo que todo acontece primero en su contrario. Esta oposición es la que crea el surgimiento de la energía vital o libido.
. En este sistema total la cantidad de energía es constante y solamente es variable su distribución que responde al principio de equivalencia , por el cual “para cada energía que se aplica y se consume en la producción de un estado, aparece en otra parte un quantum igual de la misma o de otra forma de energía”. Esto permite la explicación de fenómenos por los cuales la energía de un pensamiento no aceptado por la conciencia puede dirigirse a un complejo inconsciente. El movimiento energético ocurre cuando hay un desnivel, una diferencia de potencial, diferencia que se expresa picológicamente en el par de contrarios. Esto explica también el fenómeno de estancamiento como causa de síntomas neuróticos y complejos. Otro principio regulador es el de entropía , por el cual se establece la tendencia de los opuestos a atraerse y se produce la posibilidad de la transformación de la libido por mediación del símbolo.
“ El espíritu a través de la formación de símbolos , ofrece al sujeto dos posibilidades: ponerse al servicio de la satisfacción de los instintos o bien abrirle el camino de la individuación personal. En el primer caso, hay una reducción regresiva a lo impersonal instintivo y colectivo; en el segundo, una ampliación de la conciencia, conduciendo al sujeto a su individualidad” ( Vazquez, A.“ Ps. de la Personalidad en C. Jung”. Pag. 17)
“...instinto y espíritu son, en Jung, dos principios autónomos que configuran básicamente la realidad psíquica. Como par de opuestos, ofrecen a la libido el gradiente o diferencia de potencial energético para las distintas transformaciones simbólicas a través de las cuales se equilibran y unifican: así la personalidad puede desplegarse y florecer.” ( Idem. Pag. 19)
Todo esto nos permite entender que el hombre tiene como destino trascender la mera instintividad. Al alejarse de lo instintivo se crea la conciencia, lo cual a su vez permite la creación de la civilización.
“ En esta época tuve un sueño inolvidable que al mismo tiempo me aterrorizó y estimuló. Era de noche en un lugar desconocido, y sólo, avanzaba penosamente en contra de un poderoso huracán. Además, una densa niebla se extendía. Yo sostenía y protegía con ambas manos una pequeña luz, que amenazaba con apagarse a cada instante. Pero todo
dependía que yo mantuviese viva esta lucecita. De pronto tuve la sensación de que algo me seguía. Miré hacia atrás y vi a una enorme figura negra que avanzaba tras de mí. Pero en el mismo momento me di cuenta- pese a mi espanto- de que debía salvar mi pequeña luz, ajeno a todo peligro, a través de la noche y la tormenta. Cuando me desperté, enseguida lo vi claro: era el “espectro” , mi propia sombra sobre la niebla, arremolinándose cansado por la pequeña luz que llevaba ante mí. Sabía también que la lucecita era mi conciencia; es la única luz que tengo. Mi propio conocimiento es el único y el máximo tesoro que poseo. Cierto que es infinitamente frágil frente al poder de las tinieblas, pero una luz al fin y al cabo, mi propia luz.” ( Jung, C. “Recuerdos, sueños, pensamientos” Pag.. 98)
En este fragmento, en el que Jung relata un sueño que experimenta en su juventud, se pone en evidencia la importancia, como ya lo expresé anteriormente, del desarrollo de la conciencia para alcanzar la condición de humanos. Nos plantea la necesidad imprescindible, para una adecuada salud psíquica, y para poder confrontar lo inconsciente, del correcto desarrollo de lo conciente. En este sentido la primera parte de la vida, hasta la madurez , es considerada como de vital importancia para este propósito. Los primeros años de la vida son momentos oportunos para la estructuración adecuada del consciente. Esta estructuración puede no haberse efectuado y entonces hablamos de inmadurez, pero también puede ocurrir que se haya dado una excesiva importancia al consciente y que se haya constituido como un “muro sólido sin fisuras ni puertas” ante la energía vital que fluye desde las profundidades de la psique colectiva, y entonces presenciamos el “desborde” que se pone de manifiesto en forma caótica para un sujeto que se manifestaba “perfectamente” adecuado y normal en su comportamiento. En esto radica, en mi opinión, un punto importante de la concepción junguiana del hombre. La importancia de considerar que el desafío del hombre radica en lograr el equilibrio constante frente a los avances constantes de las fuerzas instintivas. Tarea que es inevitable y que constituye el propósito de nuestra existencia: ampliar nuestra conciencia logrando la manifestación e integración de los contenidos arquetípicos.
Para poder seguir pensando la relación entre lo inconsciente y lo consciente es necesario establecer qué representa el yo dentro de la dinámica psíquica y precisar un poco más el concepto de conciencia.
“ ...el yo, representa aquella parte de la psique que, particularmente, en nuestra cultura occidental, se halla dispuesta, ante todo, para la adaptación a la realidad externa. Se entiende por yo el complejo de representaciones que constituye el centro del campo de la conciencia. Podemos pensar la conciencia como la función o actividad que mantiene la relación de los contenidos psíquicos con el yo. Toda nuestra experiencia del mundo interno y externo ha de pasar por nuestro yo para poder ser percibida, pues, las relaciones con el yo son inconscientes en tanto no son experimentadas por éste como tales” ( Jacobi, J. “La Psicología de C. Jung” Pag. 33).
“ En el lenguaje habitual se confunde, con frecuencia, “conciencia” con “pensamiento”, aún cuando ello es intolerable, pues hay también una conciencia del sentimiento, de la voluntad, de la angustia y de todas las demás manifestaciones vitales. Tampoco al concepto “vida” debe dársele la misma significación que al de “conciencia, lo que por desgracia sucede en muchas ocasiones, porque, por ejemplo, en un hombre que duerme o que ha perdido el conocimiento, sigue existiendo la vida, pero no la conciencia. Hay distintos grados de conciencia. Percibir algo es un acto de conciencia que, sin embargo, no “elabora ”, que, por
“El Sí-mismo es una magnitud superior al yo consciente. Incluye no sólo la parte consciente de la psique, sino la parte inconsciente, y es por este motivo la personalidad,. que también somos nosotros. Sabemos que los procesos inconscientes se hallan en relación compensadora con la conciencia, lo que no significa siempre relación de contraste, porque inconsciente y conciencia no son necesariamente contrarios. Se completan en el Sí- mismo .” ( Jacobi, J. “La Psicología de C. Jung” Pag. 193)
A partir de esta forma de concebir el psiquismo se modifica la manera de ver al hombre y la interpretación que se hace acerca de su comportamiento y su sufrimiento. Finalmente propone que la personalidad de un sujeto humano se logra a través del proceso de individuación , que es el camino natural que permite el desarrollo de un “individuo” psicológico.
“ Esta necesidad de la individuación es algo natural , puesto que la individualidad es algo ya física y fisiológicamente dado que naturalmente ha de expresarse también psicológicamente, gracias a la función trascendente del símbolo al ser dadas por esta función las líneas evolutivas individuales que nunca podrán alcanzarse por el camino prescrito por las normas colectivas. Respecto a éstas, se requiere, por una parte, que el sujeto haya logrado primero un mínimo de adaptación a ellas para que le sea posible la individuación; por otra parte ésta no se consigue sin cierta contraposición a ellas en cuanto que supone una orientación distinta como eliminación y diferenciación de lo general y formación de lo peculiar. Finalmente, la individuación coincide con el desarrollo de la conciencia desde su originario estado de identidad” ( Vazquez, A., “Ps. de la personalidad en Jung” Pag. 252)
El siguiente esquema ( Vazquez, A. “Psicología de la personalidad de C. Jung” Pag. 342 ) intenta representar la individuación de dos sujetos A y B, dónde se presenta cómo a partir de las mismas y comunes estructuras arquetípicas ( 1 y 5 ) del inconsciente colectivo ( I ), se realizan y toman cuerpo dos individualidades ( A y B ), cada una de ellas con su conciencia ampliada , es decir su psiquismo individual ( 7 y 6 ), incluido el aspecto sombrío de su Yo o inconsciente personal, y abiertas, mediante su personalidad social o persona, al universo sociocultural ( II ). La diferencia en la altura alcanzada representa la singularidad del camino individualizador, propio de cada sujeto que varía de acuerdo a las características personales y el nivel de aspiraciones. No existen procesos de individuación similares, son experiencias únicas fruto del encuentro con el Sí-mismo. En el gráfico también se trata de reflejar el vínculo entre Sí-mismo ( 1 ) y el Yo ( 6 y 7 ) que representan los dos polos de tensión entre los cuales la energía psíquica circula siguiendo los movimientos de progresión-regresión y introversión- extraversión.
CONCLUSION
Creo, después de haber atravesado por el proceso de elaboración de este trabajo, que no es por azar que hoy me encuentro decidiendo emprender esta formación en A.F.I.P.A.. Recorro mi historia, y no puedo dejar de sorprenderme al descubrir en ella momentos que ponen en evidencia cómo se vuelve inevitable la individuación. Cómo resulta ser un arduo trabajo para la conciencia ordenar, transformar, sostener la coherencia mientras se lleva adelante el proceso. No puedo dejar de pensar sobre la enorme responsabilidad de los que nos ofrecemos como colaboradores para la restitución de la salud mental. Creo que es sumamente importante tomar conciencia, y creo que esto sólo es posible a través de la experiencia, de la verdadera naturaleza del ser humano que ha quedado velada por el desarrollo de la razón. En nuestra formación se nos ha permitido construir un conocimiento reducido del psiquismo, limitado por el paradigma dominante en la ciencias que exige el uso de métodos de investigación insuficientes para aproximarnos a este “misterio”, que es el ser humano. Uso el término misterio porque entiendo que es lo que la ciencia, con su racionalidad, no acepta de la verdadera naturaleza del hombre. Creo que Jung encontró un “puente”, con sus conceptos de inconsciente colectivo, proceso de individuación, Sí-mismo para acercarnos un poco mejor a la comprensión del hombre sin caer en el misticismo ni las especulaciones.