Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

resumen de libro los juegos psicóticos en la familia, Resúmenes de Psicología Familiar

Esta síntesis engloba un análisis detallado de los juegos que se producen en las relaciones familiares, el origen de la psicosis desde la terapia familiar sistémica, analizando diversos casos clínicos.

Tipo: Resúmenes

2019/2020

Subido el 31/10/2023

grecia-fernandez-7
grecia-fernandez-7 🇲🇽

3 documentos

1 / 18

Toggle sidebar

Esta página no es visible en la vista previa

¡No te pierdas las partes importantes!

bg1
Instituto Tzapopan
Escuela de Milán
Maestro: Juan Carlos Gutiérrez
Alumna: Grecia Fernández Topete
Los Juegos Psicóticos en la familia
Tabla de contenido
Los Juegos Psicóticos en la familia ................................................................................................ 1
Tabla de contenido ................................................................................................................................ 1
1. Insatisfacción frente a los métodos paradójicos ................................................................... 2
2. Invención de la prescripción invariable ................................................................................... 2
3. Cita exclusiva para los padres y prescripción del secreto ................................................... 4
4. La prescripción de las desapariciones .................................................................................... 5
5. El embrollo ................................................................................................................................... 6
6. La instigación .............................................................................................................................. 7
7. El juego de la pareja parental y las modalidades con que se involucra el paciente
señalado. ......................................................................................................................................... 7
8. La metáfora del juego ................................................................................................................ 8
9. Construcción de modelos diacrónicos .................................................................................... 8
10. El proceso anoréxico en la familia ......................................................................................... 9
11. Algunas observaciones sobre las conductas psicóticas en la infancia ......................... 10
12. Psicosis de la adolescencia e impasse de la pareja ........................................................ 10
13. Cuando un cónyuge trae un hijo al mundo como una movida en el juego de pareja . 11
14. Coordinación de las sesiones y proceso terapéutico ....................................................... 11
15. Exclusión de las sesiones al paciente señalado ............................................................... 12
16. Construcción de modelos sincrónicos ................................................................................ 13
17. Autoterapia de la pareja parental ........................................................................................ 13
18. Terapia y cambio .................................................................................................................... 13
19. La barrera infranqueable de la impasse de la pareja ....................................................... 14
20. La adquisición del pensamiento multidimensional ........................................................... 14
Conclusiones generales del modelo de la escuela de Milán: ................................................... 15
Mapa explicativo del modelo: .................................................................................................. 16
Bibliografía: ................................................................................................................................. 17
pf3
pf4
pf5
pf8
pf9
pfa
pfd
pfe
pff
pf12

Vista previa parcial del texto

¡Descarga resumen de libro los juegos psicóticos en la familia y más Resúmenes en PDF de Psicología Familiar solo en Docsity!

Instituto Tzapopan

Escuela de Milán Maestro: Juan Carlos Gutiérrez Alumna: Grecia Fernández Topete

Los Juegos Psicóticos en la familia

  • Los Juegos Psicóticos en la familia................................................................................................ Tabla de contenido
  • Tabla de contenido................................................................................................................................
    • 1.Insatisfacción frente a los métodos paradójicos...................................................................
    • 2.Invención de la prescripción invariable...................................................................................
    • 3.Cita exclusiva para los padres y prescripción del secreto...................................................
    • 4.La prescripción de las desapariciones....................................................................................
    • 5.El embrollo...................................................................................................................................
    • 6.La instigación..............................................................................................................................
    • señalado.......................................................................................................................................... 7.El juego de la pareja parental y las modalidades con que se involucra el paciente
    • 8.La metáfora del juego................................................................................................................
    • 9.Construcción de modelos diacrónicos....................................................................................
    • 10.El proceso anoréxico en la familia.........................................................................................
    • 11.Algunas observaciones sobre las conductas psicóticas en la infancia.........................
    • 12.Psicosis de la adolescencia e impasse de la pareja........................................................
    • 13.Cuando un cónyuge trae un hijo al mundo como una movida en el juego de pareja.
    • 14.Coordinación de las sesiones y proceso terapéutico.......................................................
    • 15.Exclusión de las sesiones al paciente señalado...............................................................
    • 16.Construcción de modelos sincrónicos................................................................................
    • 17.Autoterapia de la pareja parental........................................................................................
    • 18.Terapia y cambio....................................................................................................................
    • 19.La barrera infranqueable de la impasse de la pareja.......................................................
    • 20.La adquisición del pensamiento multidimensional...........................................................
  • Conclusiones generales del modelo de la escuela de Milán:................................................... - Mapa explicativo del modelo:
    • Bibliografía:
  1. Insatisfacción frente a los métodos paradójicos Según la definición dada por Tenen las paradojas son “tácticas y maniobras que aparentemente se oponen a los objetivos de la terapia, pero que en realidad se adoptan para alcanzarlos” (Rorbaugh y otros, 1977, pág.1). Son todas aquellas intervenciones en que se prescribe explícitamente el síntoma: manifestar preocupación de que pueda desaparecer demasiado pronto. No se considera a la paradoja como “contradicción derivada de la deducción correcta a partir de premisas coherentes” o “confusión de tipos lógicos” (Watazlawick y otros, 1967, pág.185). La paradoja está destinada a lograr un cambio entre la relación terapeuta-paciente, el control aparece como un fin en sí, como si la competencia del terapeuta se midiera por su habilidad para colocar al paciente en una situación paradójica, provocando, por lógica consecuencia, un cambio terapéutico. Selvini Palazzoni y otros, 1975 (autores de paradoja y contraparadoja), retomaron la idea de paradoja terapéutica desde el pensamiento estratégico y de la escuela de Palo Alto con una elaboración original. Se le creyó al sistema estratégico simplista y reductivo, por lo que nunca fue aplicado en el ámbito clínico. Sin embargo, influyó en el trabajo del equipo. En las primeras experiencias de terapia familiar psicoanalítica hechas en el equipo en el período 1967-1971, algunas interpretaciones resultaban con frecuencia “ofensivas” para los padres, quienes reaccionaban con hostilidad y abandonaban la terapia. La connotación positiva (más allá de sus valencias más o menos sutilmente satíricosarcásticas) fue producto ante todo de la necesidad de evitar enfrentamientos lamentables y contraproducentes y proteger al terapeuta. El terapeuta lleva a cabo el concepto de epistemología circular en vez de la epistemología lineal, donde el objetivo de la terapia pasa entonces a ser el cambio de la perspectiva que la familia tiene de sí misma, de sus dificultades y del problema que la llevó a la terapia, sin olvidarse de cuestionarse que puede hacer para inducir al cliente a cambiar o que es lo que dentro del sistema mantiene el problema. Las intervenciones paradójicas se manifiestan como interpretaciones de por qué el paciente ha desarrollado los síntomas (redefiniciones relacionales del síntoma como conducta de protección por parte del paciente a favor de los demás miembros de la familia). Es importante aclarar que ninguna intervención paradójica puede surtir efecto si no media un pedido de ayuda perfectamente asumido. L. Hoffman señala que la contribución más importante del grupo de Milán no sea lo más evidente –la paradoja sistémica-, sino el trabajo de investigación para construir una hipótesis que explique la presencia de un síntoma en la familia y su conexión con el todo. En realidad, las intervenciones paradójicas vinculaban siempre el síntoma al hijo con las dificultades personales de pareja de sus progenitores. Pero en la atmósfera benévola de la denominada connotación positiva (ninguno de los padres ha pedido al paciente que se sacrifique, etc.), la intervención contenía un importante aspecto de revelación: las relaciones perturbadas entre los llamados miembros sanos de la familia habían influido negativamente en el paciente señalado. Mientras que las redefiniciones paradójicas en esa época se consideraban de modo instrumental, actualmente, se revalúa la agudeza de aquellas primeras tentativas de revelar fragmentos de películas de los juegos familiares.
  2. Invención de la prescripción invariable Se estructuró una prescripción que rompió un juego familiar que seguía siendo oscuro, confiando al cumplimiento de esa prescripción la tarea de hacerlo evolucionar en una dirección radicalmente distinta. El cambio se produjo después, cuando se decidió que esa prescripción, al actuar en múltiples niveles relacionales, podía interrumpir la trama de juegos que no era indispensable descifrar de antemano. Esa misma secuencia prescriptiva, comunicada sistemáticamente a todas las familias con hijos anoréxicos, y psicóticos, recibió el nombre de prescripción invariable.

etapa es la de una desaparición prolongada de la casa, de una semana a un mes, dejando sólo el habitual mensaje escrito, sin dar ninguna otra información ni tomar contacto alguno durante la desaparición. Los múltiples niveles en los que la prescripción actúa como intervención terapéutica son:

  1. La superioridad de la pareja parental. Esta intervención se efectúa mediante la estrategia de la despedida utilizada durante la primera sesión en lo referente a la primera generación, los abuelos, y durante la segunda en lo referente a los hijos.
  2. La jerarquización de los subsistemas. Al evitar manifestaciones verbales, el terapeuta marca fuertemente el sistema terapéutico como asimétrico, se rige por sus propias opciones ordenando la prescripción a los padres sin explicación alguna. La pareja, con sus salidas secretas, marcará asimetría del subsistema padres/hijos, comunicando a sus hijos el derecho de disponer de un espacio y un tiempo privados, que se arrogan sin pedir consentimiento.
  3. El contrato de colaboración celebrado con la segunda generación, los padres, por medio del secreto. Se va estableciendo aquí una relación terapéutica con la pareja parental, de un carácter totalmente nuevo con respecto al periodo paradójico. Los padres quedan profundamente comprometidos en un pacto con el terapeuta, que, en parte, es una explícita “alianza contra” las injerencias (de la familia extensa, por un lado, y de los hijos, por el otro), pero es sobre todo una “alianza pro” recuperación del hijo y bienestar de toda la familia. Comienzan así a disminuir las reticencias que durante el período paradójico caracterizaban, en un sentido de manipulación recíproca, la relación terapeutas-familia.
  4. El viraje continuo de la definición de la pareja. Se la trata alternativamente de parental y de conyugal, designada implícitamente como corresponsable de la patología del hijo paciente señalado y declarada explícitamente víctima del poder patológico de ese hijo. El hecho de citar crípticamente sólo a los padres se presta ya a distintas conjeturas: ¿se los cita como malos padres, que han hecho un mal a su propio hijo? ¿O por el contrario, se dejó en su casa al paciente señalado para que los terapeutas pudieran hablar de él con mayor libertad frente a los padres? Por último, citados como padres, se les pide regresar a su casa principalmente como pareja, instituida a través del respeto común del secreto (en cuya esfera el terapeuta se abstendrá de interferir, puesto que no preguntará qué hicieron durante las desapariciones). Por lo demás, los cónyuges dejarán de sospechar que el terapeuta se propone hacer que su relación sea idílica. En efecto, lo que pasa a primer plano son los apuntes, es decir la anotación de las realimentaciones provocadas en los demás por su obediencia de la prescripción.
  5. Cita exclusiva para los padres y prescripción del secreto En marzo de 1982, pocos meses después del Congreso de Heidelberg, Selvini Palazzoli y Prata, decidieron introducir una modificación fundamental en su método: la prescripción del secreto fue separada de aquella de las desapariciones nocturnas. Debía ser al finalizar la tercera sesión. Esto se modificó debido a la ruptura del secreto de un caso de los padres de un joven esquizofrénico crónico, lo que llevó al equipo en poner más énfasis en la importancia de la prescripción del secreto. Cuando éste no se cumplía, se hacía entender a la familia que guardar un secreto y respetar ese compromiso era inaceptable; por consiguiente, se indagaban las razones y se inferían roles del juego subyacente. Al separar el secreto de las desapariciones, se ponían en descubierto aquellos casos en donde el verdadero obstáculo era, precisamente, el secreto. Si en la tercera sesión los padres han respetado la prescripción del secreto, en la cuarta se designará coterapeutas a los padres, quienes recibirán la prescripción de las desapariciones nocturnas. Si la tarea se lleva a cabo con éxito, entonces se prescribirá la

prolongación progresiva de la duración de las desapariciones hasta la desaparición del síntoma y el consiguiente cambio del juego familiar.

  1. La prescripción de las desapariciones Al finalizar la cuarta sesión, después de haber cumplido la prescripción del secreto, los padres, designados coterapeutas, reciben la prescripción de las desapariciones. Como la prescripción es compleja, se les explica de forma detallada en lo que consiste dicha prescripción: desaparecer no es salir de casa únicamente, sino hacerlo a escondidas y sin avisar a nadie. Se insiste en cómo deben hacerlo para que los hijos no se den cuenta, y que después no estén al pendiente cuando desaparezcan. Por ello, no deben hacerlo los mismos días de la semana, ni a la misma hora, el que desaparezca no debe ser siempre el mismo cónyuge para que el hijo no adjudique la responsabilidad de esto a solo uno de los padres, es mejor como se mencionaba anteriormente que sea después de la tarde, cuando negocios están cerrados. Pero siempre es necesario no olvidar dejar una nota a los hijos. Si estos son menores de edad, dejarlos con alguien que pueda cuidarlos como una niñera. Las desapariciones tienen un doble efecto: directamente terapéutico, y para los terapeutas, informativo.
  2. Los padres salen de casa como dos adolescentes, sin pedir permiso a nadie y sin rendir cuentas de su tiempo (adoptando una conducta que no habían tenido anteriormente hasta el momento).
  3. Si el secreto no ha dado resultado, se rompen los vínculos de cada uno de los cónyuges que interfieren la relación conyugal. La quinta sesión permitirá constatar que raramente las reacciones más estrepitosas frente a las desapariciones provienen del paciente señalado.
  4. El paciente señalado, es puesto en el mismo plano que los demás, libre de todo engaño. El hecho de que los padres, al desaparecer de su casa, no le confíen el paciente señalado al hermano “famoso” libera a un tiempo, al primero, del rol de enfermo y al segundo, del rol de protector.
  5. En los casos de familias con más de un hijo, es común asistir, durante la ausencia de los padres, a la aparición de una complicidad fraterna, desconocida antes u olvidada hace años.
  6. En situaciones de un excesivo control recíproco, como ocurre en las familias con una hija anoréxica, el abandono del campo por los padres tiene unos efectos muy notables. Si se considera que el paciente señalado está en condiciones de cuidarse solo una noche por semana, no se entiende por qué debería ser vigilado las otras seis. Esto le permite al hijo seguir el ejemplo de sus padres y desinteresarse de los asuntos de ellos para dedicarse a los propios. Cuando la familia se rehúsa a cumplir la prescripción de las desapariciones, se hace necesario explorar hábilmente cuál sería la estrategia específica en el juego parental. Desaparecer de la casa, significaría ofender a muerte al propio confidente privilegiado, tratándolo con el mismo criterio que el paciente señalado y simultáneamente traicionarlo desapareciendo con el cónyuge. El terapeuta debe indagar acerca de qué es lo que realmente se oculta tras no aceptar la prescripción (el terapeuta deberá trabajar con aquél que esté más inclinado a aceptar la desaparición tratando de comprender cuál es el miedo del otro por el que se rehúsa a realizar la prescripción). Los padres con hijos violentos, suicidas o crónicos, temen que durante sus ausencias ocurran cosas inoportunas. Por ello, es necesario que el terapeuta explique que los riesgos pueden ser inevitables y que no es misión del terapeuta minimizar esos riesgos, pero aclarar que en base a la experiencia que se ha tenido, nunca se han presentado incidentes graves. Enseguida, los padres deberán asumir o no con consciencia la responsabilidad de los riesgos. Esto incluso si el paciente se vuelve

jugadas que inducen a confusión y que lo mantienen en el centro del interés de los hijos. En las familias con padres divorciados, se pueden configurar en torno de uno u otro de ellos, no necesariamente de aquel con quien los hijos viven, las mismas intrigas interactivas embrolladas que se describen en el caso de viudez, halagación o seducción por parte de un nuevo cónyuge a un hijo o una hija. La patología explota cuando un hijo es involucrado y se involucra en un embrollo relacional.

  1. La instigación La instigación, en el lenguaje corriente, envuelve una dimensión diádica lineal- causal: hay alguien que instiga, y alguien que es instigado, alguien que efectúa una acción, y alguien que la sufre. Pero las cosas no son tan simples. De acuerdo con el modelo conceptual que se ha adoptado, la hipótesis de que uno instigue a otro implica un nivel (cuando menos) tríadico: uno instiga a otro contra un tercero. Instigación, no es únicamente un acto o una serie de actos, sino un proceso: un proceso interactivo en devenir. Este proceso se encamina tácitamente al drama. En el caso de algunas familias en las que había pacientes con graves conductas psicóticas, resultó inevitable ir a la caza del fenómeno instigador más tarde de lo debido. Se trataba de familias cuya terapia ya estaba en curso en la época de las primeras intuiciones relacionadas con la instigación. Se buscó en etapas avanzadas de la terapia, donde las prescripciones a pesar de ser cumplidas, no generaban cambios satisfactorios. Con un sujeto que llega a ser sintomático en la infancia o adolescencia, la posible existencia de una acción instigadora por miembros de la familia extensa se indaga minuciosamente. En la casuística del grupo; en el momento en que las familias habían solicitado la ayuda, los pacientes señalados, fueran hombres o mujeres, tenían una edad que iba de los diecisiete a los veintiún años o algo más. Muy a menudo cargaban sobre sus espaldas un pasado de chicos superprotegidos a causa de enfermedades físicas, tratamientos de rehabilitación por una pequeña discapacidad, intervenciones de psicólogos que habían recomendado que había recomendado que “los rodearan de amor”, situaciones, como se puede argumentar, capaces de habituarlos a sentirse especiales y también liberados de muchas responsabilidades. A veces resultaba de nuestra encuesta que hijos únicos estaban rodeados de un tropel de abuelos, tíos y tías solteronas, que proclamaban haberlos amado siempre y tratado con gran ternura. Cuando asisten a terapia, el paciente identificado presenta una trayectoria llena de fracasos, tanto académicamente como en su vida social o laboral. Los padres se encuentran exasperados, pero al mismo tiempo confundidos por las opiniones de los otros. Después de la observación del circuito instigador delimitados por puntuaciones arbitrarias, se diseñaron curvas en sentido recursivo, donde se podía observar, en concreto, un fenómeno interesantísimo: el retorno de la acción instigadora a la persona que presumiblemente la había comenzado. A este fenómeno se le dio el nombre de “efecto búmeran”.
  2. El juego de la pareja parental y las modalidades con que se involucra el paciente señalado. El uso de las prescripciones actuó como herramienta desorganizadora del juego de la pareja y productora, por ende, de conductas informativas. En varias situaciones con las familias en las que se trabajó, se dieron cuenta que el paciente señalado logra captar el juego de los padres y comienza a jugarlo también, provocando una presión en ellos para que den la finalización del juego rompiendo con la prescripción. De esta forma, el hijo pasaba a convertirse en el defensor del territorio, el custodio de las buenas costumbres (la amenaza), el revisor de las cuentas. Además de los padres que competían para acaparar

al paciente señalado. De esta forma es cómo fue que cada paciente señalado se involucró en el juego específico de sus padres. No obstante, descubrieron la importancia de saber captar a tiempo las razones de la reticencia, ya que eso podía ayudar a prevenir el rechazo de la prescripción.

  1. La metáfora del juego El objetivo del juego, considerado como metáfora, consiste en definir cada vez mejor los tipos de procesos que llevan a un sujeto a actuar psicóticamente. Tratando de construir modelos de los procesos psicóticos de la familia. Por modelo se entiende, por lo general, la formalización o la manifestación de una explicación científica (teoría científica). El concepto del juego, engloba las relaciones de los miembros del sistema familiar, las creencias que se tienen unos de otros, de la familia en general, y de sí mismos. El juego regula el funcionamiento del sistema familiar y se desarrolla a lo largo de muchos años antes de consolidarse en un conjunto de reglas, valores, creencias y rutinas que dictan las conductas e interacciones de la familia y que pueden heredarse de generaciones anteriores. Cuando se adscribe a los miembros del grupo familiar roles y funciones que ya no corresponden a los requisitos del momento evolutivo que atraviesan (el juego deja de ser adaptativo para convertirse en patológico). Para cambiar las conductas problemáticas, el terapeuta deberá modificar el sistema familiar de creencias, teniendo en cuenta que creencias y conductas se influyen recíprocamente. Un juego es siempre el producto de las intervenciones alternadas de los jugadores, quienes motivados para ganar, como individuos o como grupo, y dentro de las reglas explícitas aceptadas consensualmente, hacen de tanto en tanto su movida consecuente con la movida adversaria (no separa a los individuos de las interdependencias recíprocas, ni tampoco a la independencia de los individuos) los considera como interdependientes y relativamente imprevisibles. En un sentido más específico, el hecho de pensar en función del juego impidió seguir ignorando a los individuos, como era característico del pensamiento sistémico. Movidas y estrategias individuales pasaron al primer plano. El holismo había traído al funcionalismo, la idea de que las conductas de los subsistemas sirven para la supervivencia/unidad del conjunto (el paciente se sacrifica por su familia manifestando el síntoma). Esto es, como dice Bogdan, que el problema del paciente señalado es funcional y sirve para proteger a la familia. La finalidad de la terapia es poder romper con el juego. No hay que olvidar, que no solo en las familias patológicas se presentan los juegos, en todas las familias no jugar es imposible. Todo grupo con historia no puede no organizar su propia interacción.
  2. Construcción de modelos diacrónicos La utilización de la serie invariable de prescripciones representó una estrategia de investigación de una fecundidad insospechada, que no sólo permitió sacar a la luz fenómenos subterráneos y sutiles como la instigación y el embrollo, sino que nos dio así mismo la posibilidad de redescubrir al individuo y sus estrategias. El resultado más significativo del nuevo modo de trabajar fue el paso adelante que dimos en la construcción de modelos de los juegos familiares. El proceso interactivo que da origen a la psicosis. Los equipos siguientes, pasaban de una familia psicótica a la siguiente, y las redundancias de cada familia saltaban a la vista con total evidencia ahora que se les veía a todas desde una perspectiva de una referencia constante dada por la serie invariable de prescripciones. El primer estadio del proceso psicótico: el impasse en la pareja conyugal. Entendemos por juego de impasse aquel en el cual los dos adversarios, al igual que los dos jugadores de una partida de ajedrez, parecen destinados a afrontar eternamente una
  1. factores específicos de la cultura occidental.
  2. modalidad organizativo-evolutiva (proceso) de las interacciones de la familia. Según Mara S. La anorexia nerviosa es considerada como un síndrome de una sociedad solvente. En los países de tercer mundo donde el alimento es escaso, la literatura médica no refiere casos de anorexia nerviosa. Por el contrario que en países sumamente occidentalizados como lo es Japón. La abundancia del alimento ofrecido con profusión o hasta impuesto, parece uno de los primeros factores sociales primarios causantes de la anorexia. Esto va acompañado de una moda: la delgadez (específicamente femenina). A ese doble factor sociocultural se agregan otros dos: el desplazamiento de los hijos de una posición relativamente periférica en la familia a una posición de centralidad absoluta. Y el segundo factor, es la prolongación creciente de la etapa de dependencia de los hijos con respecto a sus padres, con la consiguiente postergación de la responsabilidad de estos últimos. Para describir el proceso anoréxico en la familia hemos elegido como punto de partida, una vez más, el juego de la pareja parental. En él, cada padre inflige al otro cierto tipo de provocaciones, sin lograr obtener una respuesta apropiada. Una vez esbozada la configuración general del juego de pareja, podemos seguir adelante, esquematizando en seis estadios sucesivos el proceso interactivo familiar que desemboca en la conducta anoréxica.
  3. el primer estadio es el juego antes descrito de la pareja parental. En la situación de impasse están involucrados, casi sin excepción, miembros de las familias extensas.
  4. el segundo estadio es el siguiente: la hija que llegará a ser anoréxica se implica precozmente en el juego de los padres.
  5. con la llegada de la adolescencia de la futura paciente señalada ocurren algunos hechos decisivos, que cambian la percepción que la muchacha tenia de su padre, o la empujan más hacia él.
  6. en este período de malestar relacional intenso tiene lugar el acontecimiento dieta.
  7. el quinto estadio está marcado por el viraje paterno, la hija se siente traicionada por el padre. Sus sentimientos por él se transforman en rencor, a veces en desesperación y desprecio. Entonces, disminuye su alimentación llevándola a niveles absurdos. Solo así podrá humillar a su madre y mostrarle a ese cobarde de su padre que es lo que ella, su hija, es capaz de hacer.
  8. en el sexto estadio el juego familiar continúa mediante aquello que hemos dado en llamar estrategias basadas en el síntoma. La paciente señalada, por su lado, ha descubierto el increíble poder que le confiere el síntoma, que le permite reconquistar aquella posición de privilegio ilusorio de la cual gozaba en su infancia y pre adolescencia.
    1. Algunas observaciones sobre las conductas psicóticas en la infancia Se le atribuía al paciente señalado como la víctima pasiva que carecía de posibilidades para la evolución debido a la privación del afecto que necesitaba. Las averiguaciones de las primeras sesiones nos ponían por delante intrincados juegos de relaciones que se remontaban a varias generaciones. En ellos, los padres del paciente señalado parecían severamente involucrados y ellos mediante vínculos muy frustrantes: esto hacia creíble que hubiesen descuidado la importancia afectiva que había que dar al hijo, por cuanto estaban comprometidos emotivamente con respecto a su propio pasado familiar, tan vivo aún en el presente que las más de las veces constituía el núcleo esencial de la impasse conyugal. Si se hubiese considerado al niño psicótico como un individuo gravemente carenciado, el hecho de modificar el juego familiar en marcha, no habría llenado sus lagunas evolutivas. La literatura relacional ha definido el síntoma psicótico como un ataque encubierto del hijo contra los padres. Los resultados, mostraban que los padres no

reaccionaban del mismo modo ante ese ataque. El ataque del paciente afectaba más a la madre.

  1. Psicosis de la adolescencia e impasse de la pareja El paciente señalado psicótico, durante la adolescencia se encuentra ante una grande confusión respecto del comportamiento de su padre. Por una parte, el padre lo instiga en contra de la madre y al momento en que el desea rebelarse en contra de ella, el padre ya no lo apoya y se solidariza con la madre (dándole a entender al hijo que ahora está del lado de su esposa). Todo esto contradice el estereotipo que se tiene respecto del padre independiente, temible y fuerte, mostrándose más bien tolerantes hasta el absurdo, pasivos y pusilánimes, como opción estratégica dentro del impasse conyugal.
  2. Cuando un cónyuge trae un hijo al mundo como una movida en el juego de pareja La cantidad de madres y padres que parecen desvivirse de amor por su hijo, a quien dedican con devoción gran parte de sus propias energías, es notoriamente elevada. Es muy común que uno de los cónyuges aprecie a su hijo debido a que tiene las cualidades que al consorte le faltan y se enorgullezca de ello. Esta fue la causa para reconstruir el juego descrito enseguida. Se trata de casos en donde uno de los cónyuges se ha sentido humillado y se siente sin posibilidades de rebelarse ante el otro, en pocas palabras, piensa que no tendrá éxito en nada de lo que haga en cuanto a la relación con el otro. Aquél que cae en esta trampa, está obligado a tener que inventar una estrategia para poder salir de ella. Esta estrategia está compuesta de movidas que se van espaciando en una secuencia temporal. Durante la primera infancia del hijo, las tácticas del padre procreador son siempre iguales. En nombre de las sagradas necesidades del hijo el padre “procreador” llega fácilmente a: a) negar al cónyuge algunas prestaciones (que nunca solo, habría podido negarle) b) extorsionar al cónyuge algunas concesiones (que nunca, solo, habría osado exigirle). Durante la segunda infancia y adolescencia se irán haciendo más complejas estas tácticas. Se referirá más específicamente a las modalidades pedagógicas y se adaptarán a las características naturales del hijo. En la relación con su hijo, el “padre procreador” se presentará como el opuesto del cónyuge (tan tolerante, tan atento como distraído del otro, tan disponible como expeditivo el otro, etc.). Además, se las ingeniará para descubrir y potenciar en el hijo algunas cualidades que según él le faltan al compañero, como su destinase a su propio hijo a convertirse en una suerte de antítesis triunfal. Se requiere además, de la conducta “no procreador” del padre para que así el hijo logre conquistar al padre.
  3. Coordinación de las sesiones y proceso terapéutico Ante las familias, se pretende indagar qué es lo que no ha funcionado en las relaciones. Para ello, el terapeuta pide ayuda a la familia y explica las líneas directivas con las que pretende trabajar. El terapeuta, de esta forma comienza a afrontar el problema de las mentiras y la reticencia de la familia. El hecho de que individualmente no quieran hablar sin ambages se determina en tres niveles como mínimo:
  4. como consecuencia de la no motivación para la terapia de todos o de algunos miembros de la familia.
  5. como consecuencia del encubrimiento del juego familiar. La reticencia individual de los miembros casi nunca se dirige al terapeuta. El hecho de que no hablen o mientan es coherente con un juego que los impulsa a no “descubrir sus propias cartas” frente a los demás jugadores.
  6. como consecuencia de las necesidades autodefensivas de los individuos, que los llevan asumir actitudes de negación de la realidad o de autoengaño. A menudo la reticencia es, pues, fruto de una confusión o incapacidad efectiva de asociar significativamente hechos,

parental. Y de qué modo él ha elaborado su lectura personal de esos problemas. Es por ello, que no se muestran los problemas de los padres en las primeras sesiones, para evitar agravar los ataques y el comportamiento de los hijos. Decir que el paciente se comporta como un tonto no sólo tiene la finalidad de devolverle el sentido de su responsabilidad, sino que es fundamental para compensar la culpabilización de la pareja parental.

  1. Construcción de modelos sincrónicos La construcción de modelos diacrónicos había resultado de gran ayuda para la elaboración de hipótesis y para la coordinación de la encuesta. La necesidad de crear modelos sincrónicos apareció inmediatamente después. Esa necesidad surgió de las situaciones en las cuales la amenaza de un fracaso urgía la exigencia de comprender qué podía estar sucediendo. La característica sustancial de esos modelos sincrónicos fue la inclusión necesaria del terapeuta. En efecto, nacidos de situaciones dificultosas de tratamientos en curso, esos modelos tendían a hacer inteligible al terapeuta todo aquello que estaba sucediendo en las sesiones en relación con él. Esa comprensión permitiría inferir los fenómenos interactivos subyacentes en la impasse y encontrar el modo de superarlo. Estos modelos eran utilizados precozmente para el tratamiento terapéutico los cuales permitirían: a) observar la posición de los distintos miembros de la familia frente a la terapia y frente al terapeuta respectivamente; b) inferir la posición de cada uno en el juego; c) captar y aventar incipientes estrategias peligrosas. Se trata de pensar, con un movimiento de avance y retroceso, similar al de la lanzadera de un telar formando una trama entre la aplicación del modelo diacrónico a una familia de fuera y la aplicación del modelo sincrónico a un sistema terapéutico aquí y ahora. La familia y el terapeuta son actores, y el equipo es conceptualizador de todo lo que sucede.
  2. Autoterapia de la pareja parental Después de haber pasado por distintas etapas, el método clínico, permitía convertir un obstáculo en un trampolín para convertir a la pareja patogénica en una pareja terapéutica (cura a su hijo, y al mismo tiempo se cura a sí misma) cambiando su modalidad relacional. El modo más conocido fue la táctica que tuvo el nombre de connotación positiva, que consistía, no sólo en no criticar, sino también en destacar el lado apreciable de las conductas de todos los miembros de la familia, incluidas las del padre y la madre. Esta táctica abría la puerta a la llamada prescripción paradójica de la conducta sintomática. Basta pensar en la “estructura lógica” de la paradoja como reformulación elaborada que destaca el sacrificio del paciente señalado, quien con sus síntomas impide el estallido de graves problemas en la vida de los padres (a quienes, de este modo, ¡no se les daba precisamente una connotación positiva!). En la década de los 70's el equipo experimentó un método distinto del de la connotación positiva en algunos de sus familias con pacientes anoréxicas. Este método consistía en designar “pacientes” a los padres del paciente señalado y en hacerlo precisamente en aquellos casos en que, transcurridas cuatro o cinco sesiones con la familia completa, no sólo no se perfilaban cambios satisfactorios, sino que aparecía en primer plano el malestar de una antigua conflictualidad entre los padres, penosa para todos. En esos casos, al término de una sesión, el terapeuta despedía a los hijos quienes ya habían puesto todo su esfuerzo en ayudar a los padres. Los padres habían intuido que si el hijo abandonaba el síntoma y su conflicto seguía inalterable. Por eso, preferían mostrarse como pareja irremediable, devolviendo al equipo la tarea que le competía: curar a su hijo. No se acusa ni excluye a los padres, se les valoriza, recuperándolos para una

colaboración activa en un proceso de cambio. Aquellos padres que llegan a luchar y a padecer juntos para salvar a su hijo, más que en coterapeutas de ese hijo, se convierten en los agentes del cambio de su propia relación.

  1. Terapia y cambio La comprensión de aquello que hace cambiar es crucial para investigación en psicoterapia. Pensemos en el abandono de la tradicional óptica psicoanalítica y en el paso al “comunicacionalismo” (enseñar a comunicar correctamente parecía insustancial con la complejidad de los fenómenos psicóticos, cuyo trastorno comunicativo era sólo una de sus manifestaciones). La teoría del cambio que sirve de base a la óptica semiholística y a los métodos paradójicos, rompió radicalmente con la clásica concepción de la psicoterapia regulando nuevos aprendizajes cognitivos y emotivos. El cambio es determinado por la alteración de la visión que la familia tiene del mundo, el cambio es un salto (entendido como crecimiento personal, toma de conciencia, aprendizaje progresivo). Metafóricamente hablando podemos decir que el terapeuta es un cazador. Las terapias paradójicas se basan en la inducción de crisis negando un rol del terapeuta como guía de un proceso de atención y curación (rol que lo convertiría en una nodriza). La investigación actual se encamina a lograr una nueva síntesis entre terapeuta “cazador” y terapeuta “nodriza”. Cuando asiste toda la familia en las primeras sesiones prevalece la inducción de crisis (caza), cuando se da la prescripción y se vuelven coterapeutas haciendo una alianza con el terapeuta (crianza). Las reacciones de todos ante esta alianza y las prescripciones lograrán reiniciar la “caza” de la impasse de la pareja y del juego familiar. Por otro lado, se usa la metáfora del juego para simbolizar el trabajo, lo que sirve para enfocar los procesos psicóticos. Las movidas metajuego consisten en que el terapeuta asume una actitud que contrasta con una creencia fundamental de la familia: la del que el hijo paciente es un enfermo. El terapeuta asume que cualquier conducta es comprensible desde el punto de vista interactivo, frente a conductas que no parezcan comprensibles (profundizando la indagación del contexto interactivo). Una movida de metajuego que afecta la impasse de la pareja parental resulta decisiva para la evolución de un juego disfuncional. Es decir que, cuando la movida de la solicitud de terapia familiar es jugada por uno de los cónyuges contra el otro, existe un alto riesgo de que la jugada entre en un callejón sin salida. El segundo nivel de las movidas metajuego lo constituyen las prescripciones. El tercer nivel de la movida metajuego es la revelación del juego (los padres parecen perfectos pero ninguno se enfrenta al otro y tal vez ni contra ellos mismos explicando los verdaderos motivos de su sufrimiento). Ambos han perdido la esperanza de poder confiarse, abrirse al otro y ser comprendidos. El terapeuta debe buscar respuestas junto con la familia mostrando disposición emotiva y comprensión por lo que están pasando. Este modelo permite acercarse a la familia de una forma mucho más cercana sin arrogancia y con colaboración.
  2. La barrera infranqueable de la impasse de la pareja Este fenómeno “impasse de pareja” (la modalidad de la relación de aquellos padres que solicitan ayuda a causa de un hijo con graves trastornos, es el núcleo resistente, el pasaje más arduo de toda la investigación. La impasse es oculta, mientras que el conflicto es lo que se muestra dándoles al mismo tiempo un desahogo indirecto. El eje sustancial del impasse de la pareja es el miedo enorme que un cónyuge siente del otro, miedo que no manifiesta ni admite, probablemente por miedo de caer en sus manos y que el otro se aproveche, lo que atormenta al otro cónyuge. Pero éste, sin embargo, lo intuye y se pone en guardia sin hablar del asunto. Lo que le impulsa a actuar de este modo es que también

Elementos que son fundamentales en la intervención psicoterapéutica bajo este modelo La terapia se realiza en cinco etapas: 1.- Los terapeutas revisan el caso o la ficha clínica 2.- Inicia la sesión donde se obtiene información 3.- Todo el equipo discute lo que ha ocurrido durante la sesión 4.- Los terapeutas dan las conclusiones y observaciones que se hicieron con el equipo 5.-Dan cierre a la sesión retroalimentación, y conclusiones finales. Contraparadoja: Da un mensaje erróneo con la finalidad de cambiar la secuencia. Prescripción de la desaparición: se da la tarea a los padres de que desaparezcan para lograr cambiar el comportamiento de los hijos Intervención de entrevista: Preguntas circulares en donde el objetivo es exponer lo que no se ha manifestado y que probablemente no está consciente. Se pregunta a cada uno que es lo que opina de lo que el otro dijo (generando una metacognición) Se deben romper los mitos familiares La connotación positiva: se prescribe el síntoma, se connota positivamente el síntoma. A indagar: -Juego familiar (creencias, alianzas, coaliciones, exclusiones, triangulaciones) -Reglas que están permitidas o no -Cómo es la relación e interacción desde el síntoma que se presenta -Cuáles son las secuencias que la familia sigue -Patrones recursivos cada caso. Este equipo se integraba por dos coterapeutas: un hombre y una mujer (lo que permite evitar caer en estereotipos de género) y detrás se encontraba el equipo de supervisión, quienes observaban constantemente lo que ocurría dentro de la sesión para enseguida poder apoyar a los coterapeutas y trabajar en conjunto obteniendo una visión y perspectiva mucho más enriquecedora. Mientras los terapeutas están dentro de la sesión, es importante que se observen a sí mismos, mientras a su vez son observados (doble nivel de observación permitido por la supervisión directa). Finalmente, este modelo sistémico me parece muy interesante y sobre todo una propuesta aún vigente. Poder comprender las formas paradojales de la interacción que se presentan en las familias (al comunicarse dentro y fuera de la terapia), descubrir sus secretos, sus miedos a través de los juegos relacionales, romper la reticencia y aún más lograr lo más importante que es modificar el juego, representa un gran reto para el terapeuta. Mapa explicativo del modelo:

Bibliografía: Selvini Palazzoli, Mara et. al. (1990) los juegos psicóticos en la familia Barcelona: Paidos. Selvini Palazzoli, Mara et. al. (2012) Paradoja y contraparadoja: un nuevo modelo en la