¡Descarga resumen rojo y negro 1 y más Apuntes en PDF de Literatura solo en Docsity!
ROJO Y NEGRO
CAPÍTULO I
UNA CIUDAD PEQUEÑA
Comienza nombrando a “La pequeña ciudad de Verriéres” se hace la descripción de las casas, de la montaña que está a su lado Norte. También hace mención a una fábrica de clavos. Nos describe detalladamente la apariencia de un hombre, un caballero, desde su forma de vestir hasta sus rasgos físicos. Ese era el alcalde de Verriéres, señor Renal y además el dueño de la fábrica de clavos. Los jardines del señor Renal son admirados por todos, pero no porque sean bellas, sino porque el dueño se encarga de comprar parcelas de terreno que le compro al señor Sorel, que lo compró sus tierras a un precio mayor al que valían para convencerlo. CAPÍTILO II UN ALCALDE En este capítulo se sigue hablando de las parcelas de tierra, son tan importantes que se mencionan a representantes legales que interceden para su adquisición. Se destacan los bellos paisajes que atraen a los turistas y extranjeros. También se hace mención a la esposa del alcalde, que además aparece con sus tres hijos. Sus esposas tienen unos 30 años aproximadamente y se destaca que se mantenía muy bella. Por otra parte, los tres hijos, la mayor tenia once años y se llamaba Adolfo. El señor Appert, odioso para Renal, porque había logrado adentrarse tanto en la cárcel, al Asilo y hasta en el hospital. Había llegado con el propósito de fisgonear y publicar después artículos de la prensa liberal. CAPÍTULO III EL RAUDAL DEL POBRE
Este capítulo inicia mencionando al cura de Verrieres que contaba con 80 años. Este cura tenia excelentes recomendaciones por parte del señor Appert. Se narra de la existencia de una carta firmaba por el señor marques de La Mole, propietario rico, que dejaba pensativo al cura Chélan. El señor Appert sabía que el cura tenía buenas intenciones, y aunque las respuestas que obtuvo de las visitas que realizo fueron extrañas no tuvo problemas. El cura para no retener más a su acompañante, el señor Appert, se excusó poniendo de pretexto que debía escribir algunas cartas. Cuando ambos caballeros, llegaron a la cárcel les dijeron que tenían órdenes del señor prefecto de no permitirle la entrada al señor Appert. Esa mañana había ido el alcalde Renal a hablar con el cura acompañado del director del Asilo de Medicidad, Valenod, demostrándole su disgusto. Estaban amenazándolo prácticamente con destituirlo, a lo que el cura, no entendía el por qué varía daño la visita del señor Appert a los pobres y prisioneros. Esta mas que claro que existían interviniendo en el tema, tampoco se explicaba la importancia de que el señor Appert visite a los pobres y prisioneros, en ese momento el segundo de sus hijos interrumpiendo estaba en el muro. Se nombra a Valenod, el director del Asilo, un tipo de buen porte físico, aunque grosero y arrogante, su actitud le disgustaba mucho a la señora de Renal. CAPÍTULO IV UN PADRE Y UN HIJO Al día siguiente el alcalde se dirigía a la serrería del señor Sorel. El señor Renal le hizo una propuesta al señor Sorel que realmente no esperaba se trataba de una oferta de 300 francos anuales al Julián, hijo de Soreal. A pesar de que este lo llamo y busco, no hallaba a su hijo, solo a sus otros dos mayores. Cuando encontró a su hijo, reaccionó de manera violenta, tirando el libro que Julián leía con tanta concentración, regalado por un párroco que respetaba mucho, por sus enseñanzas de historia y de latín. El acto violento del señor Sorel hizo que el libro volara por los aires y caiga al agua, también a Julián le callo una bofetada a la que no tomo tanta importancia como a la pérdida de su libro. CAPÍTULO V UNA NEGOCIACION
que Julián se ofenda de alguna manera. El alcalde habla con su esposa y llegan a un acuerdo para darle dinero a Julián el cual acepta, aunque no quería, y usa el dinero para comprarles libros a los hijos del alcalde, aunque eran libros que a él le interesaban. Julián y la señora de Renal tienen una especie de química, Julián no sabe si se trata de amor o solo una fascinación al igual que a la señora de Renal. CAPÍTULO VIII SUCESOS SIN IMPORTANCIA Elisa, la criada de la señora de Renal había acudido con el cura Chélan a darle la proposición de desposar a Julián, cuando éste se entero tuvo que rechazar la oferta, el sacerdote Chélan creía que era más por la vocación al sacerdocio su rechazo porque Elisa contaba con una fortuna que seguro cualquiera querría. La señora de Renal cuando supo de aquella proposición se puso enferma y cuando quiso hablar con Julián del tema se preguntó si la causa de su enfermedad se debía a que estaba enamorada de Julián, ya que estaba muy atraída por su sensibilidad, entre otras cosas. También nombran a la mejor amiga de la señora de Renal, Derville, con la que había estudiado. Julián pensaba que podría haber una amistad con ella. CAPÍTULO IX SUCESOS SIN IMPORTANCIA Elisa, la criada de la señora de Renal había acudido con el cura Chélan a darle una proposición para poder desposar a Julián, cuando éste se entero tuvo que rechazar la oferta, el sacerdote Chélan creía que era más por su vocación al sacerdocio y no se imaginaba otra razón para no poder aceptar tal proposición ya que la muchacha contaba con una pequeña fortuna y cualquier otro hombre la habría desposado sin ningún problema. La señora de Renal cuando se enteró de esta proposición, que se lo conto la misma Elisa decepcionada, se puso como que con una sensación enferma y deseaba hablar con Julián del tema, en ese momento se preguntaba el porqué, si sentía algo por él o solo era curiosidad de saber que estaba pasando entre Julián y Elisa. La señora de Renal de cierta forma se sentía atraída por Julián, pero de una forma que ni ella misma se podía explicar. En este capítulo aparece Derville, una amiga íntima con la que había estudiado la señora de Renal, Julián pensaba que podría haber una amistad entre ellos también. CAPÍTULO IX UNA VELADA EN EL CAMPO En este capítulo nos muestra cómo va avanzando la atracción que tiene Julián hacia la señora de Renal, Derville llegó a ver la forma en la que Julián miraba a la señora de Renal, ella sospechaba. Julián y la señora de Renal, a pesar de que no hablaban mucho, pero compartían momentos por los niños y se llevaban bien.
El alcalde estaba cambiando los colchones de todas las habitaciones, entonces a Julián no tuvo más remedio que pedirle a la señora de Renal para que entre a la habitación, porque era la única que podía entrar en ese momento. Julián quería recuperar una caja negra, que no quería que lo descubriera el alcalde por su forma de pensar. La señora de Renal lo ayuda y está convencida de que dentro de la caja estaba la foto de su amada, hasta se puso un poco celosa, y cuando estaba a punto de abrir la caja llega Julián y de la arrebata rápidamente. En el interior de la caja se encontraba una foto de Napoleón, ya que lo admiraba grandemente pero no quería que lo descubriera el alcalde por sus ideas que no compartía con él. CAPÍTULO X UN CORAZON GRANDE Y UNA FORTUNA PEQUEÑA Encontramos un enfrentamiento diplomático entre el alcalde y Julián, parece que el alcalde cada vez que puede tratar de minimizar a Julián en su trabajo y a pesar de que hace un excelente trabajo educando a sus hijos siempre encuentra una excusa para hacerle una crítica y cansado de esto decide enfrentar al alcalde. Argumenta muy bien que sino fuera por él sus hijos no tendrían una preparación adecuada y que otro no sería capaz de tener esos resultados académicos con sus hijos más que é. y así consiguió que el alcalde les suba el suelto a cincuenta francos, aunque el alcalde no quería. CAPÍTILO XI UNA “SOIRÉE” Julián eufórico fue a contarle a Valenod sobre su aumento de sueldo. Julián estaba muy contento pues tenía grandes planes, planes ambiciosos. Cuando estaba de vuelta a la casa del alcalde, las primas estaban esperándolas para conversar, Julián se sienta junto a la señora de Renal y llega también el alcalde que empieza a hablar de política y negocios como siempre. Cuando se encuentran solos y con el alcalde muy próximo a ellos, en cualquier momento este podría descubrirles que, Julián se acercaba a la mano de la señora de Renal, esta temerosa intenta alejarse, pero Julián insiste, terminan teniendo un mar de besos apasionante que se acaba rápidamente por el temor a ser descubiertos por parte de la señora de Renal. Ya en su habitación la señora de Renal no deja de pensar en Julián, en el evento que pasaron juntos y la pasión que generó en ella, algo que nunca había sentido con su marido, pero a la vez otros pensamientos invadían su mente, como que es una adultera y seria castigada por Dios por su afrenta, también pensaba que no era ella a la que amaba realmente Julián y al mismo tiempo que no podía estar apartada de él, ella quería estar con él, repetir aquello que le hizo sentir, aunque sabía que no era lo correcto, se propuso esquivarle en todo sentido y tratarlo de una manera fría, como si nada hubiera pasado. En el transcurso en el que sus pensamientos le invadían no pudo dormir en toda la noche, que hasta termino por despertar a su criada, Elisa, que al escucharla la acudió y entro a su cuarto, y la señora de Renal le pregunta si era a ella a quien amaba Julián, pero Elisa no la llego a escuchar y la señora
