Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

La Sangre: Propiedades, Funciones y Tipos de Sangre, Resúmenes de Biología

Lo básico sobre la sangre, su composición, funciones vitales y los diferentes tipos de sangre según el sistema AB0 y Rh. Además, se mencionan conceptos relacionados como hematopoyesis, glóbulos rojos y blancos, hemoglobina y plaquetas.

Tipo: Resúmenes

2021/2022

Subido el 31/10/2022

marina-lopez-57
marina-lopez-57 🇦🇷

4

(1)

5 documentos

1 / 11

Toggle sidebar

Esta página no es visible en la vista previa

¡No te pierdas las partes importantes!

bg1
LA SANGRE:
La sangre es un tejido conectivo líquido, que circula por capilares, venas y arterias de todos los
vertebrados. Su color rojo característico es debido a la presencia del pigmento hemoglobínico
contenido en los glóbulos rojos.
Es un tipo de tejido conjuntivo especializado, con una matriz coloidal líquida y una constitución
compleja. Tiene una fase sólida (elementos formes), que incluye a los eritrocitos (o glóbulos rojos),
los leucocitos (o glóbulos blancos) y las plaquetas, y una fase líquida, representada por el plasma
sanguíneo. Estas fases son también llamadas partes sanguíneas, las cuales se dividen en
componente sérico (fase líquida) y componente celular (fase sólida).
Su función principal es la logística de distribución e integración sistémica, cuya contención en los
vasos sanguíneos (espacio vascular) admite su distribución (circulación sanguínea) hacia
prácticamente todo el organismo.
FUNCIONES:
La fisiología de la sangre está relacionada con los elementos que la componen y por los vasos
que la transportan, de tal manera que:
Ayuda a regular la temperatura corporal.
Coagulación de la sangre y hemostasia: Gracias a las plaquetas y a los factores de
coagulación.
Defiende el cuerpo de las infecciones, gracias a las células de defensa o glóbulo blanco.
Homeostasis en el transporte del líquido extracelular, es decir en el líquido intravascular.
Rechaza el trasplante de órganos ajenos y alergias, como respuesta del sistema
inmunitario.
Responde a las lesiones que producen inflamación, por medio de tipos especiales de
leucocitos y otras células.
Transporta el anhídrido carbónico desde todas las células del cuerpo hasta los pulmones
donde se disocia en CO2 y H2O.
Transporta mensajeros químicos, como las hormonas.
Transporta los nutrientes contenidos en el plasma sanguíneo, como glucosa, aminoácidos,
lípidos y sales minerales desde el hígado, procedentes del aparato digestivo a todas las
células del cuerpo.
Transporta el oxígeno desde los pulmones al resto del organismo, transportado por la
hemoglobina contenida en los glóbulos rojos.
pf3
pf4
pf5
pf8
pf9
pfa

Vista previa parcial del texto

¡Descarga La Sangre: Propiedades, Funciones y Tipos de Sangre y más Resúmenes en PDF de Biología solo en Docsity!

LA SANGRE:

La sangre es un tejido conectivo líquido, que circula por capilares, venas y arterias de todos los vertebrados. Su color rojo característico es debido a la presencia del pigmento hemoglobínico contenido en los glóbulos rojos. Es un tipo de tejido conjuntivo especializado, con una matriz coloidal líquida y una constitución compleja. Tiene una fase sólida (elementos formes), que incluye a los eritrocitos (o glóbulos rojos), los leucocitos (o glóbulos blancos) y las plaquetas, y una fase líquida, representada por el plasma sanguíneo. Estas fases son también llamadas partes sanguíneas, las cuales se dividen en componente sérico (fase líquida) y componente celular (fase sólida). Su función principal es la logística de distribución e integración sistémica, cuya contención en los vasos sanguíneos (espacio vascular) admite su distribución (circulación sanguínea) hacia prácticamente todo el organismo. FUNCIONES : La fisiología de la sangre está relacionada con los elementos que la componen y por los vasos que la transportan, de tal manera que:

  • Ayuda a regular la temperatura corporal.
  • Coagulación de la sangre y hemostasia: Gracias a las plaquetas y a los factores de coagulación.
  • Defiende el cuerpo de las infecciones, gracias a las células de defensa o glóbulo blanco.
  • Homeostasis en el transporte del líquido extracelular, es decir en el líquido intravascular.
  • Rechaza el trasplante de órganos ajenos y alergias, como respuesta del sistema inmunitario.
  • Responde a las lesiones que producen inflamación, por medio de tipos especiales de leucocitos y otras células.
  • Transporta el anhídrido carbónico desde todas las células del cuerpo hasta los pulmones donde se disocia en CO2 y H2O.
  • Transporta mensajeros químicos, como las hormonas.
  • Transporta los nutrientes contenidos en el plasma sanguíneo, como glucosa, aminoácidos, lípidos y sales minerales desde el hígado, procedentes del aparato digestivo a todas las células del cuerpo.
  • Transporta el oxígeno desde los pulmones al resto del organismo, transportado por la hemoglobina contenida en los glóbulos rojos.

HEMATOPOYESIS:

Las células sanguíneas son producidas en la médula ósea de los huesos largos y planos en la edad adulta; este proceso es llamado hematopoyesis. El componente proteico es producido en el hígado, mientras que las hormonas son producidas en las glándulas endocrinas y la fracción acuosa es mantenida por el riñón y el tubo digestivo. Las células sanguíneas son degradadas por el bazo y las células de Kupffer en el hígado (hemocateresis). Este último, también elimina las proteínas y los aminoácidos. Los eritrocitos usualmente viven algo más de 120 días antes de que sea sistemáticamente reemplazados por nuevos eritrocitos creados en el proceso de eritropoyesis, estimulada por la eritropoyetina, una hormona secretada en su mayor parte por los riñones y en menores cantidades por hígado y páncreas. COMPOSICIÓN: Como todo tejido, la sangre se compone de células y componentes extracelulares (su matriz extracelular). Estas dos fracciones tisulares vienen representadas por: Los elementos formes —también llamados elementos figurados—: son elementos semisólidos (es decir, mitad líquidos y mitad sólidos) y particulados (corpúsculos) representados por células y componentes derivados de células.

  • El plasma sanguíneo: un fluido traslúcido y amarillento que representa la matriz extracelular líquida en la que están suspendidos los elementos formes. Este representa un medio isotónico para las células sanguíneas, las cuales sobreviven en un medio que esté al 0,9 % de concentración, como la solución salina, para proporcionar un ejemplo.
  • Los elementos formes constituyen alrededor del 45 % de la sangre. Tal magnitud porcentual se conoce con el nombre de hematocrito (fracción "celular"), adscribible (puesto dentro de…) casi en totalidad a la masa eritrocitaria. El otro 55 % está representado por el plasma sanguíneo (fracción acelular). Los elementos formes de la sangre son variados en tamaño, estructura y función, y se agrupan en:
  • Las células sanguíneas, que son los glóbulos blancos o leucocitos, células que "están de paso" por la sangre para cumplir su función en otros tejidos;
  • Los derivados celulares, que no son células estrictamente sino fragmentos celulares, están representados por los eritrocitos y las plaquetas; son los únicos componentes sanguíneos que cumplen sus funciones estrictamente dentro del espacio vascular.

etc.) y patológicas (infección, cáncer, inmunosupresión, aplasia, etc.). El recuento porcentual de los diferentes tipos de leucocitos se conoce como "fórmula leucocitaria" (ver Hemograma, más adelante). Según las características microscópicas de su citoplasma (tintoriales) y su núcleo (morfología), se dividen en:

  • Los agranulocitos o células monomorfonucleares: son los linfocitos y los monocitos; carecen de gránulos en el citoplasma y tienen un núcleo redondeado.
  • Los granulocitos o células polimorfonucleares: son los neutrófilos, basófilos y eosinófilos; poseen un núcleo polimorfo y numerosos gránulos en su citoplasma, con tinción diferencial según los tipos celulares. Granulocitos o células polimorfonucleares:
  • Basófilos: presentes en sangre entre 0,1 y 1,5 células por mm³, (0,2-1,2 % de los leucocitos). Presentan una tinción basófila, lo que los define. Segregan sustancias como la heparina, de propiedades anticoagulantes, y la histamina que contribuyen con el proceso de la inflamación. Poseen un núcleo a menudo cubierto por gránulos de secreción.
  • Eosinófilos: presentes en la sangre entre 50 y 500 células por mm³ (1-4 % de los leucocitos). Aumentan en enfermedades producidas por parásitos, en las alergias y en el asma. Su núcleo, característico, posee dos lóbulos unidos por una fina hebra de cromatina, y por ello también se las llama "células en forma de antifaz".
  • Neutrófilos, presentes en sangre entre 2500 y 7500 células por mm³. Son los más numerosos, ocupando entre un 55 % y un 70 % de los leucocitos. Se tiñen pálidamente, de ahí su nombre. Se encargan de fagocitar sustancias extrañas (bacterias, agentes externos, etc.) que entran en el organismo. En situaciones de infección o inflamación su número aumenta en la sangre. Su núcleo característico posee de 3 a 5 lóbulos separados por finas hebras de cromatina, por lo cual antes se los denominaba "polimorfonucleares" o simplemente "polinucleares", denominación errónea. Agranulocitos o células monomorfonucleares:
  • Linfocitos: valor normal entre 1.300 y 4000 por mm³ (24 % a 32 % del total de glóbulos blancos). Su número aumenta sobre todo en infecciones virales, aunque también en enfermedades neoplásicas (cáncer) y pueden disminuir en inmunodeficiencias. Los linfocitos son los efectores específicos del sistema inmunitario, ejerciendo la inmunidad adquirida celular y humoral. Hay dos tipos de linfocitos, los linfocitos B y los linfocitos T.
  • Los linfocitos B están encargados de la inmunidad humoral, esto es, la secreción de anticuerpos (sustancias que reconocen las bacterias y se unen a ellas y permiten su fagocitocis y destrucción). Los granulocitos y los monocitos pueden reconocer mejor y destruir a las bacterias cuando los anticuerpos están unidos a éstas (opsonización). Son también las células responsables de la producción de unos componentes del suero de la sangre, denominados inmunoglobulinas.
  • Los linfocitos T reconocen a las células infectadas por los virus y las destruyen con ayuda de los macrófagos. Estos linfocitos amplifican o suprimen la respuesta inmunológica global, regulando a los otros componentes del sistema inmunitario, y segregan gran variedad de citoquinas. Constituyen el 70 % de todos los linfocitos. Tanto los linfocitos T como los B tienen la capacidad de "recordar" una exposición previa a un antígeno específico, así cuando haya una nueva exposición a él, la acción del sistema inmunitario será más eficaz.
  • Monocitos: Conteo normal entre 150 y 900 células por mm³ (2 % a 8 % del total de glóbulos blancos). Esta cifra se eleva casi siempre por infecciones originadas por virus o parásitos. También en algunos tumores o leucemias. Son células con núcleo definido y con forma de riñón. En los tejidos se diferencian hacia macrófagos o histiocitos. PLAQUETAS: Las plaquetas (trombocitos) son fragmentos celulares pequeños (2-3 μm de diámetro), ovales y sin núcleo. Se producen en la médula ósea a partir de la fragmentación del citoplasma de los megacariocitos (células muy conspicuas que forman parte del tejido hematopoyético de la médula ósea y de otros tejidos hematopoyéticos) quedando libres en la circulación sanguínea. Su valor cuantitativo normal se encuentra entre 250.000 y 450.000 plaquetas por mm³. Las plaquetas sirven para taponar las lesiones que pudieran afectar a los vasos sanguíneos. En el proceso de coagulación (hemostasia), las plaquetas contribuyen a la formación de los coágulos (trombos), así son las responsables del cierre de las heridas vasculares. (Véase trombosis). Una gota de sangre contiene alrededor de 250.000 plaquetas. Su función es coagular la sangre, cuando se rompe un vaso circulatorio las plaquetas rodean la herida para disminuir el tamaño y así evitar el sangrado. El fibrinógeno se transforma en unos hilos pegajosos y junto con las plaquetas forman una red para atrapar a los glóbulos rojos, red que se coagula y forma una costra con lo que se evita la hemorragia. PLASMA SANGUÍNEO: El plasma sanguíneo es la porción líquida de la sangre que forma parte del líquido extracelular. Es el mayor componente de la sangre, representando un 55 % del volumen total de la sangre, con unos 40-50 ml/kg peso. Es salado y de color amarillento traslúcido. Además de transportar las células de la sangre, lleva los nutrientes y las sustancias de desecho recogidas de las células. El plasma sanguíneo es esencialmente una solución acuosa, ligeramente más densa que el agua, con un 90 % agua, un 10 % de proteínas y algunas trazas de otros materiales. El plasma es una mezcla de muchas proteínas vitales, aminoácidos, glúcidos, lípidos, sales, hormonas, enzimas, anticuerpos, urea, gases en disolución y sustancias inorgánicas como sodio, potasio, cloruro de calcio, carbonato y bicarbonato.

El sistema Rh es el segundo sistema de grupos sanguíneos en la transfusión de sangre humana con 50 antígenos actualmente. En 1940, el Dr. Landsteiner descubrió otro grupo de antígenos que se denominaron factores Rhesus (factores Rh), porque fueron descubiertos durante unos experimentos con monos Rhesus (Macaca mulatta). Las personas con factores Rhesus en su sangre se clasifican como "Rh positivas", mientras que aquellas sin los factores se clasifican como "Rh negativas". El principal antígeno Rh es el "D". Utilizando esta denominación, es común para los individuos D-negativos no tener ningún anticuerpo anti-D IgG (inmunoglobulina-G) o IgM, ya que los anticuerpos anti-D no son normalmente producidos por sensibilización contra sustancias ambientales. Las personas Rh negativas forman anticuerpos contra el factor Rh, si están expuestas a sangre Rh positiva. COMPATIBILIDAD:

HERENCIA:

El bienestar de cualquier célula está dada por la capacidad de la membrana celular para mantener una presión hidrostática interna. Esta presión interna de cada membrana de la célula no permite el paso indeseado de líquidos en el intercambio osmótico así como el líquido que rodea a la célula. PRESIÓN HIDROSTÁTICA: Es la presión que ejerce todo fluido en un espacio confinado. Si el líquido está en un recipiente, habrá cierta presión sobre las paredes de dicho recipiente. La presión hidrostática es la presión que se genera por el peso del líquido sobre un punto de medición, cuando el líquido está en reposo. Esta presión se debe a las moléculas fluidas ejercen fuerzas unas sobre otras debido a la acción de la atracción gravitatoria de la Tierra. El aumento de la elevación también aumenta la presión hidrostática, esto quiere decir, que si subimos una montaña, nuestra presión aumentará. El fluido que fluye hacia abajo también aumenta esta presión. La aumento de la temperatura también la aumenta, ya que las moléculas, a mayor temperatura, se mueven más rápido. TENSIÓN ARTERIAL: La tensión arterial o presión sanguínea es esencial para que la sangre pueda circular por los vasos sanguíneos y cumpla su función de llevar a todos los tejidos del organismo el oxígeno y los nutrientes que necesitan para mantener correctamente su actividad. Se puede definir como la fuerza que la sangre ejerce sobre las paredes de las arterias, que es más alta (presión sistólica) cuando el corazón la bombea hacia las arterias y más baja (presión diastólica) entre un latido y otro del músculo cardíaco. Y éstos, el sistólico y el diastólico, son los valores que se utilizan para medir la tensión arterial, lo que es importante a la hora de evaluar el estado de salud general, ya que el caso de estar por encima de lo normal (hipertensión) puede significar un importante riesgo de sufrir enfermedades graves (enfermedades cardíacas, infarto cardíaco, ictus, insuficiencia renal, etc.). Cuando es baja (hipotensión) puede ocasionar estados de confusión, mareos, vértigo, desmayos, debilidad o somnolencia. Hay que tener en cuenta que los valores de la tensión arterial no se mantienen inalterables a lo largo del día, sino que sufren oscilaciones en función de diferentes factores. Esta clasificación define la existencia o no de estados patológicos. Sin embargo, hay situaciones en las que se puede producir una elevación o disminución puntual de la tensión arterial que no suponen necesariamente la existencia de un problema de tensión arterial. Así, el estrés o las situaciones de peligro pueden producir un aumento pasajero aunque significativo como consecuencia de una secreción elevada de adrenalina y noradrenalina o de la activación del sistema nervioso parasimpático, factores contribuyen a un incremento del ritmo cardiaco. Por el contrario, la deshidratación, el consumo de alcohol, el consumo de determinados medicamentos, una hipoglucemia o situaciones de shock (anafilaxia, infarto, etc.), entre otras causas, pueden inducir un descenso repentino de la tensión arterial.