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Resumen de más allá del principio del placer, Resúmenes de Psicoanálisis

Resumen de más allá del principio del placer

Tipo: Resúmenes

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FREUD. Más allá del principio de placer. 1920.
I. “Más allá del principio de placer”
Base económica del psicoanálisis.
Principio de constancia o de “nirvana”. El aparato anímico se afana por mantener lo más baja
posible, o al menos constante, la cantidad de excitación presente en él. De tal manera que
todo lo que sea apto para incrementar la excitación será sentido como displacentero.
-Principio de placer (PP). El placer y displacer se refieren a la cantidad de excitación
presente en la vida anímica. Así, el displacer se refiere al aumento de esa cantidad y, el
placer, a una reducción de ella. Sin embargo, cabe aclarar que no existe una
proporcionalidad simple o directa entre la experiencia de estas sensaciones y las
alteraciones en la cantidad de excitación. El factor decisivo, con respecto a la
sensación, es probable que sea la medida del incremento o reducción en un período
de tiempo.
El no-imperio del principio de placer. Por formularlo de otra manera “existe una fuerte
tendencia al principio de placer, pero ciertas otras fuerzas o constelaciones la contrarían, de
suerte que el resultado final no siempre puede corresponder a la tendencia al placer.” En tanto
que la mayoría de los procesos anímicos no van acompañados de placer o llevan a él.
-Tendencias que contrarían al placer.
1) Principio de realidad (PR). Tiene el carácter de una ley y, bajo influjo de las pulsiones
de autoconservación del yo, releva lentamente al principio de placer . Sin embargo, y
como es sabido, no resigna el propósito de una ganancia final de placer, solo consigue
posponer la satisfacción y tolerar provisionalmente el displacer. (aunque el PP
prevalece sobre las pulsiones sexuales).
2) La represión. Surge de los conflictos y escisiones producidos en el aparato anímico
mientras el yo se desarrolla. Los conflictos derivan de que no todas las mociones
pulsionales congénitas se admiten en una misma fase del desarrollo, por sus metas o
requerimientos. En ese sentido, ciertas pulsiones, totales o parciales, se muestran
inconciliables con las restantes que pueden conjugarse en la unidad del yo
(egosintónicas). Así, son separadas de esa unidad. Estas mociones son relegadas a
estadios inferiores del desarrollo psíquico y se les corta, en un comienzo, la posibilidad
de alcanzar la satisfacción. Si de alguna forma lo consiguieran de forma directa o
sustitutiva, en lugar de vivirse como placentero el yo lo sentirá como displacer
(egodistónico). Quiero recordar que estas mociones suelen sexuales.
3) REMITIRSE AL APARTADO DE JUEGOS INFANTILES.
Si bien es cierto existen otras experiencias de displacer puede que se traten de un
displacer de percepción que no contradice al imperio del principio de placer. Puede
tratarse del esfuerzo de pulsiones insatisfechas, o de una percepción exterior penosa o
percibida como “peligro”. En su mayoría pueden ser reconducidas al principio de placer o
de realidad.
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FREUD. Más allá del principio de placer. 1920.

I. “Más allá del principio de placer” Base económica del psicoanálisis. Principio de constancia o de “nirvana”. El aparato anímico se afana por mantener lo más baja posible, o al menos constante, la cantidad de excitación presente en él. De tal manera que todo lo que sea apto para incrementar la excitación será sentido como displacentero.

  • Principio de placer (PP). El placer y displacer se refieren a la cantidad de excitación presente en la vida anímica. Así, el displacer se refiere al aumento de esa cantidad y, el placer, a una reducción de ella. Sin embargo, cabe aclarar que no existe una proporcionalidad simple o directa entre la experiencia de estas sensaciones y las alteraciones en la cantidad de excitación. El factor decisivo, con respecto a la sensación, es probable que sea la medida del incremento o reducción en un período de tiempo. El no-imperio del principio de placer. Por formularlo de otra manera “existe una fuerte tendencia al principio de placer, pero ciertas otras fuerzas o constelaciones la contrarían, de suerte que el resultado final no siempre puede corresponder a la tendencia al placer.” En tanto que la mayoría de los procesos anímicos no van acompañados de placer o llevan a él.
  • Tendencias que contrarían al placer.
  1. Principio de realidad (PR). Tiene el carácter de una ley y, bajo influjo de las pulsiones de autoconservación del yo, releva lentamente al principio de placer. Sin embargo, y como es sabido, no resigna el propósito de una ganancia final de placer, solo consigue posponer la satisfacción y tolerar provisionalmente el displacer. (aunque el PP prevalece sobre las pulsiones sexuales).
  2. La represión. Surge de los conflictos y escisiones producidos en el aparato anímico mientras el yo se desarrolla. Los conflictos derivan de que no todas las mociones pulsionales congénitas se admiten en una misma fase del desarrollo, por sus metas o requerimientos. En ese sentido, ciertas pulsiones, totales o parciales, se muestran inconciliables con las restantes que pueden conjugarse en la unidad del yo (egosintónicas). Así, son separadas de esa unidad. Estas mociones son relegadas a estadios inferiores del desarrollo psíquico y se les corta, en un comienzo, la posibilidad de alcanzar la satisfacción. Si de alguna forma lo consiguieran de forma directa o sustitutiva, en lugar de vivirse como placentero el yo lo sentirá como displacer (egodistónico). Quiero recordar que estas mociones suelen sexuales.
  3. REMITIRSE AL APARTADO DE JUEGOS INFANTILES. Si bien es cierto existen otras experiencias de displacer puede que se traten de un displacer de percepción que no contradice al imperio del principio de placer. Puede tratarse del esfuerzo de pulsiones insatisfechas, o de una percepción exterior penosa o percibida como “peligro”. En su mayoría pueden ser reconducidas al principio de placer o de realidad.

II. Ford - da Expresiones en relación con el objeto de peligro.

- La angustia. “Designa cierto estado como de expectativa frente al peligro y preparación para él, aunque se trate de un peligro desconocido”. - Miedo. Requiere un objeto determinado, en presencia del cual uno lo siente - Terror. Es el estado en el que se cae cuando se corre peligro sin estar preparado: destaca el factor sorpresa. **Neurosis traumática.

  • Por la vía del sueño.** El enfermo es reconducido una y otra vez a la situación de su accidente, el cual lo despierta con renovado terror. Así, se creería que el enfermo está fijado psíquicamente en el trauma. - En la vigila. Sin embargo, es poco frecuente que los enfermos de neurosis traumática frecuenten en vigilia el recuerdo de su accidente. Quizá se esfuercen por no pensar en él. - El sueño no traumático. Hay quienes tienen neurosis traumática y sin embargo su sueño no parece revivenciar el trauma, sino, en su lugar presenta al enfermo imágenes del tiempo en que estaba sano o de su esperada curación. (Freud dice que esto es susceptible de disuadir la tesis de que el sueño es cumplimiento del deseo, no entiendo porque) Juegos infantiles. Las teorías que se esfuerzan por colegir los motivos que llevan al niño a jugar no lo hacen dando precedencia al punto de vista económico, vale decir, a la ganancia de placer.
  • Repetición. Se advierte que los niños repiten en el juego todo cuanto les ha hecho gran impresión en la vida.
  • Rol activo y satisfacción de un impulso.
  • Ser Mayores. Es bastante claro que los juegos están presididos por este deseo dominante.
  • Lo displacentero de la vivencia no siempre se vuelve inutilizable para el juego. La ganancia de placer proviene de otra fuente. Fort-da. El juego representa la renuncia pulsional del niño (renuncia a la satisfacción pulsional) que se traduce en admitir sin protestas la partida de la madre. Para resarcirse, escenificaba, con los objetos a su alcance, ese desaparecer y regresar. - In-Conciliación con el PP. El juego escenifica la desaparición de la madre, escena que en ningún sentido puede ser entendida como placentera o indiferente. El primer acto, el de la partida (Fort) es escenificado con frecuencia solo, por lo que no se debe entender a este como la condición previa al placer que trae el regreso del objeto.

repetición. Por lo general, esta parte no puede ser ahorrada. El medico debe dejarle revivenciar cierto fragmente de su vida olvidada, dejando que a la par se conserve cierto grado de reflexión en virtud de la cual esa realidad aparente pueda individualizarse como reflejo del pasado propio olvidado. Con esto se habrá ganado el convencimiento del paciente y el éxito terapéutico depende de aquel. La resistencia a la cura. No proviene de lo “reprimido” o inconsciente, en realidad, estos contenidos no ofrecen resistencia alguna, más bien no buscan otra cosa que irrumpir en la consciencia. En su lugar, la resistencia proviene de los estratos y sistemas de la vida psíquica que en su momento llevaron a cabo la represión. Sin embargo, estas resistencias son inconscientes al inicio de la cura, por lo que se optará por una nueva denominación:

  • En lugar de oponer lo consciente de lo inconsciente. Se opta por oponer el “yo” de lo “reprimido”. Así, se podría decir que la resistencia del analizado parte de su “yo”.

Siendo la “la compulsión a la repetición” adscrita a lo reprimido inconsciente. Entendemos que es probable que no pueda exteriorizarse antes de que la represión se haya aflojado. Sin embargo, algunos contenidos aquí referenciados corresponden a vivencias pasadas que no contienen posibilidad alguna de placer , que tampoco en aquel momento pudieron ser satisfactorias, ni siquiera de las mociones pulsionales reprimidas desde entonces. Es posible que en un principio estuvieran destinadas a la obtención de placer, pero, en lugar de eso se obtuvo displacer y esto es lo que busca ser repetido. Conflictos revivenciados. Freud, da a entender, que estas experiencias suelen poder situarse en conflictos edípicos o de la sexualidad infantil (sobre todo en lo que respecta a la exploración sexual). - “Ahora bien, los neuróticos repiten en la trasferencia todas estas ocasiones indeseadas y estas situaciones afectivas dolorosas, reanimándolas con gran habilidad.Se creería que produciría menor displacer si emergiera como recuerdo o un sueño y no como experiencia nueva. - Aunque es menos sorprendente cuando el actor tiene un rol activo en la vivencia, con esto también nos referimos a los actores que tienen un rol pasivo. Sobre determinación de los fenómenos. “Debemos admitir, es cierto, que sólo en raros casos podemos aprehender puros, sin la injerencia de otros motivos, los efectos de la compulsión de repetición.” Incluso a veces se puede encontrar un intimidad con la ganancia pulsional paralela. IV. La consciencia La consciencia y las huellas mnémicas. Freud expone que es inconciliable el devenir- consciente y el dejar una huella mnémica. En ese sentido, lo devenido consciente excitatorio (de los sentidos) no deja una huella duradera; por el contrario, todas las huellas mnémicas, o huellas en las que se apoya el recuerdo, se producirán por la propagación de la excitación a los sistemas internos contiguos y por la excitación de ellos mismos. El sistema consciente surge precisamente porque sus elementos no dejan una alteración permanente tras sí. Esta desviación de la regla general de las impresiones se debe principalmente a que este sistema choca directamente con el mundo exterior.

  • “Protección antiestímulo”. Para el organismo vivo, la tarea de protegerse contra los estímulos es casi más importante que la de recibirlos. Para esta labor, el organismo tiene una reserva energética propia y internamente se despliegan formas particulares de transformación de la energía. En los organismos superiores. Los órganos sensoriales contienen dispositivos para recibir señales específicas, pero, además, particulares mecanismos preventivos contra la hiperestimulación y el apartamiento de estas variedades.
  • Excitaciones interiores de la consciencia. A diferencia de los estímulos externos, las excitaciones internas están imposibilitadas de una protección antiestímulo. Es decir, que las excitaciones de los estratos más profundos se propagan hasta el sistema de manera directa y desmedida; a la par de ciertos caracteres de su decurso que producen la serie de las sensaciones de placer y displacer. Al ser de esta manera, se pueden determinar dos cosas: 1) La prevalencia de las sensaciones de placer y displacer (indicios de procesos internos) sobre todos los estímulos externos. 2) Una orientación de la conducta con respecto a las excitaciones internas que produzcan una multiplicación de displacer demasiado grande. Se las trata como si no obrasen desde dentro sino desde fuera a fin de aplicarles un medio defensivo de la protección antiestímulo (proyección). Trauma. Son las excitaciones externas que poseen la fuerza suficiente para perforar la protección antiestímulo. Los traumas provocan que, en un primer momento, el principio de placer quede abolido pues no puede impedir la enorme cantidad de estimulo ingresante. La tarea será ligar los estímulos para su futura tramitación.
  • Los productos del trauma. Se deben a la perforación de la protección de la barrera antiestímulo en una zona específica. En aquella zona, se movilizan energías de investidura de todas partes con el fin de crear una correspondiente con la ruptura. A esta llamaremos “Contrainvestidura” y en favor a esta se empobrecen todos los otros sistemas psíquicos.
  • Ligazón. Los sistemas con elevada investidura tienen la capacidad de recibir nuevos aportes de energía fluyente y “ligarlos” a energías quiescentes. Por el contrario, mientras menos investidura se estará menos capacitado de recibir la energía y serán más violentas las consecuencias del trauma.
  • La angustia. La angustia consiste en la última barrera de protección antiestímulo, en tanto ella tiene una sobre-investidura en los sistemas recipientes tiene una gran capacidad de ligazón.
  • Los sueños traumáticos. Son sueños que se alejan momentáneamente de la función del “cumplimiento alucinatorio del deseo”. Freud piensa que su nueva función es la de restablecer el imperio del principio de placer. Los sueños buscan recuperar el dominio

1) Las pulsiones de autoconservación, de poder y de ser reconocido caen por tierra , ahora solo pueden ser entendidas como parciales que aseguran la muerte peculiar del organismo y aleja otras posibilidades. 2) el organismo sólo quiere morir a su manera . Esto explica porque el organismo tiene el afán de evitar la meta vital por el camino más corto (vía inteligente) y en su lugar lucha con su máxima energía contra las influencias externas que lo llevan por este camino (vía pulsional) La excepción. No todos los organismos son empujados por el exterior para desarrollarse de un modo cada vez más avanzado. Aun hoy existe especies que pertenecen a estadios previos de los animales y plantas superiores. Las pulsiones sexuales. Son “las pulsiones que vigilan los destinos de los organismos elementales que sobreviven al individuo, cuidan por su segura colocación mientras se encuentran indefensos* frente a los estímulos del mundo exterior, y provocan su encuentro con las otras células germinales, etc.,”.

  • Se podrá decir que son conservadoras. Puesto que 1) espejan estados anteriores de la sustancia viva, incluso en mayor medida pues son particularmente resistentes a injerencias externas. 2) también en otro sentido, pues conservan la vida por lapsos más largos. VI. Algunas reflexiones a la luz de lo anteriormente expuesto Sin embargo, la conclusión que estatuye una tajante oposición entre las “pulsiones yoicas” y las pulsiones sexuales, siendo que las primeras se esfuerzan en la muerte y las segundas en continuar la vida, resulta insatisfactoria en muchos aspectos. Además, solo de las primeras podemos reclamar el carácter conservador, o regrediente, de la pulsión que corresponde a la compulsión a la repetición (dado que las pulsiones sexuales, en su función genésica, prolonga la vida y le confiere apariencia de inmortalidad a las células germinales, no al soma o cuerpo. Contrario a lo que se dijo anteriormente (tesis de Weismann). Parece ser que en los seres unicelulares la muerte no existe (en tanto que la célula germinal, individuo y órgano reproductor son los mismos). sin embargo, la reproducción parece ser primordial, ósea, la propiedad primordial de toda materia viva.
  • Freud. Valiéndose de otros autores, dicen, en cambio, que la muerte en los seres unicelulares quizás no pueda alcanzarse a ver de manera manifiesta. Sin embargo, no es posible hacer supuesto alguno en cuanto la existencia de procesos que se esfuerzan a ella (como la deficiencia en el manejo de desechos, que finalmente puede llevar a la muerte del organismo). Eros. Es la libido de las pulsiones sexuales, es lo que cohesiona todo lo viviente.
  • por ejemplo, lo que organiza un conjunto de células para crear un organismo, cada célula en este conjunto toma por objeto a la otra de tal manera que todas neutralizan en parte la muerte. Otras pueden llegar a sacrificarse en el ejercicio de esta función libidinosa. VII. RESUMEN Principio del placer. Es una “ tendencia que está al servicio de una función: la de hacer que el aparato anímico quede exento de excitación, o la de mantener en él constante, o en el nivel mínimo posible, el monto de la excitación .”