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Efectos Magnéticos de la Hemoglobina en Hemorragias Intracranianas, Resúmenes de Imagenología

Los efectos magnéticos de la hemoglobina y sus derivados en las hemorragias intracranianas. Se describe cómo la apariencia de un hematoma depende de las propiedades magnéticas de estas sustancias y cómo varían en tc y rm. Además, se detalla el diagnóstico y las características de las imágenes en tc y rm en diferentes etapas de la hemorragia.

Qué aprenderás

  • ¿Cómo afectan las propiedades magnéticas de la hemoglobina y sus derivados a la apariencia de un hematoma intracraniano?
  • ¿Cómo se diagnostican hemorragias intracranianas mediante TC y RM?
  • ¿Cómo varían las imágenes de TC y RM en diferentes etapas de una hemorragia intracraniana?

Tipo: Resúmenes

2020/2021

Subido el 10/05/2021

samira-canseco
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HEMORRAGIAS INTRACRANEANAS
La hemoglobina y las sustancias que contienen fierro producidas durante su degradación, tienen
diferentes efectos magnéticos (diamagnéticos, paramagnéticos, super-paramagnéticos) sobre el
tejido cerebral que lo rodea. En su forma circulante, la hemoglobina alterna entre oxihemoglobina
y deoxihemoglobina, mientras el oxígeno es intercambiado con distintos tejidos. Para poder ligar
el oxígeno, el fierro de la hemoglobina debe estar reducido, en estado ferroso. Cuando los
glóbulos rojos (GR) son removidos de la circulación, fallan las vías de reducción del fierro de la
hemoglobina, comenzando su degradación. La apariencia del hematoma depende en gran parte
de las propiedades magnéticas de estos productos sanguíneos y de su compartimentalización, es
decir si se encuentra dentro o fuera del GR.
Los GR se caracterizan por una morfología biconvexa. Luego de su salida del torrente sanguíneo,
pierden su morfología normal aproximadamente a las 6 horas, volviéndose esféricos y
transformándose en esferocitos. Durante los primeros tres días, los GR se encogen y deforman
presentando una superficie irregular con espículas, transformándose en equinocitos. Luego del
tercer día, éstos van perdiendo sus espículas transformándose en pequeñas esferas
(microesferocitos). A partir del séptimo día y durante la segunda semana, se produce la lisis de los
GR, observándose fragmentos de éstos de aspecto deforme (esquistocitos).
HALLAZGOS EN TC Y RMN
En RM, la intensidad de señal de los hematomas intracraneanos está principalmente determinada
por la presencia de sustancias paramagnéticas derivadas de la hemoglobina. Dependiendo de sus
características, estas sustancias pueden acortar los tiempos T1 y T2 de los protones del agua
adyacentes y, por este mecanismo, modificar la intensidad de señal y el contraste. Las imágenes
van a variar en forma previsible de acuerdo a algunos factores como el estado de degradación de
la hemoglobina (oxihemoglobina, deoxihemoglobina, metahemoglobina, hemosiderina- ferritina),
el estado del glóbulo rojo (no lisado o lisado) y de la secuencia de RM utilizada (T1, T2, T2
gradiente o T1-Gd).
Tomografía computada
La TC continúa siendo el examen de elección en los pacientes con accidentes cerebrovasculares o
en quienes se quiere descartar un hematoma intracraneano. Tiene una muy buena sensibilidad
para el diagnóstico de hematoma intracraneano en fase aguda, excepto cuando las hemorragias
son pequeñas (petequiales) o en pacientes con anemia severa (hematocrito <20%). La TC
demuestra el tamaño y localización del hematoma, permite el seguimiento de complicaciones
como herniación cerebral, apertura al sistema ventricular, presencia de hidrocefalia,
resangramiento y edema perilesional. El volumen del hematoma se calcula multiplicando los tres
diámetros principales y dividiéndolos por dos.
Resonancia magnética
Las HIC tienen una apariencia heterogénea en RM(8). Sin embargo, ésta técnica define mejor los
límites del hematoma y del edema que le acompaña, detecta microhemorragias y precisa el efecto
de masa sobre las estructuras vecinas. Es la técnica de elección para determinar la edad del
hematoma. Ayuda a identificar lesiones asociadas en el lecho del hematoma y a su alrededor,
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¡Descarga Efectos Magnéticos de la Hemoglobina en Hemorragias Intracranianas y más Resúmenes en PDF de Imagenología solo en Docsity!

HEMORRAGIAS INTRACRANEANAS

La hemoglobina y las sustancias que contienen fierro producidas durante su degradación, tienen diferentes efectos magnéticos (diamagnéticos, paramagnéticos, super-paramagnéticos) sobre el tejido cerebral que lo rodea. En su forma circulante, la hemoglobina alterna entre oxihemoglobina y deoxihemoglobina, mientras el oxígeno es intercambiado con distintos tejidos. Para poder ligar el oxígeno, el fierro de la hemoglobina debe estar reducido, en estado ferroso. Cuando los glóbulos rojos (GR) son removidos de la circulación, fallan las vías de reducción del fierro de la hemoglobina, comenzando su degradación. La apariencia del hematoma depende en gran parte de las propiedades magnéticas de estos productos sanguíneos y de su compartimentalización, es decir si se encuentra dentro o fuera del GR. Los GR se caracterizan por una morfología biconvexa. Luego de su salida del torrente sanguíneo, pierden su morfología normal aproximadamente a las 6 horas, volviéndose esféricos y transformándose en esferocitos. Durante los primeros tres días, los GR se encogen y deforman presentando una superficie irregular con espículas, transformándose en equinocitos. Luego del tercer día, éstos van perdiendo sus espículas transformándose en pequeñas esferas (microesferocitos). A partir del séptimo día y durante la segunda semana, se produce la lisis de los GR, observándose fragmentos de éstos de aspecto deforme (esquistocitos).

HALLAZGOS EN TC Y RMN

En RM, la intensidad de señal de los hematomas intracraneanos está principalmente determinada por la presencia de sustancias paramagnéticas derivadas de la hemoglobina. Dependiendo de sus características, estas sustancias pueden acortar los tiempos T1 y T2 de los protones del agua adyacentes y, por este mecanismo, modificar la intensidad de señal y el contraste. Las imágenes van a variar en forma previsible de acuerdo a algunos factores como el estado de degradación de la hemoglobina (oxihemoglobina, deoxihemoglobina, metahemoglobina, hemosiderina- ferritina), el estado del glóbulo rojo (no lisado o lisado) y de la secuencia de RM utilizada (T1, T2, T gradiente o T1-Gd).

Tomografía computada

La TC continúa siendo el examen de elección en los pacientes con accidentes cerebrovasculares o en quienes se quiere descartar un hematoma intracraneano. Tiene una muy buena sensibilidad para el diagnóstico de hematoma intracraneano en fase aguda, excepto cuando las hemorragias son pequeñas (petequiales) o en pacientes con anemia severa (hematocrito <20%). La TC demuestra el tamaño y localización del hematoma, permite el seguimiento de complicaciones como herniación cerebral, apertura al sistema ventricular, presencia de hidrocefalia, resangramiento y edema perilesional. El volumen del hematoma se calcula multiplicando los tres diámetros principales y dividiéndolos por dos.

Resonancia magnética

Las HIC tienen una apariencia heterogénea en RM(8). Sin embargo, ésta técnica define mejor los límites del hematoma y del edema que le acompaña, detecta microhemorragias y precisa el efecto de masa sobre las estructuras vecinas. Es la técnica de elección para determinar la edad del hematoma. Ayuda a identificar lesiones asociadas en el lecho del hematoma y a su alrededor,

además de orientar al mecanismo de producción (hipertensión arterial, malformación vascular, tumor cerebral, etc.) Características de las imágenes en RM

  1. Hematoma hiperagudo (<1er día). Inmediatamente después de la extravasación de la sangre se forma un coágulo laxo, con GR y plaquetas. Se rompe la BHE, pero no se ha formado edema significativo en la periferia. Los GR son biconvexos, de morfología normal, con oxihemoglobina en su interior. Comienza la desoxigenación de la hemoglobina que se transforma en deoxihemoglobina y además los GR se transforman en esferocitos. Debido a que la oxihemoglobina es diamagnética, no se produce alteración significativa de la señal de la sangre, por lo que el hematoma tiende a ser isointenso con el parénquima en T1 e hiperintenso en T2.
  2. Hematoma agudo (1er- 3er día). En esta etapa comienza la organización del coágulo sanguíneo, con fibrina en su interior. Al segundo día, se inicia la reparación de la BHE, con vasos de neoformación y BHE inmadura, con fenestraciones en el endotelio. Comienza además la formación de edema en la periferia del hematoma y se va produciendo la retracción del coágulo, con concentración de los GR. Los GR se contraen y deforman tomando el aspecto de equinocito (crenocito). La deoxihemoglobina es la molécula dominante. En las imágenes T1 el hematoma se observa levemente hipointenso y en T2 de muy baja señal, con edema de alta señal en la periferia.
  3. Hematoma subagudo precoz (4º- 7º día). El coágulo se encuentra organizado y continúa la reparación de la BHE. El edema se observa en máximo desarrollo en la periferia del hematoma. Los GR pierden las espículas y disminuyen de tamaño, transformándose en microesferocitos. Se produce la oxidación de la molécula de deoxihemoglobina a metahemoglobina. La metahemoglobina es una sustancia paramagnética, por lo que produce un aumento significativo de la señal en T1. La baja señal en T2 se produce tanto por efecto paramagnético como por susceptibilidad magnética de la hemoglobina. Luego de la administración de contraste se observa un anillo bien definido, de contornos interno y externo regulares.
  4. Hematoma subagudo tardío (8º-14º día). Comienza la desintegración del coágulo sanguíneo y el hematoma comienza a trasformarse en una laguna con detritos celulares en su interior; el edema comienza a declinar lentamente. Al cumplirse una semana, comienza la lisis de los GR, visualizándose algunos fantasmas o fragmentos de ellos. Persiste el efecto paramagnético en las imágenes T1 (hiperintenso), pero la dilución de la metahemoglobina en el contenido líquido del hematoma produce una pérdida del efecto paramagnético, por lo que en las imágenes T2 el hematoma es hiperintenso.
  5. Hematoma crónico (>14º día). Esta etapa dura meses o años, pudiendo incluso ser visibles estigmas de sangramiento durante toda la vida. El hematoma comienza a disminuir paulatinamente de tamaño, contrayéndose y muchas veces terminando como una estría lineal en el parénquima. Los vasos que rodean el coágulo maduran, presentando una BHE eficiente aproximadamente a los tres meses. El edema disminuye hasta desaparecer