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Una monografía sobre la teoría de la argumentación según stephen toulmin, destacando su modelo de análisis de argumentos y su contribución a la clasificación de falacias. El modelo de toulmin, que incluye seis elementos: la conclusión, la base, la garantía, el respaldo, el calificador y las refutaciones. Además, se discuten las diferentes categorías de falacias según su origen y se analiza la importancia de la estructura interna en argumentos formales y la relevancia externa en argumentos no formales.
Tipo: Esquemas y mapas conceptuales
Subido el 26/02/2024
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Entender las diversas teorías de la argumentación jurídica, nos lleva al proceso de evolución del derecho, cuando se pasó de un derecho legal a uno constitucional, dicho proceso se obtuvo superando la sinonimia entre el derecho y la ley, superando así la idea intocable de la ley, diferenciando la separación entre moral y derecho, pasando así de un ejercicio interpretativo a uno argumentativo. Debemos partir entonces de una pregunta si el razonamiento jurídico sigue fundamentalmente un esquema lógico-deductivo u otro. En los tres últimos siglos se consideró que el razonamiento jurídico se reducía a las reglas de la lógica deductiva e inductiva. El modelo de Stephen Toulmin está directamente relacionado con las reglas de la argumentación, respecto a los pasos que se deben seguir dentro de un debate, ya que toda argumentación tiene su pretensión ante otras personas y para que ésta tenga una base racional la pretensión debe ser más que una simple opinión personal. Stephen Toulmin se decide prácticamente por una lógica operativa o aplicada, para realizarlo elige entre otros el campo de la jurisprudencia adjudicando a la argumentación seis elementos: tesis, evidencias, respaldo, garantía, razones y pretensiones. El modelo general del análisis de un argumento está respaldado por la experiencia en el campo en el que se dice argumentar, de igual manera la garantía se establece de acuerdo con las reglas y los principios resultantes de esta experiencia, y además se puede argumentar incorrectamente dando lugar a lo que hoy conocemos como falacias; la cuales aparecen en el escenario de la argumentación cuando faltan razones, cuando las razones existentes son irrelevantes o se utilizan suposiciones no garantizadas, generando así razones defectuosas. El presente trabajo también aborda los tipos de argumentos y las falacias, elementos esenciales en la argumentación. Stephen Toulmin destaca la importancia
de la estructura interna y la importancia externa en los argumentos formales y no formales.
de crítica al formalismo y primacía del lenguaje natural. La intención de Toulmin es radical y se opone a una tradición de Aristóteles y pretende que la lógica sea una ciencia formal comparable a la geometría. Toulmin se propone desplazar el centro de atención de la teoría lógica la práctica lógica (dejando de lado la lógica idealizada), en el cual le interesa una lógica operativa o aplicada y elige como modelo a la jurisprudencia. Se puede decir la lógica es jurisprudencia generalizada), los argumentos como litigios jurídicos y las pretensiones que se hacen a favor y que se argumentan en contextos extrajurídicos con pretensiones hechas ante los tribunales mientras las pretensiones presentadas se pueden comparar entre sí. La jurisprudencia caracteriza lo esencial del proceso jurídico: procedimientos en el cual se propone cuestiona y determina pretensiones jurídicas, por lo cual esta investigación es similar ya que puede llamarse proceso racional. 1.2. El Paralelismo Entre La Lógica Y Jurisprudencia Se sitúa en el centro de la función crítica de la razón. Un buen argumento resiste a la crítica y satisface los criterios requeridos. Además, nuestras pretensiones extrajurídicas tienes que ser justificadas ante el tribunal de la razón. La corrección de un argumento es una cuestión procedimental. 1.3. Una Nueva Concepción De La Lógica Toulmin propone un nuevo enfoque de la lógica, basado en la manera en que las personas piensan y argumentan en la vida cotidiana. En lugar de seguir un modelo rígido y formalista, busca una lógica que refleje la realidad y la diversidad de los argumentos que encontramos en diferentes ámbitos, como la ciencia y la toma de decisiones. Su modelo se asemeja más a la jurisprudencia que a la geometría. 1.4. El Modelo De Toulmin El modelo de Toulmin trata de mostrar que todo argumento tiene una conclusión o pretensión y esta debe estar apoyada en evidencia(datos), pero para
que esta evidencia tenga la capacidad de apoyar realmente a la conclusión o pretensión debe ser usada conforme a ciertas garantías o justificaciones (Ureta., 2022). El enfoque de Toulmin es fundamentalmente lógico, pues, está interesado en los argumentos en tanto mecanismos justificatorios, no en la argumentación como mecanismo persuasivo, sin embargo, su éxito se debe a la gran funcionalidad al momento de dar cuenta de fenómenos argumentativos reales, tal como estos surgen, es decir, como actividades comunicativas. Como afirma Juan Ureta, Toulmin desarrollo un modelo para poder construir y evaluar argumentos, conocido como modelo de Toulmin, que busca superar las limitaciones del análisis lógico, mostrando la relevancia de la evidencia que se ofrece en el argumento, los fundamentos que lo respaldan, la relación entre la evidencia y lo que se pide, así como las refutaciones posibles del argumento. (Pacheco Mandujano & Almanza Altamirano , 2018) 1.5. El Diagrama De Un Argumento De acuerdo a ureta guerra (2010), nos grafica las partes de un argumento de acuerdo al modelo de Toulmin de la siguiente manera: De esta forma, Toulmin construye su diagrama de un argumento en base a seis elementos: (La conclusión, la base, la garantía, el respaldo, el calificador, las refutaciones). Dato/base (^) Conclusión/pretensión Calificador Garantía fundamento Refutaciones Respaldo
También entendidas como autorizaciones: tener en claro en que evidencias se funda una demanda es, sin embargo, solamente el primer paso para tener certeza sobre la solidez y confiabilidad del argumento. Debemos comprobar después si estas bases realmente proporcionan la ayuda genuina para volver aceptable esta pretensión particular. Toulmin define los garantes como reglas, principios, licencias para inferir, o cualesquiera enunciados generales, hipotéticos. d) Respaldo Los respaldos se definen como otras garantías que permanecen detrás de nuestros garantes para mostrar su legitimidad. Son la forma en que hablante da respuesta a un cuestionamiento sobre la aceptabilidad de los garantes. Son afirmaciones categóricas, que sirven para justificar la legitimidad del garante. En suma, el respaldo aporta más ejemplos, hechos y datos que ayudan a probar la posición que se defiende. Es importante porque da credibilidad al argumento y al autor. e) Cualificador modal Toulmin define los cualificadores modales como una referencia explícita al grado de fuerza que nuestras razones confieren a nuestra afirmación en virtud de nuestro garante. Es decir, alude al grado de certeza con la cual se sostienen los argumentos, grado y fuerza de la aserción, de ahí que se hable de conclusiones probables, posibles o presumibles. f) Reserva o refutaciones Los refutadores, afirma Toulmin, son circunstancias en las cuales la autoridad general del garante habría de dejarse a un lado. Esto implica que hay que anticiparse a las objeciones que la otra parte pueda formular, contemplando excepciones, refutaciones, para de esta forma fortalecer la pretensión a través de sus debilidades.
2.1. ¿Qué Significa Argumentar? Según Toulmin, una de nuestras formas de conducta implica el acto de razonar, de razones a otros para respaldar nuestras acciones, pensamientos o palabras. Existe una distinción entre el uso instrumental y el uso argumentativo del lenguaje. El primero ocurre cuando las expresiones lingüísticas lograron sus objetivos directamente, sin requerir razones adicionales, como en el caso de dar órdenes o hacer peticiones. En contraste, el uso argumentativo supone que las expresiones lingüísticas tienen éxito o fracaso según pueden respaldarse con razones, argumentos o pruebas. Se trata de analizar la estructura de los argumentos, es decir, los componentes que los conforman, sus funciones y cómo se relacionan. También es importante evaluar la solidez de los argumentos, es decir, en qué medida y bajo qué condiciones el material presentado en la argumentación respalda la sustentación planteada en la argumentación. El término "argumentación" se utiliza para describir la totalidad de la actividad que abarca afirmaciones, cuestionarlas, respaldarlas con razones, criticar esas razones, refutar esas críticas, etc. En cambio, el término "razonamiento" se emplea en un sentido más específico para referir a la actividad principal de presentar las razones a favor de una sustentada y mostrar cómo esas razones fortalecen dicha sustentabilidad. 2.2. El Modelo Simple De Análisis De Los Argumentos (Carbonell Bellolio, 2001), menciona que en el modelo de Toulmin, un argumento se pueden identificar cuatro elementos fundamentales: la pretensión, la garantía, las razones y el respaldo. La pretensión: es el punto de partida en la argumentación, como cuando se afirma que una nueva versión de King Kong tiene más
firme, expresaron a través de calificadores modales como "presumiblemente," "con toda probabilidad", "plausiblemente", "según parece", etc. Destacando dos puntos: en primer lugar, todos los elementos de la argumentación están interconectados, lo que implica una fuerte dependencia entre ellos. En segundo lugar, para que la argumentación sea posible y los argumentos tengan peso, es esencial contar con puntos iniciales compartidos. El nivel de certeza con el que se puede afirmar una conclusión, o pretensión, puede variar en función del contexto. Mientras que, en la lógica matemática y deductiva, la transición a la conclusión es necesaria, en situaciones prácticas, las razones (G), la garantía (W) y el respaldo (B) persistieron un respaldo más débil a la pretensión (C), lo cual se refleja mediante cualificados modales como "presumiblemente", "con toda probabilidad" o "plausiblemente". Este apoyo a la pretensión puede ser condicional, válido solo en circunstancias específicas, como situaciones excepcionales, lo que debilita la fuerza del argumento y se denomina condiciones de refutación. Dos puntualizaciones a este esquema son importantes. Primero, todos los elementos de la argumentación están interconectados, lo que crea una fuerte dependencia entre ellos. Segundo, para que la argumentación sea efectiva y los argumentos sean sólidos, es esencial contar con puntos de partida comunes. Estos puntos comunes compartidos definen el carácter de empresas racionales como el derecho y la ciencia, donde se llevan a cabo argumentaciones. En todos estos casos, el sentido común actúa como el último respaldo de los argumentos ante cualquier tipo de audiencia. 2.4. Tipos De Argumentos Inicialmente, Toulmin otorgaba una gran importancia a la distinción entre argumentos substanciales y argumentos analíticos, la mayoría de los argumentos que se presentan en la práctica son argumentos substanciales. La validez de estos
argumentos no se deriva del hecho de que la conclusión sea simplemente una explicación de lo contenido en las premisas. Toulmin hace referencia a argumentos que son formalmente válidos y argumentos que no lo son. Él indica que cualquier argumento puede expresarse de tal manera que sea formalmente válido. Para lograr esto, es necesario formular explícitamente una garantía que autorice el tipo de inferencia en cuestión. Además, hace una distinción entre argumentos analíticos y substanciales, trazando una línea entre argumentos que utilizan una garantía y argumentos que establecen una garantía. Según Toulmin también existe una distinción entre argumentos concluyentes, donde la conclusión se infiere de manera necesaria o cierta, y argumentos no concluyentes, donde la conclusión es solo posible o probable. Hoy en día, la única división que se realiza es entre argumentos formales y no formales, que podrían considerarse como una reinterpretación de la distinción anterior entre argumentos analíticos y substanciales. Toulmin destaca el hecho de que, en los argumentos formales, lo único que importa es su estructura interna, es decir, si el argumento es o no correcto, si las conexiones entre los diferentes enunciados son o no correctos. Por otro lado, en los argumentos no formales, también son importantes tanto las cuestiones de estructura interna como las que tienen que ver con la relevancia externa. 2.5. Tipos De Falacias (UNAM, 2014), menciona que en la teoría de la argumentación de Toulmin, para poder estudiar de manera completa hay que considerar las falacias, ya que son las formas en las que se argumenta incorrectamente donde este modelo de análisis de Toulmin proporciona un criterio para clasificar las falacias según su origen: a) Falacias por falta de razones
Estas categorías nos permiten entender cómo se puede argumentar de manera incorrecta y nos ayudan a identificar y evitar falacias en nuestros propios razonamientos. 2.6. La Argumentación Jurídica Al definir la palabra “argumento”, estamos haciendo mención a una secuencia de hechos y razones (data), que avalan o justifican el contenido y la fuerza de una afirmación (Claim), la cual expresa la posición que defiende el hablante. Además de tener el estudio de las falacias, en una teoría de la argumentación es importante considerar las diversas conexiones que existen entre el lenguaje y el razonamiento, también las peculiaridades de algunos tipos de razonamientos a los que se les suele reconocer una especial relevancia. Toulmin distingue básicamente estas cinco: el derecho, la ciencia, el arte, los negocios y la ética. Por lo que se refiere a la argumentación jurídica, en particular Toulmin considera, como ya se ha dicho, que, de todas las instituciones sociales, el sistema jurídico es el que proporciona el foro más intenso para la práctica y análisis del razonamiento. En principio, el derecho (a través de los tribunales de primera instancia) proporciona un foro para argumentar acerca de distintas versiones de los hechos implicados en un conflicto que no ha podido solucionarse ni recurriendo a la mediación ni a la conciliación. Los tribunales de apelación nos proporcionan un segundo foro de argumentación. Pero en este caso, la argumentación no se centra en las cuestiones de hecho, sino en las cuestiones plenamente de derecho. En estos dos distintos foros de la argumentación jurídica, los supuestos típicos que constituyen las pretensiones, las razones, las garantías y los respaldos varían. Por ejemplo, las razones en las cuestiones de hecho son los medios de prueba admitidos en derecho (testimonio de testigos o de expertos, documental, etc.), mientras que, en las cuestiones de derecho, como razones funcionarán no sólo los hechos declarados y probados por el tribunal de instancia, sino también las decisiones de otros tribunales de apelación, normas, citas de autoridades.
Para Toulmin, la corrección de un argumento no es una cuestión formal, sino una cuestión de procedimiento y es ahí donde surgen las siguientes interrogantes: ¿el argumento resiste a la crítica, a las objeciones?, ¿presenta razones? ¿las presenta en forma correcta?, ¿las respalda?, esto quiere decir que un buen argumento debe resistir el cuestionamiento a los datos. 2.7. Justificaciones Forma de justificación I: Si se duda de los datos (el dato pasa a considerarse como Claim, un aserto que debe ser justificado) Forma de justificación II : El pedido de justificación no apunta a la información factual (D), sino a la relación entre datos y conclusión.
3. VALORACIÓN CRITICA DE LA CONCEPCIÓN DE TOULMIN Toulmin no pretende sólo proporcionar un modelo que sirva para el campo del derecho como Theodor Viehweg, ni siquiera para el campo de lo que suele llamarse razón práctica como Chaim Perelman, sino para el campo de la argumentación en general. Por otro lado, a diferencia de lo que ocurre con la tópica (técnica de búsqueda de premisas para la argumentación), aquí estamos ya frente a una verdadera teoría de la argumentación, dotada de un notable aparato analítico y que ofrece, una guía para el ejercicio práctico de la argumentación. Toulmin no se ha preocupado tanto de analizar la estructura de cada uno de los tipos o técnicas argumentativas, sino la de los argumentos en general. Esta valoración positiva de la concepción de Toulmin no implica, sin embargo, que su análisis de la argumentación pueda considerarse plenamente satisfactorio. Para afirmar esto, la teoría tendría que pasar una doble prueba, esto es, debe ser enjuiciada tanto desde la perspectiva de quien se aproxima a la argumentación a partir de los esquemas de la lógica formal, como desde la perspectiva de alguien que parta fundamentalmente, como el propio Toulmin, de considerar a la argumentación, como un tipo de interacción humana.
diferenciar seis tipos distintos de proposiciones que, además, cumplen funciones distintas en la argumentación: el respaldo, la garantía, las razones, el cualificador, la condición de refutación y la pretensión. En primer lugar, Toulmin ofrece un esquema de representación de los argumentos que es interesante precisamente porque incorpora muchos aspectos de la argumentación que, desde luego, pueden recibir una explicación desde la lógica, pero que la forma habitual de representar los argumentos de la lógica formal, no permite ver con claridad. En segundo lugar, el esquema de Toulmin pretende una mayor aproximación de la que se logra con los esquemas habituales de la lógica formal, hacia las argumentaciones que tienen lugar en la realidad. Desde luego, el de Toulmin sigue siendo un esquema de la argumentación correcta, pues lo que pretende es algo más que describir cómo, de hecho, se argumenta en determinados contexto su esquema, según el cual un proceso de argumentación se inicia con el planteamiento de una pretensión a favor de la cual se aducen razones, garantías, etc., vendría a reflejar la afirmación de los realistas de que las decisiones judiciales son “desarrolladas retrospectivamente desde conclusiones tentativamente formuladas”. En tercer lugar, lo que le diferencia a Toulmin de la lógica formal es, más que nada, una cuestión de enfoque, como por otro lado él mismo pone de manifiesto: mientras que la lógica formal estudia los argumentos como una secuencia de proposiciones, a él le interesan, sobre todo, los argumentos considerados como interacciones humanas, como un tipo de acción. Y eso quiere decir también ampliar considerablemente el campo de análisis e interesarse, en consecuencia, por problemas ajenos a la lógica en sentido estricto, como el de establecer criterios sobre la corrección material de los argumentos. 3.2. La Contribución De Toulmin A Una Teoría De La Argumentación Toulmin distingue entre el esquema general de la argumentación, que es el mismo para todos los tipos de argumentos, y las reglas especiales de la argumentación que dependen del campo en concreto de que se trate (Toulmin, como hemos visto, considera básicamente estos cinco ámbitos o “empresas racionales”, como él las llama: el derecho, la moral, la ciencia, los negocios y la
crítica de arte). Sin embargo, esta tentativa de hacer derivar de las diversas empresas racionales y de los correspondientes campos de argumentación institucionalizados la diversidad de tipos de argumentación y de pretensiones de validez adolece de una ambigüedad: no queda claro si esas totalidades que constituyen el derecho y la medicina, la ciencia y la dirección de empresas, el arte y la ingeniería, sólo pueden deslindarse unas de otras funcionalmente, es decir, sociológicamente, o también en términos de lógica de la argumentación. La fundamentación de enunciados descriptivos significa la demostración de la existencia de estados de cosas; la fundamentación de enunciados normativos, la demostración de la aceptabilidad de acciones o normas de acción; la fundamentación de enunciados evaluativos, la demostración de la preferibilidad de estos o aquellos valores; la fundamentación de enunciados expresivos, la demostración de la transparencia de las autopresentaciones; y la fundamentación de enunciados explicativos, la demostración de que las expresiones simbólicas han sido correctamente generadas. El sentido de las correspondientes pretensiones de validez diferenciadas puede entonces explicitarse especificando en términos de lógica de la argumentación las condiciones bajo las que puede hacerse en cada caso semejante demostración.
4. SILOGISMO Es una palabra que proviene del griego: συλλογισμός y que, a su vez, procede del latín: syllogismus. Su significado nos dice, que es un razonamiento deductivo o inductivo que está formado por dos premisas y una conclusión, y que es el resultado lógico que se deduce de las dos premisas. Su significado nos dice, que “es un razonamiento deductivo o inductivo que está formado por dos premisas y una conclusión, y que es el resultado lógico que se deduce de las dos premisas”. El silogismo no es otra cosa que una forma de razonamiento deductivo, en donde se relacionan dos juicios para obtener un tercer juicio. Según Aristóteles, es