El documento es una investigación acerca de la efectividad de las técnicas de estudio y su relación directa e
indirecta con el rendimiento académico.
La definición de técnicas de estudio varía mucho según el autor que lo diga, y para tener una definición más
exacta es mejor tomar este concepto por sus palabras individuales: La técnica es un procediendo para
dominar nuestras habilidades y hacer uso de un conocimiento o recurso; mientras que el estudio es
incorporar un nuevo procedimiento a nuestro intelecto y es algo individual, es decir que nadie lo puede
hacer por ti. Estas definiciones juntas hacen que las T.E sean un instrumento para solucionar y optimizar el
aprendizaje de una manera creativa, además las T.E son esenciales para que un estudiante tenga seguridad y
dominio en un tema.
Las técnicas de estudio se basan en la forma y mentalidad de estudio; si se usan apropiadamente ayudan a
reducir el fracaso aumentando el desempeño académico y facilitando la memorización, por ende, se logrará
alcanzar el nivel que se desea poseer.
Las T.E y el rendimiento académico están relacionados directamente, y esto se debe a que el R.A es la
evaluación de las aptitudes de los estudiantes, es decir, lo que se han aprendido en consecuencia de la
formación. Las T.E y el R.A son las que dictan si tenemos las competencias apropiadas para un futuro
profesional, ya que no solo nos ayudan a estudiar, sino que desarrollan nuestra mente para investigar,
comprender, solucionar problemas y aprender mejor.
En una investigación a universitarios de diferentes carreras se evaluó las diferentes variables de las T.E, las
cuales son:
1. Uso de horario
2. Manejo de estructura
3. Manejo de esquemas
4. Uso del subrayado
5. Hábitos propios de estudio
6. Uso de apuntes
7. Resúmenes
8. Motivación
9. Preparación de exámenes
10. Hábitos de estudio
11. Atención
La comparación de la investigación se hizo entre los estudiantes sobresalientes contra los regulares, y de
esta salen varias conclusiones:
Una de ellas es que los estudiantes sobresalientes no tienen un muy buen control de su horario es
estudio y tratan de estudiar al menos 5 días a la semana y antes de clases, pero no tienen hábitos
adecuados con su tiempo personal, mientras que esto no les pasa a los estudiantes regulares.
Los estudiantes sobresalientes son mejores en manejo de esquemas, captar la estructura del tema,
hacen un mejor análisis y se enfocan mucho más en los temas importantes leyéndolos
continuamente, mientras que los regulares, aunque hacen buen dominio de los mismos no lo hacen
tan bien.
Los estudiantes sobresalientes dominan mejor los nervios para los exámenes y se preparan con
anticipación, además prestan más atención al detalle y tratan de revisar una segunda vez un
examen, mientras que los regulares tienden a sufrir más de nervios y no suelen revisar el examen
después de terminado.
También se llegó a la conclusión de que el buen uso de los hábitos de estudio se da en la formación
de la casa y en primaria y secundaria.
Ambos grupos coinciden en que su motivación es intrínseca, es decir, ser un buen profesional.
Basado en las conclusiones el estudio muestra que es cierta la relación entre técnicas de estudio y buen
rendimiento académico.