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Resumen del libro anatomia de Rouviere, Apuntes de Anatomía

torax-columna vertebral-cabeza-pelvis

Tipo: Apuntes

2018/2019

Subido el 09/05/2019

rominita-rueda
rominita-rueda 🇦🇷

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CONSIDERACIONES GENERALES
SOBRE LA ANATOMÍA HUMANA
La anatomía es la ciencia de las estructuras del cuerpo. o La que describe y muestra su organización es la anatomía descriptiva. o La
que expone su disposición recíproca en las diferentes regiones es la anatomía topográfica. o La que indica las relaciones
entre formas y funciones es la anatomía funcional. Una descripción anatómica precisa comporta un cierto número de datos físicos que
informan sobre las dimensiones, peso, color y consistencia del órgano considerado; su forma se compara con formas geométricas
conocidas (p. ej., una pirámide o una esfera) o que se observan en la naturaleza (p. ej., la luna, los árboles o las hojas). Los términos
anatómicos también son a menudo imaginarios: cabeza para los extremos redondeados, cuello para las partes estrechas, surco,
tuberosidad, eminencia, disco, nervaduras, etc. El elemento anatómico está situado en relación con los tres planos del espacio, en
relación con sus ejes o con puntos de referencia. De los términos que permiten una orientación correcta y una descripción clara,
algunos pertenecen al lenguaje corriente y no requieren definición: vertical, horizontal, medio, derecho, izquierdo, longitudinal,
transversal, superior, inferior, superficial, profundo; otros, por el contrario, son más específicos del lenguaje anatómico.
Se habla de plano sagital cuando un órgano o un plano están orientados de anterior a posterior; de plano frontal, cuando un órgano o
un objeto están situados en un plano paralelo a la frente; el plano transversal es equivalente al plano horizontal. Un elemento
presenta una cara medial que mira hacia el eje del cuerpo y una cara lateral que mira hacia el exterior. Las caras anterior y posterior
miran la primera anteriormente y la segunda posteriormente; también se denominan cara ventral y cara dorsal. El extremo
de un elemento anatómico se denomina craneal o caudal según se oriente hacia el cráneo o hacia el extremo inferior del
tronco.Cuando se trata de los miembros, el término proximal indica la parte más cercana a la raíz; la parte distal es la más alejada. El
lado del antebrazo que mira hacia el eje del cuerpo se denomina cubital; el que se dirige lateralmente se denomina radial. La mano
tiene una cara palmar, la palma de la mano, y una cara dorsal, el dorso de la mano. Del mismo modo, la pierna consta de una cara
tibial, que mira hacia el eje del cuerpo, y una cara peronea, orientada lateralmente. Todos los órganos que tienen una estructura
análoga constituyen un sistema, mientras que todos los sistemas que contribuyen a una misma función forman un aparato. En el
cuerpo humano se distinguen tres grupos de aparatos: los aparatos de la vida de relación, los aparatos de la nutrición y el aparato
reproductor u órganos genitales.
APARATOS DE RELACIÓN
Los aparatos de relación son el aparato locomotor, el aparato de la inervación y el
aparato sensorial u órganos de los sentidos.
APARATO LOCOMOTOR
El aparato locomotor comprende el esqueleto, las articulaciones y los músculos.
*A. Esqueleto
El esqueleto forma el armazón del cuerpo. Sirve de órgano de sostén a las partes blandas y forma verdaderas palancas sobre las que
actúan los músculos.
CONSTITUCIÓN DEL ESQUELETO. El esqueleto está constituido por órganos blancos y duros, los huesos, unidos entre sí por
articulaciones. En el esqueleto, podemos distinguir: a) una columna media, la columna vertebral (raquis); b) las costillas, articuladas
posteriormente con la columna vertebral y anteriormente con una pieza ósea media y anterior, el esternón; las costillas, el esternón y
las vértebras correspondientes constituyen el tórax o caja torácica; c) la cabeza, articulada con el extremo superior de la columna
vertebral; está compuesta por el cráneo y la cara situada en la parte anteroinferior del cráneo; d) los miembros superiores e inferiores;
los primeros, o miembros torácicos, se unen al tórax por medio de la cintura escapular o pectoral, constituida por la clavícula y la
escápula; o los segundos, o miembros pelvianos, se unen a la columna vertebral por medio de la cintura pélvica, formada por los dos
huesos coxales. Los dos huesos coxales se unen entre sí anteriormente y se articulan con la porción inferior de la columna vertebral a
nivel del sacro. El conjunto formado por los dos huesos coxales y el sacro constituye la pelvis.
Finalmente, en la parte anterior del cuello se sitúa un hueso, el hioides, situado a distancia del resto del esqueleto.
NÚMERO DE HUESOS. El número de huesos es de doscientos, sin contar los huesecillos
del oído, los pequeños sesamoideos y los huesos suturales.
CONFIGURACIÓN EXTERNA DE LOS HUESOS. Los huesos adoptan una forma diferente, característica para cada uno de ellos.
No obstante, considerando las relaciones que existen entre sus tres dimensiones, longitud, anchura y espesor, los huesos se clasifican
en tres grupos: huesos largos, huesos planos y huesos cortos. Los huesos largos son aquellos en que una dimensión, la longitud,
predomina sobre las otras dos. En los huesos largos se distinguen un cuerpo o diáfisis y dos extremos engrosados o epífisis. La
clavícula es una excepción, ya que no presenta epífisis diferenciadas. La diáfisis es generalmente prismática triangular. Los huesos
planos se caracterizan por el predominio de la longitud y la anchura sobre el espesor. Los huesos planos presentan dos caras; el
número de bordes varía según la forma del hueso. Los huesos cortos son aquellos cuyas tres dimensiones son casi iguales.
*B. Articulaciones
Denominamos articulaciones al conjunto de elementos por los que los huesos se unen entre sí. La artrología o sindesmología tiene
por objeto el estudio de las articulaciones.
Las articulaciones se dividen en tres clases principales:
— Articulaciones inmóviles o fibrosas.
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CONSIDERACIONES GENERALES

SOBRE LA ANATOMÍA HUMANA

La anatomía es la ciencia de las estructuras del cuerpo. o La que describe y muestra su organización es la anatomía descriptiva. o La que expone su disposición recíproca en las diferentes regiones es la anatomía topográfica. o La que indica las relaciones entre formas y funciones es la anatomía funcional. Una descripción anatómica precisa comporta un cierto número de datos físicos que informan sobre las dimensiones, peso, color y consistencia del órgano considerado; su forma se compara con formas geométricas conocidas (p. ej., una pirámide o una esfera) o que se observan en la naturaleza (p. ej., la luna, los árboles o las hojas). Los términos anatómicos también son a menudo imaginarios: cabeza para los extremos redondeados, cuello para las partes estrechas, surco, tuberosidad, eminencia, disco, nervaduras, etc. El elemento anatómico está situado en relación con los tres planos del espacio, en relación con sus ejes o con puntos de referencia. De los términos que permiten una orientación correcta y una descripción clara, algunos pertenecen al lenguaje corriente y no requieren definición: vertical, horizontal, medio, derecho, izquierdo, longitudinal, transversal, superior, inferior, superficial, profundo; otros, por el contrario, son más específicos del lenguaje anatómico. Se habla de plano sagital cuando un órgano o un plano están orientados de anterior a posterior; de plano frontal, cuando un órgano o un objeto están situados en un plano paralelo a la frente; el plano transversal es equivalente al plano horizontal. Un elemento presenta una cara medial que mira hacia el eje del cuerpo y una cara lateral que mira hacia el exterior. Las caras anterior y posterior miran la primera anteriormente y la segunda posteriormente; también se denominan cara ventral y cara dorsal. El extremo de un elemento anatómico se denomina craneal o caudal según se oriente hacia el cráneo o hacia el extremo inferior del

tronco.Cuando se trata de los miembros, el término proximal indica la parte más cercana a la raíz; la parte distal es la más alejada. El

lado del antebrazo que mira hacia el eje del cuerpo se denomina cubital; el que se dirige lateralmente se denomina radial. La mano

tiene una cara palmar, la palma de la mano, y una cara dorsal, el dorso de la mano. Del mismo modo, la pierna consta de una cara tibial, que mira hacia el eje del cuerpo, y una cara peronea, orientada lateralmente. Todos los órganos que tienen una estructura

análoga constituyen un sistema, mientras que todos los sistemas que contribuyen a una misma función forman un aparato. En el

cuerpo humano se distinguen tres grupos de aparatos: los aparatos de la vida de relación, los aparatos de la nutrición y el aparato

reproductor u órganos genitales.

APARATOS DE RELACIÓN

Los aparatos de relación son el aparato locomotor, el aparato de la inervación y el aparato sensorial u órganos de los sentidos.

APARATO LOCOMOTOR

El aparato locomotor comprende el esqueleto, las articulaciones y los músculos.

*A. Esqueleto

El esqueleto forma el armazón del cuerpo. Sirve de órgano de sostén a las partes blandas y forma verdaderas palancas sobre las que actúan los músculos. CONSTITUCIÓN DEL ESQUELETO. El esqueleto está constituido por órganos blancos y duros, los huesos, unidos entre sí por articulaciones. En el esqueleto, podemos distinguir: a) una columna media, la columna vertebral (raquis); b) las costillas, articuladas posteriormente con la columna vertebral y anteriormente con una pieza ósea media y anterior, el esternón; las costillas, el esternón y las vértebras correspondientes constituyen el tórax o caja torácica; c) la cabeza, articulada con el extremo superior de la columna vertebral; está compuesta por el cráneo y la cara situada en la parte anteroinferior del cráneo; d) los miembros superiores e inferiores; los primeros, o miembros torácicos, se unen al tórax por medio de la cintura escapular o pectoral, constituida por la clavícula y la escápula; o los segundos, o miembros pelvianos, se unen a la columna vertebral por medio de la cintura pélvica, formada por los dos huesos coxales. Los dos huesos coxales se unen entre sí anteriormente y se articulan con la porción inferior de la columna vertebral a nivel del sacro. El conjunto formado por los dos huesos coxales y el sacro constituye la pelvis. Finalmente, en la parte anterior del cuello se sitúa un hueso, el hioides, situado a distancia del resto del esqueleto. NÚMERO DE HUESOS. El número de huesos es de doscientos, sin contar los huesecillos del oído, los pequeños sesamoideos y los huesos suturales. CONFIGURACIÓN EXTERNA DE LOS HUESOS. Los huesos adoptan una forma diferente, característica para cada uno de ellos. No obstante, considerando las relaciones que existen entre sus tres dimensiones, longitud, anchura y espesor, los huesos se clasifican en tres grupos: huesos largos, huesos planos y huesos cortos. Los huesos largos son aquellos en que una dimensión, la longitud, predomina sobre las otras dos. En los huesos largos se distinguen un cuerpo o diáfisis y dos extremos engrosados o epífisis. La clavícula es una excepción, ya que no presenta epífisis diferenciadas. La diáfisis es generalmente prismática triangular. Los huesos planos se caracterizan por el predominio de la longitud y la anchura sobre el espesor. Los huesos planos presentan dos caras; el número de bordes varía según la forma del hueso. Los huesos cortos son aquellos cuyas tres dimensiones son casi iguales.

*B. Articulaciones

Denominamos articulaciones al conjunto de elementos por los que los huesos se unen entre sí. La artrología o sindesmología tiene por objeto el estudio de las articulaciones.

Las articulaciones se dividen en tres clases principales: — Articulaciones inmóviles o fibrosas.

— Articulaciones semimóviles o cartilaginosas. — Articulaciones móviles o sinoviales. ARTICULACIONES FIBROSAS. Estas articulaciones se caracterizan por tener dos superficies articulares unidas por tejido fibroso, bien entre dos huesos desarrollados a partir de tejido cartilaginoso bien entre dos huesos desarrollados a partir de tejido fibroso. En el primer caso, la articulación es una sindesmosis; en el segundo, se trata de una sutura. Las suturas se dividen, dependiendo de la configuración de las superficies articulares, en dentada, escamosa y plana. En la sutura dentada, los huesos se unen por engranaje de las superficies articulares, que presentan una especie de dientes. La sutura escamosa es una sutura dentada en que las superficies articulares están talladas en bisel. La sutura plana se caracteriza por superficies articulares relativamente planas y sin dientes. Finalmente, se da el nombre de esquindilesis a aquella articulación una de cuyas superficies, en forma de cresta, se enclava en la superficie opuesta, en forma de ranura. La articulación del hueso vómer con el hueso esfenoides es un ejemplo de esquindilesis. ARTICULACIONES CARTILAGINOSAS. En las articulaciones cartilaginosas, las superficies articulares, planas o cóncavas, recubiertas de cartílago, se unen: a) por medio de un ligamento interóseo, fibroso o fibrocartilaginoso, que se extiende entre las superficies articulares, y b) por ligamentos periféricos que recubren el contorno del ligamento interóseo. El tejido intermedio o ligamento interóseo puede diferenciarse en cartílago hialino y entonces la articulación se denomina sincondrosis, o bien en una masa de tejido fibrocartilaginoso situada entre las superficies articulares que recibe la denominación de sínfisis. Ocasionalmente, las sínfisis pueden presentar en su parte central un esbozo de cavidad articular, por lo que en ocasiones se han considerado articulaciones intermedias entre las articulaciones sinoviales y las cartilaginosas, y han recibido el nombre de articulaciones sinoviocartilaginosas. ARTICULACIONES SINOVIALES O DIARTROSIS. Las articulaciones sinoviales presentan: a) superficies articulares lisas, que se hallan separadas por una cavidad articular y se mueven unas sobre otras; b) una cápsula articular y ligamentos, y c) una membrana sinovial.

1. Superficies articulares. Las superficies articulares están siempre revestidas de cartílago, denominado cartílago articular. Este cartílago presenta una superficie libre, lisa y pulida. Su espesor es proporcional a la presión que soporta por unidad de superficie. Sólido, flexible, elástico y liso, el cartílago articular facilita los deslizamientos, protege la superficie ósea e impide el desgaste del hueso. a) DISCO O MENISCO ARTICULAR. Con frecuencia las superficies articulares no se adaptan exactamente. En este caso, la concordancia se restablece mediante láminas fibrocartilaginosas interarticulares denominadas meniscos articulares (fig. 3, B, lado izquierdo). Las caras libres y lisas de los meniscos se aplican exactamente sobre las superficies articulares correspondientes. Su contorno se adhiere a la cápsula. En ocasiones el menisco forma un tabique completo o disco articular, que divide la cavidad articular en dos porciones. Otras veces el tabique es incompleto; las superficies articulares entran en contacto en el centro de la articulación y se separan una de otra en su periferia; el menisco se reduce entonces a un anillo situado entre las porciones periféricas de las superficies articulares. b) RODETES PERIARTICULARES. Se denominan así los anillos fibrocartilaginosos dispuestos alrededor de las cavidades articulares. Los rodetes se diferencian de los meniscos por el hecho de que sólo una de las dos caras del rodete es libre y articular, mientras que la otra se adhiere a la superficie articular correspondiente. Los rodetes aseguran, al igual que los meniscos, la perfecta adaptación de las superficies articulares. Al mismo tiempo, aumentan la extensión y profundidad de la superficie articular a que pertenecen. 2. Cápsula articular y ligamentos. Las superficies articulares se mantienen en contacto mediante una cápsula articular y ligamentos. La cápsula articular es un manguito fibroso que se une al contorno o a las proximidades de las superficies articulares. La cápsula es tanto más laxa cuanto más móvil es la articulación y más amplios son sus movimientos. La cápsula puede fijarse bien en la vecindad inmediata del cartílago articular, bien a una distancia más o menos grande del revestimiento cartilaginoso. La inserción de la cápsula a distancia del cartílago se observa en las articulaciones muy móviles. Resulta evidente que la movilidad de la articulación es tanto mayor cuanto más alargada es la cápsula.La inserción capsular se efectúa además siempre más allá de las superficies articulares, hasta el límite de las superficies óseas opuestas, aunque no articulares, que se rozan o simplemente entran en contacto en los movimientos de la articulación. La cápsula articular presenta en algunos lugares refuerzos, denominados ligamentos, que se sitúan allí donde la cápsula debe presentar una mayor resistencia. No todos los ligamentos son refuerzos capsulares. Algunos están situados a distancia de la cápsula y corresponden, la mayoría de las veces, a tendones o músculos que, en su origen, estaban en relación con la articulación. Posteriormente, estos músculos han tomado nuevas inserciones o bien han perdido toda función; sin embargo, el tendón primitivo, próximo a la articulación, persiste y se transforma en un ligamento (Sutton).

Las articulaciones de un eje son los gínglimos y las articulaciones trocoides; el eje de los gínglimos es transversal, mientras que el de las articulaciones trocoides es longitudinal. El gínglimo típico está representado por la articulación del codo, es decir, la articulación

humerocubital. El cúbito gira alrededor de un cilindro excavado por una garganta; se trata de la tróclea humeral, cuyo eje es casi perpendicular a la dirección del húmero. El único movimiento posible es la flexión y la extensión del antebrazo sobre el brazo. Las superficies articulares de la articulación trocoide están representadas por segmentos de cilindro: un cilindro sólido que gira dentro de un cilindro hueco. La articulación radiocubital es un excelente ejemplo de este tipo articular. El eje de esta articulación es longitudinal, de manera que la rotación del radio en la escotadura radial del cúbito y en el anillo fibroso que la completa permite a la cabeza del radio girar sobre sí misma alrededor de un eje que pasa por el centro de la cabeza del radio. Este movimiento desplaza el extremo inferior del radio medialmente (pronación) o lateralmente (supinación) (fig. 6). Las articulaciones de dos ejes son de dos tipos: la articulación elipsoidea o condílea y la articulación por encaje recíproco o «en silla de montar». La articulación elipsoidea se caracteriza por una superficie convexa, el cóndilo, cuyos radios de curvatura son perpendiculares entre sí. o Un ejemplo de este tipo de articulación es el cóndilo carpiano, que se desplaza inferiormente a una cavidad, la glena, formada por la cara inferior del extremo distal del radio y por el disco articular. El cóndilo carpiano puede girar alrededor de sus dos ejes y desplazarse, bien anterior o posteriormente (movimiento de flexión y extensión) bien lateralmente (abducción cubital o radial). La articulación en silla de montar presenta también dos ejes, pero la superficie articular móvil, en vez de ser convexa en los dos sentidos, sólo lo es en uno de sus diámetros, mientras que el otro es cóncavo. La articulación carpometacarpiana del pulgar (trapeciometacarpiana) constituye un buen ejemplo. El pulgar puede ejecutar, alrededor de sus dos ejes, movimientos de flexión y de extensión, así como de lateralidad, es decir, de aducción, desplazándose hacia el eje de la mano, y de abducción, separándose de dicho eje. Las articulaciones con tres ejes reciben el nombre de articulaciones esferoideas. Una de las superficies es esférica (de ahí el nombre de cabeza ) y gira en una cavidad más o menos esférica, denominada cavidad glenoidea o acetábulo. La cabeza del húmero o del fémur puede pivotar alrededor de su centro en todos los sentidos, siguiendo una infinidad de ejes que se reducen a tres principales. Un primer eje es anteroposterior; en relación con éste, la cabeza se separa (abducción) o se aproxima (aducción) a la línea media. Un segundo eje es perpendicular al primero y pasa también por el centro de la cabeza; a su alrededor se ejecutan los movimientos de flexión, cuando el brazo o el muslo se mueven anteriormente, o de extensión, cuando son llevados en sentido posterior. Un tercer eje es vertical o, más exactamente, longitudinal; pasa por el centro de la cabeza y es perpendicular a los dos primeros; el húmero o el fémur giran alrededor de él efectuando movimientos de rotación, medial o lateralmente, de manera que la cara anterior de estos huesos se orienta medial o lateralmente cuando se realiza el movimiento. Las articulaciones esferoideas permiten además movimientos de circunducción, es decir, aquellos en que el hueso correspondiente pasa por todas las posiciones extremas (aducción, flexión, abducción y extensión) para volver finalmente a la de partida. La articulación plana es un tipo de articulación sinovial totalmente diferente: las superficies planas se deslizan una sobre otra sin perder el contacto. Los huesos se desplazan sin un eje directriz. Este juego articular se observa en el carpo y en el tarso cuando los elementos óseos modifican ligeramente su posición, adaptándola a las diversas condiciones propuestas por la mano o el pie cuando se ejecuta un gesto complejo. Este tipo de articulación sinovial asegura a los miembros una eficaz plasticidad.

*C. Músculos

Los músculos son órganos dotados de la propiedad de contraerse. Según Bichat, se dividen en dos grupos: a) músculos rojos, estriados, voluntarios o de la vida animal, y b) músculos blancos, lisos, involuntarios o de la vida vegetativa. Los músculos de estos dos grupos se diferencian por su configuración, estructura, tipo de contracción, función e inervación. CONFIGURACIÓN EXTERIOR. Un músculo estriado está compuesto por dos partes. Una parte gruesa, blanda y roja, que es la parte contráctil, muscular o carnosa, y que ocupa la parte media del músculo, por lo que se denomina cuerpo o vientre. La otra, más estrecha, muy densa, resistente y blanca, es la parte tendinosa, que forma los extremos del músculo. INSERCIÓN DE LOS MÚSCULOS. Los músculos se insertan mediante sus tendones. La superficie de inserción puede ser ósea, cartilaginosa, fascial o incluso cutánea (músculos cutáneos). Muy frecuentemente, uno de los tendones formado por fibras excesivamente cortas parece faltar; se dice entonces, impropiamente, que el músculo se inserta directamente mediante fibras musculares o carnosas. BOLSA SINOVIAL. Se denomina bolsa sinovial a las membranas conjuntivas que limitan una cavidad cerrada por todos los lados y cuyo papel es facilitar el deslizamiento de los órganos a los que se encuentran anexas. Las bolsas sinoviales se dividen en dos categorías: bolsas sinoviales subcutáneas y bolsas sinoviales anexas a los tendones y a los músculos. FASCIAS. Hay que distinguir entre fascias de revestimiento y aponeurosis (fascias de inserción). Las fascias de revestimiento son membranas fibrosas que envuelven los músculos y los separan de los órganos vecinos. Las envolturas fasciales de los músculos superficiales de un segmento del cuerpo se reúnen entre sí y forman, en este segmento, un revestimiento continuo que separa los planos superficiales o tegumentarios de los planos profundos. Los músculos que están en contacto con las fascias superficiales se hallan unidos a estas fascias por fascículos tensores fibrosos o tendinosos. Las aponeurosis son tendones aplanados y membranosos, que se unen a los músculos anchos y planos.

COLUMNA VERTEBRAL

La columna vertebral es un tallo longitudinal óseo, resistente y flexible, situado en la parte media y posterior del tronco, que se extiende desde la cabeza, la cual sostiene, hasta la pelvis, que la soporta. Envuelve y protege la médula espinal, que está contenida en el conducto vertebral (conducto raquídeo). La columna vertebral se compone de elementos óseos superpuestos denominados vértebras.

NÚMERO DE VÉRTEBRAS

El número de vértebras se considera bastante constante: de 33 a 35, divididas en 24 vértebras presacras (7 cervicales, 12 torácicas y 5 lumbares), 5 vértebras sacras y de 3 a 5 vértebras coccígeas. Sin embargo, estas cifras están sujetas a frecuentes variaciones, ya que se han descrito solamente en el 65 % de los individuos. Las variaciones numéricas son más frecuentes a medida que se desciende desde las vértebras cervicales hasta el cóccix. Mientras que, de forma casi constante, se observan 7 vértebras cervicales, las vértebras torácicas oscilan entre 11 y 13, las vértebras lumbares entre 4 y 6, las vértebras sacras entre 4 y 6 y las vértebras coccígeas entre 3 y 5. CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LAS VÉRTEBRAS Toda vértebra comprende: una parte anterior abultada, el cuerpo vertebral; un arco óseo de concavidad anterior, el arco vertebral, que circunscribe con la cara posterior del cuerpo vertebral un orificio, el agujero vertebral; este arco óseo está formado a cada lado por los pedículos anteriormente y por las láminas posteriormente; un saliente medio y posterior, la apófisis espinosa; dos eminencias horizontales y transversales, las apófisis transversas, y cuatro salientes verticales, las apófisis articulares, por las cuales cada vértebra se une a las vecinas. a) CUERPO VERTEBRAL. El cuerpo vertebral tiene la forma de un segmento de cilindro. Presenta dos caras y una circunferencia. Las dos caras intervertebrales son horizontales; una es superior y la otra inferior. Ambas presentan una porción central excavada, irregular y bordeada por un rodete periférico, la epífisis anular, constituida por tejido compacto. La circunferencia está excavada en forma de canal, anteriormente y a los lados del cuerpo vertebral. El segmento posterior de la circunferencia, en relación con el agujero vertebral, es cóncavo en sentido transversal y está deprimido en su parte central. En toda la circunferencia del cuerpo vertebral se observan agujeros vasculares, especialmente grandes y numerosos en la porción central deprimida del segmento posterior. b) PEDÍCULOS. Los pedículos son dos columnas óseas, una derecha y otra izquierda, que se extienden de anterior a posterior, desde el cuerpo vertebral hasta los macizos óseos que dan nacimiento a las láminas vertebrales, a las apófisis transversas y a las apófisis articulares. Los pedículos están aplanados transversalmente. Sus bordes superior e inferior son escotados y cóncavos, y limitan, junto con los bordes correspondientes de los pedículos situados superior e inferiormente, unos orificios denominados agujeros intervertebrales (agujeros de conjunción). La escotadura inferior del pedículo es mucho más acentuada que la escotadura superior. c) LÁMINAS. Las láminas se extienden desde los pedículos hasta la apófisis espinosa y limitan posteriormente el agujero vertebral. Son aplanadas y cuadriláteras, y se orientan siguiendo un plano oblicuo de superior a inferior, de anterior a posterior y de lateral a medial. Muestran una cara posterior, una cara anterior y dos bordes, uno superior y otro inferior. Su cara anterior presenta una depresión rugosa, alargada transversalmente y claramente limitada superiormente por una cresta que siempre se halla bien marcada. En esta depresión y en esta cresta se inserta el ligamento amarillo subyacente. d) APÓFISIS ESPINOSA. Esta apófisis nace del ángulo de unión de las láminas y se orienta posteriormente. Está aplanada transversalmente y presenta dos caras laterales, un borde superior delgado, un borde inferior grueso, una base de implantación ancha y un vértice libre. e) APÓFISIS TRANSVERSAS. Las apófisis transversas se implantan por su base, una a la derecha y otra a la izquierda, en el arco vertebral, posteriormente a los pedículos. Se dirigen lateralmente y terminan en un vértice libre. Se aprecian en ellas dos caras (una anterior y otra posterior), dos bordes (uno superior y otro inferior), una base y un vértice. f) APÓFISIS ARTICULARES. Son cuatro: dos superiores y dos inferiores. Las apófisis articulares son eminencias verticales implantadas, al igual que las apófisis transversas, en el arco vertebral, a la altura de la unión de los pedículos y las láminas. Las apófisis articulares superior e inferior del mismo lado configuran en su conjunto una columnita ósea dirigida verticalmente y que termina en sus extremos superior e inferior mediante una superficie articular. Se articulan por medio de estas superficies con las apófisis articulares correspondientes de las dos vértebras vecinas. g) AGUJERO VERTEBRAL. El agujero vertebral se encuentra limitado anteriormente por el cuerpo, lateralmente por los pedículos y posteriormente por las láminas. Los agujeros vertebrales superpuestos constituyen el conducto vertebral (conducto raquídeo).

CARACTERÍSTICAS PARTICULARES DE LAS VÉRTEBRAS

EN CADA REGIÓN DE LA COLUMNA VERTEBRAL

La columna vertebral está dividida en cinco regiones: cervical, torácica, lumbar, sacra y coccígea. Consta de 7 vértebras en la región cervical, 12 en la región torácica, 5 en la región lumbar, 5 en la región sacra, y de 4 a 6 en la región coccígea. En cada una de estas regiones de la columna vertebral, las vértebras presentan las características propias de la región en cuestión. Estas características se hallan especialmente definidas en las vértebras que ocupan la porción media de la región y se modifican en los extremos de ésta, de tal manera que el paso de un tipo de vértebra a otro es gradual. VÉRTEBRAS CERVICALES Las características particulares de las vértebras cervicales se han descrito al hablar del esqueleto del cuello. Resumiremos aquí sus características Principales. El cuerpo vertebral es alargado transversalmente y más grueso anterior que posteriormente; presenta en su cara superior dos eminencias laterales: los ganchos del cuerpo vertebral o apófisis unciformes (apófisis semilunares). En su cara inferior, se observan dos escotaduras laterales en relación con los ganchos de la vértebra subyacente. Los pedículos nacen de la parte posterior de las caras laterales del cuerpo vertebral. Su borde superior está tan profundamente escotado como el inferior. Las láminas son cuadriláteras y más anchas que altas. La apófisis espinosa presenta un vértice bitubercular y una cara o borde inferior excavado por un canal anteroposterior. Las apófisis transversas se implantan por medio de dos raíces que circunscriben,

con el pedículo, el agujero transverso; su cara superior está excavada en canal y su vértice es bifurcado o bitubercular. Las apófisis articulares terminan en carillas articulares planas y cortadas en bisel; las carillas superiores se orientan superior y posteriormente y las inferiores inferior y anteriormente. El agujero vertebral es triangular y su lado anterior o base es mayor que los otros dos. CARACTERÍSTICAS PROPIAS DE CIERTAS VÉRTEBRAS CERVICALES.

VÉRTEBRAS LUMBARES

a) CUERPO VERTEBRAL. El cuerpo de las vértebras lumbares es voluminoso y reniforme, de eje mayor transversal. b) PEDÍCULOS. Son muy gruesos y se implantan en los tres quintos superiores o en la mitad superior del ángulo formado por la unión de las caras posterior y lateral del cuerpo vertebral. El borde inferior es mucho más escotado que el superior. c) LÁMINAS. Las láminas son más altas que anchas. d) APÓFISIS ESPINOSA. Se trata de una lámina vertical, rectangular y gruesa, orientada horizontalmente en sentido posterior y acabada en un borde posterior libre y abultado. e) APÓFISIS TRANSVERSAS O COSTALES (apófisis costiformes). Las apófisis costales se implantan en la unión del pedículo y de la apófisis articular superior. Son largas y estrechas, y terminan en un extremo afilado. Estas apófisis representan las costillas lumbares.

En la cara posterior de su base de implantación presentan un tubérculo denominado apófisis accesoria. Esta apófisis es, según algunos autores, homóloga a las apófisis transversas de las vértebras torácicas; sin embargo, para Vallois, las apófisis accesorias, así como las apófisis mamilares (v. más adelante), son simples eminencias de inserción de algunos tendones de los músculos erectores de la columna. f) APÓFISIS ARTICULARES. Las apófisis articulares superiores están aplanadas transversalmente. Su cara medial está ocupada por una superficie articular en forma de canal vertical, cuya concavidad se halla orientada medial y un poco posteriormente. Su cara lateral presenta, a lo largo del borde posterior de la apófisis, una eminencia denominada apófisis mamilar. Las apófisis articulares inferiores muestran una superficie articular convexa en formade segmento de cilindro. Esta superficie está orientada lateral y un poco anteriormente, y se desliza en la concavidad de la apófisis articular superior de la vértebra situada inferiormente. g) AGUJERO VERTEBRAL. Es triangular y sus tres lados son casi iguales. CARACTERÍSTICAS PROPIAS DE CIERTAS VÉRTEBRAS LUMBARES

1. Primera vértebra lumbar. Su apófisis costal está menos desarrollada que la de las otras vértebras lumbares. 2. Quinta vértebra lumbar. La altura del cuerpo es mayor anterior que posteriormente. Las apófisis articulares inferiores están más separadas entre sí que en las demás vértebras lumbares. Su superficie articular se extiende hasta el límite inferior de los pedículos, mientras que en las otras vértebras se detiene a la altura de la cara inferior del cuerpo vertebral.

VÉRTEBRAS SACRAS Y COCCÍGEAS

Las vértebras sacras y coccígeas están soldadas y forman dos huesos distintos: el sacro y el cóccix. A. Sacro El sacro es el resultado de la unión de las cinco vértebras sacras. Está situado en la parte posterior de la pelvis, inferiormente a la columna lumbar y entre los dos huesos coxales. Forma con la columna lumbar un ángulo obtuso, saliente anteriormente, denominado promontorio (ángulo sacrovertebral anterior). Este ángulo mide 118° en la mujer y 126° en el hombre (Bleicher y Beau). El sacro está incurvado; su concavidad, más acentuada en la mujer que en el hombre,se halla orientada anteriormente. Tiene forma de pirámide cuadrangular, aplanada de anterior a posterior, de base superior y vértice inferior. Se describen en él cuatro caras, una base y un vértice. El cóccix es una pieza ósea, aplanada de anterior a posterior y triangular; su base es proximal y su vértice distal. Está constituido por la unión de cuatro a seis vértebras atrofiadas. En el cóccix se distinguen dos caras, dos bordes, una base y un vértice. La cara anterior

del sacro; termina por medio de dos haces laterales en la cara posterior del cóccix. Los ligamentos sacrococcígeos laterales se componen de dos haces: uno es medial y une el asta del sacro con el asta del cóccix; el otro es lateral y se extiende desde el borde lateral del sacro hasta el vértice del asta lateral del cóccix. I. Articulación mediococcígea Los discos intervertebrales, que en el recién nacido unen entre sí las piezas coccígeas, se osifican pronto; sin embargo, el ligamento interóseo que une la primera vértebra coccígea con la segunda no suele osificarse antes de los 40 años (Max Posth). Estas dos vértebras permanecen durante mucho tiempo unidas por una sínfisis que forma la articulación mediococcígea.

MOVIMIENTOS DE LA COLUMNA VERTEBRAL EN SU CONJUNTO

Los movimientos observados en cada segmento de la columna vertebral no son tan amplios como los que ésta efectúa en su conjunto. Los movimientos particulares, como flexión, extensión, inclinación o rotación, se compensan o se combinan para corregir aquello que, en un segmento, podría bajo una acción muscular muy violenta, representar un esfuerzo intenso en una apófisis articular (el punto de apoyo) o cizallar un disco intervertebral. Para cada parte de la columna vertebral y para cada movimiento, existen diferentes segmentos de vértebras neutras, cuyo desplazamiento es de escasa amplitud (Delmas y Raou). La séptima vértebra cervical apenas participa en la flexión, extensión, inclinación lateral y rotación. Las vértebras torácicas quinta, sexta, octava y décima participan poco en la flexión. La segunda vértebra torácica y las vértebras lumbares segunda, tercera y quinta, por el contrario, toman parte activa en la extensión de la columna. Las variaciones morfológicas de la base del sacro desempeñan también una función importante. La hipobasalidad aumenta el apoyo sacro y, en estos casos, la movilidad sacra es mayor, acompañándose a menudo de una bituberculización de la apófisis espinosa de la quinta vértebra lumbar. Todas estas condiciones, variables de un sujeto a otro, no permiten definir con precisión la amplitud total de los movimientos de la columna vertebral. Se puede admitir, de un modo general, que miden: — En la flexión, 110º. — En la extensión, 140º. — En la inclinación lateral, 75º a cada lado. — En la rotación, 90º a cada lado. Debe señalarse que el movimiento de extensión es el más amplio, lo cual concuerda con la recuperación espontánea y constante de la posición erecta. La flexión es la actitud de descanso. Cabe resaltar también la importancia relativa de la rotación. Este movimiento se acompaña a menudo de una inclinación lateral que conlleva la torsión de la columna vertebral. Esta torsión a su vez limita la amplitud del movimiento pero proporciona mayor solidez al tensar numerosos ligamentos simultáneamente. La flexión de la columna vertebral tiende a suavizar las curvaturas cervical y lumbar, pero acentúa ligeramente la curvatura torácica.

TÓRAX

El esqueleto del tórax o caja torácica está constituida por a) las vertebras torácicas, b) las costillas y los cartílagos costales, y c) una pieza media anterior, el esternón al cual se unen anteriormente los primeros siete cartílagos costales.

ESTERNÓN

El esternón es un hueso alargado de superior a inferior, aplanado de anterior a posterior y situado en la parte anterior y media del tórax. Está dirigido oblicuamente en sentido inferior y anterior, de tal modo que un plano que lo prolongase superiormente terminaría en la tercera vértebra cervical. Está constituido solamente por tres piezas principales, que son, de superior a inferior: a) el manubrio (mango o preesternón); b) el cuerpo (lámina o mesoesternón), y c) la apófisis xifoides.

COSTILLAS

Las costillas son huesos planos y muy alargados, en forma de arcos aplanados de lateral a medial. Son 12 a cada lado, y se designan con los nombres de primera (I), segunda (II), tercera (III), etc., de superior a inferior. Se distinguen tres categorías de costillas (fig. 36): a) costillas verdaderas, que están unidas al esternón por los cartílagos costales; b) costillas falsas, que no se extienden hasta el esternón sino que se unen, por el extremo anterior del cartílago que las prolonga, al cartílago costal situado superiormente; las costillas falsas son tres, concretamente la octava, la novena y la décima, y c) costillas flotantes; se denominan así la undécima y duodécima costillas, que no alcanzan ni el esternón ni el arco costal. VERTEBRAS TORACICAS Ya fueron descriptas en columna vertebral.

ARTICULACIONES DEL TÓRAX

Lar articulaciones del torax se dividen en; a)articulaciones costovertebrales, b)articulaciones costocondrales, c)articulaciones intercondrales, d) articulaciones esternocostales, e) sincondrosis del esternón y, f)articulación esternoclavicular.

A* ARTICULACIONES COSTOVERTEBRALES

Las costillas están unidas a la columna vertebral por a) las articulaciones de las cabezas de las costillas, b)las articulaciones costotransversas y c) los ligamentos costotransversos. a) Articulaciones de las cabezas de las costillas - unen las cabezas de las costillas con las partes laterales de los cuerpos vertebrales. Cada una de ellas se compone de dos articulaciones planas separadas por un ligamento intraarticular de la cabeza a la costilla.

MOVIMIENTOS DEL TÓRAX EN SU CONJUNTO. Los movimientos del tórax en su conjunto son: a) el movimiento de dilatación o inspiración resultante de la elevación de las costillas, y b) el movimiento de retracción o espiraciónproducido por el descenso de las costillas. FARTICULACIÓN ESTERNOCLAVICULAR* La articulación esternoclavicular une la clavícula con el esternón y el primer cartílago costal. Es una articulación en silla de montar. MEDIOS DE UNIÓN. La cápsula articular se inserta alrededor de las superficies articulares y está reforzada por cuatro ligamentos: anterior, posterior, superior e inferior. MEMBRANA SINOVIAL. La articulación presenta dos membranas sinoviales, una discoesternal y otra discoclavicular, que sólo se comunican entre sí cuando existe una solución de continuidad en el disco articular. MECANISMO DE LA ARTICULACIÓN ESTERNOCLAVICULAR. El hombro y la clavícula pueden ejecutar movimientos de elevación, descenso, proyección anterior y proyección posterior, que se efectúan en la articulación esternoclavicular. También pueden efectuarse movimientos de circunducción mediante la sucesión de los movimientos precedentes.

PELVIS

Los huesos coxales, el sacro y el cóccix, articulados entre sí, forman una cintura ósea que se denomina cintura pélvica o pelvis. En ésta se describen dos superficies, una externa y otra interna, y dos aberturas, una superior y otra inferior. SUPERFICIE EXTERNA. Ésta presenta; a) anteriormente y a cada lado de la sínfisis del pubis, el cuerpo y las ramas superior e inferior del pubis, que encuadran anteriormente al agujero obturado; b)a los lados, la cara glútea del ilión, el acetábulo, el cuerpo del isquion y la tuberosidad isquiática, y c) posteriormente, la cara posterior del sacro y del cóccix. SUPERFICIE INTERNA. La superficie interna, así como la cavidad pélvica que limita, está dividida por un relieve casi circular, denominado abertura superior de la pelvis, en dos partes: una superior o pelvis mayor y otra inferior o pelvis menor.

ARTICULACIOINES DE LA CINTURA PELVICA

Los huesos coxales están unidos: a) entre sí por la sínfisis púbica, b) con el sacro, por las articulaciones sacroilíacas, y c) por los ligamentos sacroespinosos y sacrotuberosos.

1 SÍNFISIS PÚBICA* - Se trata de una articulación cartilaginosa del tipo sínfisis. SUPERFICIES ARTICULARES. Denominadas caras sinfisarias ocupan el borde medial del cuerpo del pubis. Se encuentra recubierta por una capa de cartílago que nivela las irregularidades que presenta el hueso. MEDIOS DE UNIÓN. Un disco interpúbico y un manguito fibroso periférico. MOVIMIENTOS DE LA SÍNFISIS PÚBICA. Cuando las diferentes piezas de la pelvis están articuladas entre sí, la sínfisis púbica es una articulación casi inmóvil. Al final del embarazo, las partes blandas de las articulaciones de la cintura pélvica se vuelven más laxas y su movilidad aumenta. Los pubis pueden entonces efectuar pequeños movimientos y separarse ligeramente uno de otro.

2ARTICULACIÓN SACROILÍACA-* Originalmente es una sínfisis, como constata la constitución fibrocartilaginosa del revestimiento de las superficies articulares y, sobre todo, la existencia habitual en el feto de haces ligamentosos intraarticulares que unen dichas superficies entre sí. Secundariamente, estos tractos desaparecen y la articulación adquiere las características de una articulación sinovial. No obstante, la disposición de las superficies articulares es tan especial en el ser humano adulto que esta articulación, por el conjunto de sus características, no se parece a ninguna otra. Si tuviéramos que clasificarla en alguno de los tipos de articulación sinovial, la definiríamos como condílea. Sus superficies articulares son efectivamente una cóncava y otra convexa, y están talladas en segmentos de elipsoide cuyo eje mayor está incurvado en el mismo sentido que la superficie articular. SUPERFICIES ARTICULARES. Las superficies articulares son las caras auriculares del sacro y del ilion. MEDIOS DE UNIÓN. La articulación sacroilíaca presenta una cápsula articular. Esta cápsula se confunde en casi toda su extensión con los ligamentos de la articulación, que son los ligamentos sacroilíacos anterior y posterior. El ligamento sacroilíaco posterior está en relación con el ligamento iliolumbar. MEMBRANA SINOVIAL. La cápsula articular está cubierta en su cara interna por una membrana sinovial, cuya superficie irregular presenta prominencias debidas a pequeños pliegues sinoviales. MOVIMIENTOS DE LA ARTICULACIÓN SACROILÍACA. La articulación sacroilíaca puede efectuar, alrededor de un

orbitarias), que corresponden a la porción orbitaria del hueso frontal. Están cubiertas por depresiones irregulares, las impresiones digitales, que corresponden a las circunvoluciones del lóbulo frontal, y por salientes alargados que las separan entre sí, conocidos con el nombre de eminencias mamilares. Por encima de las paredes superiores de las órbitas se encuentran las fosas frontales, que se corresponden con las eminencias frontales de la cara externa.

3. Borde del frontal. El borde del hueso frontal comprende dos segmentos: uno superior y semicircular y otro inferior y horizontal El segmento semicircular es dentado y está cortado en bisel, a expensas de la lámina interna del hueso superiormente y de la lámina externa inferiormente. Se articula con los huesos parietales superiormente y con las alas mayores del hueso esfenoides inferiormente. El segmento horizontal, interrumpido en la línea media por la escotadura etmoidal, limita posteriormente con las paredes superiores de la órbita. Se articula en casi toda su extensión con el ala menor del hueso esfenoides. ARQUITECTURA Y CONFIGURACIÓN INTERNA. La escama del hueso frontal está constituida, como todos los huesos de la bóveda del cráneo, por dos láminas de tejido óseo compacto, las láminas o tablas externa e interna, entre las que se interpone una capa de tejido óseo esponjoso que recibe el nombre de diploe. La porción orbitonasal es muy delgada; en casi toda la extensión de la pared superior de la órbita falta el tejido óseo esponjoso. SENO FRONTAL. Normalmente, una de las celdillas frontales anteriores de la superficie etmoidal del hueso frontal adquiere un gran desarrollo y forma a cada lado, en el espesor del hueso, una cavidad neumática de dimensiones variables, denominada seno frontal. El seno frontal se describirá con las cavidades nasales, de las cuales constituye una dependencia.

B. Hueso etmoides El hueso etmoides está situado inferiormente a la porción orbitonasal del hueso frontal, en la porción anterior y media de la base del cráneo. Completa la escotadura etmoidal del hueso frontal y se une a ésta por medio de las superficies anfractuosas que bordean lateralmente dicha escotadura. El hueso etmoides está constituido por cuatro partes (fig. 26): a) una lámina ósea sagital, es decir, vertical, anteroposterior y media; b) una lámina horizontal, que cruza la anterior cerca de su extremo superior, y c) dos laberintos etmoidales suspendidos de los extremos laterales de la lámina horizontal. LÁMINA VERTICAL. Está dividida por la lámina horizontal en dos porciones; una superior, la crista galli, sobresale en la cavidad craneal; la otra, inferior, denominada lámina perpendicular, forma parte del tabique de las cavidades nasales. LÁMINA HORIZONTAL. La lámina horizontal se denomina lámina cribosa debido a los numerosos orificios que la perforan. Es cuadrilátera y se extiende de un borde a otro de la escotadura etmoidal. Su cara superior es endocraneal y está dividida por la crista galli en dos porciones laterales. Éstas están excavadas en forma de canales que discurren de anterior a posterior y que se denominan canales olfatorios. La parte anterior de cada uno de los canales presenta una depresión en la que descansa el bulbo olfatorio. LABERINTOS ETMOIDALES. Los laberintos etmoidales están suspendidos de los bordes laterales de la lámina cribosa. Están localizados entre las cavidades orbitarias y las cavidades nasales. Cada laberinto etmoidal puede compararse con un cubo muy irregular, aplanado de lateral a medial.Pueden distinguirse seis caras. ARQUITECTURA. El hueso etmoides sólo presenta tejido óseo esponjoso en la crista galli. Está casi exclusivamente formado por delgadas laminillas de tejido óseo compacto. Estas laminillas circunscriben, en los laberintos etmoidales, cavidades neumáticas denominadas celdillas etmoidales o hemiceldillas según si están totalmente excavadas en el etmoides o se desarrollan en los laberintos etmoidales y en los huesos vecinos (para más detalles, v. Tabique nasal ). C. Hueso esfenoides El hueso esfenoides está situado en la porción media de la base del cráneo, entre el hueso etmoides y el hueso frontal, que son anteriores, y el hueso occipital y los huesos temporales, que son posteriores. Se distinguen en él una parte media, el cuerpo, de donde parten a cada lado tres apófisis. De estas tres apófisis, dos son laterales, el ala menor y el ala mayor del hueso esfenoides , y una tercera es vertical y descendente, y se denomina apófisis pterigoides. CUERPO DEL HUESO ESFENOIDES. Es irregularmente cúbico y presenta seis caras. ALAS MENORES. Son dos láminas horizontales, triangulares de vértice lateral, situadas a ambos lados de la porción anterior y superior del cuerpo del hueso esfenoides (figs. 34 y 39). Nacen del cuerpo del hueso esfenoides por medio de dos raíces (fig. 38): una raíz superior, delgada y aplanada de superior a inferior, que parece prolongar lateralmente el yugo esfenoidal; la otra, posteroinferior y más estrecha, se origina del cuerpo del hueso esfenoides un poco inferior y posteriormente a la precedente. ALAS MAYORES. Desde su origen en la porción posteroinferior de las caras laterales del cuerpo del hueso esfenoides, las alas mayores se despliegan primero lateral y después lateral y superiormente. En cada una de ellas se pueden distinguir dos caras principales: una medial, cerebral o endocraneal y otra lateral o exocraneal. APÓFISIS PTERIGOIDES. Las apófisis pterigoides se implantan en la cara inferior del hueso esfenoides por medio de dos raíces: una medial y otra lateral. La raíz medial nace de la cara inferior del cuerpo del hueso esfenoides. La raíz lateral, más voluminosa que la precedente, se desprende del ala mayor ARQUITECTURA. El hueso esfenoides está formado principalmente por tejido óseo compacto. Se encuentra un poco de tejido esponjoso en las porciones anterior y superior de las alas mayores, en la base de las apófisis pterigoides y en la porción posterior del cuerpo del hueso esfenoides. El cuerpo del hueso esfenoides está horadado por dos cavidades, los senos esfenoidales, que se describirán junto con las cavidades nasales. D. Hueso temporal El hueso temporal está situado en la porción inferior y lateral del cráneo; es posterior al hueso esfenoides, anterior y lateral al hueso occipital e inferior al hueso parietal. El hueso temporal se constituye, antes del nacimiento, a partir de tres porciones distintas: la porción escamosa, el hueso timpánico y la porción petrosa. A lo largo del desarrollo, estas porciones óseas crecen y, al mismo tiempo, se sueldan unas con otras; no obstante, quedan restos de estas soldaduras en forma de fisuras, que permiten comprender la situación y las relaciones que existen en el adulto mediante una exposición somera del desarrollo del hueso temporal.

ARQUITECTURA. La porción escamosa está formada por dos láminas de tejido óseo compacto y una capa intermedia de tejido óseo esponjoso. La porción petrosa del hueso temporal está formada sobre todo por tejido óseo compacto y tejido óseo esponjoso. El tejido óseo compacto se compone de una cubierta superficial que forma la superficie de la pirámide, y de una masa central laberíntica que limita las cavidades del oído interno; entre estas porciones compactas se encuentran islotes de tejido óseo esponjoso y cavidades neumáticas en conexión con las celdas diploicas o neumáticas de la apófisis mastoides E. Hueso occipital El hueso occipital está situado en la porción media, posterior e inferior del cráneo. Tiene la forma de un segmento de esfera cuyos bordes delimitan un rombo (figs. 51 y 52). El hueso occipital está atravesado en su porción inferior por un ancho orificio oval de grueso extremo posterior, el agujero magno. Este orificio mide unos 35 mm de anterior a posterior, y 30 mm en sentido transversal. Comunica la cavidad craneal con el conducto vertebral y da paso a la médula oblonga, a las arterias vertebrales y, a cada lado, al nervio accesorio. En el hueso occipital del adulto se distinguen cuatro porciones que caracterizan sus relaciones con el agujero magno: a) una anterior, denominada porción basilar; b) dos laterales, las porciones laterales, y o c) finalmente, una porción posterior denominada escama occipital. Estas cuatro porciones están primitivamente separadas y aún pueden diferenciarse en el recién nacido. ESCAMA OCCIPITAL. La escama occipital es ancha, aplanada y romboidal. En ella se distinguen dos caras, cuatro bordes y cuatro ángulos. ARQUITECTURA. La escama está constituida por dos láminas compactas, las láminas externa e interna, y por una capa intermedia de diploe, que se adelgaza a nivel de las fosas occipitales. La porción basilar y las porciones laterales del hueso occipital están formadas por una vaina de tejido óseo compacto y por una gruesa capa de tejido óseo esponjoso. F. Hueso parietal Es un hueso plano y cuadrangular, situado a cada lado de la línea media, en la porción superolateral del cráneo, posteriormente al hueso frontal, anteriormente al occipital y superiormente al temporal. Pueden estudiarse en él dos caras, una exocraneal o externa y otra endocraneal o interna, cuatro bordes y cuatro ángulos. ARQUITECTURA. Es la de los huesos de la bóveda del cráneo. G. Huesos suturales Entre los diversos huesos del cráneo, se encuentran con cierta frecuencia pequeñas piezas óseas, denominadas huesos suturales o huesos wormianos, descritos por un médico danés llamado Olaus Wormius. Los huesos suturales se dividen en dos categorías: huesos suturales verdaderos y huesos suturales falsos. Los huesos suturales verdaderos se desarrollan a partir de centros de osificación anormales. o Los huesos suturales falsos están constituidos por algunos centros de osificación normales de algún hueso del cráneo, que son restos independientes de otros centros de osificación de la misma pieza ósea. El hueso interparietal es un ejemplo de hueso sutural falso. H. Generalidades del cráneo El cráneo es una caja ósea de forma ovoide con un extremo posterior grueso y una porción inferior aplanada. Por término medio, su capacidad es de 1.400 a 1.500 cm3. En el cráneo se distinguen dos partes: una superior, la calvaria (bóveda), y otra inferior, la base. DESARROLLO DEL CRÁNEO. FONTANELAS Los huesos del cráneo no tienen todos el mismo origen. Unos, los de la base, son el resultado de la osificación de un esbozo cartilaginoso que se extiende por toda la base del cráneo; éstos se denominan huesos primarios o huesos de cartílago. Otros, los de la calvaria, se desarrollan directamente en el tejido conjuntivo embrionario; se denominan huesos de membrana o de revestimiento.

HUESOS DE LA CARA

A. Maxilar El maxilar está situado superior a la cavidad bucal, inferior a la cavidad orbitaria y lateral a las cavidades nasales, y participa en la formación de las paredes de estas tres cavidades. Se articula con el del lado opuesto para formar la mayor parte de la mandíbula superior. El maxilar es voluminoso y sin embargo ligero, debido a la existencia de una cavidad, el seno maxilar, que ocupa los dos tercios superiores del espesor del hueso. La configuración externa del maxilar es muy irregular. No obstante, se puede reconocer en él una forma cuadrilátera y distinguir dos caras, una lateral y otra medial, y cuatro bordes. B. Hueso lagrimal El hueso lagrimal (hueso unguis) es una lámina ósea cuadrilátera, aplanada de lateral a medial, situada en la pared medial de la órbita, inmediatamente posterior a la apófisis frontal del maxilar. Presenta dos caras y cuatro bordes. C. Hueso palatino El hueso palatino es una lámina ósea delgada e irregular, situada posteriormente al maxilar. Su forma puede compararse con la de un ángulo diedro recto. Este hueso se compone de una lámina horizontal y una lámina perpendicular, que se unen en ángulo recto siguiendo una arista de dirección anteroposterior. D. Cornete nasal inferior El cornete nasal inferior o concha nasal inferior es una lámina ósea incurvada que se alarga de anterior a posterior. Está fija a la pared lateral de las cavidades nasales por uno de sus bordes y queda libre en la lu z de estas cavidades en el resto de su extensión. Presenta dos caras, una medial y otra lateral, y dos bordes, uno superior o articular y otro inferior o libre; ambos se unen entre sí en los extremos afilados del hueso. La cara medial es convexa y está orientada hacia el tabique nasal. Es lisa superiormente y desigual y rugosa inferiormente. Con frecuencia, una cresta anteroposterior separa la parte lisa de la parte rugosa. E. Huesos nasales Se sitúan a ambos lados de la línea media, entre las apófisis frontales del maxilar e inmediatamente inferiores al borde nasal del hueso frontal. Cada hueso nasal es una lámina ósea cuadrilátera, aplanada de anterior a posterior, más ancha y menos gruesa inferior que superiormente. F. Vómer