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Resumen capitulo 17 - Guyton E Hall Tratado De Fisiologia Médica, Resúmenes de Fisiología

Resumen capitulo 17 - Guyton E Hall Tratado De Fisiologia Médica

Tipo: Resúmenes

2020/2021

Subido el 08/02/2021

zary-ramirez
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La función circulatoria es que la mayoría de los tejidos tienen la capacidad de controlar su propio flujo sanguíneo
local en proporción a sus necesidades metabólicas concretas.
Algunas de las necesidades específicas de flujo sanguíneo en los tejidos incluyen aspectos como:
1. Aporte de oxígeno a los tejidos.
2. Aporte de otros nutrientes, como glucosa, aminoácidos y ácidos grasos.
3. Eliminación de dióxido de carbono de los tejidos.
4. Eliminación de iones hidrógeno de los tejidos.
5. Mantenimiento de las concentraciones adecuadas de iones en los tejidos.
6. Transporte de varias hormonas y otras sustancias a los distintos tejidos.
Variaciones del flujo sanguíneo en distintos tejidos y órganos
El escaso flujo sanguíneo que llega a todos los músculos inactivos del organismo, solo un total de 750 ml/min,
aunque el músculo constituye entre el 30 y el 40% de la masa corporal total. En reposo, la actividad metabólica
de los sculos es muy baja y también su flujo sanguíneo, solo 4 ml/min/100 g. A pesar de ello, durante el
ejercicio intenso la actividad metabólica muscular aumenta más de 60 veces y el flujo sanguíneo hasta 20
veces, incrementándose hasta 16.000 ml/min en el lecho vascular muscular total del cuerpo.
Mecanismos de control del flujo sanguíneo
El control del flujo sanguíneo local se puede dividir en dos fases:
1) Control a corto plazo: El control a corto plazo se consigue con cambios rápidos de la vasodilatación o
vasoconstricción local de las arteriolas, las metaarteriolas y los esfínteres precapilares.
2) Control a largo plazo: El control a largo plazo significa lentos cambios controlados del flujo en un
período de días, semanas o incluso meses. En general, estos cambios a largo plazo proporcionan un
control del flujo aún mejor en proporción a las necesidades de los tejidos y se producen como
consecuencia del incremento o descenso del tamaño físico y del número de vasos sanguíneos que
nutren los tejidos.
Control a corto plazo del flujo sanguíneo local
El aumento en el metabolismo tisular incrementa el flujo sanguíneo en los tejidos
El aumento del metabolismo incrementa el flujo sanguíneo local. En muchos tejidos, como el músculo
esquelético, el aumento del metabolismo hasta en ocho veces a corto plazo incrementa el flujo sanguíneo hasta
cuatro veces. En un primer momento, el aumento es menor del que se ve en el metabolismo, pero una vez que
el metabolismo aumenta lo suficiente como para eliminar la mayor parte de los nutrientes de la sangre, se
produce un nuevo aumento del metabolismo solo con el incremento concomitante del flujo sanguíneo para
aportar los nutrientes necesarios.
La disponibilidad reducida de oxígeno incrementa el flujo sanguíneo tisular
El descenso de la disponibilidad de oxígeno aumenta el flujo sanguíneo tisular. Uno de los nutrientes
metabólicos más necesarios de los tejidos es el oxígeno. El flujo sanguíneo aumentará siempre que la
disponibilidad del oxígeno disminuya en los tejidos, por ejemplo en grandes altitudes, en presencia de neumonía
o en el envenenamiento por monóxido de carbono (que deteriora la capacidad de la hemoglobina para
transportar el oxígeno). El envenenamiento por cianuro, que reduce la capacidad de los tejidos para utilizar el
oxígeno, puede provocar un aumento local del flujo sanguíneo de hasta siete veces.
Teoría vasodilatadora de la regulación a corto plazo del flujo sanguíneo local: posible papel especial de la
adenosina
Capítulo 17
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La función circulatoria es que la mayoría de los tejidos tienen la capacidad de controlar su propio flujo sanguíneo local en proporción a sus necesidades metabólicas concretas. Algunas de las necesidades específicas de flujo sanguíneo en los tejidos incluyen aspectos como:

  1. Aporte de oxígeno a los tejidos.
  2. Aporte de otros nutrientes, como glucosa, aminoácidos y ácidos grasos.
  3. Eliminación de dióxido de carbono de los tejidos.
  4. Eliminación de iones hidrógeno de los tejidos.
  5. Mantenimiento de las concentraciones adecuadas de iones en los tejidos.
  6. Transporte de varias hormonas y otras sustancias a los distintos tejidos.

Variaciones del flujo sanguíneo en distintos tejidos y órganos

El escaso flujo sanguíneo que llega a todos los músculos inactivos del organismo, solo un total de 750 ml/min, aunque el músculo constituye entre el 30 y el 40% de la masa corporal total. En reposo, la actividad metabólica de los músculos es muy baja y también su flujo sanguíneo, solo 4 ml/min/100 g. A pesar de ello, durante el ejercicio intenso la actividad metabólica muscular aumenta más de 60 veces y el flujo sanguíneo hasta 20 veces, incrementándose hasta 16.000 ml/min en el lecho vascular muscular total del cuerpo. Mecanismos de control del flujo sanguíneo El control del flujo sanguíneo local se puede dividir en dos fases:

  1. Control a corto plazo: El control a corto plazo se consigue con cambios rápidos de la vasodilatación o vasoconstricción local de las arteriolas, las metaarteriolas y los esfínteres precapilares.
  2. Control a largo plazo: El control a largo plazo significa lentos cambios controlados del flujo en un período de días, semanas o incluso meses. En general, estos cambios a largo plazo proporcionan un control del flujo aún mejor en proporción a las necesidades de los tejidos y se producen como consecuencia del incremento o descenso del tamaño físico y del número de vasos sanguíneos que nutren los tejidos. Control a corto plazo del flujo sanguíneo local El aumento en el metabolismo tisular incrementa el flujo sanguíneo en los tejidos El aumento del metabolismo incrementa el flujo sanguíneo local. En muchos tejidos, como el músculo esquelético, el aumento del metabolismo hasta en ocho veces a corto plazo incrementa el flujo sanguíneo hasta cuatro veces. En un primer momento, el aumento es menor del que se ve en el metabolismo, pero una vez que el metabolismo aumenta lo suficiente como para eliminar la mayor parte de los nutrientes de la sangre, se produce un nuevo aumento del metabolismo solo con el incremento concomitante del flujo sanguíneo para aportar los nutrientes necesarios. La disponibilidad reducida de oxígeno incrementa el flujo sanguíneo tisular El descenso de la disponibilidad de oxígeno aumenta el flujo sanguíneo tisular. Uno de los nutrientes metabólicos más necesarios de los tejidos es el oxígeno. El flujo sanguíneo aumentará siempre que la disponibilidad del oxígeno disminuya en los tejidos, por ejemplo en grandes altitudes, en presencia de neumonía o en el envenenamiento por monóxido de carbono (que deteriora la capacidad de la hemoglobina para transportar el oxígeno). El envenenamiento por cianuro, que reduce la capacidad de los tejidos para utilizar el oxígeno, puede provocar un aumento local del flujo sanguíneo de hasta siete veces. Teoría vasodilatadora de la regulación a corto plazo del flujo sanguíneo local: posible papel especial de la adenosina

Capítulo 17

El aumento de la demanda de oxígeno y nutrientes incrementa el flujo sanguíneo tisular. En ausencia de un aporte adecuado de oxígeno y nutrientes como consecuencia de cualquier aumento del metabolismo tisular, las arteriolas, metaarteriolas y esfínteres precapilares se relajan, con lo que disminuye la resistencia vascular y se permite un mayor flujo hacia los tejidos. La relajación de los esfínteres precapilares permite que el flujo llegue con mayor frecuencia a los capilares que están cerrados por la contracción periódica de los esfínteres precapilares (vasomovilidad). La acumulación de metabolitos vasodilatadores incrementa el flujo sanguíneo tisular. Cuanto mayor sea el metabolismo en un tejido, mayor es la tasa de producción de los metabolitos tisulares como la adenosina, los compuestos con fosfato de adenosina, el dióxido de carbono, el ácido láctico, los iones potasio e hidrógeno. Se ha propuesto que cada una de esas sustancias actúa como un vasodilatador que contribuye al aumento del flujo sanguíneo asociado a la estimulación del metabolismo tisular. Teoría de la demanda de oxígeno para el control del flujo sanguíneo local La falta de otros nutrientes puede causar vasodilatación. Por ejemplo, la deficiencia de glucosa, aminoácidos o ácidos grasos parece contribuir a la vasodilatación local, aunque no se ha demostrado. Además, se produce vasodilatación en el beriberi, en el cual el paciente tiene una deficiencia de sustancias del grupo B: tiamina, niacina y riboflavina. Como estas vitaminas son necesarias para la fosforilación inducida por oxígeno que se requiere para producir el trifosfato de adenosina (ATP), su deficiencia disminuye la capacidad contráctil del músculo liso y, por tanto, provoca vasodilatación local. Ejemplos especiales del control metabólico a corto plazo del flujo sanguíneo local Hiperemia reactiva: El tejido mus cular recibe flujo de una arteriola pero el flujo se bloquea por algún factor y no llega la sangre al tejido. Para cuando este se desbloquea el flujo aumenta de 4–7 veces de lo normal. Hiperemia activa: Ocurre cuando aumenta la tasa metabólica tisular. Ejemplo; Hacer ejercicio, aumento de la actividad mental en el cerebro (estudiar, concentrarse, etc.). Autorregulación del flujo sanguíneo durante los cambios en la presión arterial: mecanismos metabólicos y miógenos. El flujo sanguíneo tisular se «autorregula» durante los cambios en la presión arterial. En cualquier tejido del organismo, el rápido incremento de la presión arterial provoca un aumento inmediato del flujo sanguíneo, pero en menos de 1 min ese flujo volverá a la normalidad en la mayoría de los tejidos, incluso aunque la presión arterial se mantenga elevada. Esta normalización del flujo se denomina autorregulación del flujo sanguíneo.  La teoría metabólica de la autorregulación sugiere que, cuando la presión arterial aumenta y el flujo sanguíneo es excesivo, el exceso de líquido proporciona demasiado oxígeno y demasiados nutrientes hacia los tejidos, provocando la constricción de los vasos sanguíneos y el retorno del flujo casi a la normalidad, a pesar de que aumente la presión.  La teoría miógena de la autorregulación sugiere que el estiramiento brusco de los vasos sanguíneos pequeños provoca la contracción automática de los músculos lisos de las paredes. Se trata de una propiedad intrínseca del músculo liso, que le permite resistirse a un estiramiento excesivo. Por el contrario, con presiones bajas, el grado de estiramiento del vaso es menor y el músculo liso se relaja, disminuyendo la resistencia vascular y permitiendo que el flujo se mantenga relativamente constante a pesar de que la presión arterial sea más baja.

Las enzimas óxido nítrico sintasa de origen endotelial (eNOS) sintetizan el NO a partir de arginina y oxígeno y por reducción de nitrato inorgánico. Después de la difusión fuera de la célula endotelial, el NO tiene una semivida en sangre de solo 6 s, aproximadamente, y actúa principalmente en los tejidos locales en los que es liberado. El NO activa las guanilato ciclasas solubles en las células de músculos lisos vasculares, lo que produce la conversión de trifosfato de guanosina cíclico (GTPc) a monofosfato de guanosina cíclico (GMPc) y la activación de proteína cinasa dependiente de GMPc (PKG). Endotelina: un potente vasoconstrictor liberado por endotelio dañado Las células endoteliales también liberan sustancias vasoconstrictoras. La más importante es la endotelina, un péptido de 27 aminoácidos que necesita solo cantidades minúsculas (nanogramos) para provocar una poderosa vasoconstricción. Esta sustancia está presente en las células endoteliales de todos o la mayoría de los vasos sanguíneos, aunque se eleva enormemente cuando los vasos resultan dañados. El estímulo habitual para la liberación es una lesión en el endotelio. Regulación a largo plazo del flujo sanguíneo La mayoría de los mecanismos comentados actúan segundos o minutos después de que se modifiquen las condiciones locales. Incluso si esos mecanismos agudos se desarrollan completamente, el flujo sanguíneo solo se ajusta, normalmente, hasta las tres cuartas partes de las necesidades adicionales de los tejidos. En un período de horas, días y semanas, se desarrollan medidas de regulación del flujo sanguíneo local a largo plazo que facilitan el ajuste del flujo sanguíneo para que concuerde con precisión con las necesidades metabólicas de los tejidos. Los cambios en la vascularización tisular contribuyen a la regulación a largo plazo del flujo sanguíneo. Si el metabolismo de un tejido aumenta durante períodos prolongados de tiempo, el tamaño físico de los vasos sanguíneos aumenta; En determinadas condiciones, su número también aumenta. Uno de los principales factores que estimulan este aumento de vascularización es la concentración baja de oxígeno en los tejidos. La angiogenia tiene lugar, principalmente, en respuesta a la presencia de factores angiógenos liberados desde:

  1. Tejidos isquémicos
  2. Tejidos que crecen con rapidez
  3. Tejidos que tienen tasas metabólicas excesivamente altas. Muchos factores angiógenos son péptidos pequeños. Tres de los factores angiógenos mejor identificados son el factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF), el factor de crecimiento de los fibroblastos (FGF) y la angiogenina, aislados cada uno de ellos en tumores u otros tejidos que crecen con rapidez o tienen un aporte sanguíneo inadecuado. Prácticamente todos los factores angiógenos favorecen el crecimiento de vasos nuevos, provocando la gemación desde pequeñas vénulas o, en ocasiones, capilares. La membrana basal de las células endoteliales se disuelve, seguido por la reproducción rápida de las células endoteliales nuevas que buscan la salida a través de la pared del vaso en cordones que se van extendiendo directamente hacia la fuente del factor angiógeno. Las células de cada cordón continúan dividiéndose y se pliegan rápidamente formando un tubo. A continuación, este tubo se conecta con otro tubo que ha nacido de otro vaso donante y forma un asa capilar a través de la cual la sangre comienza a fluir. Si el flujo es suficientemente grande, los miocitos pequeños invaden finalmente la pared, por lo que algunos de los vasos nuevos se convertirán finalmente en arteriolas o vénulas nuevas, o incluso en vasos más grandes. Los vasos sanguíneos colaterales se desarrollan cuando se bloquea una arteria o una vena. Los nuevos canales vasculares se desarrollan alrededor de una arteria o vena bloqueada y permiten que se vuelva a suministrar sangre al tejido afectado, al menos parcialmente. Control humoral de la circulación Son varias las hormonas que se secretan hacia la circulación y se transportan en la sangre hacia todo el cuerpo. Algunas de esas hormonas tienen efectos importantes en la función circulatoria.  La noradrenalina y la adrenalina, liberadas desde la médula suprarrenal, actúan como vasoconstrictores en muchos tejidos al estimular los receptores a-adrenérgicos.

 La adrenalina es mucho menos potente como vasoconstrictor y puede incluso provocar una vasodilatación leve mediante la estimulación de receptores b-adrenérgicos en algunos tejidos, como el músculo esquelético.  La angiotensina II es otra sustancia vasoconstrictora potente que se forma en respuesta a la depleción de volumen o al descenso de la presión arterial.  La vasopresina, también denominada hormona antidiurética, es uno de los vasoconstrictores más potentes. Se forma en el hipotálamo y se transporta hacia la hipófisis posterior, donde  Es liberada en respuesta al descenso del volumen de sangre, como sucede en caso de hemorragia, o al aumento de la osmolaridad plasmática, como sucede en caso de deshidratación.  Las prostaglandinas se forman en prácticamente todos los tejidos corporales. Estas sustancias tienen importantes efectos intracelulares, pero algunas se liberan hacia la circulación, especialmente la prostaciclina y las prostaglandinas de la serie E, que son vasodilatadoras. Algunas prostaglandinas, como el tromboxano A2 y las prostaglandinas de la serie F, son vasoconstrictoras.  La bradicinina, que se forma en la sangre y los líquidos tisulares, es un vasodilatador potente que también incrementa la permeabilidad capilar. Por este motivo, el aumento de las concentraciones de bradicinina provoca un importante edema y aumento del flujo sanguíneo en algunos tejidos.  La histamina, un potente vasodilatador, se libera en los tejidos cuando están dañados o inflamados. La mayor parte de la histamina se libera de los mastocitos en los tejidos dañados o en los basófilos en sangre. La histamina, como la bradicinina, incrementa la permeabilidad capilar y provoca edema tisular y un mayor flujo sanguíneo. Los iones y otros factores químicos también alteran el flujo sanguíneo local. Muchos iones y factores químicos pueden dilatar o contraer los vasos sanguíneos locales. Sus efectos específicos son los siguientes:  El aumento de la concentración del ión calcio provoca vasoconstricción.  El aumento de la concentración del ión potasio provoca vasodilatación.  El aumento de la concentración del ión magnesio provoca vasodilatación.  El aumento de la concentración del ión sodio provoca vasodilatación.  El aumento de la osmolaridad de la sangre, causado por el aumento de la glucosa u otras sustancias no vasoactivas, provoca vasodilatación.  El aumento de la concentración del ión hidrógeno (descenso del pH) provoca vasodilatación.  El aumento de la concentración del dióxido de carbono provoca vasodilatación en la mayoría de los tejidos y una importante vasodilatación en el cerebro.