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Obra de Friedrich Ludwig Jahn: aportaciones al movimiento olímpico moderno, Apuntes de Historia

Tipo: Apuntes

2018/2019

Subido el 09/07/2019

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Materiales para la Historia del Deporte
Suplemento Especial Nº 2, 2015
ISSN: 2340-7166
97
LA OBRA DE FRIEDRICH LUDWIG JAHN: APORTACIONES AL MOVIMIENTO
OLÍMPICO MODERNO
THE WORK OF FRIEDRICH LUDWIG JAHN: CONTRIBUTIONS TO MODERN
OLYMPIC MOVEMENT
Eduardo Álvarez del Palacio
Instituto de Investigación LOU de Humanismo y Tradición Clásica - Universidad de León
(eduardo.alvarez@unileon.es)
Resumen:
El objetivo del presente trabajo es analizar la vida y la obra de Friedrich Ludwig Jahn,
situando su figura en la Alemania de finales del siglo ilustrado y principios del XIX, y
valorando sus aportaciones al Olimpismo moderno. Su trabajo se desarrolló en toda Alemania
a través de un inmenso movimiento asociado a la práctica física y a la afirmación de la
identidad nacional, constituyéndose en una importante referencia para todos los movimientos
físico-deportivos posteriores, como es el caso del Movimiento Olímpico Moderno.
Palabras clave: educación, Olimpismo, deporte, gimnasia artística, Siglo Ilustrado.
Abstract:
The objective of the study is to analyze the live and work of Friedrich Ludwig Jahn, placing
his figure in Germany in late illustrated and early nineteenth century, and valuing their
contributions to modern Olympism. His work was developed in Germany through an
immense movement associated with physical practice and affirmation of national identity,
becoming an important reference for all subsequent physical-sports movements, such as the
Modern Olympic Movement.
Keywords: education, Olympics, sports, gymnastics, Century Illustrated.
1. Introducción
El objetivo del presente trabajo es analizar la vida y la obra de Friedrich Ludwig Jahn,
situando su figura en la Alemania de finales del siglo ilustrado y principios del XIX, y
valorando sus aportaciones al Olimpismo moderno. Esta investigación surgió a raíz del
trabajo realizado por D. Israel Herranz, alumno de mí tutoría, presentado para la obtención del
Diploma de Estudios Avanzados (DEA), dentro del Programa de Doctorado de Innovación e
Investigación en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad de León, con
mención de calidad desde el curso 2000/2001 otorgada por el Ministerio de Educación y
Ciencia.
La obra de Jahn se desarrolló en toda Alemania a través de un inmenso movimiento
asociado a la práctica física y a la afirmación de la identidad nacional. Su influencia directa
sobre la evolución de los ejercicios gimnásticos en toda Europa fue de un gran calado,
constituyéndose en una importante referencia para todos los movimientos físico-deportivos
posteriores, como es el caso del Movimiento Olímpico Moderno.
La obra titulada La gimnasia alemana en el Turnplätze (Berlín, 1816), donde desarrolla
su método de aplicación práctica del ejercicio físico, le convertirá, como veremos en el último
apartado del trabajo, en el padre indiscutible del deporte de la gimnasia artística,
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Suplemento Especial Nº 2, 2015

LA OBRA DE FRIEDRICH LUDWIG JAHN: APORTACIONES AL MOVIMIENTO

OLÍMPICO MODERNO

THE WORK OF FRIEDRICH LUDWIG JAHN: CONTRIBUTIONS TO MODERN

OLYMPIC MOVEMENT

Eduardo Álvarez del Palacio Instituto de Investigación LOU de Humanismo y Tradición Clásica - Universidad de León (eduardo.alvarez@unileon.es)

Resumen: El objetivo del presente trabajo es analizar la vida y la obra de Friedrich Ludwig Jahn, situando su figura en la Alemania de finales del siglo ilustrado y principios del XIX, y valorando sus aportaciones al Olimpismo moderno. Su trabajo se desarrolló en toda Alemania a través de un inmenso movimiento asociado a la práctica física y a la afirmación de la identidad nacional, constituyéndose en una importante referencia para todos los movimientos físico-deportivos posteriores, como es el caso del Movimiento Olímpico Moderno. Palabras clave: educación, Olimpismo, deporte, gimnasia artística, Siglo Ilustrado.

Abstract: The objective of the study is to analyze the live and work of Friedrich Ludwig Jahn, placing his figure in Germany in late illustrated and early nineteenth century, and valuing their contributions to modern Olympism. His work was developed in Germany through an immense movement associated with physical practice and affirmation of national identity, becoming an important reference for all subsequent physical-sports movements, such as the Modern Olympic Movement. Keywords: education, Olympics, sports, gymnastics, Century Illustrated.

1. Introducción

El objetivo del presente trabajo es analizar la vida y la obra de Friedrich Ludwig Jahn, situando su figura en la Alemania de finales del siglo ilustrado y principios del XIX, y valorando sus aportaciones al Olimpismo moderno. Esta investigación surgió a raíz del trabajo realizado por D. Israel Herranz, alumno de mí tutoría, presentado para la obtención del Diploma de Estudios Avanzados (DEA), dentro del Programa de Doctorado de Innovación e Investigación en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad de León, con mención de calidad desde el curso 2000/2001 otorgada por el Ministerio de Educación y Ciencia.

La obra de Jahn se desarrolló en toda Alemania a través de un inmenso movimiento asociado a la práctica física y a la afirmación de la identidad nacional. Su influencia directa sobre la evolución de los ejercicios gimnásticos en toda Europa fue de un gran calado, constituyéndose en una importante referencia para todos los movimientos físico-deportivos posteriores, como es el caso del Movimiento Olímpico Moderno.

La obra titulada La gimnasia alemana en el Turnplätze (Berlín, 1816), donde desarrolla su método de aplicación práctica del ejercicio físico, le convertirá, como veremos en el último apartado del trabajo, en el padre indiscutible del deporte de la gimnasia artística,

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desarrollando todas las modalidades de este deporte: la barra fija, las barras paralelas, el caballo de saltos, las anillas y los ejercicios libres en suelo. Precisamente aquí vamos a encontrar una de las aportaciones fundamentales, pero no la única, de Jahn a los Juegos Olímpicos.

Es un hecho evidente que el deporte en sus dos siglos de existencia ha conseguido instalarse en el corazón de nuestra sociedad actual con sus bondades y defectos, con sus intereses económicos, políticos y mediáticos, con sus valores y negaciones, pero convirtiéndose en un derecho irrenunciable en nuestra sociedad. El deporte no es solo una manifestación vital, un espectáculo de masas, sino que también supone una necesidad corporal y espiritual, como ya apuntó Ortega y Gasset “es una higiene para el cuerpo y para el espíritu”, capaz de destruir físicamente al ser humano, pero también de fortalecerlo.

El Humanismo renacentista marcará el inicio de la carrera y el punto de batida en el salto hacia los tiempos modernos. Los médicos y pedagogos renacentistas fueron los encargados de trazar el camino a seguir, de modo que los regimientos de salud y los tratados de educación de príncipes recogieron el ejercicio físico como uno de los seis pilares en los que se debía de sustentar el edificio de la salud integral del ser humano, junto con la comida y la bebida, el medio ambiente, el sueño y la vigilia, la ingesta y la absorción de los alimentos, y el control de las emociones. En definitiva, lo que supondría la recuperación del esquema clásico de las sex res no naturales , ordenado por Claudio Galeno, y que los médicos humanistas convirtieron en la base de la conocida gimnasia médica galénica.

Carl Diem afirma que “el deporte es nieto del Renacimiento e hijo de la Revolución francesa”, siguiendo en su evolución el camino trazado por el pensamiento humanista de recuperación de la dignidad humana y de aproximación a la naturaleza. La extensión de la ideología humanista por toda Europa marcó el inicio de la Edad Moderna y asentó los pilares del movimiento ilustrado primero, y de la revolución industrial a continuación.

Ambos movimientos situaron al cuerpo y sus capacidades en el centro de la educación de los ciudadanos, y valoraron el deporte como una forma de relación social, de ocupación del tiempo libre, y de liberación de las tensiones derivadas del trabajo.

El siglo XVIII, también conocido como el “siglo educador” por la gran preocupación de pedagogos y filósofos por la educación y su traslado a las clases sociales más desfavorecidas, marcará un hito en la consideración de la formación de la persona como la base de su libertad, de la igualdad con los demás, y del respeto a sus semejantes, lo que en definitiva iba a ser proclamado como lema de la Revolución francesa. Y el deporte siempre ha sido un fiel reflejo de ello para la persona: libertad de elección en la práctica deportiva, de su preparación y de sus compañeros; igualdad de los participantes en el transcurso de su desarrollo; y fraternidad , reflejada en el respeto a sus compañeros y a sus adversarios como máxima de la confrontación deportiva.

La nómina de intelectuales de esta época interesados por la educación fue interminable, aunque en el ámbito de la actividad física son de obligada referencia algunos de ellos, que brevemente repasaremos a continuación.

A la cabeza de todos, y como claro referente, el filósofo ginebrino Jean Jacques Rousseau (1712-1778), defensor de la educación natural, reflejada en la formación de Emilio, el joven protagonista del ensayo educativo que lleva su nombre. Entendía que el programa

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El protagonista de nuestro trabajo, cuya vida y obra analizaremos a continuación, forma parte, sin duda, de este grupo de pedagogos que impulsaron la actividad física y el deporte como un medio de desarrollo integral del ser humano, estableciendo las bases del valor actual del ejercicio físico como forma de desarrollo y mantenimiento de las capacidades de la persona.

2. Vida y obra de Friedrich Ludwig Jahn

Nació Johann Friedrich Ludwig Christoph Jahn en la villa de Lanz, situada en las cercanías de Lenzen, perteneciente al estado de Brandeburgo, en la antigua Prusia, el 11 de agosto de 1778, hijo de un pastor luterano y de una profesora universitaria, que le enseñó a leer, siendo la Biblia su primera lectura. De su padre, como sabio teólogo, aprendió el niño Friedrich Ludwig los conocimientos básicos para su posterior carrera profesional, despertando en él su interés por la geografía, la lengua alemana y la historia. Especialmente de esta última, de la que Jahn siendo adulto llegaría a afirmar que “ … fue mi más antigua acompañante en los juegos de la infancia, mi amiga y compañera durante la vida, hasta el punto de que tan solo cuando fui adulto oí hablar de cuentos”. Completaría los estudios primarios en su ciudad natal, como el mismo nos relata, y fue a los 13 años cuando recibió sus primeras enseñanzas gimnásticas en el Gymnasium de Salzwedel, y dos años más tarde pasó al Gymnasium Grauen Kloster de Berlín.

Era un joven inquieto y listo que ya desde niño asistía a las charlas y debates espirituales de los compañeros de su padre, dedicando el tiempo restante a relacionarse con las gentes del campo, escuchando con la mayor atención sus relatos y experiencias de las labores diarias, y acompañando a los cazadores furtivos y contrabandistas, por lo que siendo aún un niño aprendió a montar a caballo, a nadar y a disparar.

Fue en estos primeros años de juventud cuando forjó el germen de su rebelde y a veces caprichoso carácter. A través del mencionado entorno adquirió cierta habilidad, agilidad y destreza, pero también algunos comportamientos rudos y de mala educación que más adelante le pondrían en serias dificultades, al hacer y decir siempre lo que entendía como justo y apropiado. Esto le llevaría, sin duda, a sufrir serios reveses en su vida adulta. Así lo reconoce él mismo cuando afirma que “ mi padre sembró en mi corazón un imborrable sentimiento de justicia e injusticia, la fuente de mi posterior destino. Ya en los juegos de la infancia tomaba parte del lado de los oprimidos, y defendía cualquier causa justa y la libertad de los ciudadanos”.

En abril de 1796 ingresó en la Universidad de Halle , donde siguiendo los consejos de su padre se matriculó de teología. Inmediatamente se integró en el ambiente universitario y se afilió a la Orden secreta estudiantil de los Unitistas , fundada en 1774, y cuyo ideario obligaba a mantener el secreto, el sentimiento y la ayuda fraternal entre los miembros, el empeño, la moderación, la discreción en los duelos o disputas, y la dedicación al estudio. Pero para Jahn fue imposible asumir dicho ideario y pronto causó baja en la organización. Durante su estancia en Halle, leyó la novela utópica El Emigrante , de Wilhelm Friedrich von Meyern, y quedó asombrado de sus explicaciones sobre la educación nacional, el servicio militar y la participación ciudadana en la vida del estado, tomando esta obra como referencia en su futuro ideario. Basándose en esta lectura, Jahn escribió un tratado muy corto, titulado “ Sobre el fomento del patriotismo en el reino de Prusia ”, que vendió muy barato, diez táleros, por necesidades económicas, a un compañero, Christoph Höpffner , que lo publicó con su nombre, y en el que su autor denunciaba públicamente la situación precaria de la vida estudiantil en la

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Universidad de Halle. Su espíritu inquieto y su fuerte carácter le llevaron a dejar sus estudios de teología, decantándose por la historia y por la filología germánica.

La preocupación prioritaria de Jahn no fueron sus estudios, sino la atención y reflexión sobre la consideración de las relaciones sociales de su tiempo. Ello lo demuestra el hecho de que entre los años 1796 y 1803 visitase diez Universidades diferentes, sin completar sus estudios en ninguna de ellas. Eso sí, en todas mantuvo serias desavenencias con los profesores y con sus compañeros estudiantes, expresando su rechazo a las formas de asociacionismo estudiantil de la época, y criticando el desinterés y la sumisión de los estudiantes ante las imposiciones del sistema. Estas enconadas disputas, en las que incluso se llegaba a las manos, condujeron a su separación de la Universidad Halle (1802) y más tarde en 1803 de la de Greifswald.

Tras este largo periplo universitario abandonó sin obtener ninguna titulación. De su vida universitaria deja clara constancia un amigo suyo, que relata “ropas rotas y cabezas sangrantes eran acontecimientos del día a día. El endurecimiento contra toda injusticia de la naturaleza y la puesta en marcha de todas sus fuerzas en la necesidad de reeducar valientemente a la nación alemana contra el enemigo fueron sus objetivos. En ningún momento intentó ocultar sus intenciones políticas”. Sus impetuosas y para muchos rudas maneras le acarrearon múltiples fatalidades y numerosos problemas con la autoridad.

Tras la interrupción de sus estudios universitarios aceptó, en el otoño de 1803, una oferta para ejercer como profesor particular para el Barón Lefort , en Neubrandenburg, y para un empresario del vidrio, Haas Strecker , en Torgelow. Jahn desplegó un notable afecto por sus alumnos, demostrando sus aptitudes para ejercer como un sobresaliente profesor. Cuando terminaba la clase llevaba a sus alumnos con otros jóvenes y realizaban al aire libre todo tipo de juegos y de actividades corporales. Les enseñó a nadar, a correr, a saltar y a trepar correctamente. Les transmitió valores sociales y de pertenencia al grupo. En Torgewald se encargó también del cuidado de los hijos de los trabajadores de la vidriera de su patrono cuando éstos le solicitaban ayuda. Pero Jahn nunca perdió de vista la idea de retomar sus estudios universitarios. Continuó con sus investigaciones en relación con la lengua germánica y se mudó a Göttingen en 1805.

En la Universidad de Gottingen intentó integrarse como docente, coincidiendo con la publicación de su obra Enriquecimiento del léxico alemán , publicada en Leipzig en 1806. Con dicho trabajo, Jahn intentaba continuar con su intención de aproximarse al purismo lingüístico y a la ortografía unificada, fruto de sus años de estudiante. La supresión de extranjerismos y la recuperación de términos clásicos alemanes fueron para él objetivos básicos del trabajo. Este esfuerzo y preocupación por la lengua materna, inundada de palabras extranjeras, supuso un verdadero problema en la Alemania de esta época, que él intentó resolver con sus trabajos.

La guerra entre Prusia y Francia puso fin a sus esfuerzos como escritor y le obligó a dirigirse hacia Turingia. En 1806, Prusia perdió la guerra tras las batallas de Jena y Auerstädt^1. Jahn fue testigo de la derrota y de la represión sufrida por los prusianos, así como de la ocupación de otros estados alemanes. Ante estos acontecimientos tomó una firme y noble decisión que marcaría el resto de su vida: luchar por la unidad y libertad de Alemania.

(^1) El 14 de octubre de 1806 tuvo lugar el enfrentamiento entre el ejército napoleónico y la coalición formada por el

reino de Prusia y el de Sajonia. La batalla se llevó a cabo cerca de la ciudad entre Cospeda y Vierzehnheiligen. Los 80.000 soldados franceses vencieron a los 150.000 prusianos.

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El 19 de Junio de 1811, Jahn inauguró la primera instalación gimnástica en el Hasenheide de Berlín. La dotó de aparatos, al mismo tiempo que estableció un uniforme especial, un distintivo propio, y una reglamentación particular. Su inseparable compañero, Karl Friedrich Friesen, y su eficiente y hábil alumno Ernst Eiselen le ayudaron. A los ejercicios con aparatos, las carreras, los saltos, las trepas y los lanzamientos, se le unieron las enseñanzas de natación y esgrima. También los juegos representaban una apartado regular del Turnen de Jahn.

Jahn, cuyo objetivo era dar carácter público a la práctica de la gimnasia, se aseguró de que su instalación gimnástica fuese el tema de tertulia en toda la ciudad. En el invierno de 1811, algunos gimnastas recibieron clases de saltos de potro por mediación del propio Jahn. En 1812 el número de gimnastas había ascendido ya hasta los quinientos. Los ejercicios sobre la barra fija y las paralelas fueron ampliados y junto a éstos, se realizaron diversos juegos y prácticas atléticas. En el invierno de 1812 se constituyó la Asociación Gimnástica de Berlín, siendo su primer director Karl Friedrich Friesen.

Jahn pasó a ser conocido públicamente como “Turnvater”, término equivalente a “ Padre de la gimnasia ”. En la prensa del Berlín de la época, se le caracterizó así: “no se le veía de otra manera que con su traje gimnástico, con el cuello desnudo y la calva al descubierto, los ojos precisos fijos en la lejanía. Su forma de expresión era corta, vulgar, a menudo ideada por él mismo, pero con palabras muy significativas. Su humor era por regla general a la vez mordaz y contundente; odiaba enfurecidamente a los franceses. Se entusiasmaba con la juventud gimnástica y le seguían ciegamente…”.

Jahn se dio cuenta enseguida de que el Turnen iba a convertirse en un medio ideal para el fortalecimiento y la educación de la juventud alemana. Esto, unido a su publicación, ya citada, de La Nación Alemana (1810), en la que planteaba la nacionalidad, el espíritu de los pueblos alemanes y las instituciones que estarían en armonía con sus principios y su carácter, contribuiría de manera importante a la liberación de la ocupación francesa. Muchos gimnastas berlineses aptos para el servicio militar escucharon la llamada del rey Federico Guillermo III, el 17 de Marzo de 1813, y pasaron a formar parte del “Cuerpo Prusiano de Voluntarios” del rey, al que Jahn y Friesen ya pertenecían desde febrero del mismo año. El Turnen en el Hasenheide fue dirigido por sus amigos Bornemann y Ernst Eiselen durante la ausencia de Jahn. Inmediatamente, Jahn se dio cuenta de que le faltaban dotes de oficial para dirigir a la tropa, y a petición suya fue destituido del cargo a finales de 1813. A principios de 1814 fue asignado a la Comisión General de Estado de Asuntos Armamentísticos, cuya finalidad era la de preparar a todo el pueblo alemán para el uso de las armas, especialmente a la antigua Confederación del Rhin, que se había separado de Napoleón. Sus conocimientos sobre el país y el pueblo alemán, así como su talento oratorio le facilitaron la tarea que le fue asignada.

Volvió a Berlín al final de la guerra y retomó la dirección de la práctica gimnástica. Recibió una pensión honorífica de quinientos táleros por su acción patriótica y por haber cumplido en los peores momentos una alta misión para la patria. También logró que con motivo del aniversario de la “Batalla de las Naciones” (Leipzig 16-19 Octubre de 1813), se celebrase una multitudinaria exhibición gimnástica.

corporación de estudiantes”. Murió en lucha contra la invasión napoleónica como oficial adjunto en el Lützowsche Freikorps.

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Jahn viajó a Viena en la primavera de 1815 como consejero en cuestiones históricas del canciller y príncipe Hardenberg^3 , donde al mismo tiempo príncipes y hombres de estado se reunían en el Congreso de Viena para regular las relaciones entre los países europeos. Su sueldo honorífico se elevó a ochocientos táleros.

En marzo de 1816, en Berlín, se publicó su obra más importante desde el punto de vista de la actividad física: “Die Deutsche Turnkunst Turnplätze” (La gimnasia alemana en el Turnplätze) , escrita por Friedrich Ludwig y por su estrecho colaborador Ernst Eiselen. Como afirma la cita de la cubierta de la obra, se trata de una autoedición, cuyo coste inicial fue de un tálero. Ante el desbordante éxito del Turnen berlinés y los de otras ciudades alemanas, Jahn decidirá recopilar en una sola obra todos sus escritos sobre la actividad física, de modo que tras salvar diversos obstáculos, la obra vio la luz en abril de 1816.

En la introducción de su libro, explica el origen del mismo, y lo inicia con una sentida dedicatoria de agradecimiento a sus predecesores AntonVieth y Friedrich Guts Muths. Lo que, sin duda, viene a desmontar la teoría del enfrentamiento mantenido con Guts Musths. Algunos especialistas de la época, como es el caso de Franz Nachtegall, llegaron a escribir que se trataba de una obra maestra del arte gimnástico. Para ello, afirmaban que el valor no estaba tanto en la descripción sistemática de los ejercicios o en las instrucciones metodológicas para su uso, sino en la discusión fundamental sobre el Turnkunst en sí y el servicio que prestaba a la sociedad alemana.

El “ Turnkunst ” fue un éxito fuera de lo normal. Los ministerios prusianos encargaron doscientos ejemplares y una administración del gobierno cincuenta más. Funcionarios que podían tener influencia en la difusión de la gimnástica, directores de escuelas y de institutos, así como diferentes profesores recibieron ejemplares gratuitos, costeados por el propio autor. Los príncipes recibieron ejemplares fabricados con encuadernaciones de lujo. Las existencias se acabaron rápidamente. Por su brillante prosa recibió el autor infinidad de elogios, tal y como recoge, por ejemplo, en el título de Doctor “Honoris Causa” que le otorgó en octubre de 1817 la Universidad de Kiel: “la más profunda y sonora elocuencia comparable sólo con Lutero a la vez que salvador de la lengua alemana”. Jahn eligió la palabra “ Turnen ” para la recuperación de los ejercicios corporales.

Si valoramos el interés de su publicación, podemos considerar que en su contenido se recogen las bases de la gimnasia actual. La descripción de los ejercicios, las indicaciones acerca de la forma de organizar el trabajo en niveles adecuados, el intento de evitar posibles daños para la salud, la disposición de los aparatos y de los diferentes espacios gimnásticos sirven todavía hoy como base para muchos trabajos de tipo científico. Así, afirma el autor en el cuarto capítulo: “ Incluso el pueblo más pequeño podría y debería tener por derecho legal, cuando tenga una escuela, una instalación según sus limitadas necesidades”. Él lo reivindicó insistentemente, pero no se hizo realidad hasta la segunda mitad del siglo XX. También en este cuarto capítulo que trata temas como el uniforme y las normas higiénicas, se puede reconocer claramente que muchas cosas tienen plena vigencia en la actualidad. Las normas de

(^3) Kart August Hardenberg (1750-1822). Ministro de asuntos exteriores de Prusia, príncipe de Hannover y

canciller desde 1810. Representó a Prusia en las negociaciones de París (1814) y Viena (junio 1814 – junio 1815), pero desde 1815 dejó de dirigir la política prusiana. El primer Tratado de París (30 mayo 1814) consagró la victoria de los aliados (Gran Bretaña, Austria, Prusia y Rusia) sobre la Francia napoleónica. El segundo Tratado de París (20 noviembre 1815), concluido entre Francia y las cuatro potencias aliadas ya mencionadas, sancionaba la derrota francesa al final de los Cien días.

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táleros anuales. Sin duda, se encontraba en el punto más álgido de su proyección social y vital.

Un destacado y muy querido alumno suyo, Eduard Dürre, dirigió una carta al Dr. Heinrich Rumschöttel, Director del Instituto Gimnástico de Trier, en el verano de 1817, comunicándole: “Por las clases de Jahn se han ofendido una gran cantidad de enemigos del Turnen que hasta ahora permanecían en silencio. Él ha expresado también algo en su duro lenguaje habitual que ha vuelto locas a las “gallinas cotorras”, y que los necios entendieron como grandes ofensas. Por ello se levantaron contra él, para ayudar a derrocarle”. Estas afirmaciones del citado alumno muestran que el Turnen y los gimnastas estaban estrechamente controlados por el estado.

Tal vez, el motivo de este control fuera que el Turnen había experimentado un gran auge en la política interior tras el éxito en la guerra de liberación contra Napoleón. Jahn y sus partidarios exigían en vano del Rey, por ejemplo, el cumplimiento de la promesa de constitución. A ello se unía el hecho de que personalidades influyentes del régimen se oponían frontalmente al Turnen. Todo estaba en contra de Jahn, hasta el punto de que en la resolución del Congreso de Aachen, celebrado en otoño de 1818, aparecerá la encolerizada intervención del canciller y príncipe austríaco Metternich^5 sobre las asociaciones gimnásticas, caracterizándolas como “verdaderas escuelas preparatorias para el desorden universitario”. Este acontecimiento endureció las opiniones en contra de la gimnasia y de sus fundadores.

El profesor Steffens, declarado oponente del Turnen, aconsejó al canciller y príncipe prusiano Hardenberg que debía de ocuparse de su regulación y control. El 4 de Enero de 1819 se obligó a Jahn a que el Turnen se sometiera al control del gobierno Real de Berlín. El rechazo frontal a esta medida supuso el cierre de la instalación y la prohibición de continuar con su actividad gimnástica. La gimnasia no podría ser practicada hasta que existiese un nuevo plan organizador del estado. De forma disciplinada, Jhan aceptó la orden y solicitó respetuosamente la mayor rapidez posible en la resolución del problema. Cuando todo estaba a punto de resolverse surgió un nuevo y grave contratiempo, se produciría el asesinato del poeta Kotzebue, reconocido adversario del movimiento gimnástico y declarado enemigo de Jhan, llevado a cabo por Karl Ludwig Sand, estudiante y gimnasta, perteneciente al círculo de Jhan, el 23 de marzo de 1819 en Mannheim. La reacción del gobierno alemán fue inmediata, aprobando la Resolución de Karlsbad por la que, entre otras medidas, se prohibía la actividad de las corporaciones estudiantiles y la práctica gimnástica en todo el territorio y se limitaba la actividad de sus representantes a través de continuas encarcelaciones. Esto llevó a los movimientos gimnásticos y estudiantiles a la clandestinidad.

En la noche del 13 al 14 de julio de 1819, Jahn fue detenido en su casa y llevado a la prisión de Spandau como sospechoso de relaciones clandestinas y reo de alta traición. Se habían encontrado a través de sus alumnos apuntes sobre sus charlas y discursos subversivos.

(^5) Klemens Metternich-Winneburg (Koblenz 1773 – Viena 1859). Estadista austríaco. Estudio en Estrasburgo y en

1790 entró al servicio de la diplomacia austríaca. Embajador en Dresden (1801), en Berlín (1803) y en París (1806), preconizó la alianza con Napoleón y, tras la paz de Viena (1809) se convirtió en Ministro de Asuntos Exteriores y Canciller. Durante casi 40 años orientó la política austríaca y se convirtió en el gran defensor del Antiguo Régimen. Cuando las tropas napoleónicas fueron derrotadas en Rusia, Metternich se convirtió en artífice del “nuevo equilibrio” europeo (Viena 1814-1815); restableció el poder austríaco en Italia y Alemania y, a través de la Cuádruple Alianza (1815), se convirtió en el gendarme del continente, pronto a reprimir los brotes de liberalismo (Alemania, Italia y España) y a apagar los peligrosos rescoldos de la Revolución francesa. Sus puntos de vista y los intereses del estado multinacional de los Habsburgo prevalecieron en los congresos de Aquisgrán (1818), Karlsbad (1819) y Viena (1820).

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Los cargos que pesaban contra él eran la divulgación de sus peligrosas ideas, la amenaza de asesinato del Consejero Gubernamental von Kamptz, y la fundación de las corporaciones estudiantiles. Fue interrogado e internado en la prisión de Berlín. Se nombró una comisión investigadora encargada de demostrar los cargos que se le imputaban. El tribunal imperial y el escritor Karl Hoffman dirigieron la investigación. En su informe del 15 de febrero de 1820 dejaban claro que las acusaciones realizadas contra Jahn eran imposibles de demostrar y solicitaban su puesta en libertad. El 31 de mayo de 1820 fue liberado, pero tuvo que permanecer en la fortaleza de Kolberg bajo la vigilancia del comandante de prisión.

El tribunal regional de Breslau, que como última instancia tenía que decidir sobre Jahn, dictó sentencia el 13 de enero de 1824, confirmando que al profesor de gimnasia Friedrich Ludwig Jahn se le condenaba a dos años de prisión por “ repetidas, irrespetuosas e insolentes afirmaciones sobre las leyes e instituciones existentes, sin respeto a los castigos impuestos hasta ese momento ”. Interpuso un recurso contra la sentencia. El tribunal de Frankfurt del Oder la revisó y emitió un nuevo veredicto el 15 de marzo de 1825, en el que se revocaban los dos años de prisión, pero se establecían una condiciones que obligaban al acusado en los siguientes términos: no podría establecer su residencia ni en Berlín ni en un radio menor de 10 millas, ni en ninguna ciudad universitaria o con centros de educación secundaria, condición ésta indispensable para poder mantener la pensión de mil táleros que disfrutaba. Se le prohibía salir del País y permanecería además bajo vigilancia policial. Jahn decidió establecer su residencia en Friburgo , junto con su hijo y su segunda esposa Emilie Hentsch. No cumplió la sentencia y siguió manteniendo una estrecha relación con sus gimnastas, por lo que una nueva sentencia le obligó a dejar Friburgo y a trasladarse a la pequeña ciudad de Cölleda.

La vida en esta pequeña ciudad facilitó su dedicación a la lectura y al estudio, pero sus inquietudes le llevaron a solicitar permiso para trasladarse de nuevo a Friburgo, lo que le concedieron en enero de 1835. Una vez instalado en esta ciudad, entabló de nuevo el contacto con sus alumnos de Berlín y volvió a los enfrentamientos con sus detractores que repetidamente le caricaturizaban y le menospreciaban en un tono grosero y ofensivo. De nuevo sufriría un gran varapalo al quemarse su casa y perder todos sus enseres, entre los cuales estaban los escritos y recopilaciones que tenía reservados para publicar una obra que pensaba titular Historia de la guerra de los 30 Años. A pesar de la completa falta de medios, en 1839, Jahn comenzó la reconstrucción de su propia casa, en la que pudieron instalarse el verano de 1840.

El ascenso al trono del rey Federico Guillermo IV produjo el levantamiento de la vigilancia policial sobre Jahn. Posteriormente sería condecorado con la “Cruz de Hierro”. Con el levantamiento de las restricciones que se le habían impuesto se convirtió de nuevo en alguien popular, pues ya no era “peligroso” mantener contacto con él. En 1842 se consiguió en Prusia el levantamiento del bloqueo gimnástico y la gimnasia se introdujo como materia escolar.

Aunque Jahn y su familia vivían modestamente, pasaron por grandes dificultades económicas debido a su generosa hospitalidad, estando a punto de ser subastada su casa. Uno de sus alumnos le auxilió con cuatro mil táleros y Jahn pudo pagar las deudas contraídas. Recibió invitaciones para diversos festivales gimnásticos y fue nombrado miembro de honor en múltiples clubes. De nuevo se transformó en un icono para sus alumnos.

El 18 de marzo de 1848 comenzó en Berlín la revolución, había empezado la “ Primavera de las Naciones ”. En marzo Jahn dirigió una solicitud urgente al rey Federico

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Podríamos establecer aquí dos ámbitos diferentes, pero estrechamente ligados entre sí. Por un lado el de sus coincidencias ideológicas a propósito de los beneficios que la actividad físico-deportiva procura al ser humano a lo largo de su vida. Por el otro, la Gimnasia Artística como un deporte integrado en el programa olímpico desde los primeros Juegos de la era moderna, en Atenas 1896.

En el primero de los apartados citados, hemos de señalar que, a pesar del siglo de diferencia existente entre Friedrich Ludwig Jhan y Pierre de Coubertin, resulta curioso y en cierta forma sorprendente comprobar las coincidencias existentes en su pensamiento. Sin ánimo de ser exhaustivo en la comparación de su obra, tema este que podría ser perfectamente abordado como una investigación mucho más profunda, a través de una tesis doctoral, por ejemplo, exponemos a continuación algunas de esas coincidencias ideológicas:

  • Ambos muestran en sus obras una gran preocupación por la educación de los jóvenes, al considerar que es el medio más eficaz para lograr una adecuada integración social y el desarrollo de valores de convivencia y respeto.
  • El modelo educativo de Jhan y Coubertin coincide con el del ideal clásico griego de educación integral, en el que se conjugaban el desarrollo equilibrado y armónico de todas las capacidades del ser humano: intelectuales, físicas, sociales y ético-morales.
  • El deporte, coinciden ambos, juega un papel fundamental en la formación de la persona porque trasmite valores comportamentales y éticos, a la vez que es un medio de fortalecimiento físico e higiénico.
  • Para los dos, Jhan y Coubertin, la práctica deportiva es un derecho de todos los ciudadanos y no solo de unos pocos. El deporte no es un lujo ni una actividad para ociosos, es un patrimonio social al que todos deben de poder acceder.
  • Valoran el simbolismo en el deporte como el fundamento filosófico que lo dota de una serie de emblemas y ritos como los juramentos, los himnos, las banderas, los desfiles, los uniformes, etc. que fomentan la cohesión, el respeto, y el sentido de pertenencia al grupo entre sus practicantes.
  • Su consideración del deporte trasciende a la simple ejercitación física de la persona, pues su práctica vincula al ser humano con la historia, el arte, la literatura, la poesía, la música; en definitiva, como afirma Jhan, y también Coubertin, con sus capacidades espirituales y creativas.
  • Entienden el deporte como una manifestación de alegría, de compartir con los semejantes, de disfrute corporal y espiritual. Así lo afirmaba Pierre de Coubertin y también Jahn en el lema escrito en grandes letras a la entrada de la Hasenheide de Berlín: “JÓVENES, DISFRUTAD EJERCITANDO EL CUERPO Y LA MENTE”.

El método de Jahn estaba basado en el trabajo de las capacidades físicas de fuerza y destreza, abarcando a todos aquellos movimientos que facilitaban su desarrollo:

  • La marcha en la naturaleza.
  • La carrera de fondo y de velocidad, la carrera en espiral, la carrera en zig-zag, la carrera hacia atrás, y los cambios de dirección y sentido.
  • El salto en altura, en longitud, sobre diversos obstáculos naturales.
  • Los equilibrios sobre la barra horizontal o sobre diversos elementos naturales.
  • La lucha con sus diversos ejercicios de aplicación, como agarres diversos, tracciones repulsiones, posiciones de desequilibrio, etc.
  • La trepa de la cuerda y de diversos elementos de la naturaleza.

Suplemento Especial Nº 2, 2015

  • Los lanzamientos de fuerza y de destreza con pies y manos, y en posiciones diversas.
  • Los transportes de compañeros, u otros elementos materiales.
  • Las suspensiones en la barra fija, los volteos, las recuperaciones.
  • Las suspensiones en las barras paralelas, los equilibrios de manos, los despegues y recepciones.

Su método fue fielmente seguido por todos los maestros de la conocida como gimnasia general, cuya práctica se extendió a lo largo de Europa durante todo el siglo XIX, incluida Inglaterra, hasta que en 1881, la gimnasia artística se independizó de ella tras la creación de la Federación Europea de Gimnasia.

Su integración en los Juegos Olímpicos tuvo lugar en Atenas, 1896, en los primeros Juegos de la era moderna, solamente en la categoría masculina. Entre 1908 y 1912, las mujeres presentaban sus ejercicios gimnásticos en grandes grupos. En los Juegos de Ámsterdam, en 1928, ya se incluyó la gimnasia femenina.

En el Estadio Panathinaikos, siguiendo la estela de su maestro Jhan, los alemanes ganaron en cinco de las ocho modalidades, seis individuales y dos por equipos, en las que se compitió, siendo un gran gimnasta alemán, Carl Schuhmann, que también compitió en Lucha, el que asombró con su ejercicio en el salto de potro.

Los aparatos gimnásticos de los Juegos de Atenas, fueron: la barra fija, las barras paralelas, el potro, las anillas, el potro con anillas, y la trepa de cuerda. En la barra fija y en las barras paralelas la competición fue en su doble modalidad de individual y por equipos.

Es importante destacar que en estos primeros Juegos todos los aparatos utilizados habían sido diseñados por Friedrich Ludwig Jahn y formaban parte de la Hasenheide de Berlín, lugar donde prepararon los gimnastas alemanes para competir en los Juegos.

Para finalizar, apuntar el hecho de que la Gimnasia Artística adquirió su forma definitiva en los Juegos Olímpicos de Helsinki, en 1952. Aquí ya se incorporaron nuevos aparatos como el caballo con arcos, el trampolín, los ejercicios de suelo, y el concurso completo individual y por equipos. Y en la categoría femenina el trampolín, la barra de equilibrio y los ejercicios de suelo.

4. Conclusiones 1. Como ya hemos apuntado, existe un claro punto de coincidencia en el pensamiento de Jahn y Coubertin, el Deporte debía de restablecer el equilibrio entre el cuerpo y la mente, que la moderna civilización había roto, de modo que en conjunción con el exclusivismo de la educación idealista de la época, el realismo corporal era imprescindible para poder equilibrar el exagerado refinamiento de las formas sociales con una buena actitud corporal. Así, el maestro alemán definió la actividad físico- deportiva como: “realismo corporal, virilidad, integración del individuo en la cultura de su país, desarrollando la solidaridad y el sentimiento nacional”. 2. Los espacios de ejercitación debían de estar abiertos a todos, y las clases eran gratuitas. El uniforme y las insignias distintivas reforzarían la unidad de la sociedad burguesa e insolidaria con los demás. 3. De la magnitud e interés de la obra de Friedrich Ludwig Jahn, tenemos referencia en las sociedades gimnásticas creadas por medio de su iniciativa, que llegaron a las trescientas