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Inmunología: Antígenos, inmunógenos y su interacción con el sistema inmune, Guías, Proyectos, Investigaciones de Inmunología

Este documento de la revista facultad de medicina unam de 2009 explica los conceptos básicos de antígenos y inmunógenos, su interacción con anticuerpos y receptores de células t, y el papel de epítopos y superantígenos en la respuesta inmune. Además, aborda la importancia de la naturaleza físicoquímica de la molécula, la exposición y la vía de administración en la inmunogenicidad.

Tipo: Guías, Proyectos, Investigaciones

2018/2019

Subido el 29/09/2019

Jonathan.Gu_chacoy
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Rev Fac Med UNAM Vol. 52 No. 1 Enero-Febrero, 2009
www.medigraphic.com
Inmunología para el médico general
Antígenos e inmunógenos
Gloria Bertha Vega Robledo1
1Coordinación de Investigación, Facultad de Medicina, UNAM.
Antígeno (Ag). Molécula de procedencia exógena o endó-
gena que resulta extraña al organismo. Puede ser específica-
mente unida por un anticuerpo (Ac) o por un receptor de célula
T (TCR), pero no necesariamente genera una respuesta inmune.
Para aquellas moléculas que inducen una respuesta inmune, se
ha propuesto el término de inmunógeno (cabe señalar, que el
conocimiento de estas diferencias, no ha evitado que ambos
términos continúen utilizándose como sinónimos).
Algunas moléculas pequeñas, pueden unirse específica-
mente a los anticuerpos pero no activan a las células B o T
(son antígenos, pero no inmunógenos). Sin embargo, molé-
culas con bajo peso molecular, por lo general inferior a 4,000
Da, llamadas haptenos, pueden unirse covalentemente con
una proteína propia de mayor peso (acarreadora o trans-
portadora) y formar un inmunógeno.
Este mecanismo está presente cuando algunos fármacos,
originalmente carentes de inmunogenicidad, ingresan al
organismo y la adquieren al unirse a proteínas autólogas.
Algo similar sucede en el mecanismo involucrado en la
dermatitis por contacto: Moléculas como el pentadecatecol
de la hiedra venenosa o iones metálicos como el cromo o el
níquel presentes en aretes u otros accesorios, son haptenos,
lo que les permite penetrar fácilmente la piel; estos hapte-
nos se unen con proteínas propias y se crean complejos hap-
teno-acarreador, que funcionan como inmunógenos. Los
inmunógenos son capturados por las células de Langerhans
y presentados a células T en los ganglios más cercanos, lo
que origina, en individuos hipersensibles, una potente res-
puesta que se manifiesta como una reacción severa en piel.
Superantígeno
Sustancia de origen viral o bacteriano, que tiene la pro-
piedad de unir por fuera tanto moléculas de MHC II, como
de TCR (en individuos que tienen una particular familia de
genes de cadena variable beta). Actúan como una unión entre
las dos y activan alrededor de 30% de los linfocitos, en
tanto un antígeno convencional procesado únicamente ac-
tiva 0.001% de estas células. De lo anterior se deriva, que la
exposición a un superantígeno puede conducir a la libera-
ción masiva de citocinas, lo que puede causar un síndrome
clínico similar al shock séptico.
Epítopo o determinante antigénico. Es el sitio o porción
inmunodominante de un antígeno, a través del cual se une con
un anticuerpo o con un receptor del linfocito T. La valencia de
un antígeno, corresponde al número de epítopos que contiene.
Así, un mismo antígeno puede tener epítopos para unirse con
anticuerpos o con el receptor de la célula T. Los anticuerpos
reconocen a la estructura expuesta, primaria o terciaria, del antí-
geno nativo y los receptores de T principalmente a la primaria
(proveniente de antígenos, principalmente proteínicos, procesa-
dos), lo que implica la existencia de dos tipos de epítopos:
• Lineal. Formado por secuencias de aminoácidos conti-
nuos y contiguos.
• Conformacional. Constituido por secuencias de ami-
noácidos continuos o discontinuos y distantes, que se aproxi-
man entre sí debido al plegamiento o conformación tridi-
mensional del antígeno.
Inmunogenicidad. Es la potencia o capacidad que tiene
una molécula para generar una respuesta inmune y depende
tanto de su naturaleza, como de la inherente al individuo en
el que actúa (receptor).
Naturaleza fisicoquímica de la molécula
Composición. Las proteínas son las que originan una me-
jor respuesta, ya que son potentes estimuladoras de las célu-
las T. A su vez los polisacáridos, lípidos y ácidos nucleicos
casi no se unen a MHC, lo que disminuye su potencia.
Peso molecular. Es importante el tamaño (superior a 80
KDa), polisacáridos de alto peso molecular frecuentemente
resultan inmunogénicos; sin embargo, existen moléculas gran-
des poco complejas y consecuentemente menos potentes. Por
el contrario, otras de menor tamaño pero con una gran com-
plejidad estructural (heteropolímeros o proteínas con inclu-
sión de aminoácidos diferentes o aromáticos p.ej. tirosina)
son más efectivas; los lípidos y ácidos nucleicos tienen una
menor complejidad que las proteínas y los carbohidratos.
Una molécula procesada por el fagocito es más inmuno-
génica que en su estado nativo. A su vez, la desnaturaliza-
ción de la molécula puede originar tanto pérdida como for-
mación o exposición de nuevos epítopos, lo que modifica
su inmunogenicidad.
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Rev Fac Med UNAM Vol. 52 No. 1 Enero-Febrero, 2009

www.medigraphic.com

Inmunología para el médico general

Antígenos e inmunógenos

Gloria Bertha Vega Robledo 1

(^1) Coordinación de Investigación, Facultad de Medicina, UNAM.

Antígeno (Ag). Molécula de procedencia exógena o endó- gena que resulta extraña al organismo. Puede ser específica- mente unida por un anticuerpo (Ac) o por un receptor de célula T (TCR), pero no necesariamente genera una respuesta inmune. Para aquellas moléculas que inducen una respuesta inmune, se ha propuesto el término de inmunógeno (cabe señalar, que el conocimiento de estas diferencias, no ha evitado que ambos términos continúen utilizándose como sinónimos). Algunas moléculas pequeñas, pueden unirse específica- mente a los anticuerpos pero no activan a las células B o T (son antígenos, pero no inmunógenos). Sin embargo, molé- culas con bajo peso molecular, por lo general inferior a 4, Da, llamadas haptenos , pueden unirse covalentemente con una proteína propia de mayor peso ( acarreadora o trans- portadora ) y formar un inmunógeno. Este mecanismo está presente cuando algunos fármacos, originalmente carentes de inmunogenicidad, ingresan al organismo y la adquieren al unirse a proteínas autólogas. Algo similar sucede en el mecanismo involucrado en la dermatitis por contacto : Moléculas como el pentadecatecol de la hiedra venenosa o iones metálicos como el cromo o el níquel presentes en aretes u otros accesorios, son haptenos, lo que les permite penetrar fácilmente la piel; estos hapte- nos se unen con proteínas propias y se crean complejos hap- teno-acarreador, que funcionan como inmunógenos. Los inmunógenos son capturados por las células de Langerhans y presentados a células T en los ganglios más cercanos, lo que origina, en individuos hipersensibles, una potente res- puesta que se manifiesta como una reacción severa en piel.

Superantígeno

Sustancia de origen viral o bacteriano, que tiene la pro- piedad de unir por fuera tanto moléculas de MHC II, como de TCR (en individuos que tienen una particular familia de genes de cadena variable beta). Actúan como una unión entre las dos y activan alrededor de 30% de los linfocitos, en tanto un antígeno convencional procesado únicamente ac- tiva 0.001% de estas células. De lo anterior se deriva, que la exposición a un superantígeno puede conducir a la libera- ción masiva de citocinas, lo que puede causar un síndrome clínico similar al shock séptico.

Epítopo o determinante antigénico. Es el sitio o porción inmunodominante de un antígeno, a través del cual se une con un anticuerpo o con un receptor del linfocito T. La valencia de un antígeno, corresponde al número de epítopos que contiene. Así, un mismo antígeno puede tener epítopos para unirse con anticuerpos o con el receptor de la célula T. Los anticuerpos reconocen a la estructura expuesta, primaria o terciaria, del antí- geno nativo y los receptores de T principalmente a la primaria (proveniente de antígenos, principalmente proteínicos, procesa- dos), lo que implica la existencia de dos tipos de epítopos:

- Lineal. Formado por secuencias de aminoácidos conti- nuos y contiguos. - Conformacional. Constituido por secuencias de ami- noácidos continuos o discontinuos y distantes, que se aproxi- man entre sí debido al plegamiento o conformación tridi- mensional del antígeno. Inmunogenicidad. Es la potencia o capacidad que tiene una molécula para generar una respuesta inmune y depende tanto de su naturaleza, como de la inherente al individuo en el que actúa (receptor).

Naturaleza fisicoquímica de la molécula

Composición. Las proteínas son las que originan una me- jor respuesta, ya que son potentes estimuladoras de las célu- las T. A su vez los polisacáridos, lípidos y ácidos nucleicos casi no se unen a MHC, lo que disminuye su potencia. Peso molecular. Es importante el tamaño (superior a 80 KDa), polisacáridos de alto peso molecular frecuentemente resultan inmunogénicos; sin embargo, existen moléculas gran- des poco complejas y consecuentemente menos potentes. Por el contrario, otras de menor tamaño pero con una gran com- plejidad estructural (heteropolímeros o proteínas con inclu- sión de aminoácidos diferentes o aromáticos p.ej. tirosina) son más efectivas; los lípidos y ácidos nucleicos tienen una menor complejidad que las proteínas y los carbohidratos. Una molécula procesada por el fagocito es más inmuno- génica que en su estado nativo. A su vez, la desnaturaliza- ción de la molécula puede originar tanto pérdida como for- mación o exposición de nuevos epítopos, lo que modifica su inmunogenicidad.

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Gloria Bertha Vega Robledo

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Exposición

La cantidad del inmunógeno que interacciona con el in- dividuo, es de vital importancia, ya que dosis pequeñas o muy elevadas inducen tolerancia o respuestas alteradas. In- fluye también en su efectividad la frecuencia de exposición a las moléculas; se ha visto que es más efectivo administrar al inmunógeno en forma intermitente , con lapsos que permitan la sensibilización, así como la adquisición y el incremento posterior de la memoria inmunológica. Los intervalos depen- derán de la naturaleza del inmunógeno y de la vía de admi- nistración. Hay que recordar que un mayor número de inmu- nizaciones no necesariamente se traduce en un aumento en la cantidad de anticuerpos, ya que una de las características de la respuesta inmune adaptativa es la autolimitación.

Vía de administración

Las vías subcutánea e intradérmica, son las más potentes. Por el contrario, la vía oral es la ruta de ingreso al organismo en la que hay una menor respuesta a las moléculas extrañas, lo que podría atribuirse, principalmente, a la actividad que realizan los linfocitos TH3 ubicados en el aparato digestivo. Estas célu- las secretan TGF beta, citocina que además de ejercer un efecto antiinflamatorio, induce tolerancia y estimula la producción de IgA. Su participación es vital, ya que interviene en el meca- nismo de tolerancia a los alimentos y simultáneamente, provee al aparato digestivo de un anticuerpo protector.

Naturaleza del individuo

Factores como la especie, raza, herencia, sexo y edad, inciden importantemente en la inmunogenicidad de una molécula. Moléculas con bajo poder inmunogénico se verán poten- cializadas, si el individuo se encuentra enfermo, desnutrido, sujeto a tratamiento con medicamentos o procedimientos inmunosupresores o bien, sometido a estrés físico, emocio- nal y/o a contaminantes ambientales. Por el contrario, los efectos de un elemento agresor se minimizan en un organis- mo con integridad bio-psico-social.

Referencias

  1. Ferreira A, Afani S, Lanza B, Aguillón J, Sepúlveda C. Inmu- nología básica y clínica. Ed. Mediterráneo, Santiago, Chile.
  2. Fainboim L, Geffner J. Introducción a la inmunología humana. 5a edición. Editorial Panamericana, Argentina. 2006.
  3. Chapman HA. Endosomal proteases in antigen presentation. Curr Opin Immunology 2006; 18: 78-84.
  4. Abbas AK, Lichtman AH, Pillai S. Cellular and molecular immunology. 6th ed. Philadelphia, USA, Saunders Else- vier, 2007.
  5. Rosenbaum J, Ronick M, Song X, Choi D, Planck S. T-cell-an- tigen presenting cell interactions visualized in vivo in a model of antigen-specific inflammation. Clin Immunol 2008; 126: 270-276.
  6. Mori L, De Libero G. Presentation of lipid antigens to T cells. Immunology Letters 2008; 117: 1-8.