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TALLER de etimologista, Apuntes de Epistemología

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Tipo: Apuntes

2019/2020

Subido el 15/09/2020

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giovanny-cely 🇨🇴

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FUNDAMENTOS FILOSÓFICOS Y EPISTEMOLÓGICOS DE LA INVESTIGACIÓN.
Dr. Pablo Guadarrama González. Académico Titular de la Academia de Ciencias de
Cuba. DIRECCIÓN DE PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA
La investigación científica es un proceso de ejercicio del pensamiento humano
que implica la descripción de aquella porción de la realidad que es objeto de
estudio, la explicación de las causas que determinan las particularidades de su
desarrollo, la aproximación predictiva del desenvolvimiento de los fenómenos
estudiados, la valoración de las implicaciones ontológicas de los mismos, así
como la justificación o no de su análisis.
Es por tanto un acto creativo y constructor de una nueva realidad que
anteriormente no tenía existencia propiamente dicha, al menos en la forma en
que emerge de las manos de su creador, es decir, el investigador. Por tal
motivo para emprender la labor investigativa se presupone partir de
determinadas premisas filosóficas y epistemológicas que faciliten la justa
comprensión de la tarea que se ejecuta con todos sus riesgos, potencialidades,
obstáculos, méritos, logros, etc.
Todo ser humano de un modo u otro investiga, aunque no siempre tenga
conciencia de este hecho. Del mismo modo que todos piensan, aunque no se
preocupen por indagar como se desenvuelven en su intelecto las leyes de la
lógica.
El término castellano investigación se deriva del latín in-vestigium, que quiere
decir “buscar la huella” o sea lo que queda cuando algo ha sucedido y se
puede reproducir a partir del conocimiento de dichos vestigios.
En otros idiomas sus expresiones poseen un origen similar, así es también en
portugués con la palabra pesquisa, en inglés research, significa búsqueda; lo
mismo que en francés rechercher que sugiere“buscar una vez más”, pero con
algo más de cuidado. De igual forma que la expresión alemana Forschung
implica un análisis detallado minucioso de lo que se indaga.
La acción de investigar presupone buscar las huellas y lógicamente esa
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FUNDAMENTOS FILOSÓFICOS Y EPISTEMOLÓGICOS DE LA INVESTIGACIÓN.

Dr. Pablo Guadarrama González. Académico Titular de la Academia de Ciencias de Cuba. DIRECCIÓN DE PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA La investigación científica es un proceso de ejercicio del pensamiento humano que implica la descripción de aquella porción de la realidad que es objeto de estudio, la explicación de las causas que determinan las particularidades de su desarrollo, la aproximación predictiva del desenvolvimiento de los fenómenos estudiados, la valoración de las implicaciones ontológicas de los mismos, así como la justificación o no de su análisis. Es por tanto un acto creativo y constructor de una nueva realidad que anteriormente no tenía existencia propiamente dicha, al menos en la forma en que emerge de las manos de su creador, es decir, el investigador. Por tal motivo para emprender la labor investigativa se presupone partir de determinadas premisas filosóficas y epistemológicas que faciliten la justa comprensión de la tarea que se ejecuta con todos sus riesgos, potencialidades, obstáculos, méritos, logros, etc. Todo ser humano de un modo u otro investiga, aunque no siempre tenga conciencia de este hecho. Del mismo modo que todos piensan, aunque no se preocupen por indagar como se desenvuelven en su intelecto las leyes de la lógica. El término castellano investigación se deriva del latín in-vestigium , que quiere decir “buscar la huella” o sea lo que queda cuando algo ha sucedido y se puede reproducir a partir del conocimiento de dichos vestigios. En otros idiomas sus expresiones poseen un origen similar, así es también en portugués con la palabra pesquisa, en inglés research , significa búsqueda; lo mismo que en francés rechercher que sugiere“buscar una vez más”, pero con algo más de cuidado. De igual forma que la expresión alemana Forschung implica un análisis detallado minucioso de lo que se indaga. La acción de investigar presupone buscar las huellas y lógicamente esa búsqueda, no significa que se realice en el mismo orden cronológico en que se

ACCION INVESTIGATIVA

OBJETO DE ANALISIS OBJETO DESEADO produjo el fenómeno que es objeto de análisis. Ese proceso implica dar una vuelta o rodeo para llegar al objetivo deseado, es decir, no es una vía directa, rápida, inmediata, expedita. Por el contrario la acción investigativa regularmente es un procedimiento tortuoso, difícil, complicado que exige sacrificios y esfuerzo. La investigación no está concebida para los que esperan encontrar de forma sencilla algo que se busca, sino solamente para aquellos dispuestos a determinados sacrificios y entrega total a una misión de indagación. Fueron los cultivadores de la filosofía como Platón, Aristóteles, Bacon, Descartes, Kant, Marx, Russel, Husserl, Bachelard. Popper, etc., los que históricamente le han dedicado mayor atención a las cuestiones epistemológicas del proceso de investigación. Luego los científicos comenzaron a preocuparse también no sólo por los resultados de sus respectivas investigaciones en el terreno de su especialidad, sino también por los métodos empleados para llegar a ellos, así como los fundamentos filosóficos que han condicionado sus particulares actividades investigativas. La investigación es una actividad que ha preocupado a filósofos y científicos porque les ha preocupado conocer el valor y el sentido de su actividad, por lo tanto sus preocupaciones no han sido exclusivamente de carácter epistemológico, sino también de orden axiológico. Ambos aspectos han sido objeto de su interés incrementándose su atención en los últimos tiempos.

Existe una significativa diferencia entre el acto primario empírico de la búsqueda de las causas que producen un fenómeno determinado, y la investigación científica. No exige similar fundamentación reflexiva en la indagación que ejecuta el hombre desde sus primeros pasos tanto en el plano ontogenético como filogenético, -o sea lo mismo un individuo desde su infancia que el género humano en los primeros estadios de su evolución- que aquella consideración teórica que demanda el cultivo de la ciencia. EL ACTO DE INVESTIGAR: “OCIO CULTO” Cuando la humanidad, luego de desarrollar suficientemente su capacidad de abstracción, de desarrollo del pensamiento y el lenguaje escrito, comenzó a sistematizar su experiencia y sabiduría acumulada para transmitirla adecuadamente a las nuevas generaciones junto a la aparición determinadas premisas socioeconómicas, como una adecuada división social del trabajo que favoreció que algunos individuos pudieran ejercer el “ocio culto” -como apreció Aristóteles en el caso de los sacerdotes egipcios- se dieron las premisas para que el acto de investigar se convirtiese a sí mismo en objeto de investigación. Tanto en el Oriente Antiguo como en los orígenes de la Civilización Occidental la reflexión filosófica le otorgó especial atención a las reglas del pensamiento que posibilitan una mejor explicación y comprensión del mundo, dando con esto, paso al nacimiento de las ciencias. El Medioevo, a pesar de los indiscutibles obstáculos que le antepuso al libre desenvolvimiento del ejercicio del pensar, tampoco dejó de contribuir significativamente a la labor enriquecedora de los instrumentos epistemológicos que el hombre posee para conocer la realidad. Sin embargo, sería la Modernidad la verdadera gestora de un conocimiento científico que se correspondiese a las exigencias de las pujantes relaciones capitalistas de producción, que dadas las necesidades de la técnica llevaron a la humanidad a un acelerado y progresivo ritmo de desarrollo, incrementado en la actualidad a niveles insospechados anteriormente. CORRELACION DE SABERES FILOSOFICOS Y CIENTIFICOS El cambio de correlación entre el saber filosófico y el científico, y en especial entre la ciencia y la técnica, fundamentalmente después de la Revolución Industrial han privilegiado en la actualidad la actividad científica y desplegada su radio de acción más allá de la naturaleza, para que esta encuentre su verdadera realización en la sociedad y en la cultura humana.

Por tal motivo, cada vez más la ciencia se ha ido convirtiendo en sí misma en objeto de investigación, no sólo en cuanto a su origen y evolución histórica, sino en relación a los procesos epistemológicos, de su dirección, su impacto, sus peligros, su trascendencia, etc. En ocasiones pareciese que la indagación filosófica ha perdido terreno o lo perderá definitivamente dejando a la filosofía sin razón de ser ante el impetuoso desarrollo de la ciencia, como equívocamente anunciará el augurio positivista decimonónico. Pero la realidad es testaruda, en verdad sucede todo lo contrario. Son cada vez más los inexplorados campos que se le abren a la filosofía lo mismo en la perspectiva epistemológica, que axiológica, antropológica, ética, etc. para reafirmar su consustancial existencia con el género humano. La filosofía sólo desaparecerá cuando desaparezca el último hombre. La filosofía y la ciencia son actividades que sólo se pueden desplegar a través del acto de la investigación. Este presupone exploración del objeto en cuestión, búsqueda, examen e indagación de sus particularidades y causas que lo producen, determinación de sus tendencias de desarrollo, previsión de sus posibles alternativas de desenvolvimiento. Sin embargo, la investigación filosófica y la investigación científica poseen sus respectivas diferencias y especificidades. La filosofía guarda una mayor autonomía y distanciamiento respecto al conocimiento empírico que la ciencia. Los instrumentos de una y otra poseen un elemento común en la utilización de la racionalidad pero no la ejecutan del mismo modo pues posee herramientas muy específicas para utilizarla. Pueden ambas coincidir en algunos parámetros, pero cada una de estas áreas del saber humano, conservarán y cultivarán su identidad propia. Una y otra se benefician recíprocamente entre sí. Si en las primeras etapas de evolución de la filosofía la ciencia se encontraba en una situación de mayor dependencia respecto a la primera, en la actualidad no sucede así. Algunos llegan a pensar equívocamente que la actividad científica puede prescindir totalmente de la reflexión filosófica. Pero posteriormente se percatan de tal imposibilidad y reconsideran su valoración de la actividad filosófica, aunque se desempeñen en este mundo de triunfo del espíritu pragmático impuesto por la racionalidad instrumental. La intención heurística es consustancial a la actividad humana, sin embargo esta no se desempeña de forma similar en todas las etapas de la evolución de la humanidad, ni tampoco de un individuo en particular. El interés por conocer las causas inmediatas o mediatas de algunos fenómenos está en dependencia de las potencialidades epistemológicas de cada generación o de cada persona.

investigación científica. La mayor parte de los investigadores en un momento de su trabajo hacen un alto para reflexionar sobre los métodos empleados para el logro de sus resultados y así poder transmitir a las nuevas generaciones las experiencias necesarias para la consecución de nuevos resultados superiores. METODOLOGIA DE LA DIRECCION CIENTIFICA De esa actividad de reflexión metodológica se han derivado innumerables disciplinas de carácter epistemológico, metodológico, psicológico, sociológico, de dirección científica, etc., todas ellas útiles en la labor de sistematización de las vías de obtención del conocimiento humano. Por lo regular cada una de ellas enfatiza algún aspecto de este proceso y en ocasiones no toman en suficiente consideración otros componentes de la complejidad de la creación científica que exige estudiarla de modo multidisciplinario. Ningún autor de los innumerables libros existentes sobre estos temas relacionados con la investigación científica escapa del enfoque que parte de su experiencia personal en el tratamiento de esta cuestión. Y resulta muy aportativo al conocimiento humano que se recojan dichas experiencias sistematizadas en forma de textos, manuales, etc., de metodología de la investigación científica así como de otras disciplinas afines. Pero resulta lamentable cuando algunos profesores de estas disciplinas de carácter metodológico sin haber sido ellos mismos ejecutores de algún proyecto de investigación, o sin haber elaborado alguna tesis de maestría o de doctorado, y simplemente a partir de un conocimiento de segunda mano, es decir, solo guiándose por textos sobre epistemología o metodología de la investigación escritos por otros investigadores intentan en la educación superior orientar este tipo de trabajo metodológico en la investigación científica. Siempre resultará algo mas difícil para el aprendiz a nadar, obtener experiencia de un instructor de natación que nunca se ha lanzado al agua a nadar y solo conoce las técnicas recomendadas por los mejores manuales de natación. El acto de investigación es un ejercicio siempre individual y colectivo a la vez, en el cual es imprescindible tanto prestar atención a la experiencia de otros como a la propia, a fin de intercambiarla y extraer las conclusiones teóricas más apropiadas a todos, siempre y cuando se participe activamente en algún proyecto concreto de investigación, ya sea como ayudante, autor, asesor, tutor, etc. RAZONES QUE MOTIVAN UNA INVESTIGACION Aquella sugerencia del poeta español Antonio Machado “se hace camino al andar” tiene plena vigencia en el proceso de la investigación y la creación

científica. Eso no significa que se asuma una postura empirista y desorientada de rumbos definitivos. Nadie se lanza a caminar sin saber al menos hacia donde se dirige aunque no conozca cuál es el camino más apropiado y tenga que buscarse las rutas más adecuadas. En el proceso de investigación sucede algo similar. Se debe saber al menos hacia donde dirigirse, lo que no se sabe es ¿cómo?, pero si deben estar bien claras las preguntas ¿por qué? y ¿para qué?. Si no se conocen las razones básicas que motivan una investigación y que justifican que no sea estéril la inversión de tiempo y recursos para ello, y si no se conoce cuál es la razón social, cultural, científica, etc., que justifican la ejecución de un proyecto investigativo, no es recomendable asumir la empresa en cuestión hasta tanto no se encuentren bien esclarecidas tales interrogantes. Una vez precisado este asunto entonces se puede pasar a la formulación de otras interrogantes propias de todo proyecto investigativo. Toda investigación científica es un procedimiento que se ejecuta siguiendo determinados métodos, probados o no por la anterior experiencia de la humanidad con el objetivo de conocer y apropiarse de una porción de la realidad de forma ordenada, sistemática, controlada y de ese modo descubrir sus particularidades, estructura y funciones de sus partes, comportamientos, regularidades y tendencias en su desarrollo, leyes a las que está sometida con la intención de transformarla en provecho de algún sujeto social, que puede ser desde una institución, una comunidad, un grupo social, partido, pueblo, nación hasta la humanidad en su conjunto. Una investigación científica debe constituirse en un acontecimiento cultural y dado que la cultura no es equivalente a toda la producción social del ser humano, sino sólo aquella con determinada dimensión axiológica de signo positivo, es decir, constructora y estimuladora de valores en lugar de antivalores, por tanto la investigación debe contribuir a ese enriquecimiento en el proceso de humanización del ser humano frente a las fuerzas que lo enajenan. Es conocido que no siempre sucede así y en ocasiones las investigaciones científicas, lejos de contribuir al enriquecimiento de la condición humana, atentan contra ella y sirven para implantar nuevas modalidades de enajenación ante la naturaleza, la técnica, las instituciones políticas, sociales, etc. La cultura es el grado de dominio que posee el hombre sobre sus condiciones de existencia y posibilita mayores niveles de libertad en todos los planos y dimensiones en que pueda perfeccionar su condición el hombre. La ciencia, al igual que el arte, la filosofía, etc., pueden y deber contribuir a dicho proceso de enriquecimiento, sin embargo, no siempre sucede así y por el contrario en algunas ocasiones los resultados de la actividad científica producen un efecto realmente negativo para el género humano, o para la naturaleza y por tanto también para el hombre. En esas ocasiones corresponde cuestionarse la dimensión propiamente cultural del hecho científico, técnico, político, filosófico, artístico, etc, a la luz de la causa del hombre.

Los investigadores no desarrollan su actividad exclusivamente para satisfacer las exigencias de otros investigadores, sino de una comunidad mucho más amplia de seres humanos a los cuales de algún modo desean servir y en correspondencia ser reconocidos. El proceso de formación de un investigador es largo y no se efectúa de manera rápida. Por tal motivo la acertada dirección desde un inicio puede contribuir posteriormente a que los resultados, que se vayan alcanzando de manera paulatina, adquieran cada vez mayor significación. GRUPOS DE INVESTIGACIONES No existen investigadores científicos innatos. Todos se forman y adoptan la experiencia de otros investigadores más experimentados, por eso es importante que estos últimos organicen su experiencia y la plasmen sistemáticamente en trabajos de carácter teórico-práctico que puedan ser de valor para las nuevas generaciones de investigadores. Bien es cierto que no toda investigación puede concluir en una tesis doctoral y ni siquiera de maestría, pero tampoco se debe subestimar algunos trabajos de investigación que ejecutan estudiantes o jóvenes profesionales con poca experiencia que resultan notoriamente contributivos a investigaciones de mayor rango. El proceso de creación científica en los grupos de investigación normalmente se caracterizan por una estructura de forma piramidal en cuya cima se destaca un líder científico acompañado de un pequeño grupo de dirección en el que se encuentran los investigadores más experimentados, quienes tienen la misión de ir formando a la amplia base de participantes en los proyectos de investigación, estimulándolos e impulsándolos para que alcancen niveles de superación significativos y se conviertan finalmente en confiable reemplazo de los líderes científicos. Esa debe ser la natural trayectoria de los equipos de investigación y cualquiera, independientemente del relativo lugar que ocupe en la pirámide funcional del grupo investigativo, debe tener plena conciencia que esa es la lógica tendencia que debe estimularse en el proceso de la creación científica. Toda indagación que contribuya de algún modo al esclarecimiento de ciertas características de un fenómeno determinado debe justipreciarse como un aporte al conocimiento científico y obtener el reconocimiento necesario por la comunidad intelectual que dignifiquen dicha labor y estimulen debidamente a sus autores a fin de alcanzar resultados superiores.

Aquellas actividades dirigidas a contribuir al enriquecimiento de la determinación cuantitativa o cualitativa de algún fenómeno y por tanto permitan la descripción, caracterización, clasificación, comparación, subdivisión, ubicación espacio- temporal y de algún modo contribuyan al enriquecimiento de la valoración de un fenómeno deben ser consideradas dignamente dentro del complejo conjunto de la actividad científica. La investigación científica se caracteriza por su permanente insatisfacción con sus resultados y la búsqueda de elementos de mayor nivel de profundidad, por tal motivo siempre se planteará objetivos de mayor alcance y tareas de envergadura más alta. De manera tal, que la investigación científica tratará de lograr un conocimiento pleno de la totalidad concreta del objeto estudiado hasta pretender agotar toda posibilidad de un nuevo conocimiento del objeto de estudio. Sin embargo, la naturaleza inagotable tanto del micromundo, como del macromundo, así como de la esfera de las relaciones sociales, permite aseverar el carácter siempre relativo de las verdades científicas, no obstante el reconocimiento de los grados de absolutez contenidos en los resultados alcanzados por la ciencia en el conocimiento de un fenómeno en un momento histórico determinado. ORDENAMIENTO DEL MUNDO El pensamiento científico siempre ha demandado que el cuestionamiento de un problema en el plano de la investigación científica exija un nivel tal de complejidad y de tratamiento metodológico ordenado que lo diferencia de otros problemas de la conciencia cotidiana de fácil confrontación y solución. Por supuesto que en plano de la vida cotidiana y la conciencia común también se plantean innumerables problemas que pueden y deben ser objeto magnitud científica que justifican la investigación de tal índole, siempre y cuando la formulación del mismo se efectué de manera teórica sistematizada y cumpla los requisitos de una investigación científica propiamente dicha. Toda investigación científica presupone que el mundo está ordenado según determinadas relaciones, leyes, tendencias que se manifiestan en diversa forma a través del objeto de estudio en cuestión y es precisamente tarea de la ciencia revelarla. Una investigación que parta del falso presupuesto que el mundo es un caos permanente en el cual resulta imposible precisar cuáles son los nexos esenciales que propician un determinado acontecimiento jamás podrá presentar resultados confiables. El indeterminismo propicia la actitud escéptica y agnóstica ya que implica considerar la no existencia de relaciones estables y necesarias en la

Por el contrario un escepticismo creador inspirado en Nicolás de Cusa, Pico de la Mirándola o Renato Descartes resulta muy estimulante y necesario a la investigación científica. Mientras que un escepticismo distante del optimismo epistemológico como el que se manifiesta en David Hume o en los empiriocriticistas Ernst Mach y Richard Avenarius o mas recientemente en el neopragmatismo de Richard Rorty, lejos de favorecer puede entorpecer la labor heurística del científico. El investigador científico en cualquier disciplina y en especial en las ciencias sociales está obligado a cultivar debidamente la duda, de manera tal que ella se constituya en un instrumento de búsqueda apropiado para la aproximación a la verdad. La construcción de dudas en la ciencia puede incluso ser de forma fingida o aparente, pues detrás de la misma descansa la certeza no siempre verificada del investigador que pone a prueba sus verdades constantemente y las somete a la crítica consideración del mundo de las opiniones. PROCESOS CIENTIFICOS La investigación científica puede apreciarse desde muy diversas perspectivas epistemológicas que guardan alguna relación mediada por la posición que se asuma en el plano ontológico ante la correlación en el mundo entre el ser y el pensar, entre lo objetivo y lo subjetivo, entre lo material y lo espiritual. Esto no significa en modo alguno que una determinada postura ante dichos elementos correlativos ya presuponga automáticamente una actitud epistemológica determinada, pero también es cierto que no se puede considerar como absolutamente indiferente la concepción ontológico-gnoseológica de un investigador en relación con su actitud ante los resultados y posibilidades de la ciencia. Del mismo modo, esto se puede observar en el caso de los estudiosos sobre el proceso de la investigación científica, como puede apreciarse en algunas de sus concepciones sobre ella. Según Hugo Cerda la investigación científica es una actividad encaminada a la solución de problemas, que se define por el uso de un método científico, un procedimiento sistemático destinado a adquirir nuevos conocimientos. 2 Adolfo Critto afirma: que la investigación científica “constituye un proceso de ajuste sistemático entre la realidad y el conocimiento o representación de ella”^3 , mientras que para Claire Selltiz, “el objetivo de la investigación científica es descubrir respuestas a determinadas interrogantes a través de la aplicación de procedimientos científicos. Estos procedimientos han sido desarrollados con el (^2) Véase: CERDA. H. Los elementos de la investigación. Edit. Buho. Bogotá. 1992 (^3) Véase: CRITTO, Adolfo. El método científico en las ciencias sociales. Paidós 1993.

objeto de aumentar el grado de certeza de que la información reunida será de interés para el interrogante que se estudia y que, además, reúne las condiciones de fiabilidad y objetividad”. 4 Eli de Gortari considera que “la investigación científica, como todas las otras actividades humanas, se realiza con mayores probabilidades de éxito cuando previamente se elabora un proyecto del trabajo por realizar, en el cual se incluye el procedimiento para ejecutarlo. El método científico es justamente el procedimiento planeado que se sigue en la investigación, para descubrir las formas de existencia de los procesos. 5 Para Ezequiel Ander-Egg, una investigación científica “-ante todo, es una forma de plantear problemas y buscar soluciones mediante una indagación o búsqueda que tiene un interés teorético o una preocupación práctica. - De una manera muy general, se llama también investigación científica, a la adquisición de conocimientos acerca de un aspecto de la realidad (situación-problema) con el fin de actuar sobre ella. Es una exploración sistemática a partir de un marco teórico en el que se encajan los problemas o las hipótesis como encuadre referencial. Requiere una formulación precisa del problema que se quiere investigar y de un diseño metodológico en el que se expresen los procedimientos para buscar la o las respuestas implicadas en la formulación del problema. La investigación científica exige comprobación y verificación del hecho o fenómeno que se estudia mediante la confrontación empírica. Ella trasciende las situaciones o casos particulares para hacer inferencias de validez general y utiliza una serie de instrumentos metodológicos que son relevantes para obtener y comprobar los datos considerados pertinentes a los objetivos de la investigación. Por último, la investigación se registra y expresa en un informe, documento o estudio”^6. Como se ha podido constatar en la mayoría de las definiciones se expresa de algún modo la correlación entre un plano objetivo y uno subjetivo, bien sea como ajuste, correspondencia, adecuación, etc. Todo indica que se busca el mayor grado posible de reproducción ideal del plano material, para luego revertirlo tanto en lo material como en lo ideal, es decir, en todo lo realmente existente. La investigación científica presupone un interés por problematizar la realidad y no asumirla tal y como ella se manifiesta fenomémicamente. Solamente cuando se considera insatisfecha la valoración efectuada sobre la realidad a partir de la información que se dispone por la vía de la exterioridad fenoménica, se toma conciencia de la necesidad de profundizar en la búsqueda de esencias de mayor grado de profundidad que revelen el contenido real de una fenómeno o proceso y se pueda arribar a alguna conclusión sobre su determinación cualitativa y (^4) Véase: SELLTIZ, C. M. Jahoda y otros. Métodos de investigación en las relaciones sociales. Rialp. Madrid. 1971. (^5) Véase: DE GORTARI, Elí. Lógica general. Grijalbo, México, 1972.

cuantitativa, se está en presencia de una investigación científica. Sin problematización de la realidad, sin cuestionamiento crítico de las cualidades, rasgos, características, causas, efectos, tendencias de desarrollo de aquella porción de la realidad que es objeto de estudio no hay investigación científica. La labor científica del investigador siempre se ejecuta desde una perspectiva filosófica y epistemológica determinada. En muchas ocasiones no hay una total claridad sobre cuál es la corriente de pensamiento filosófico con la cual se poseen mayores aproximaciones, del mismo modo que distanciamientos respecto a otras. Un conocimiento de las principales posturas filosóficas y epistemológicas que han tomado fuerza en la actualidad puede ayudar mucho al investigador a orientar sus parámetros de acción, métodos, objetivos, intereses, expectativas, etc. Del mismo modo, todo resultado adecuado de las investigaciones científicas contribuyen, de algún modo, a consolidar algunas posturas filosóficas y epistemológicas y a debilitar otras. Ese ha sido y será siempre el camino de la ciencia y de la filosofía: la confrontación con el mundo real para que éste les haga permanentemente repensar las consideraciones del científico y del filósofo para su posterior transformación. Taller FUNDAMENTOS FILOSÓFICOS Y EPISTEMOLÓGICOS DE LA INVESTIGACIÓN. Objetivo: Este primer taller tiene como objetivo analizar algunos de los principales presupuestos filosóficos y epistemológicos de la investigación científica. A) Señale y explique cinco presupuestos filosóficos fundamentales que deben estar presente en el desarrollo de un proyecto de investigación científica.

B) ¿Toda actividad científica contribuye al enriquecimiento de la cultura y al humanismo? ¿Cuáles son los requisitos para cumpla con estos fines?. C) ¿Cuáles son las diferencias fundamentales entre el conocimiento científico y la opinión común? D) ¿El método de la investigación científica es una construcción a priori o a posteriori? ¿Por qué? Explique y fundamente su apreciación. E) A su juicio ¿Qué diferencias existen entre una postura agnóstica y una escéptica ante los resultados de la investigación científica? Explique y fundamente su Juicio F) ¿Qué función desempeña la práctica en el proceso de la investigación científica?

y presentar una propuesta que pueda servir de orientación futura al resto del equipo de trabajo. En el caso de la elección del tema de una tesis lo más apropiado es que éste se corresponda con aquella línea de investigación que desarrolla el grupo en el que se encuentra incorporado el tutor. Esto permitirá tener interlocutores que manejan el tema, así podrán enjuiciarlo y criticarlo oportunamente. También en caso necesario eso posibilita, cuando sea necesario, una sustitución en la tutoría sin grandes complicaciones para el aspirante. En algunas ocasiones el proceso de elección de un tema de tesis implica volver atrás y retomar alguno abandonado inicialmente o vincularlo de algún modo al ya seleccionado. A esto habría que añadir los factores de carácter económico en cuanto a aseguramiento de financiamiento; posibilidades de tutorías, asesorías, colaboración con otros investigadores e instituciones; perspectivas inmediatas y futuras de convocar a otros investigadores a participar en el estudio de ese tema y continuar su profundización. En la selección de un tema de investigación no solo se debe tener presente su originalidad, es decir, su novedad o condición pionera en un área de trabajo científico, mucho más importante son los grados de autenticidad que lo caractericen. La autenticidad está determinada por el nivel de correspondencia con las exigencias epistemológicas, sociales, culturales, axiológicas, etc, existentes en un momento histórico determinado y en una situación dada. Esto hace que un tema pueda resultar auténtico en unas circunstancias y en otras deje de serlo, aunque tal vez pueda mantener su relativa novedad^7 . Es preferible elegir un tema apasionante para el autor de una tesis en lugar de otro que no lo motive suficientemente aunque pueda traer algunas ventajas. Sin embargo, ante todo, el entusiasmo del investigador debe ser fundado en múltiples exigencias de carácter científico. La elección del tema para una tesis tiene un gran componente personal aunque también en alguna medida institucional. Pero el aspirante a un grado académico debe ser el que decida y no la imposición de los profesores o tutores. Es el aspirante el que mejor debe saber medir la trascendencia posible de su futuro investigativo pero muchas veces no sucede así y en ese caso debe ser el tutor quien le aporte mejores elementos para su decisión. (^7) Véase: Guadarrama, P Humanismo en el pensamiento latinoamericano. Editorial Ciencias Sociales. La Habana. 2000; segunda edición UPTC. Tunja. 2001.

Cuando, después de haberse iniciado el trabajo en un tema de investigación, se dificulta la precisión del problema científico y la hipótesis principal es recomendable volver al momento de la elección inicial y seleccionar aquel que le seguía en orden de preferencias. La experiencia indica que tal vez el momento más difícil de la vida de un investigador es dar el primer paso en la elección del tema de trabajo científico y en especial de su tesis, ya que esto implica, de algún modo, definirse por una línea de investigación a la cual quizás conlleve dedicar toda su vida. Hay también muchos ejemplos, que no resultan las mejores recomendaciones a imitar, en que la tesis queda como algo coyuntural o un simple ejercicio la obtención de un grado académico y por esto no se logra establecer unas líneas de continuidad con el desarrollo científico posterior del tesiante. Del mismo modo hay casos de investigadores que cambian con frecuencia sus temas de trabajo de forma radical e inconexa sin que se establezca un nexo de continuidad entre sus distintos trabajos. El investigador debe desde un inicio tratar de fijar un rumbo y la línea de articulación y preocupación científica que le permita concluir finalmente con una obra de cierto nivel de integridad y completud, de lo contrario, su labor fragmentada puede quedar limitada a estériles intentos que no llegan en ningún caso a un grado de provecho social y cultural. En ese caso, finalmente, los resultados no son muy beneficiosos ni a la ciencia ni a la institución del investigador ni a él mismo, porque no logra profundizar en una área temática y aportar algo sustancial a esa área del saber. Resulta muy necesaria la suficiente estimulación por los demás colegas de trabajo o estudio y sobre todo la suficiente autoestimulación en el tema hasta que este se convierte en obsesión intelectual al que se le dedique todo el tiempo necesario incluso el usual de descanso, cuando pueden incluso germinar las mejores ideas. La actividad científica no se realiza plenamente en jornadas laborales normales de ocho horas. Aquel que decide dedicarse a la investigación debe tomar conciencia del carácter placentero que encierra la actividad intelectual y así mientras otros encuentran satisfacción en otras actividades, el investigador sabrá combinar debidamente sus actividades y sentir profundo placer en la labor creativa que realiza. A la hora de elegir un tema se deben tener en cuenta múltiples factores, entre ellos su naturaleza, contenido, magnitud o dimensión, las dificultades existentes para su desarrollo, las posibles vías para superarlas y los elementos que le hacen ser un tema importante, es decir, la trascendencia que justifique su estudio.