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Neuropsicología del Crimen: Función Ejecutiva e Inteligencia Verbal en Homicidas Panameños, Guías, Proyectos, Investigaciones de Psicología Clínica

Un estudio realizado por J.M. Causadias et al. (2010) sobre el desempeño de hombres condenados por homicidio y delitos no violentos en inteligencia y pruebas de función ejecutiva. El estudio reveló que los hombres violentos tienen un cociente intelectual (CI) por debajo de lo normal, especialmente en inteligencia verbal, y que existe una correlación significativa entre el CI verbal y las funciones ejecutivas. Los resultados preliminares sugieren que el desarrollo de programas de intervención temprana puede ser una manera eficaz de prevenir conductas violentas.

Qué aprenderás

  • ¿Qué relación existe entre la inteligencia verbal y las funciones ejecutivas en hombres violentos?
  • ¿Qué desempeño mostraron los hombres violentos en las pruebas de inteligencia y funciones ejecutivas en este estudio?

Tipo: Guías, Proyectos, Investigaciones

2018/2019

Subido el 27/01/2022

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ActA colombiAnA de PsicologíA 13 (2): 47-56, 2010
NEUROPSICOLOGÍA DEL CRIMEN: FUNCIÓN EJECUTIVA E INTELIGENCIA EN
UNA MUESTRA DE HOMBRES CONDENADOS POR HOMICIDIO EN PANAMÁ1
JOSÉ M. CAUSADIAS
INSTITUTE OF CHILD DEVELOPMENT, UNIVERSITY OF MINNESOTA
JOHANA S. ZAPATA, GENEVIEVE A. BARB
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Y SERVICIOS DE ALTA TECNOLOGÍA (INDICASAT AIP), PANAMÁ
EMELYN Y. SÁNCHEZ
CLÍNICA NEUROPSICOLOGÍA, PANAMÁ
GABRIELLE B. BRITTON*
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Y SERVICIOS DE ALTA TECNOLOGÍA (INDICASAT AIP), PANAMÁ -
CLÍNICA NEUROPSICOLOGÍA, PANAMÁ
Recibido, julio 10 /2009
Concepto evaluación, mayo 11/2010
Aceptado, agosto 8/2010
Resumen
La violencia es la segunda causa de muerte en Panamá (INEC, 2009); sin embargo, la investigación científica de la dinámica de
este fenómeno social es insuficiente, especialmente en el campo de la neuropsicología. Esto cobra relevancia a partir del hecho
de que hay evidencia que sugiere que la inteligencia y las funciones ejecutivas están íntimamente relacionadas con la comisión
de delitos (Moffitt, 1993; Morgan & Lilienfeld, 2000). En el presente estudio se evaluaron tres grupos de hombres condenados
por delitos como femicidio de pareja íntima (FPI; n=27), homicidio no relacional (HNR; n=28) y delitos no violentos (DNV;
n=29). Se evaluaron la inteligencia verbal (WAIS-III) y la no verbal (TONI-2), así como el desempeño en tareas de función
ejecutiva (TMT, Stroop, y COWAT). El grupo FPI mostró diferencias con los otros dos grupos en cuanto a un peor desempeño
en el Stroop, lo que pudiera estar relacionado con un déficit en la velocidad de procesamiento en este grupo. La característica
más pronunciada en cuanto al desempeño cognitivo en los tres grupos evaluados fue un déficit en el CI verbal. Se mostró una
asociación significativa entre el CI verbal y las siguientes variables: nivel de escolaridad, CI no verbal, y el desempeño en
la mayoría de las pruebas neuropsicológicas utilizadas. Estos hallazgos brindan evidencia preliminar que puede sustentar la
creación de programas de prevención de la violencia en edades más tempranas.
Palabras clave: homicidio, violencia, funciones ejecutivas, inteligencia, neuropsicología.
NEUROPSYCHOLOGY OF CRIME: EXECUTIVE FUNCTION AND INTELLIGENCE
IN A SAMPLE OF HOMICIDE PERPETRATORS IN PANAMA
Abstract
Violence is the second most common cause of death in Panama; however, there is a surprising paucity of research addressing the
dynamics of this social phenomenon, particularly from a neuropsychological perspective. Evidence suggests that intelligence
and executive function (EF) are strongly associated with delinquency and criminal behavior (Moffitt, 1993; Morgan & Lilienfeld,
2000). In the present study, three groups of men convicted for criminal offenses such as intimate partner femicide (FPI; n=27),
non-relational homicide (HNR; n=28) and non-violent offenses (DNV; n=29) were assessed. The following instruments
were administered: verbal (WAIS-III) and non-verbal (TONI-2) intelligence tests, as well as various executive function tests
(TMT, Stroop, and COWAT). The FPI group exhibited significant performance deficits in the Stroop test,, which suggests
impairments in the speed of information processing in this group. Additionally, a profound deficit in verbal functioning across
all groups emerged as the defining element in the cognitive profile of men serving sentences for criminal offenses. Verbal CI
was significantly correlated with years of study, non-verbal CI, and most of the EF measures. These results provide preliminary
evidence that supports the development of early intervention programs as a means to prevent violent behavior.
Key words: homicide, violence, executive function, intelligence, neuropsychology.
* Autora responsable. Contacto: INDICASAT AIP, Apartado 0843-01103, Ciudad del Saber, Edificio #219 Panamá, República de
Panamá, Teléfono: 507 517 0735; Fax: 507 507 0020. gbritton@indicasat.org.pa www.indicasat.org.pa
1 Este estudio fue financiado por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT) de Panamá (proyecto FID08-
011 otorgado a J.M.C.). Los autores agradecen los valiosos aportes de revisores anónimos.
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ActA colombiAnA de PsicologíA 13 (2): 47-56, 2010

NEUROPSICOLOGÍA DEL CRIMEN: FUNCIÓN EJECUTIVA E INTELIGENCIA EN

UNA MUESTRA DE HOMBRES CONDENADOS POR HOMICIDIO EN PANAMÁ 1

JOSÉ M. CAUSADIAS INSTITUTE OF CHILD DEVELOPMENT, UNIVERSITY OF MINNESOTA JOHANA S. ZAPATA, GENEVIEVE A. BARB INSTITUTO DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Y SERVICIOS DE ALTA TECNOLOGÍA (INDICASAT AIP), PANAMÁ EMELYN Y. SÁNCHEZ CLÍNICA NEUROPSICOLOGÍA, PANAMÁ GABRIELLE B. BRITTON* INSTITUTO DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Y SERVICIOS DE ALTA TECNOLOGÍA (INDICASAT AIP), PANAMÁ - CLÍNICA NEUROPSICOLOGÍA, PANAMÁ

Recibido, julio 10 / Concepto evaluación, mayo 11/ Aceptado, agosto 8/

Resumen

La violencia es la segunda causa de muerte en Panamá (INEC, 2009); sin embargo, la investigación científica de la dinámica de este fenómeno social es insuficiente, especialmente en el campo de la neuropsicología. Esto cobra relevancia a partir del hecho de que hay evidencia que sugiere que la inteligencia y las funciones ejecutivas están íntimamente relacionadas con la comisión de delitos (Moffitt, 1993; Morgan & Lilienfeld, 2000). En el presente estudio se evaluaron tres grupos de hombres condenados por delitos como femicidio de pareja íntima (FPI; n =27), homicidio no relacional (HNR; n =28) y delitos no violentos (DNV; n =29). Se evaluaron la inteligencia verbal (WAIS-III) y la no verbal (TONI-2), así como el desempeño en tareas de función ejecutiva (TMT, Stroop, y COWAT). El grupo FPI mostró diferencias con los otros dos grupos en cuanto a un peor desempeño en el Stroop, lo que pudiera estar relacionado con un déficit en la velocidad de procesamiento en este grupo. La característica más pronunciada en cuanto al desempeño cognitivo en los tres grupos evaluados fue un déficit en el CI verbal. Se mostró una asociación significativa entre el CI verbal y las siguientes variables: nivel de escolaridad, CI no verbal, y el desempeño en la mayoría de las pruebas neuropsicológicas utilizadas. Estos hallazgos brindan evidencia preliminar que puede sustentar la creación de programas de prevención de la violencia en edades más tempranas. Palabras clave : homicidio, violencia, funciones ejecutivas, inteligencia, neuropsicología.

NEUROPSYCHOLOGY OF CRIME: EXECUTIVE FUNCTION AND INTELLIGENCE

IN A SAMPLE OF HOMICIDE PERPETRATORS IN PANAMA

Abstract

Violence is the second most common cause of death in Panama; however, there is a surprising paucity of research addressing the dynamics of this social phenomenon, particularly from a neuropsychological perspective. Evidence suggests that intelligence and executive function (EF) are strongly associated with delinquency and criminal behavior (Moffitt, 1993; Morgan & Lilienfeld, 2000). In the present study, three groups of men convicted for criminal offenses such as intimate partner femicide (FPI; n =27), non-relational homicide (HNR; n =28) and non-violent offenses (DNV; n =29) were assessed. The following instruments were administered: verbal (WAIS-III) and non-verbal (TONI-2) intelligence tests, as well as various executive function tests (TMT, Stroop, and COWAT). The FPI group exhibited significant performance deficits in the Stroop test,, which suggests impairments in the speed of information processing in this group. Additionally, a profound deficit in verbal functioning across all groups emerged as the defining element in the cognitive profile of men serving sentences for criminal offenses. Verbal CI was significantly correlated with years of study, non-verbal CI, and most of the EF measures. These results provide preliminary evidence that supports the development of early intervention programs as a means to prevent violent behavior. Key words : homicide, violence, executive function, intelligence, neuropsychology.

  • (^) Autora responsable. Contacto: INDICASAT AIP, Apartado 0843-01103, Ciudad del Saber, Edificio #219 Panamá, República de

Panamá, Teléfono: 507 517 0735; Fax: 507 507 0020. gbritton@indicasat.org.pa www.indicasat.org.pa (^1) Este estudio fue financiado por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT) de Panamá (proyecto FID08-

011 otorgado a J.M.C.). Los autores agradecen los valiosos aportes de revisores anónimos.

48 BRITTON, CAUSADÍAS, ZAPATA, BARB, SÁNCHEZ

NEUROPSICOLOGIA DO CRIME: FUNÇÃO EXECUTIVA E INTELIGÊNCIA EM

UMA AMOSTRA DE HOMENS CONDENADOS POR ASSASSINATO EM PANAMÁ

Resumo

A violência é a segunda causa de morte no Panamá (INEC, 2009); mas a pesquisa científica sobre a dinâmica deste fenómeno social é insuficiente, sobretudo no campo da neuropsicologia. Isto se torna importante porque há evidências de que a inteligência e as funções executivas estão intimamente relacionadas com o fato de cometer crimes (Moffitt, 1993; Morgan & Lilienfeld, 2000). Neste estudo foram avaliados três grupos de homens condenados por crimes como femicídio de namorada (IPF, n = 27), homicídio na relação (PHR, n = 28) e crimes não-violentos (DNV, n = 29). Foram avaliadas inteligência verbal (WAIS-III) e não-verbal (TONI-2), assim como o desempenho em tarefas de função executiva (TMT, Stroop, e COWAT). O grupo FPI foi diferente dos outros dois grupos em termos de um pior desempenho no Stroop, que pode estar relacionado a um déficit na velocidade de processamento neste grupo. O mais importante do desempenho cognitivo nos três grupos estudados foi um déficit no QI verbal. Estabeleceu-se uma associação significativa entre QI verbal e as seguintes variáveis: nível de escolaridade, QI não-verbal e desempenho na maioria dos testes neuropsicológicos aplicados. Estes resultados fornecem evidências preliminares de que pode apoiar a criação de programas de prevenção da violência em idades mais jovens. Palavras-chave : homicídio, violencia, funções executivas, inteligência, neuropsicologia.

INTRODUCCIÓN

La violencia es la segunda causa de muerte en Pana- má (INEC, 2009); sin embargo, la investigación científica de la dinámica de este fenómeno social es insuficiente. Uno de los aspectos centrales en la investigación de la violencia homicida es el desarrollo de los perfiles de los perpetradores. Los resultados de estos estudios coinciden en que no existe “un perfil unitario de agresores en térmi- nos de personalidad, psicopatología o características de- mográficas” (Hamberger & Hastings, 1991). La comple- jidad de un fenómeno multifacético como la violencia se evidencia en que sus perpetradores difieren en variables como los estilos y desórdenes de la personalidad, psico- patología, hostilidad, abuso en el consumo de drogas y alcohol, y en los perfiles de violencia y patrones de ape- go (Lohr, Bonge, Witte, Hamberger, & Langhinrichsen- Rohling, 2005). Un elemento importante en la creación de perfiles de homicidas es la evaluación de capacidad cognitiva, ya que estudios de diversas poblaciones culturales coinciden en que hombres violentos tienen un cociente intelectual (CI) por debajo de lo normal (Moffitt, 1993; Séguin, Bouleri- ce, Harden, Tremblay & Pihl, 1999). Por consiguiente, el papel de los factores cognitivos en la conducta violenta ha capturado el interés de la ciencia en las últimas déca- das (Costa & Babcock, 2008; Holtzworth-Munroe, 2000; Séguin et al., 1999). Existe evidencia que sugiere que el bajo rendimiento de hombres violentos en pruebas de in- teligencia está acompañado por déficits en las funciones ejecutivas (Moffitt, 1993), capacidades que permiten el planeamiento e iniciación de conductas voluntarias que requieren de procesos atencionales activos. Más aún, un estudio meta-analítico que analizó treinta y nueve estu-

dios con un total de 4.589 participantes, mostró que hay una relación estadística robusta y significativa entre la conducta antisocial y los déficits en función ejecutiva (Morgan & Lilienfeld, 2000). En ese estudio se encontró un efecto de .62 desviaciones estándar menor entre los sujetos con conducta antisocial y los grupos de compara- ción en pruebas de función ejecutiva. Este efecto está en un rango de magnitud entre mediano y grande (Cohen, 1988). Las funciones ejecutivas incluyen las habilidades im- plicadas en los procesos dirigidos a una meta como la ini- ciación y mantenimiento de estrategias efectivas, la capa- cidad de inhibir pensamientos y respuestas inapropiadas, auto-monitorear las acciones y regular la atención (Lezak, 1985; Miller & Cohen, 2001). Las pruebas neuropsicoló- gicas que miden las funciones ejecutivas permiten deta- llar la relación entre la conducta violenta y la habilidad cognitiva, ya que combinan habilidades mentales como la flexibilidad mental, velocidad de procesamiento, flui- dez verbal e integración conceptual (Miller, 1992). De esta manera, la aplicación de una batería de pruebas en conjunto con medidas de CI facilitan la diferenciación de funciones cognitivas en poblaciones que puedan tener CI similar. Cabe matizar que existe evidencia de que las perso- nas que exhiben una conducta antisocial no representan una población homogénea, y que uno de los factores que los diferencian son sus funciones ejecutivas. Sujetos clasificados como psicópatas exitosos, que no han sido condenados por delitos, muestran un desempeño signifi- cativamente superior a los clasificados como psicópatas no exitosos, aquéllos que han sido condenados (Ishikawa, Raine, Lencz, Bihrle, & Lacasse, 2001). Dentro de la población de hombres violentos, aquéllos que asesinan

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1. Test de Inteligencia Wechsler para adultos (WAIS- III; Wechsler, 1997). Se aplicaron tres subpruebas del Ín- dice de Comprensión Verbal del WAIS-III para generar el CI verbal: vocabulario, semejanzas e información. La subprueba de vocabulario mide el grado de aprendizaje, comprensión y expresión verbal de vocabulario; por ejem- plo, “qué significa santuario”. La subprueba de semejan- zas mide el razonamiento verbal abstracto, por ejemplo, “en qué se parece un huevo y una semilla”. La subprueba de información mide el grado de información general que se adquiere de la cultura, por ejemplo, “cuántos meses tie- ne el año”. No se utilizó la técnica del prorrateo para obte- ner el CI verbal debido al bajo número de subpruebas que se utilizó. Se optó por utilizar tres subpruebas en lugar de la prueba completa para estimar la capacidad intelectual en un corto espacio de tiempo y disminuir los efectos de la fatiga sobre la motivación y la atención de los partici- pantes. Además, el uso de las tres subpruebas del WAIS- III permitieron obtener una rápida evaluación del nivel verbal en esta población, lo que también complementa los resultados y facilita la interpretación de otras pruebas con elementos verbales (i.e. COWAT, Stroop). 2. Test de inteligencia no verbal (TONI-2; Brown, Sherbenou & Johnsen, 1990). La prueba mide el funcio- namiento intelectual mediante la evaluación de la capa- cidad para resolver problemas abstractos de tipo gráfico, eliminando la influencia del lenguaje y de la habilidad motriz. 3. Test de colores y palabras de Stroop (Golden, 1978, 2001; Stroop, 1935). La prueba mide la capacidad de in- hibir respuestas automáticas y requiere la contribución de diferentes niveles de atención. Consiste en tres condicio- nes: palabra, color, y color-palabra. La evaluación consis- te en presentarle al sujeto una lámina de cinco columnas con 20 estímulos cada una, con el requisito de nombrar cada estímulo lo más rápido posible durante 45 segun- dos. En la condición ‘palabra’, la lámina contiene colores escritos en tinta negra y el sujeto tiene que leer las pala- bras. En la condición ‘color’, la lámina contiene cruces en tintas de color y el sujeto tiene que nombrar los colores. En la condición ‘color-palabra’, las palabras representan el nombre de tres colores (rojo, verde y azul) escritas en una tinta distinta al color de la palabra escrita. El suje- to tiene que leer el color de la tinta en que está escrita la palabra, y no lo que dice la palabra. Por lo tanto, esta última condición mide la capacidad para desentenderse de una respuesta automática, que en este caso es la infor- mación contenida en una palabra que aparece en un color incongruente con la palabra, y requiere de la contribución

de diferentes niveles de atención (Ciairano, Visu-Petra, & Settanni, 2007; MacLeod, 1991). La interferencia se calcula mediante la diferencia entre el desempeño en la condición ‘color-palabra’ y la condición ‘color’. La prue- ba detecta dificultades de lectura mediante el desempeño en la condición ‘palabra’. El desempeño en las tres con- diciones está expresado en una puntuación t que toma en cuenta la edad del sujeto. La puntuación t correspondiente a la norma es 50 (Golden, 1978, 2001).

4. Test de Asociación Controlada de Palabras (Con- trolled Word Association Task; COWAT; Benton & Hamsher, 1989). La prueba consiste en generar el mayor número de palabras posibles que empiecen con las letras F, A y S en un período de un minuto por letra, y es am- pliamente utilizado para evaluar la fluidez de la respuesta verbal y el control atencional (Cohen, Rosenbaum, Kane, Warnken, & Benjamin, 1999; Lezak, Howieson, & Lo- ring, 2004). El desempeño en la prueba está expresado en el total de palabras generadas con las tres letras. 5. Prueba de Rastreo (Trail Making Test; TMT; Rei- tan, 1955). La prueba se divide en dos partes: A y B. En la parte A se presenta al sujeto una página con números de uno al 25, y se le indica que trace una línea unien- do los números en orden consecutivo. En la parte B se le presenta al sujeto una página con números de uno al 13 y las letras de la A a la L, y se le indica que trace una línea uniendo los números y las letras en orden, alternan- do simultáneamente entre números y letras. Ambas partes miden la velocidad en la búsqueda visual, la atención, el procesamiento secuencial y la destreza motora (Reitan & Davison, 1974). Sin embargo, la parte B requiere mayor atención, memoria de trabajo, y flexibilidad mental para realizar secuencias alternas entre números y letras. En ambas partes, el desempeño se refleja en el tiempo que toma completar la tarea.

Procedimiento Las evaluaciones fueron realizadas por tres psicólogos con idoneidad profesional conferida por el consejo técni- co de psicología de la República de Panamá, y tuvieron lugar entre enero y agosto de 2008 en los espacios dispo- nibles en los distintos centros del sistema penitenciario (i.e., oficinas, salones de reuniones, pasillos, comedores). Cuando fue posible, se hizo un esfuerzo para que los eva- luadores aplicaran las pruebas sin conocimiento del gru- po de pertenencia de los participantes; sin embargo, en ocasiones los participantes revelaban espontáneamente su situación legal. Las pruebas fueron aplicadas a los partici- pantes de una manera pseudoaleatoria. La evaluación de

NEUROPSICOLOGÍA DEL CRIMEN 51

cada sujeto se realizó en varias sesiones, con un tiempo total aproximado de dos horas por sujeto.

Análisis estadístico Se llevó a cabo la prueba de Levene para la homo- geneidad de varianza, y cuando era necesario se realizó una transformación de los datos para normalizar la distri- bución de la variable. Se realizó un análisis de varianza (ANOVA) para evaluar posibles diferencias entre grupos en las variables de la edad, la escolaridad, y el cociente intelectual verbal y no verbal, y éstas sirvieron de cova- riables en los análisis posteriores. Los datos obtenidos de las pruebas neuropsicológicas fueron analizados median- te análisis de covarianza (ANCOVA) según el modelo li- neal general. En el caso de que el análisis factorial indica- ra diferencias significativas entre grupos, se evaluaron las diferencias entre pares de grupos utilizando la prueba de Scheffé. También se realizaron correlaciones entre las di- ferentes variables con el fin de de determinar asociaciones

entre la edad, la escolaridad, los coeficientes intelectuales y las variables neuropsicológicas.

RESULTADOS

Las características demográficas y los resultados de las evaluaciones de inteligencia en los tres grupos se presentan en la tabla 1. La edad promedio fue 36.1 años ( DE =10.5). El promedio de años de educación fue 8. ( DE =3.1). A pesar de que se reportó la etnicidad, cabe destacar que la identificación racial en Panamá es proble- mática debido a que el mestizaje de la población es alto. En los ANOVA realizados para contrastar la edad, esco- laridad, CI verbal y no verbal de los tres grupos, hubo di- ferencias significativas únicamente en la variable de edad (véase tabla 1). El promedio de las edades en el grupo FPI fue significativamente mayor a los grupos HNR y DNV, los cuales no fueron diferentes el uno del otro.

Tabla 1 Resultados de ANOVA comparando grupos en edad, años de escolaridad y CI

Promedios grupales (y desviación estándar) Variable FPI ( n =27) HNR ( n =28) DNV ( n =29) F* p Edad 41.4 (12.1) 33.0 (9.4) 34.3 (8.1) 5.70 .01a Escolaridad 8.7 (3.2) 7.9 (2.7) 9.3 (3.4) 1.47. CI no verbal 73.3 (12.8) 74.4 (14.0) 71.0 (10.4) 0.52. CI verbal 71.8 (11.0) 75.1 (10.5) 72.6 (10.0) 0.73.

  • F univariado, a p <.05.

Figura 1. Distribución de los niveles de los cocientes verbal (WAIS III) y no verbal (TONI 2) evaluados en la muestra.

NEUROPSICOLOGÍA DEL CRIMEN 53

DISCUSIÓN

En el presente estudio se encontró que la mayoría (>70%) de los sujetos en la muestra presentó niveles in- feriores (inferior o deficiente) en su cociente intelectual verbal y no verbal, confirmando la hipótesis que los gru- pos demostrarían un bajo desempeño en las pruebas de inteligencia. Este es el primer reporte del desempeño in- telectual en hombres condenados por delitos en Panamá, y coincide con una amplia literatura que muestra la com- prometida capacidad intelectual de hombres cumpliendo condenas tanto por crímenes violentos (Moffitt, 1993) como no violentos (Valliant et al., 1984). Los resultados en la tabla 3 indican que el déficit en la habilidad verbal es el factor con mayor afectación en el perfil cognitivo de hombres cumpliendo condenas. Si se interpreta únicamente la magnitud de asociación que tiene el CI verbal con respecto a las demás variables obtenidas, se observa una correlación mediana ( r =0.39- 0.63) y significativa entre el CI verbal y las siguientes variables: nivel de escolaridad, y el desempeño en el CI no verbal y en la mayoría de las pruebas neuropsicológicas utilizadas. La asociación entre el CI verbal y las funciones ejecutivas se ha reportado en estudios previos de hombres delincuentes (Moffitt, 1993). Incluso, se ha encontrado que el CI verbal es un predictor fiable de la delincuencia (Moffitt, Lynam, & Silva, 1994), aunque en el presente estudio se desconozca la dirección de la causalidad entre el déficit en capacidad verbal y la conducta antisocial y la influencia de otras variables que pudieran intervenir en esta correlación. Teniendo en cuenta que se encontró una correlación medianamente fuerte ( r =.58) entre el nivel de escolaridad y el CI verbal, es posible que la deserción escolar (i.e., descontinuar la educación escolar primaria o secundaria sin llegarla a completar) sea un factor de peso en el desarrollo de la actividad antisocial. Sin embargo, debido a que la deserción escolar es un proceso complejo que requiere de múltiples niveles de análisis y de un abordaje ecológico para su elucidación (Hunt, Meyers, Davies, Meyers, Grogg, & Neel, 2002), estudios futuros son necesarios para abordar los factores que predicen la deserción escolar en muestras como éstas. Cabe destacar que la relación entre el CI verbal y la escolaridad, el CI no verbal y las pruebas neuropsico- lógicas en el presente estudio está presente en muestras de hombres encarcelados por delitos violentos y no vio- lentos. Este resultado es consistente con los encontrados en otros estudios en los que el CI verbal emerge como predictor global de la conducta criminal (Moffitt, 1993; Valliant et al., 1984). Si bien es cierto que la conducta criminal se asocia con un CI verbal deficiente, este últi-

mo está presente en diversas poblaciones que no mani- fiestan conductas antisociales. En el caso de la conducta criminal, es evidente que para predecir delitos de carácter específico deben tomarse en cuenta variables particulares y no globales. Por ejemplo, instrumentos como el Sexual Violence Risk Assessment (SVR-20) que emplean 20 va- riables para evaluar el funcionamiento psicosocial y los antecedentes delictivos, pueden predecir la reincidencia criminal con más de un 70% de precisión en el caso de de- litos sexuales (Pérez, Redondo, Martínez, García, & Pue- yo, 2008). Por lo tanto, investigaciones adicionales son necesarias para dilucidar los factores neuropsicológicos que puedan predecir delitos de carácter particular. En cuanto a la escolaridad, se destaca que el prome- dio de educación en la muestra total fue menor de nueve años. Por lo tanto, es posible también que la deficiencia verbal pueda haber ocasionado el fracaso y abandono de los estudios, ya que se ha demostrado que la inteligencia verbal y no verbal predicen notablemente la deserción es- colar (Jimerson, Egeland, Sroufe, & Carlson, 2000). Sin embargo, la deserción también se puede deber a muchas otras variables, como el nivel socioeconómico, la nece- sidad de empleo, el nivel educativo de los padres, etc., características ampliamente presentes en esta población. Lo cierto es que la habilidad verbal permite al individuo regular las emociones y la cognición social, aspectos del funcionamiento que se encuentran deficitarias en pobla- ciones de hombres violentos (Covell, Huss, & Langhinri- chsen-Rohling, 2007; Dankoski, Keiley, Thomas, Choice, Lloyd, & Seery, 2006).

Tabla 4 La relación entre CI verbal (WAIS III) y fluidez fonológica (COWAT)

COWAT CI verbal Clasificación N M DE <69 Deficiente 31 20.7 6. 70-79 Inferior 28 32.7 9. 80-89 Normal bajo 21 34.8 10. 90-109 Normal 4 41.5 10.

En cuanto a las pruebas neuropsicológicas, se espera- ba que los grupos presentaran niveles inferiores en tareas de funciones ejecutivas. En efecto, en la tarea de fluidez fonológica la mayoría de la muestra tuvo un rendimiento inferior pero dentro de lo normal para personas de ha- bla hispana con baja escolaridad (Mejía, Pineda, Álvarez, & Ardila, 1998; Rosselli et al., 2002). Sin embargo, los resultados deben contemplarse con precaución debido a la alta variabilidad entre sujetos en esta prueba, lo que

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limita su resolución en cuanto a la detección de déficits en fluidez verbal. Los resultados resumidos en la tabla 4 describen en más detalle la correlación entre la fluidez fo- nológica y el CI verbal, y muestran que mientras más bajo el CI verbal, peor el rendimiento en el COWAT.

Tabla 5 Resultados de las pruebas de rastreo (TMT A y B)

TMT A TMT B Edad N^ M^ DE^ M^ DE 20-29 25* 42.5 17.5 136.5 66. 30-39 34* 49.0 28.6 174.7 87. 40-49 16* 43.3 27.6 148.6 81. 50-59 4 84.3 66.1 315.8 180. 60+ 4 60.0 13.1 229.3 47. *Se omitieron valores atípicos.

Los resultados en el TMT A y B, medidas de veloci- dad de procesamiento, indican un enlentecimiento en el desempeño de estas pruebas a medida en que aumenta la edad (véase tabla 5), lo que es consistente con estudios anteriores (Soukup, Ingram, Grady, & Schiess, 1998). De acuerdo con los criterios de Bornstein (1985), los hom- bres mayores de 50 años, en el presente estudio demostra- ron un déficit en el TMT A por arriba de dos desviacio- nes estándar de lo normal. En el TMT B, los sujetos con edades entre los 20 y 29 años y 40 y 49 años demostraron un déficit de entre dos y tres desviaciones estándar de lo normal, respectivamente. Los sujetos con edades entre 30 y 39 años, y aquellos mayores de 50 años, demostraron un déficit mayor de tres desviaciones estándar de lo normal. En conjunto, los resultados muestran un déficit en cuanto a las funciones ejecutivas de velocidad de procesamiento y atención dividida. La asociación entre el rendimiento en las partes A y B fue mediana ( r =0.40), lo cual confir- ma que estas pruebas miden funciones diferenciables. En efecto, el nivel de dificultad, la distancia entre elementos por completar, y el nivel de interferencia visual es mayor en la parte B, debido a que la parte B requiere mayor pro- cesamiento viso-motor (Woodruff, Mendoza, Dickson, Blanchard, & Christenberry, 1995). Por último, los resultados de la subprueba de color-pa- labra de Stroop indican que la mayoría de la muestra obtu- vo un nivel inferior a la norma en las tres condiciones, lo que confirma la hipótesis de que los grupos demostrarían un bajo rendimiento en la capacidad de enfocar y mante- ner la atención. Los resultados, además, indican que los hombres que cometieron femicidio de pareja íntima (FPI) muestran un desempeño menor a los homicidas no rela-

cionales (HNR) y los hombres condenados por delitos no violentos (DNV), aunque la única diferencia que resultó significativa fue en la condición ‘color-palabra’. Aunque existe evidencia de una asociación entre el desempeño en la prueba y la edad (Van der Elst, Van Boxtel, Van Breukelen, & Jolles, 2006), las diferencias entre grupos no pueden deberse a este factor ya que persisten aun rea- lizando un análisis utilizando la edad como covariable. La condición color-palabra es una tarea de atención dividida que requiere de la capacidad de manejar y cambiar el foco entre dos códigos de información simultáneamente en un período de 45 segundos. Por lo tanto, un factor que puede estar implicado en el peor rendimiento del grupo FPI es la capacidad de efectuar tareas dentro de un período de tiempo definido. Esta posibilidad está respaldada por los resultados en las prueba de rastreo Partes A y B (véase tabla 2) que indican un mayor enlentecimiento en el grupo FPI en cuanto al tiempo de ejecución. Aunque no hubo di- ferencias significativas entre grupos en el TMT, el patrón de ejecución del grupo FPI sugiere que un déficit en la ve- locidad de procesamiento pudo haber afectado el desem- peño en la condición color-palabra de la prueba de Stroop. En síntesis, este estudio resalta el papel del CI verbal en relación al desempeño en tareas de función ejecutiva y la estrecha relación entre el CI verbal y el nivel de es- colaridad y la inteligencia no verbal en una población de hombres condenados a prisión. Existe la posibilidad de que el bajo rendimiento en pruebas de inteligencia, acom- pañado por déficits en las funciones ejecutivas, dificulte la adaptación social en esta población (Moffitt, 1993). Es- tudios previos que exploraron las funciones ejecutivas en sujetos con conducta antisocial sugieren que las personas con pobres funciones ejecutivas son más agresivas porque son incapaces de inhibir sus impulsos (Lau & Pihl, 1996). Sin embargo, evidencia reciente sugiere que en lugar de la impulsividad, son los problemas para procesar la infor- mación social los que podrían mediar en la relación entre funciones ejecutivas y agresión (Hoaken, Shaughnessy, & Pihl, 2003). Investigaciones futuras, empleando diseños prospectivos y longitudinales, podrían ser de gran utilidad para establecer relaciones causales entre los déficits en CI verbal, las funciones ejecutivas, la deserción escolar y la conducta criminal. El presente estudio describe la primera caracterización cognitiva de hombres condenados por delito en Panamá; sin embargo, tiene algunas limitaciones metodológicas que debemos resaltar. La primera limitación es que sólo se exploraron las variables estudiadas entre hombres en- carcelados y no se empleó un grupo de comparación de hombres no encarcelados, lo que dificulta valorar el im- pacto de la privación de la libertad en la inteligencia y las

56 BRITTON, CAUSADÍAS, ZAPATA, BARB, SÁNCHEZ

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